FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA MONOGRAFÍA: TRASTORNOS ALIMENTICIOS
AUTORA: Cárcer Preciado, Amalia CURSO: PSICOTERAPÍA DE GRUPO
ASESOR: Loyaga Bartra, Ernesto M.
TRUJILLO-PERÚ 2018

INTRODUCCION 1
CAPITULO I: COMPRENDER LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS 2
1.1. TRASTORNO ALIMENTICIOS...........................................................................................2
1.1. ETIOLOGIA......................................................................................................................3 1.1.2. INFLUENCIA SOCIAL: 4 1.1.3. FACTOR PSICOLÓGICO: ..........................................................................................5 1.1.4. PERSONALIDAD Y CARÁCTER: ................................................................................8
CAPITULO II: TIPOS Y TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS ................................9
2.1. TIPOS DE TRASTORNO ALIMENTICIO: 9 2.1.1. ANOREXIA NERVIOSA:............................................................................................9 2.1.2. BULIMIA NERVIOSA: 10 2.1.3. VIGOREXIA 10 2.2. TRATAMIENTO 11 2.2.1. PROGRAMA COMO TRATAMIENTO .....................................................................11 2.2.2. FARMACOTERAPIA EN LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS (TA) 13 2.2.3. TRATAMIENTO DIETOTERÁPICO 13 2.2.4. TRATAMIENTO PSICOTERÁPICO Y CON PSICOFÁRMACOS 14
INTRODUCCIÓN
Desde hace unos años atrás se viene observando que la sociedad occidental está dando especial importancia a la imagen corporal, lo que conlleva a su vez a un excesivo cuidado de la estética en muchas personas. Por lo general, la mayoría de individuos que se ven inmersos en esta problemática social suelen ser adolescentes ya que se encuentran expuestos a los medios de comunicación que suelen ser las vías que generan más influencia en los mimos, en especial las redes sociales y la televisión. A menudo podemos observar en los medios a distintas organizaciones, shows, etc. que presentan a hombres y mujeres enseñando la perfección de su cuerpo estos sucesos generan confusión en los adolescentes los cuales buscan sentirse aceptados tratando así de imitar, y como consecuencia de ello muchos llegan a desarrollar una distorsión cognitiva sobre el propio cuerpo, restringir alimentos, entre otras conductas, afectando así mismo a su salud mental y física la cual es esencial para un funcionamiento general adecuado en las personas.
Por este motivo el objetivo principal de este trabajo es brindar información esencial y aportar conocimiento al lector o las personas que padecen algún tipo de trastorno alimenticio; así mismo educar a través de distintos tipos de tratamientos centrados en la psicoterapia de grupo para combatir los trastornos alimenticios, teniendo en cuenta a su vez el rol del psicólogo durante el desarrollo del programa.
El presente trabajo está conformado por tres capítulos, entre los cuales en el primero y segundo se brinda información sobre conceptos claves para un mayor conocimiento de la problemática con ayuda de distintos autores, así como de aportes a nivel grupal para un mayor entendimiento. Se tendrá en cuenta además el reconocer los distintos tipos de trastornos alimenticios en base a lo planteado en el Manual Diagnóstico - DSM IV, detallando los signos y síntomas de cada uno.
En el tercer capítulo se tratará el tema del rol del psicólogo en la terapia grupal con personas con diagnóstico clínico de TCA y cómo han ido evolucionando en relación a su salud física y mental, así como situaciones y dificultades que pudieron surgir durante el tratamiento.
CAPÍTULO I: COMPRENDER LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS
1.1. TRASTORNO ALIMENTICIOS
Teniendo en cuenta la definición del Instituto Nacional de la Salud Mental (2016), los trastornos alimenticios hacen referencia a un trastorno en el cual ocurren graves alteraciones en la conducta, las cuales se encuentran relacionadas a la alimentación y el peso corporal del sujeto. Asociado así mismo a distintas consecuencias físicas, psicológicas, y sociales adversas. Dichos trastornos alimenticios incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, atracones, conductas purgativas, etc. Por lo general, la aparición de los TCA suele ser a principios de la adolescencia o a principios de la edad adulta, no obstante, puede presentarse también durante la infancia, pero estos casos se observan en un menor porcentaje.
