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RUTA DE RETABLOS RENACENTISTAS DEL ESTE DE LEÓN. La Pasión de Cristo
La Ruta de Retablos Renacentista del Este de León discurre desde la Tierra de Campos, hasta la Montaña Oriental Leonesa. Son diez pueblos: Vallecillo, Gordaliza del Pino, Sahagún, Joara, Celada, Valdescapa, Villaselán, Valdavida, Cistierna y Yugueros.
En cada pueblo nos encontramos con un retablo renacentista, de la escuela juniana leonesa, la llegada de Juan de Juni a León, en 1532, con un grupo de artistas de la Borgoña que trajeron a León el Renacimiento; primero en la sillería de San Marcos y los dos relieves en la iglesia de San Marcos.
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Hasta ahí, sabemos que Juan de Juni marchó a Medina de Rioseco y Valladolid, pero prestó nociones creativas a un grupo de artistas que realizaron unas grandes obras de arte, totalmente desconocidas para el público, ya que están en pueblos desconocidos y hasta ahora nadie lo había puesto en valor.
Las grandes cosechas de cereales y el mercado de la lana, con la Mesta, hacen de estos pueblos enclaves ricos y pudientes; con lo cual, pueden elegir a grandes artistas para realizar los retablos del siglo XVI, la cercanía del Monasterio de Santa María de Trianos, regido por Dominicos hace que los grandes artistas del renacimiento, realicen trabajos en el monasterio.
Es de reseñar que el retablo de Joara, es obra documentada de Cristóbal de Colmenares pintor leonés del siglo XVI, considerado uno de los “pintores analfabetos”, porque no sabía firmar; está enterrado en el Claustro de la Catedral de León.
Otros grandes pintores y escultores presentes en estos retablos, son Guillén Doncel y Juan de Angés, que dejaron su impronta tanto en el retablo de Sahagún, como en el de Valdescapa; se observa su obra así como la de Juan de Juni en el conjunto de todos los retablos.
Dentro de los diez retablos renacentistas se destaca la fluidez en las pinturas sobre tabla; con la progresión de tres grupos de pinturas: El Nacimiento del Señor, los Patronos de los Pueblos y la Pasión de Cristo. Las referencias a la Pasión de Cristo son dominantes en este repertorio creativo; nos encontramos con tal cantidad de pasajes de la Pasión que bien podíamos realizar una procesión de Viernes Santo.
Todas las tablas, parecen tener modelos equivalentes en la serie de grabados, xilográficos y caligráficos, realizados por Alberto Durero, a principios del siglo XVI, y conocidos como la Pasión pequeña y la Pasión grande.
También aparecen algunos grabados de Lucas van Leyden aunque en menor medida que los de Durero.
Para empezar, en Valdavida, nos encontramos con la Sagrada Cena; en Villaselán, Valdescapa, Sahagún y Gordaliza, con la Oración en el Huerto y el prendimiento; en Valdescapa, en Gordaliza, el Beso de Judas; en Valdescapa, Joara, Gordaliza y Vallecillo, la Flagelación de Jesús, (este último, grupo escultórico).

Siguiendo con la Pasión de Cristo, en Cistierna, Valdavida, Villaselán, Joara, Sahagún, Gordaliza y Vallecillo, nos encontramos con las tablas de Camino del Calvario, destaca en Valdescapa, la tabla de La Verónica; en Cistierna, tenemos un Calvario, Cristo en la Cruz, acompañado de la Virgen y San Juan.
El Descendimiento, está representado en Sahagún, un relieve, en el retablo procedente del Monasterio de Trianos, traído a Sahagún, con motivo de la desamortización de Mendizábal. Otra gran tabla, es la La Lamentación sobre Cristo muerto, la podemos ver, en Cistierna, Valdavida, Villaselán, Joara, Vallecillo, en Gordaliza, es un grupo escultórico, de La Lamentación sobre Cristo muerto.
Finalizando, la Pasión de Cristo, nos encontramos el Santo Entierro, en Vallecillo y Sahagún, y la Resurrección, en Yugueros, finalizando en Gordaliza, con cuatro tablas del, Limbo, Resurrección de Cristo.


En el retablo de Celada no hay ninguna tabla con referencia a la Pasión de Cristo; pero si están representado los cuatro evangelistas y los Padres de la Iglesia. Hay una tabla poco representada en los retablos pictóricos, que es la del Ángel de la Guarda, que se representa en el tercer cuerpo del retablo.
Otra cuestión a observar son los tabernáculos o sagrarios, existentes en los retablos, el
Concilio de Trento, que impone la Eucaristía como la forma de llegar al Padre; así se destaca en Cistierna, Villaselán, Joara, Vallecillo, Valdavida, Yuguero; todavía se conservan mientras que otros desaparecieron, como en el caso de Valdescapa y Celada.
El hecho de visitar estos retablos y a los pueblos supone un reto, para luchar contra la despoblación y elevar su conocimiento popular, dado por llegar a estas obras de arte, ocultas durante años; esa ruta que ahora es un proyecto, apoyado por muchas instituciones.
