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Santiago García-Castañón
Los caños de Rivero, dibujo de Cástor Santiago García-Castañón
LOS RETOS DE LA TRADUCCIÓN POÉTICA
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Existe un maleficio del que el traductor de textos poéticos no parece poder evadirse y que se refleja en la vieja sentencia italiana traduttore, traditore. Esta «traición» del traductor lo es siempre a ojos de los demás, porque en cada lector hay un traductor en potencia; o dicho de otro modo: cada persona «traduce», esto es, reescribe el poema como le parece.
Ezra Pound, que -independientemente de delicadas cuestiones ideológicas- fue un excelente poeta y traductor, recibió severas críticas por su falta de fidelidad a los originales. Y Pound zanjó la cuestión afirmando que cualquiera que poseyera unos mínimos conocimientos de dos lenguas podría producir una versión literal de un poema. Hoy es posible hacerlo hasta sin tener ningún conocimiento, gracias al software disponible en el mercado, pero lo que ningún programa informático puede hacer es dotar al nuevo texto de «alma»; el resultado será un texto impecable, pero probablemente será un mal poema, o ni siquiera lo será.
Si para ser un buen traductor es necesario tener un profundo conocimiento de la lengua de origen y la de destino de los textos con los que se trabaja, para ser un buen traductor de poesía se necesita algo más. Y es que el traductor de poesía, a diferencia de quien traduce un texto científico, legal o de otra índole, debe infundir vida al poema en el idioma que será su nuevo «hogar», de modo que el producto final pueda leerse como lo que antes era: un poema, y no como una mera traducción. Por ello, cuando me enfrento a la delicada tarea de traducir un texto poético (generalmente del inglés al español, aunque también lo he hecho a la inversa) no me siento en absoluto obligado a traducir verbatim los contenidos, porque a veces también necesito traducir la forma. En el caso de una forma clásica y de estructura rígida como es el soneto, mi principal propósito es dar como resultado sonetos aceptables en la lengua de destino. Y si para lograr este propósito se me antoja cambiar algo, no me tiembla el pulso al hacerlo; este es un pecadillo venial que estoy dispuesto a cometer.
Alguien dijo -no recuerdo quién- que un poema es como un plato culinario dotado de aspecto, olor y sabor. El traductor de poesía debe ser consciente de que le va a resultar prácticamente imposible dotar al plato resultante de estas tres características que tenía el
poema original, y debe elegir cuál de ellas desea sacrificar a cambio de salvar las otras dos. En lo que a mí respecta, pongo mi empeño en conservar el sabor, y sacrifico o bien el aroma o la presentación del plato, pero mi intención es que la traducción sepa como el original.
Y como para muestra basta un botón, al final dejo yo un botón… y el ojal que para él yo hice. Se trata del soneto «The New Colossus» escrito por Emma Lazarus (1849-1887) en 1883. Está dedicado a la Estatua de la Libertad, que recibe e ilumina con su antorcha a quienes llegan a los Estados Unidos en busca de una nueva vida. En 1903 este poema fue grabado en una placa de bronce que se colocó en el pedestal de la famosa estatua.
Uno de los primeros retos de traducir un soneto del inglés al español manteniendo la arquitectura del texto original es la diferente estructura fónica del inglés. Si partimos de la premisa de que el soneto debe «sonar», se hace necesario jugar con los significantes para hacer que la mayor concisión léxica y sintáctica del inglés quepa en los límites del endecasílabo, teniendo en cuenta la mayor ampulosidad verbal de la lengua española. Por este motivo, en ocasiones hay que sacrificar el significado en beneficio de significante, o lo que es lo mismo: alterar el sentido para mantener la forma. Vamos, que aquí decidí conservar el sabor y la presentación del plato, aunque no sé si su olor será como el del original.
He aquí el soneto de Emma Lazarus seguido de mi versión en español. Quien desee ver lo que con este poema han hecho otros traductores podrá encontrar en internet versiones de diversa laya. Sugiero que las busquen…
Emma Lazarus, THE NEW COLOSSUS
Not like the brazen giant of Greek fame, With conquering limbs astride from land to land; Here at our sea-washed, sunset gates shall stand A mighty woman with a torch, whose flame
Is the imprisoned lightning, and her name Mother of Exiles. From her beacon-hand Glows world-wide welcome; her mild eyes command The air-bridged harbor that twin cities frame.
«Keep, ancient lands, your storied pomp!» cries she With silent lips. «Give me your tired, your poor, Your huddled masses yearning to breathe free,
The wretched refuse of your teeming shore. Send these, the homeless, tempest-tost to me, I lift my lamp beside the golden door!»
EL NUEVO COLOSO (Versión de Santiago García-Castañón)
No es como el titán de griega fama, con miembros que conquistan reciamente; en el marino ocaso alza su frente, portando el fuego, poderosa dama
con su cautivo resplandor. Se llama madre de exiliados. Su mano ardiente alumbra la bahía y a la gente; su luz de bienvenida lo proclama.
«Guardad, antiguas tierras, vuestra gloria,» callada exclama. «Dadme los cansados que buscan libertad en su destino,
los que de otras riberas traen su historia, los desvalidos, los abandonados... Yo alzo mi luz y a todos ilumino.»
NOTA BIOGRÁFICA:
Santiago García-Castañón es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Oviedo y doctor en Literatura Española por la Universidad de Illinois. En la actualidad es catedrático de Literatura Española en Western Carolina University, de cuyo Departamento de Lenguas Extranjeras fue director durante siete años. Además de su actividad académica, es conferenciante, poeta, novelista, traductor e intérprete judicial jurado en los EE UU. Entre su producción literaria destacan los poemarios Tiempos imperfectos (1994), Entre las sombras (1996), Lo que queda (2002), Rota memoria (2006), Las brasas de tu fuego (2012), Equis (2013), Las orillas de una mar incierta / The Shores of an Uncertain Sea (2015), Objetos desechables / Disposable Objects (2017), Una lejana luz (2017), La vida es lo que pasa (2018) y Las huellas de Erató (2019), así como las novelas El castillo de los halcones (2004), Vida y fabulosas aventuras de Pedro Menéndez de Avilés (2006) y El coleccionista (2018). García-Castañón ha sido seleccionado para representar a España en los festivales internacionales de poesía de Puerto Rico (2015 y 2018) y la República Dominicana (2017) y ha dado recitales poéticos en más de una docena de países de cuatro continentes.
En 2018 participó en el IX Encuentro en Escalada "Nuestra Torre de Babel".