Según Madruga, Leis y Lambruschini (2013), los trastornos alimenticios son enfermedades crónicas que suelen darse en mayor frecuencia en los adolescentes y mujeres jóvenes. Se caracterizan por una alteración en el patrón de la ingesta de alimentos y en la conducta del control del peso corporal, lo cual va generando un deterioro físico y mal nutrición que afecta a todo el organismo y el funcionamiento adecuado del cerebro, aumentando así la aparición de distorsiones cognitivas y problemas en las relaciones sociales.
Los trastornos alimenticios son parte de una enfermedad que afecta mayormente a la población juvenil y a la vez a mujeres puesto que se encuentran más propensos e impuestos a las redes sociales las cuales interfieren significativamente en su vida personal, y como consecuencia pudiendo desarrollar un desorden alimenticio ocasionando así mismo, distintas disfuncionalidades en su organismo incluyendo el cerebro el cual se ve afectado notoriamente.
ETIOLOGÍA
Actualmente distintos profesionales entre ellos psicólogos, médicos, etc. se centran en el estudio de los trastornos alimenticios ya que no existe una definición exacta de las causas o procedencia para la aparición del trastorno. Por naturaleza el ser humano al desarrollarse presenta un sin número de cambios físicos, mentales, sociales entre otros, pero existen aquellos que son más marcados y visibles, algunos de esos cambios más notorios suelen darse en la etapa de la adolescencia, la dinámica del desarrollo es multidimensional, tanto biológico como psicológico. (Salazar, 2011).
El ser humano desde su nacimiento va pasando por distintos cambios, los directamente visibles son los cambios físicos y los que se van descubriendo a lo largo del propio desarrollo son los cambios psicológicos. La adolescencia es una de las etapas más importantes y en ocasiones difíciles de afrontar para muchas personas, pese a que todas las etapas son importantes, generalmente la adolescencia es una etapa de cambios drásticos y el paso de una vida cómoda a una vida de responsabilidades y adaptación al mundo adulto. En esta etapa se da una serie de confusiones, desacuerdos, rechazos, incomprensión ya sea con los demás o con uno mismo. Por ello de acuerdo a lo pospuesto por los investigadores, es de vital importancia la participación del psicólogo en la vida de los adolescentes en esta etapa de cambios constantes. Más aun en cuanto al tema de los trastornos alimenticios, ya que el problema no surge de lo físico netamente, surge a su vez de la mente, del entorno en donde vive, la cultura socia y otras causas personales. Por ello mismo es sumamente importante que los padres, tutores y/o responsables en la crianza y cuidado de los niños, presten mucha atención al ser humano en esta etapa, la adolescencia.
1.1.1. FACTORES GENÉTICOS:
Jurado, Correa, Delgado, Contreras, Camacho, Ortiz y Escobar (2009), mencionan que se observan distintas alteraciones en la actividad neuroendocrina que podrían ser factores relacionados al desarrollo de los trastornos alimenticios. Desde un punto de vista neurobiológico se dice que la vulnerabilidad biológica neuronal se crea en una contribución sustancial para la patogénesis de AN Y BN.
Gerali (2014), describe en su libro ¿Qué hacer cuando los adolescentes luchan con desórdenes alimenticios?; que los factores genéticos, bioquímicos, neurobiológico y fisiológicos tendrían una relación que los vincula con los trastornos alimenticios,
refiriendo el autor que existe un 50% de presencia de trastornos de alimentación entre gemelos e incidencia del 10% en mellizos.
En la realización de los estudios sobre los factores que influyen para la aparición de un trastorno alimenticio, se observa que es esencial la indagación en la historia personal del paciente, esto permitirá obtener información sobre los antecedentes familiares del sujeto. Se pueden dar casos de parientes directos o cercanos a su círculo familiar que hayan pasado por un trastorno alimenticio. Así mismo a través del estudio de los aspectos físicos y psicológicos del paciente se puede llegar a la causa principal tal o cual enfermedad, patología o rasgos de carácter de las personas.
