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1.2 El espacio intersticial como catalizador

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CONCLUSIONES

CONCLUSIONES

asociados a los estratos sociales bajos se encuentran marginados y son considerados parte de la “ciudad informal”. Sufren carencias de equipamientos básicos, que terminan generando un ciclo de marginalización, pobreza e inseguridad.

No obstante, las incompatibilidades sociales no vienen dadas únicamente por aspectos económicos; las diferencias politicas que han sostenido los ciudadanos se potenció en las últimas dos décadas. La fractura social se evidencia también en aspectos físicos. Las diferencias politicas que existen entre los ciudadanos, también se manifiestan en sectores específicos de la ciudad como consecuencia de las divisiones político-administrativas. Estas condiciones generan un aislamiento de los grupos y prohíbe a su vez la relación entre los distintos estratos, exacerbando los estigmas sociales y prejuicios. (Fig. 1.10)

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Fig. 1.10 Fractura Social. Collage conceptual Fuente: elaborada por autores

1.2 El espacio intersticial como catalizador

Las fracturas antes mencionadas afectan las posibilidades de continuidad en la ciudad, generando rupturas espaciales en el tejido urbano. Es en el encuentro entre las fracturas y los fragmentos de la ciudad donde surgen espacios que carecen de identidad y significado. Espacios intermedios, intersticiales, no lugares y/o residuales que no se vinculan a ninguna de las partes entre las cuales está inmerso.

Definir la especificidad de estas rupturas, será clave para entender la naturaleza de estos espacios en determinados sectores de la ciudad. Es por esto, que, bajo la premisa de entender el

tipo de espacio como parte de la intervención, se consideran distintas definiciones de lo que estas condiciones representan.

El tercer elemento que surge entre estos fragmentos de ciudad aparece como disociador en la estructura urbana y “...como una condición “residual” en el crecimiento de la ciudad” (Cardona, 2003). Los espacios residuales que surgen con el encuentro de fracturas aparecen como vacíos urbanos, que pueden o no contener algo de los eventos urbanos que se le aproximan, pero que se caracteriza como un episodio residual que desvincula (Cardona, 2003). Son espacios carentes de representar y dar identidad al que habita el espacio.

Entre las múltiples situaciones que se manifiestan en la ciudad se configura el espacio intersticial como un elemento de tensión e incompatibilidad en medio de dos o más “realidades espaciales y temporales distintas” (Herrera, 2006). Es un lugar o intervalo que media en entre dos cuerpos distintos, pero lo hace no solo en el espacio si no en el tiempo. Estos lugares aparecen del encuentro entre formas urbanas distintas, son espacios olvidados que han perdido su capacidad de repensar (Villalobos, 2000). Estos espacios, caracterizados por la indeterminación y falta de identidad, acentúan la discontinuidad de los fragmentos.

El no lugar; entendiendo que es “... un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico...” (Augé, M. 1992); y que este solo tiene significación cuando en él la identidad, el racional y lo histórico, existen como particularidades inherentes; ha tenido una connotación negativa por parte del colectivo imaginario, pues este lo ha vinculado a la idea de caos e indiferencia. El “..."no lugar", es para hacer alusión a una especie de cualidad negativa del lugar, de una ausencia de lugar en sí mismo que le impone el nombre que se le da.” (Augé, M. 1992)

El espacio intermedio se configura dentro de la estructura urbana entre los extremos de un lugar y tiempo; “... las rupturas espaciales configuran los espacios intermedios o los espacios del in-between, al configurarse en medio de dos realidades espaciales y temporales distintas. Esta confluencia de espacios define una nueva realidad, la cual devela el estar “entre” ” (Herrera, 2006)

Los límites o bordes que surgen en la estructura urbana de la ciudad son considerados por el imaginario colectivo como líneas, sin embargo, Eugenio Trías en “Lógica del límite”, hace

crítica a cómo estos espacios son percibidos; “...subsiste, en la tradición filosófica de la Modernidad, la escuálida idea negativa de límite y de frontera, como puro lugar evanescente, convencional y puramente “lineal”...” (Trías, Eugenio. Lógica del límite, 1991, pág. 21-22)

Teniendo presentes estos conceptos, donde ciertas características y definiciones confluyen para dar significado a más de un “tipo de espacio”, es pertinente agrupar estos conceptos para definir desde este punto, el espacio intersticial como uno de los puntos centrales de las intervenciones a realizar (Fig. 1.11).

En base a lo anterior, se enuncian los principios que caracterizan el espacio intersticial: - Espacio que surge con el encuentro entre dos o más fracturas - Espacios que puedan o no contener algo de las situaciones urbanas que se le aproximan - Espacio que media entre dos situaciones espaciales y temporales distintas - Espacio que carece de identidad y ha perdido su capacidad de representar - Espacio que desvincula y acentúa la discontinuidad en la estructura urbana

Fig. 1.11 Esquema conceptual - Espacio intersticial como catalizador Fuente: elaborada por autores

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