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Catalina de Bustamante
primera maestra en América
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Catalina de Bustamante nació en Llerena en 1490 y se la ha definido como la primera maestra de América. Partió en 1514 junto con su marido y sus dos hijas a Santo Domingo (capital de la República Dominicana en la actualidad). Eran los primeros años en el Nuevo Mundo y al quedarse viuda comenzó a educar a las hijas de los exploradores e hidalgos en aquellas tierras.
Llerena fue la ciudad extremeña que vio nacer a esta docente valiente y solidaria y fue un importante núcleo administrativo, militar y civil hasta el siglo XVII. La localidad está declarada Conjunto Histórico Artístico desde el año 1966.
Cuando nació Catalina, la localidad pacense era todavía lugar de residencia de los Maestres de la Orden de Santiago y la iglesia de Nuestra Señora de la Granada llegó a ser la sede del priorato de San Marcos de León (antigua diócesis de la Orden de Santiago). El templo, ubicado en la Plaza de España, es una fusión de los estilos gótico mudéjar, renacentista, barroco y rococó. Adosado a su cabecera se puede visitar el camarín de Nuestra Señora de la Granada, de estilo rococó. La torre de la iglesia Mayor, de cinco cuerpos, es el elemento más destacado del edificio.

Catalina fue una mujer religiosa y en su Llerena natal destaca también la parroquia de Santiago Apóstol. La mandó construir en 1475 el último Gran Maestre de la Orden de Santiago, Alonso de Cárdenas, como última morada de sus restos. El templo, de estilo hispano-flamenco, presume en su exterior de pináculos y gárgolas, y del blasón de sus fundadores.
En América, Catalina aprovechó su condición de terciaria seglar en la Orden de San Francisco, para pedir que le cediesen un antiguo palacio en Texcoco, México, y así poder poner en marcha un colegio para niñas indígenas. De su mano, las pequeñas aprendían a leer, a escribir y recibían educación religiosa.
Mientras, en Llerena, los avatares históricos dejaban su huella allende los mares. Se prodigaban edificios históricos majestuosos y singulares, principalmente por el centro de la localidad. Las casas señoriales con
blasones, palacios, o antiguos hospitales, son el recuerdo de una importante época para la población.
En los años en los que le tocó vivir a Catalina, el consumo de pan era uno de los sustentos principales de la alimentación y esa tradición ha llegado hasta nuestros días. En Llerena son habituales los guisos a base de pan: migas, sopas y gazpachos, además de los productos derivados de la matanza del cerdo, entre ellos morcones y patés típicos como manteca
colorá o cachuela.
Son numerosas las celebraciones marcadas en el calendario de los llerenenses. La Matanza Didáctica está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y se celebra en el mes de marzo. Una fiesta que homenajea la gastronomía regional y donde se degustan productos derivados del cerdo, embutidos, dulces y aguardiente.
Son también fiestas importantes la Feria de San Miguel, en septiembre, con casetas y atracciones, o las Fiestas Mayores en honor a la Virgen de la Granada en agosto.
Catalina de Bustamante siguió en América y en 1529 envió una carta al rey de España, Carlos I, donde le exigía justicia para un regidor español que se había encaprichado de dos niñas del colegio y las había secuestrado. La carta llegó a manos de la reina Isabel de Portugal, quien se interesó por el tema y, aunque nada se pudo hacer por aquellas pequeñas, decidió enviar a varias mujeres españolas a América para que ayudasen a Catalina.
En 1535 regresó a España para entrevistarse con la reina y solicitar más apoyos para la educación de las niñas indígenas. Tras este viaje,
la extremeña consiguió que enviasen más docentes para seguir
extendiendo la educación por otros territorios mexicanos. Murió de peste cuando tenía 56 años.