1.1.2. INFLUENCIA SOCIAL:
Por otro lado, la sociedad cumple un rol sumamente importante en cuanto a las distintas decisiones que se toman día a día. La fuerte tendencia social y cultural a la belleza corporal, llega a ocasionar que se considere la delgadez como un sinónimo de ideal de belleza, aceptación y éxito, siendo los adolescentes los más afectados e influenciados a tales paradigmas especialmente las mujeres, que son las que presentan mayor preocupación por su estética (Salazar,2011).
Así mismo Ruiz, Vásquez, Mancilla y Trujillo (2010), hacen especial hincapié en la influencia del aspecto social en los trastornos alimenticios mediante los masivos mensajes de los medios de comunicación en donde se muestra constantemente el modelo corporal ideal, complementado a su vez a la presión del entorno cercano para cuidar la imagen para una mayor aceptación, los cuales suelen ser los factores que más afectan, confunden y llevan a las personas a sufrir dicho trastorno.
La mayoría de adolescentes actualmente están totalmente inmersos a los medios de comunicación y las redes sociales donde perciben constantemente publicidades sobre la importancia del cuidado de la imagen corporal para una mayor aceptación en la sociedad. Este factor genera confusiones y a menudo miedo a no ser aceptados en los adolescentes, por lo que se obsesionan en el alcanzar el ideal de belleza proporcionado por la sociedad, queriendo conseguir así el cuerpo ideal. A menudo son susceptibles a tener creencias erróneas sobre la belleza y la anteponen a cualquier otro factor de la vida personal, teniendo estos pensamientos, la acción de alimentarse se convierte en una vía a través de la cual se podrá modifica su apariencia física y así mismo acabar con sus problemas sociales. Del mismo modo, se va
generando en ellos una falsa búsqueda de aceptación y aprobación de su entorno social.
1.1.3. FACTOR PSICOLÓGICO:
Gerali (2014), refiere que en relación al aspecto psicológico en los trastornos alimenticios se observa que existen distintos factores que influyen en su desarrollo entre ellos se observan las experiencias traumáticas que tienden a enfrentar los adolescentes como por ejemplo la pérdida de un ser querido, cambios de residencia, rechazos amorosos, del mismo modo cabe resaltar experiencias de abuso sexual, agresión física, y bullying. Estos sucesos traumáticos suelen ser el activador de la aparición de un desorden alimenticio como un mecanismo de defensa que ayuda al joven a evadir el dolor que le produce el recordar esa situación.
Así mismo, cuando las personas que padecen trastornos alimenticios pertenecen a familias disfuncionales se podría considerar que el adolescente observa la patología como una forma de experimentar un “Sentido control de su propia vida”, o por otro lado busca obtener la atención de los padres para confrontar el hecho de sentirse ignorado o abandonado emocionalmente por su familia. En cuanto a padres sobreprotectores también son considerados un factor para el posible desarrollo de trastornos alimenticios ya que a menudo ejercen un control excesivo sobre los adolescentes.
Por otro lado, el adolescente puede sentirse abrumado por la cantidad de cambios que experimentan en esta etapa de su vida, lo que conlleva que empiecen a comer de modo de consuelo, de aplacar el miedo y de esa manera sobreponerse a los cambios. El simple hecho que el sujeto pase su nivel primario a secundaria y posteriormente a la universidad considerando que el diferente ritmo de estudio que se genera y los cambios en el entorno social y responsabilidades puede ser un activador para la aparición de trastornos alimenticios.
El factor psicológico es el más relevante para el reconocimiento de las causas expuestas por muchos para la aparición de un trastorno alimenticio. Puede empezar por una inconformidad hacia a su apariencia física, debido a una baja autoestima y a una distorsión del pensamiento al percibir el propio cuerpo como “el peor y el más desagradable”, generando ello un descontento en el individuo. Para estas personas es esencial que reciban un tratamiento psicológico cuando el medico les informe
sobre su diagnóstico y explique el proceso de este trastorno. Por ello mismo se considera fundamental el abordaje psicológico no solo para el paciente sino para los familiares y el entorno del mismo puesto que ellos conformaran su red de apoyo, a través de la cual el paciente podrá apoyarse para ir generando los cambios en el área emocional, afectiva y psicológica.
