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Cómo identificar y combatir el Burnout o síndrome de desgaste profesional
Atravesar por episodios de estrés en el ámbito profesional es muy común ya que es un mecanismo detonado por la presencia de situaciones de incertidumbre y agobio, incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que México es el país con mayor estrés laboral y recientemente incorporó un nuevo concepto a la clasificación internacional de enfermedades, el síndrome de desgaste profesional o burnout.
Relacionado al agotamiento mental, físico y emocional, el burnout hace referencia a la cronificación del estrés laboral aludiendo al “trabajador quemado”, es decir, un profesional que ha perdido la motivación e interés por la realización de sus tareas, que crea una actitud negativa en todo lo relacionado a su ocupación laboral.
De acuerdo con la OMS el síndrome burnout puede dar lugar a comportamientos disfuncionales y afectar la salud mental y física de quien lo padece, por lo que es importante identificar los principales síntomas para hacerle frente. El padecimiento laboral se caracteriza por la recurrencia de:
• Dolor de cabeza.
• Dolor de espalda.
• Trastornos del sueño.
• Tensión muscular.
• Cansancio.
• Náuseas.
• Irritabilidad.
• Tensión
• Desmotivación.
• Falta de concentración.
Una persona que atraviesa por el síndrome burnout probablemente no identificará que sus síntomas se atribuyen a este pa- decimiento, sin embargo su actitud puede asociarse con la falta de productividad, sobrecarga de trabajo, falta de empatía y molestias relacionadas al cumplimiento de sus objetivos.
El desgaste profesional no aparece de un día para otro, es el resultado de hábitos que incluyen cargas de trabajo elevadas, largas jornadas laborales, omisión de descansos o toma de vacaciones, falta de límites, falta de claridad en las expectativas laborales, ambientes de trabajo negativos, falta de equilibrio entre la vida personal y profesional.
Diagnosticar el padecimiento es responsabilidad de un profesional de la salud, sin embargo es importante considerar acudir a él ante la presencia de síntomas físicos, emocionales y también conductuales, los cuales son:
1. Reducen o evitan la comunicación con el equipo de trabajo.
2. Se expresan de manera poco respetuosa y cínica tanto en el centro de trabajo como en otros entornos.
3. Suelen utilizar el sarcasmo para expresar superioridad.
4. Se ausentan constantemente de lugar de trabajo sin presentar justificaciones.
5. Utilizan tonos de voz elevados, con el uso de gritos.
6. Se muestran agresivos e irritables.
7. Disminuyen la calidad del servicio o la atención al cliente.
8. Se niegan a aceptar comentarios, consejos o puntos de vista de otros colaboradores.
9. Generan situaciones conflictivas la mayor parte del tiempo.
10. Abusan del café, tabaco, alcohol o medicinas.
Ninguna persona está exenta de sufrir burnout, pero la repetición de factores estresantes incrementan la posibilidad de padecerlo. El síndrome se desarrolla a través de diferentes fases que representan su evolución y desarrollo. Es ideal identificarlas y atenderlas para evitar su progreso.
Fase Leve: Se presenta síntomas físicos poco específicos como dolores de cabeza, espalda o cuello.
Fase Moderada: Inician los trastornos del sueño con insomnio, déficit de atención, falta de concentración y tendencias de automedicación.
Fase Grave: Se presenta ausentismo recurrente al centro de trabajo, negación de las obligaciones, cambios de humor y abuso de alcohol y cigarro.
Fase Extrema: Presencia de crisis existenciales recurrentes, aislamiento, depresión, fases de ansiedad y pensamientos suicidas.
Es posible evitar el desarrollo del desgaste profesional a través de la prevención, brindando información sobre el padecimiento, sus causas, síntomas y consecuencias, así como generar condiciones de trabajo sanas en las que se fomente la colaboración, la empatía, el trabajo en equipo y el equilibrio del bienestar personal y laboral. Implementar actividades de liderazgo para el desarrollo de habilidades sociales y de desarrollo personal, aumentará la capacidad de adaptación de los profesionales ante diferentes situaciones de estrés.
Algunas acciones que pueden ayudar a combatir los síntomas por burnout son:
• Realizar actividades relajantes que permitan liberar tensión en diferentes horas del día.
• Controlar la respiración a través de técnicas de meditación y atención plena.
• Realizar actividad física mínimo 30 minutos, tres veces por semana.
• Descansar entre actividades y respetar las horas adecuadas de sueño.
• Realizar actividades recreativas o pasatiempos.
• Implementar técnicas de solución de problemas.
• Respetar los horarios de trabajo.
• Definir límites de acción entre la vida personal y profesional.
• Comunicar las necesidades profesionales al equipo de trabajo.
• Tomar vacaciones.

• Seguir un estilo de vida saludable.
El desarrollo profesional es importante, pero es primordial poder equilibrarlo con el bienestar personal y atender a los llamados de la salud que podrían estar indicando la necesidad de cambios en hábitos y estilos de vida.

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