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Reflexiones sobre las relaciones

El tema de las relaciones es uno de esos tópicos en los que muchos se sentarían a la mesa para expresar sus propias definiciones, experiencias y áreas únicas dentro de las cuales cada uno podría identificar importantes aspectos. Me imagino caminar en un aula de clase, y escuchar como cada persona aporta su definición y ver lo variado que son los puntos de discusión de cada estudiante. En mi opinión, eso es de esperarse, pues, si cada persona es única, entonces es lógico que cada relación y sus puntos de vista también lo sean. Pero luego la discusión termina en mis manos mientras que mi cerebro rebusca tratando de encontrar una palabra que defina qué son exactamente las relaciones desde mi punto de vista. Después de recopilar mis experiencias, las cosas que he aprendido y las perspectivas que he elegido para seguir adelante, llego a la conclusión de que las relaciones son una responsabilidad.

Las experiencias

Durante mi infancia tuve dificultades para entablar relaciones e interacciones con la gente. Algunas experiencias resultaron en diversas formas de dolor, y por algún tiempo creí que la solución era simplemente evitar las relaciones. Me convertí en una persona desconfiada y traté de mantener distancia de la gente. Elegí caminos que me permitieran tener éxito con la menor dependencia posible de los demás. Por un tiempo, creí que podría sobrevivir de esa manera, y así fue durante un tiempo. Pero como sucede en la mayoría de las historias en las que tratamos de hacer las cosas a nuestra manera (la manera equivocada), llegó un momento en el que era obvio que no debía ser así. La habilidad de tomar mis propias decisiones no era satisfactoria, el crecimiento se estancó y, francamente, llegó un momento en que tener un círculo tan limitado de personas fue agobiante.

DESARROLLO MINISTERIAL ACREDITADO

El aprendizaje

No fue hasta entonces que empecé a darme cuenta de que hay distintos niveles de responsabilidad en las relaciones, siendo el primero que todos tenemos la responsabilidad de crearlas. Muchas cosas solamente se pueden obtener, experimentar, sentir y aprender a través de la comunidad. Algo que tuve que aprender fue que la responsabilidad también significa seguir creando relaciones y compartir por encima del dolor. En cierta ocasión escuché una charla sobre el tema del dolor, y el orador decía que nuestro dolor es trivial comparado con el dolor por el cual pasó Jesús de manera voluntaria. Fue traicionado por Judas, negado por Pedro, y aun así, sabiendo todo, desarrolló una hermandad con ellos. El dolor significa aprender que hay una responsabilidad de reconciliarse con aquellos que causan el sufrimiento o a quienes yo haga sufrir. En la comunidad encontramos sistemas de apoyo sanos, oportunidades para compartir el corazón y ser ministrados, y a veces hasta diversión que nos alegra. [En este proceso], aprendí que había nuevos niveles de satisfacción y oportunidades de servir, y el consuelo de saber que no estaba solo.

También aprendí que tenía la responsabilidad de autocrecer. A veces observaba otras relaciones y quería exactamente algo igual, o quería ser como esas personas a las cuales observaba. Tuve que tomar responsabilidad y aceptar la persona que era, pero a la vez entender que había distintas áreas y oportunidades de crecimiento y superación personal. También tuve que trabajar en mí mismo reforzando mis puntos débiles y potenciando mis puntos fuertes. No tiene sentido fingir o ser algo que no somos, pero [tenemos la capacidad] para crecer. A través de ese crecimiento, aprendí que podía conectarme con los demás de forma más eficaz y relacionarme más fácilmente con un grupo más grande de personas. Esto no solo demostraría mi crecimiento a los demás, también fomentaría el crecimiento en ellos. Por último, aprendí que hay una responsabilidad para preservar las relaciones. Por mucho tiempo pensé erróneamente que las relaciones tenían que venir hacia mí. No buscaba hacer relaciones, ni tampoco extendía la mano para mantener lazos fuertes. Esta [actitud] resultó en relaciones pasajeras; no duraban nada porque no hacía el esfuerzo para cuidarlas. Cuando las relaciones fallan, a veces tendemos a culpar a la otra persona. El césped es más verde hasta donde uno lo riega; yo tuve que aprender a cuidar y hacer crecer las relaciones. Pero también entendí que ninguna relación puede perdurar si la otra persona no asume su responsabilidad.

La perspectiva

La perspectiva que elegí para seguir adelante es que las relaciones son vitales [en la vida]. Me di cuenta y tomé responsabilidad de que los puntos de vista que antes tenía eran claramente equivocados, y aunque aún me falta mucho por aprender, me aferro a la responsabilidad de mejorar esas áreas. Como líder en múltiples ámbitos, reconozco que un aspecto clave para desarrollar equipos de calidad es a través de la creación de relaciones de calidad dentro de esos equipos. Por supuesto, en el lado empresarial todas las cosas deben estar alineadas; sin embargo, la verdadera confianza, el compromiso y la unidad del equipo se desarrollan dentro de las relaciones. Esto es especialmente cierto en el ministerio, que aunque existe el aspecto del “trabajo” y la lista de cosas que deben hacerse, la esencia de lo que es verdaderamente importante ocurrirá dentro de las relaciones. Es necesario entender que aunque la responsabilidad del trabajo es grande, el deber para con las personas es mucho más grande. Este deber incluye cosas como la rendición de cuentas, el estímulo, la mentoría, la intercesión y el compañerismo de calidad. Todas estas cosas pueden ocurrir a un nivel general, pero la confianza que cada uno puede ofrecer y recibir está en un nivel mucho más profundo cuando ocurre dentro de una relación de calidad.

Sé que aún tengo mucho camino por recorrer, pero abrazó la responsabilidad ante mí. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de seguir avanzando, construyendo relaciones y creciendo. No siempre será agradable, y puede que todavía haya mucho que aprender con gran esfuerzo. Pero a pesar de todo, estoy agradecido por las enseñanzas que he aprendido, las experiencias que he vivido y las relaciones que he forjado.

JACOB COLEMAN

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