La ansiedad: Se define como una sensación de malestar o una amenaza acompañada a su vez de una respuesta autonómica con un origen generalmente desconocido por el propio individuo. Se presenta junto a un sentimiento es aquel de aprensión causado por la aparición de un pensamiento de peligro inminente. Se reconoce como una señal de alarma que advierte un peligro que está por llegar para el sujeto, un mecanismo que le permite tomar las medidas necesarias para poder afrontarlo. (Mellado, Rodríguez, Ortuño, Jorreto e Ibáñez, 2008).
Sierra, Ortega y Zubeidat (2003), hacen referencia a la ansiedad como un estado de inquietud y agitación no agradable para el sujeto que se caracteriza principalmente por la anticipación a una situación de peligro donde predomina una sensación de catástrofe inminente donde se experimentan síntomas psíquicos lo cual refiere a una combinación de síntomas cognitivos y psicológicos que se observan a través de una reacción sobresaltada, donde el individuo trata de buscar una solución a este peligro.
La ansiedad es definida pues como la sensación de malestar proveniente de la anticipación de una situación de peligro inminente. Por ejemplo, el adolescente o el individuo en general puede estar atravesando distintos cambios ante los cuales teme fracasar, generándole estos mismos ansiedad. Así mismo, la ansiedad puede ser manifestada en diferentes situaciones como también controlada en muchas otras. En su mayoría las personas que padecen trastornos alimenticios calman su ansiedad controlan la ingesta de alimentos de esa manera se puede controlar el estrés o la situación amenazantes. Por otro lado, algunos pacientes con
1.1.3.1.
trastornos alimenticios no pueden controlar la ansiedad en algunas situaciones y debido a ello suelen tener atracones de comida.
Impulsividad:
La impulsividad se considera como el actuar de forma rápida y no premeditada debido a una deficiencia en el análisis de las consecuencias de la acción. Dentro de ellas ciertas conductas impulsivas se realizan por la búsqueda de un refuerzo positivo, así como también por la evitación activa de la frustración. En otras palabras, al actuar de forma impulsiva no es posible atender a las consecuencias de la acción ni a otras posibles opciones. Del mismo modo, es posible definir tres mecanismos subyacentes que podrían explicar las conductas impulsivas: alta sensibilidad ante las recompensas, actuar rápidamente sin una planificación previa y, finalmente, un comportamiento compulsivo como búsqueda de alivio frente a la tensión o el estrés (Squillace, Janeiro, y Schmidt, 2011).
Cuyas y Campanella (2013), refieren como la fuerza básica que se conoce como fuerza impulsora o un impulso, también puede ser reconocida en diversas situaciones como compulsión. Esto se canaliza en la conducta del individuo siendo irresistible, especialmente cuando permanece inconsciente. Hace referencia a un acto no consciente repetitivo para escapar de los miedos.
1.1.3.2. Autoestima:
La autoestima es considerada el punto inicial para el desarrollo del auto concepto o de la propia imagen que tiene cada persona de sí mismo, las creencias del individuo en relación a sus propias cualidades y características psicológicas, físicas, afectivas, sociales e intelectuales. Forma un papel fundamental en el desarrollo individual y en el entorno del ser humano. Incluye a su vez la responsabilidad personal, la salud propia tanto mental como física, la creatividad, el aprendizaje y las relaciones humanas. La persona que tiene una autoestima baja, se ve afecta en varias dimensiones, puesto que la misma influye en todos los aspectos de la propia vida. La autoestima es también un componente vital a tener en cuenta en la información que se recibe del entorno y de otras personas. (Iniesta, Martínez & Mañas, 2014).
La ansiedad, la impulsividad y baja autoestima son algunas de las características de explicación psicológica que están relacionadas a los trastornos alimenticios. Se da a notar en pacientes que sufren este tipo de trastornos, por ejemplo, en la ansiedad por controlar las ingestas, o al comer sin límite. Así mismo en muchas ocasiones su actuar es de manera impulsiva lo que no le permite pensar en las consecuencias que le traerá las acciones que toma en contra de su salud.
