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Dar liquidez a las mipymes con la capacidad de compra nacional es proteger y generar empleo

ACTUALIDAD EMPRESARIAL

María Alejandra Osorio, subdirectora ejecutiva de Acopi Bogotá-Cundinamarca

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Son ya conocidos los muchos impactos negativos del primer año de la pandemia sobre la economía mundial, sólo la contracción económica en producción fue de -8,5% (Bloomberg,2021), En este contexto, cuando las mipymes, que representan el 70% del empleo y cerca de la mitad de la actividad mundial (Centro de Comercio Internacional, 2020, p,3), se quedan sin flujo de caja, resultan mucho más vulnerables ante los choques macroeconómicos que restringen la oferta y la demanda, conduciéndolas al riesgo de insolvencia (JPMorgan Chase & Co, 2020, OECD, p,3)

En Estados Unidos, durante los primeros meses de confinamiento cerca del 50% de las empresas de menor tamaño operaron hasta con 15 días de reserva de liquidez, el 43% tuvo que cerrar temporalmente (Bartik et al., 2020, p. 8), y para junio de 2020 las pymes registraron que la afectación podría oscilar entre en 38 y el 50% (Humphries et al., 2020, p. 7; JPMorgan Chase & Co, 2020).

En el caso de la Unión Europea, las pymes que son reconocidas por sus altos niveles de innovación, se estimaba que tendrían una afectación en ingresos entre el 6 y el 11% (Revoltella et al., 2020), y se anunciaba que era inminente que la gran mayoría de ellas, especialmente las manufactureras, tendrían dificultades de restricción financiera y niveles de operación limitados derivadas de los cierres ordenados por las autoridades gubernamentales (Juergensen et al. 2020).

Para América Latina, en donde la productividad relativa es aproximadamente del 22% respecto de la de Estados Unidos, se estima que el 34% y del empleo formal y el 24% del PIB de la región se encuentran en sectores de mayor afectación por la pandemia. Las economías de la región que tradicionalmente se han concentrado en actividades intensivas en explotación de recursos naturales con encadenamientos productivos de poca generación de valor agregado y orientadas especialmente al mercado interno, se estima que tendrán mayores dificultades estructurales para insertarse en actividades de mayor valor agregado, dado que se calcula que el 92% de las mipymes manufactureras tendrían una afectación fuerte (CEPAL, 2020; Correa et al., 2018, pp. 29–30).

Colombia no fue la excepción y presentó una caída en el PIB del -6,8% en 2020, en particular en la manufactura la reducción fue del -7,7% (DANE, 2021). Por el lado de la demanda, la reducción de ingresos laborales ascendió a $29,6 billones, equivalente al 2,9% del PIB, lo que generó una desaceleración del consumo de los hogares y de la demanda agregada en su conjunto.

Por el lado de la oferta, las empresas redujeron sus niveles de operación. Para noviembre 2020, se registraba que cerca del 48% de las mipymes de Bogotá y la región utilizaron menos del 50% de su capacidad productiva y que sólo el 38% tenía condiciones para implementar teletrabajo (SDDE et al., 2020). Las consecuencias de estas situaciones sobre el tejido empresarial ya empiezan a evidenciase: con corte a enero de 2021, según el DANE, se registró el cierre de 427.800 micronegocios y 1 de cada 4 empresas se acogió a la Ley de Insolvencia.

Las respuestas del Gobierno Nacional ante esta crisis fueron insuficientes y tardías, con una destinación de tan sólo el 2,8% del PIB. Por ejemplo, para el subsidio a la nómina, uno de los programas más relevantes, y según la OCDE uno de los más efectivos, se desembolsaron $6,4 billones que beneficiaron a 142.128 empresas, sólo el 8% del tejido empresarial, y que suman algo más de 4 millones de empleados (UGPP, 2021). Es de resaltar que se evidencia una alta concentración de los recursos en las grandes y muy grandes empresas con un 46% del total de los recursos del programa, que, si bien fueron afectadas, tenían mayor flujo de caja y por tanto posibilidades de solvencia que las mipymes no, a quienes se debía direccionar dicha ayuda. Ahora se espera que el Gobierno, en la misma dirección correcta, amplíe el PAEF en monto, cobertura y duración

