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La embolia cerebral es un trastorno poco conocido
Una embolia cerebral es un problema muy común y poco sabemos de él. Generalmente nos preocupamos por estas afecciones cuando alguien de la familia cercana lo ha sufrido. Sin embargo, una buena manera de prevenir es mantenernos informados y actualizados.
La embolia cerebral es un trastorno que impide la correcta oxigenación de las células del cerebro, es un tipo de infarto cerebral o accidente cerebrovascular, es decir, se trata de una enfermedad que afecta a las arterias del cerebro o a las que llegan a éste. El problema se produce debido a la obstrucción de un vaso sanguíneo, lo que lleva a la formación de coágulos en la sangre. Estos coágulos se pueden generar en cualquier parte del cuerpo, y posteriormente viajan por el torrente sanguíneo hasta el cerebro, produciendo una embolia
Al ocurrir esto, las células del cerebro quedan sin oxígeno y pierden su función, con lo que producen daño cerebral que compromete la vida, o deja secuelas permanentes en la persona, tales como parálisis o trastornos del habla. Si bien la mayoría de los infartos cerebrales son causados por la arteriosclerosis, es decir, la acumulación de placas de colesterol en el interior de las arterias. En el caso de las embolias el principal culpable son las enfermedades cardíacas, como por ejemplo las arritmias, que es cuando el corazón late de forma desordenada. Lo que hace la arritmia es producir un flujo lento de la sangre en el interior de los vasos sanguíneos.
Esto provoca la formación de coágulos, los que se pueden desprender en cualquier momento y comenzar su viaje hasta el cerebro.
Los ataques cerebrales ocurren a cualquier edad, tanto en hombres y mujeres jóvenes como mayores. Pero según se envejece aumenta el riesgo, sobre todo, después de los 60 y 70 años. Y aunque inicialmente el hombre tiene un riesgo mayor, la mujer lo iguala después de los 55 años. Existen algunas condiciones que también aumentan las probabilidades:
• padecer arritmias cardíacas o fibrilación auricular (cuando la frecuencia cardíaca es irregular).
• ser diabético.
• presentar antecedentes familiares con esta afección.
• tener colesterol elevado.
• predisposición étnica (las personas de raza negra son más propensas).
• malos hábitos alimenticios, tabaquismo y sedentarismo.
• mujeres embarazadas, durante su tercer trimestre.
• personas con tratamientos de reemplazo hormonal.
• mujeres en etapa post parto
Síntomas de una embolia cerebral
El síntoma más claro de una embolia cerebral es un dolor intenso de cabeza que no puede ser calmado. Existen otros casos en que la persona no puede advertir que está sufriendo un accidente cerebrovascular.
Sin embargo, cuando el proceso ha comenzado se pueden advertir otras señales y síntomas. Esto cambia de un paciente a otro y dependerá del vaso sanguíneo que se ha obstruido. Es decir, la parte del cerebro que se está afectando. Generalmente, aparecen de manera súbita y no de forma progresiva. Es necesario estar atentos a estos factores. Las primeras señales de una embolia cerebral tienen un inicio súbito y se caracterizan por:
• Dificultad para hablar.
• Dificultad para caminar.
• Pérdida de la fuerza en una extremidad o en todo un lado del cuerpo.
• Pérdida de la visión o parte de ella.
• Desequilibrio.
• Problemas en la coordinación de los movimientos.
• Inconsciencia ocasional.
En caso de que te encuentres con alguien y creas que esto le sucede, puedes hacerle una prueba fácil. Además de evaluar su estado, es decir si no sufre mareos, desmayos, etc., hazle algunas preguntas fáciles.
Pide que te diga su nombre completo, cómo está el clima, fecha de cumpleaños. Las personas que sufren una embolia cerebral tendrán problemas para articular palabras y recordar situaciones comunes.
Diez recomendaciones que pueden ayudar a minimizar el riesgo de una embolia los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, haciendo que aumente la probabilidad de sufrir una embolia.
1Conocer la presión arterial. La hipertensión es el principal factor de riesgo en la aparición de las embolias. Tener la presión arterial alta puede multiplicar por cuatro las probabilidades de sufrir un derrame ya que obliga a nuestro corazón y arterias a hacer un esfuerzo extra para que la sangre llegue a todas las células de nuestro cerebro. Conviene tenerla vigilada y controlada.
Los ataques cerebrales ocurren a cualquier edad, tanto en hombres y mujeres jóvenes como mayores. Pero según se envejece aumenta el riesgo, sobre todo, después de los 60 y 70 años.
7Reducir el estrés. El estrés crónico aumenta por cuatro la posibilidad de sufrir un ataque cerebral a lo largo de la vida.
8
Realizar ejercicio físico con regularidad. El ejercicio físico es clave para mantener un corazón fuerte y unas arterias limpias y los mejores aliados en la prevención. Con caminar una hora a diario el corazón recibe la dosis de ejercicio que necesita.
2
Mantener un ánimo sereno y positivo. Cultivar emociones como serenidad, calma y mantener un estado de ánimo tranquilo y positivo pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir una embolia ya que ayudan a reducir la tensión arterial y reparar el sistema cardiovascular.
3
Dejar de fumar. El cigarrillo eleva de una manera vertiginosa el riesgo de sufrir una embolia y es el principal factor de riesgo que se encuentra en personas jóvenes que lo han sufrido.
4
Conocer los niveles de colesterol. El colesterol, junto con el cigarrillo, son los principales causantes de creación de placa arterioesclerótica, favoreciendo la aparición de obstrucciones en las arterias que riegan el cerebro.
9Conocer las señales de alarma. Detectar una embolia a tiempo puede salvar la vida y prevenir la aparición de secuelas. Ante estas señales no dude en llamar a emergencias. Por ejemplo, experimentar la sensación de adormecimiento en la mano, pierna o en la mitad del cuerpo. Balbucear y no ser capaz de hablar, o decir palabras sin sentido, sentir un lado de la cara dormido, perder la visión de un lado y dolor de cabeza persistente acompañado de vómitos que no son habituales en nosotros.
10
Bajar de peso. La obesidad suele llevar asociada problemas como el colesterol o el sedentarismo y también enfermedad coronaria. Bajar cinco kilos puede reducir significativamente estos factores de riesgo.
5
6
Control de azúcar. La diabetes, además de reducir la capacidad del páncreas para producir insulina, afecta a
Aumentar la reserva cognitiva. Leer, aprender un idioma, interesarte por cosas nuevas, escribir un diario, hacer tareas manuales, son experiencias que hacen a nuestro cerebro más resistente frente a las posibles secuelas de una embolia. Es lo que se conoce como reserva cognitiva.
Este artículo es solo de carácter informativo. Por ningún motivo se auto diagnostique, su medico es la única persona que podrá darle orientación y un tratamiento adecuados.