1.1.4. PERSONALIDAD Y CARÁCTER:
Sánchez (2013); postula las siguientes características que posee una persona propensa a desarrollar un trastorno alimentario:
• Inseguridad: Las personas que desarrollan trastornos de la alimentación tienen baja autoestima, nula confianza en sí y son básicamente personas demasiado inseguras que buscan reconocimiento y afirmación en la manera que los miran. Sienten que sólo pueden conseguir el amor que necesitan, a través de mejorar su apariencia.
• Influenciables: Son aquellas personas que todavía están a la búsqueda de su identidad, debido a esto, tratan de imitar a quienes creen que son buenos modelos a seguir. Esto puede ser bueno si a quienes imitan, son efectivamente que son dignos de emular, pero para los adolescentes de hoy, sus modelos son en su mayoría jóvenes estrellas de Hollywood afectadas también por trastornos de la alimentación.
• Falta de disciplina: Las personas que no tienen la voluntad para seguir una dieta y quieren ver resultados rápidos, optan por provocarse el vómito después de comer. Esto los puede llevar a la bulimia si no tienen cuidado.
• Depresión: Los adolescentes que sufren de depresión y no tienen un hogar estable, es muy probable que lleguen a padecer trastornos alimenticios. Algunos son demasiado inmaduros y buscan la felicidad, incluso mediante la autodestrucción, para ser apreciados únicamente por sus cuerpos. Las
personas que sufren de depresión también ven el mundo de diferentes maneras y esto puede conducir a la anorexia nerviosa.
Las personas propensas a sufrir desórdenes alimentarios tienden a ser inseguros de si, están en una constante búsqueda de la aceptación de los demás, no se aceptan como son y no creen tener valor propio; ni voluntad para salir adelante, viven sin horarios ni disciplina a seguir, por ende, son personas vulnerables a ser influenciados a caer en este tipo de problemas.
CAPITULO II: TIPOS Y TRATAMIENTOS DE LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS
2.1. TIPOS DE TRASTORNOS ALIMENTICIOS:
2.1.1. anorexia nerviosa:
Según los criterios del manual diagnóstico y estadístico de los Desórdenes Mentales clasifica a los Trastornos alimenticios como:
• Prologando miedo a engordar, que así pierda peso no disminuye.
• Alteración de la manera de ver su silueta corporal, alterando la importancia en autoevaluarse y no reconociendo los peligros que provocaría la disminución de peso.
• Pérdida de aproximadamente el 25% del peso real. En menores de 18 años de edad una reducción de peso cercana a 15% es valorada como riesgo médico.
• Negación a mantener el peso corporal por encima del mínimo, de acuerdo a su edad y estatura.
Según los criterios mencionados anteriormente, puede agregarse:
• La pérdida de peso auto inducida por conductas provocadas como vómitos, uso de laxantes o diuréticos y exceso de actividad física.
• El retraso en el desarrollo propio de la pubertad: crecimiento de los senos lento, amenorrea primaria o secundaria. En los varones, los genitales no se desarrollan y puede haber pérdida del interés o de la potencia sexual.
Se mencionan dos tipos de anorexia:
• La de tipo restrictivo: es la pérdida de peso que se obtiene haciendo dietas, ayunos o demasiado ejercicio. Donde no se recurre a atracones o al uso de purgas.
• Tipo compulsivo-purgativo: aquí se recurre regularmente a conductas purgativas como la provocación del vómito, el uso de laxantes o diuréticos y enemas.
2.1.2. bulimia nerviosa:
Según los criterios del manual diagnóstico y estadístico de los Desórdenes Mentales clasifica a los Trastornos alimenticios, menciona sobre la bulimia nerviosa:
• Episodios recurrentes de apetito que muestra en diferentes situaciones como:
- Comer en periodos cortos de tiempo una gran cantidad de alimentos.
- La falta de control sobre el consumo de durante el episodio de atracón.
• Promedio de dos episodios de apetito voraz semanales durante tres meses.
• Autoevaluación “indebidamente” influida por la forma y el peso corporales.
• Conductas provocadas como:
- Purgación: vómitos provocados, uso de laxantes o diuréticos.
- No purgativa: consiste en hacer ayuno o ejercicios físicos exagerados.