Respecto a las respuestas brindadas por el Gobierno Distrital, cabría reconocer el denominado Plan Marshall y recordar sus dos pilares: un plan de alivios tributarios que inició a partir del 2021; y un cupo de endeudamiento que posibilitó un plan de reactivación económica para la ciudad denominado EMRE (Estrategia de Mitigación para la Reactivación Económica), que contiene tres líneas estratégicas: obras para el empleo, gestión espacial de la productividad, y transformación productiva y digitalización. De este se destaca un subsidio a la nómina pionero en administraciones locales para 10 mil microempresas, que, aunque resulta ser insuficiente para el tejido empresarial de la capital, representó el 20% de la cobertura del PAEF en Bogotá, con la diferencia de que el monto del subsidio cubre un SMMLV a valor de 2020.

Ahora, tanto Gobierno Nacional como el Distrital cruzan por la difícil situación epidemiológica que vive la capital, razón por la cual se anuncian nuevos cierres que después de un año de dificultades pueden rebozar la imposibilidad de sobrevivir de muchas mipymes y que debería conllevar de manera urgente a la implementación de nuevas ayudas no condicionadas a la aprobación de una reforma tributaria inconveniente que contrae la capacidad de compra y demanda de los ciudadanos. Por el contrario, los pilares de la reactivación económica se encuentran en aumentar la capacidad de compra a través de la protección y generación de empleo, que no se puede hacer de otra manera más que ampliando mercado local para los productos nacionales que den a nuestra industria nacional un respiro.

Bibliografía

ACOPI; and SDDE. (2020). Tablero de control impacto del COVID - 19 en las mipymes de Bogotá. Corte 25 de octubre 2020 (p. 3). Observatorio de Desarrollo Económico. Bartik, A. W., Cullen, Z. B., Glaeser, E. L., Stanton, C. T., Bartik, A. W., Bertrand, M., Cullen, Z. B., Glaeser, E. L., Luca, M. and Stanton, C. T. (2020). How are small businesses adjusting to covid-19? early evidence from a survey. Nber Working Paper Series, april. Centro de Comercio Internacional. (2020). Resumen ejecutivo COVID-19 : el gran confinamiento y su impacto en las pequeñas empresas. Perspectivas de Competitividad de Las Pymes, 1–15. CEPAL. (2020). Sectores y empresas frente a la COVID-19: emergencia y reactivación. Informe Especial. COVID - 19 Respuesta, 1–24. Correa, F., Leiva, V. and Stumpo, G. (2018). Mipymes y heterogeneidad estructural en América Latina. In MIPYMES en América Latina Un frágil desempeño y nuevos desafíos para las políticas de fomento. Comisión Económica para América Latina y el Carible (CEPAL). https://doi.org/10.2307/j.ctvt7x6tm.3 Humphries, J. E., Neilson, C. and Ulyssea, G. (2020). The evolving impacts of covid-19 on small businesses since the cares act. Cowles Foundation for Research in Economics Yale University, 2230, 1–26. JPMorgan Chase & Co. (2020). Small Business Cash Liquidity in 25 Metro Areas. https://institute.jpmorganchase.com/institute/research/small-business/small-business-cash-liquidity-in-25-metro-areas Juergensen, J., Guimón, J. and Narula, R. (2020). European SMEs amidst the COVID‑19 crisis: assessing impact and policy responses. Journal of Industrial and Business Economics, 47(3), 499–510. https://doi.org/10.1007/s40812-020-00169-4 OECD. (2020). Corporate sector vulnerabilities during the Covid-19 outbreak : assessment and policy responses. May, 1–17. Revoltella, D., Maurin, L. and Pál, R. (2020). EU firms in the post-COVID-19 environment: Investment-debt trade-offs and the optimal sequencing of policy responses. Vox Eu Cepr, 23 junio. https://voxeu.org/article/eu-firms-post-covid-19-environment UGPP. (2021). Consolidado postulaciones mayo 2020 - febrero 2021. Resultados del Programa de Apoyo al Empleo Formal - PAEF. 2–5.