Se considera que la bulimia purgativa es el trastorno más común, ya que a través de las conductas como el vomito se disminuye el sentimiento de culpa al ingerir las grandes cantidades de comida. La mayoría de estas conductas se presentan cuando la persona se siente sola, esto lleva a que la persona se sienta ansiosa y la lleve a los grandes atracones para después sentirse culpable.
2.1.3 Vigorexia: Definición
Según Gutiérrez y Ferreira (2009) señalan que la vigorexia es la percepción que tiene la persona en verse débiles, a pesar de realizar constante ejercicio incrementando así su masa muscular, tienden a consumir alimentos ricos en proteínas y carbohidratos, aunque en algunos casos llegan a consumir hormonas de crecimiento para él cuerpo.
Por otro lado, Fanjul y González (2009) nos dicen que las personas vigoréxicas buscan alcanzar el “cuerpo perfecto” pasando horas sobre horas en el gimnasio entrenando, sacrificando su alimentación en una sola comida monótona, esto también conlleva a consumir sustancias sintéticas contal de lograr su cuerpo deseado.
Síntomas
Para Caballero (2016) señala que los síntomas que presenta una persona con vigorexia son:
• Baja autoestima.
• Tendencia a automedicarse
• Dietas ricas en proteínas y carbohidratos
• Distorsión de su imagen corporal
• Observación obsesiva de su peso
• Aislamiento social
• Cuerpo exagerado
Consecuencias
Por otro lado, Caballero (2016) nos habla sobre las consecuencias de la vigorexia
• Los músculos, articulaciones y tendones se dañan
• Deficientes relaciones interpersonales.
• Depresión
• Efectos peligrosos del uso de esteroides
• Incapacidad para relajarse.
2.1 TRATAMIENTO
El tratamiento de los TCA necesita de un equipo multidisciplinar en los que participan mediante médicos especializados en cuanto al trastorno, así mismo requieren de un especialista en nutrición.
La creación de unidades específicas para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria ha supuesto un considerable avance terapéutico, mejorando el pronóstico de estos pacientes.
El objetivo de los programas de tratamiento en los TCA, es generar en los pacientes un plan terapéutico, donde formemos y coordinemos las actuaciones de diferentes especialidades; siendo los objetivos:
➢ Restituir el peso corporal.
➢ Conocer las complicaciones físicas.
➢ Optimizar la motivación del paciente para que normalice sus hábitos dietéticos y colabore en el tratamiento.
➢ Instruir al paciente sobre nutrición saludable y patrones de alimentación adecuados.
➢ Abordaje de conflictos psicosociales con arreglo a la técnica psicoterapéutica empleada
➢ Corregir pensamientos, actitudes y sentimientos erróneos sobre su trastorno.
➢ Frecuentar las complicaciones psiquiátricas asociadas (autoestima, depresión, etc.).
➢ Beneficiar la colaboración de la familia.
➢ Prevenir recaídas.
Cuando ya está establecido el diagnostico de TCA, los pacientes deben de continuar con tratamiento que será extendido por varios años, y puede estar organizado en diferentes maneras asistenciales que varían de acuerdo a la intensidad.
➢ Ambulatorio
➢ Hospital de día
➢ Hospitalización
➢ Programas de post alta
➢
Tratamiento residencial
➢ Programa de prevención de recaídas
➢ Programas específicos para pacientes resistentes a tratamiento.
2.1.1.
•
Farmacoterapia en los trastornos alimentarios (ta)
Debido a la gran magnitud que caracteriza esta enfermedad se destacaran aspectos muy importantes de acuerdo a la farmacología utilizada.
Antipsicóticos:
Su empleo es la anorexia nerviosa, es una indicación valida con una comorbilidad psiquiátrica. Se emplea solamente cuando sea necesario atenuar la oposición extrema de nutrirse debido a al percepción psicológica que tiene de su cuerpo y la distorsión de su imagen corporal.
• Ansiolíticos:
Debe ser tomada una hora o media hora antes de comer, ya que la sedación permitirá que su alimentación sea más realizable y así contener la urgencia de realizar ejercidos luego de haber comido.
• Drogas Atípicas:
✓ Naloxona: el interés que reviste radica en el hecho de que la AN presenta trastornos en la actividad opioide endógena (al menos en la emaciación final). Se ha ensayado, además de esta droga, la Naltrexona, ninguna de las dos es de empleo habitual. La Clonidina no arrojó resultados positivos y la administración de sales de litio en la AN emaciada con humor lábil -dada su capacidad para inducir aumento de peso en pacientes bip polares- no resultó una intervención de utilidad ni apoyada en estudios a largo plazo ni libre de riesgos.
2.1.2.
Tratamiento dietoterápico
La rehabilitación nutricional es un objetivo primordial en todo paciente malnutrido y debe ser una meta temprana del tratamiento, en virtud de una serie de premisas:
1. Hasta que no se haya corregido la desnutrición grave, la psicoterapia tendrá una eficacia limitada.
2. Se sabe que la restauración ponderal se asocia con una disminución de los síntomas claves de la anorexia y con la mejora de las funciones cognitivas y físicas.
3. Existen a veces problemas digestivos en estos pacientes en general por motilidad alterada y vaciamiento gástrico retrasado, pero también psiquiátricos, que
2.1.3.
pueden dificultar la ingesta oral y condicionan el uso en ocasiones de nutrición artificial.
Tratamiento psicoterápico y con psicofármacos
Este tratamiento se orienta hacia el estado de ánimo y autoestima: El uso de estos fármacos se justifica en la anorexia restrictiva a nivel hospitalario, cuando sea necesario sedar y dormir a la enferma para reducir la hiperactividad e ideación expansiva.
➢ Antidepresivos: La uso de antidepresivos se comprueba si coexisten trastornos afectivos, obsesivos o predominio de ansiedad, así como por su efecto sobre el apetito. Se utilizan a nivel ambulatorio y hospitalario. Como precauciones básicas es importante considerar la alta incidencia de efectos secundarios, que especialmente en pacientes de bajo peso, pueden potenciar las alteraciones metabólicas, de ritmo cardiaco o tensión arterial, intolerancia digestiva, etc
CAPITULO III ROL DEL PSICÓLOGO EN EL ÁMBITO DE LA SALUD
3.1. EVOLUCIÓN DE CONCEPTO DE SALUD
La salud al medida que va avanzando los años ha ido evolucionando, debido a ello el ser humano ha ido experimentado una transformación conceptual, como por ejemplo la ausencia de una determinada enfermedad, ha evolucionada a tal forma que el estado de salud están implicando factores personales,grupales,sociales y culturales que son considerados como psicología y desórdenes alimenticios. Así mismo la concepción biológica complementa dimensiones socioculturales y psicológicas, considera a la salud como un constructo de carácter biopsicosocial.
La idea de lo que se entiende por salud depende de la interacción de múltiples factores sociales, políticos, económicos, culturales y científicos. Como apunta Briceño, L. (2000), “la salud es una síntesis; es la síntesis de una multiplicidad de procesos, de lo que acontece con la biología del cuerpo, con el ambiente que nos rodea, con las relaciones sociales, con la política y la economía internacional”
La idea de salud responde además a una condición histórica, pues en cada momento, determinada sociedad puede tener una visión particular de la misma. De hecho, cada época corresponde a cierta estructura irrepetible de poder, técnicas, ideas, valores, costumbres, creencias y normas. De manera que la noción de lo que se entiende por salud es un producto o construcción social, o como diría Emile Durkheim (citado en Ritzer, 2002), “un hecho social que puede ser tratado como cosa y es externo y coercitivo al individuo”.
Se podría argumentar que no cabe la menor duda con respecto a que la salud es una cosa, es decir, que se trata de un fenómeno cuantificable. Es evidente que múltiples fenómenos relacionados con la salud son mesurables o susceptibles de observación empírica. Se puede determinar estadísticamente mediante la recolección de datos en una población, su tasa de natalidad o mortalidad, la esperanza de vida, los cuales son algunos indicadores que se integran a su vez al concepto de salud, para establecer su nivel. 3.2.
PROBLEMAS DE LA PSICOLOGÍA CONTEMPORÁNEA
El principal aspecto a considerar de los factores psicológicos y de desórdenes alimenticios es el carácter atípico de la psicología, así mismo es la ciencia empírica que carece de un objeto de conocimientos.
En tal sentido Georges Canguilhem en su ya clásico texto de 1956 “¿Qué es la psicología?” retomayanalizaelintentounificadorllevadoadelanteporDanielLagacheen sulibro“Launidad de la Psicología” de 1947 y plantea que el trabajo de Lagache se construye sobre una pregunta ya formulada por Edouard Claparède en 1936. Canguilhem afirma que en su texto Lagache busca definir la unidad de la psicología “como teoría general de la conducta, síntesis de la psicología experimental, la psicología clínica, el psicoanálisis, la psicología social y la etnología.” (Canguilhem, 1956).
Se podría señalar que lo que se conoce como movimiento hacia la integración en la psicología actual, así como el eclecticismo que hemos descripto brevemente arriba, no pueden ser agrupados en “escuelas” o “modelos” homogéneos o coherentes. Hemos de señalar que estos movimientos se caracterizan a su vez por ser en sí mismos tendencias generales más que conjuntos coherentes de corrientes puntuales. Es decir, no encontramos un solo modelo integrador, así como tampoco un único modelo ecléctico. Es por ello que encontraremos, en todo caso, diferentes propuestas integradoras.
La Psicología contemporánea afronta el riesgo de convertirse en una disciplina escogida cuya característica principal es no tomar en cuenta, o bien, confundir los lineamientos científicos en la construcción de sus postulados teóricos, así como en el diseño y aplicación de sus técnicas terapéuticas.
3.3. RELACIÓN ENTRE PSICOLOGÍA Y SALUD
Según La Revista Latinoamericana de Psicologia (1991). Se define el campo de aplicación propio de la Psicología de la Salud y se le diferencia de la denominada "Medicina Conductual" Se analizan algunos cambios sucedidos dentro de la Psicología Científica y dentro de las concepciones acerca del proceso Salud-Enfermedad, los cuales constituyen condiciones fundamentales que facilitan el surgimiento de la Psicología de la Salud. Se describen los objetivos propios de esta en los niveles de promoción de la Salud, y de prevención primaria, secundaria y terciaria de la enfermedad. Se enfatiza el papel que tiene el comportamiento como factor determinante del curso que tome el proceso Salud-Enfermedad, de la responsabilidad que tiene
el individuo para con su propio proceso vital y de la necesidad de tomar más en cuenta este factor a la hora de diseñar políticas y programas de atención en salud.
De hecho, y en estrecha relación con este autor Barra, A. (2003) consideró que esta área 8 / Documentos de Investigación. Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la psicología se interesa en estimular las contribuciones educativas, científicas y profesionales de la disciplina psicológica para: 1) la comprensión de la etiología, la promoción y el mantenimiento de la salud; 2) la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de la enfermedad, y 3) el estudio de los factores psicológicos, sociales, emocionales y conductuales de la enfermedad. Barra Almagia (2003) agregó un cuarto elemento a la propuesta de Matarazzo (1980), el mejoramiento del sistema de atención de la salud y la formulación de políticas de salud. Estas últimas son actividades que sin lugar a dudas comparten intereses y se complementan en el marco de la salud pública.
Una de las mayores confusiones que circundan el medio académico y profesional está en considerar que la psicología clínica y la psicología de la salud son sinónimas; si bien es cierto que se complementan, es inadecuado concebirlas de manera indistinta. Por lo tanto, se presentan a continuación las características diferenciadoras de estas dos especialidades de la psicología. Para empezar, es necesario indicar que la psicología clínica se ocupa de la salud mental de las personas y por tanto se ocupa de abordar procesos de cambio que permitan potenciar su bienestar sin centrarse en la enfermedad física. Por su parte, la psicología de la salud se ocupa de hacer aportes educativos, técnicos y científicos dirigidos a promover y mantener la salud; prevenir y tratar la enfermedad; identificar la etiología y el diagnóstico de las enfermedades; comprender la enfermedad y las disfunciones asociadas; analizar y mejorar el sistema de salud, y proponer políticas en salud. (Contreras, Q. (2006))
A partir de ello se dice que la psicología de la salud se interesa por los procesos psicológicos y de las circunstancias que intervienen en la determinación del estado de salud y en el riesgo de enfermar.