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Acopi, 70 años: el momento fundacional

REPRESENTACIÓN GREMIAL

Juan Alfredo Pinto Saavedra, expresidente de Acopi

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La Segunda Guerra mundial tendría efectos encontrados para la industria. En Colombia, por una parte, las restricciones impuestas por la escasez de productos importados llevaron a una reducción de ciertas actividades productivas; de otro lado, las necesidades de maquinaria y equipo volcaron las importaciones hacia la industria nacional, fomentando así una diversificación hacia bienes de capital e industrias de mayor valor agregado que, de otra forma, no habrían surgido. Con el cambio cualitativo en esta etapa de industrialización surgen también grupos de empresarios con intereses y problemas comunes que se asocian gremialmente y fundan en 1944 la Asociación Nacional de industriales, Andi, mientras la pyme se expande en las regiones, principalmente en industrias ligeras y se congrega en estructuras asociativas de tipo territorial.

El período de posguerra traería consigo una política de industrialización acelerada con crecimientos excepcionales, según la Cepal, de 10,3% del PIB anual entre los años 1946 y 1950. A ello contribuyeron entre otras variables, los buenos precios internacionales del café, la acumulación de reservas internacionales, la orientación del crédito y un auge de la inversión del sector público con efectos multiplicadores sobre la industria. Durante el Gobierno de Ospina, las condiciones sociales de desigualdad y de distribución de la riqueza habían obligado a pensar en los derechos de los trabajadores y de los campesinos, por lo cual tienen lugar algunos intentos de reforma agraria, se crea el Seguro Social, se fija el salario mínimo, se exige el suministro de zapatos a los obreros y se aumentan los impuestos.

Los sucesos del 9 de abril habían dado lugar a un conjunto de iniciativas en aspectos económicos y sociales. En medio de una transición entre una política proteccionista y una política más cercana al libre cambio, pero con apoyo a la industria nacional implantada en el Gobierno de Laureano Gómez, nace la Asociación Colombiana de Pequeños y Medianos Industriales. Es un año de crecimiento económico y así mismo es, paradójicamente, un año de agitación política, cuando enconados sentimientos sectarios partidistas habían desatado un conflicto civil.

Los pequeños empresarios percibieron la necesidad de una representación propia y tomaron la decisión de unir esfuerzos regionales en una asociación nacional: allí estaban las asociaciones de pequeños industriales de Bogotá (Acopi), de la región antioqueña, del Occidente colombiano y de Barranquilla. Los empresarios de unidades de menor tamaño no se sentían cabalmente interpretados por el gremio de las grandes empresas, la Andi.

Han sido enormes los aportes del gremio a la sociedad colombiana, también sus duros padecimientos en un sistema económico que se resiste a la profundización democrática, a la inclusión y a la ampliación de la base de propietarios

Existían unas condiciones para la consolidación y crecimiento del aparato industrial, las cuales dieron origen a instituciones como el Banco Popular en 1950, el Ministerio de Fomento que reemplazaba al de Comercio e Industria, y el de Minas y Petróleos.

La Asociación Colombiana de Pequeños y Medianos Industriales, Acopi, fue el sexto gremio de carácter general y nacional conformado en el país, bajo el alar del Banco Popular. Creado originalmente como banco hipotecario, el Banco Popular sería el bastión principal en que se apoyaría la nueva organización gremial con el otorgamiento de créditos y mayores plazos a los pequeños y medianos industriales, abriendo posteriormente seccionales en las principales ciudades colombianas.

Acopi funcionó por primera vez en las oficinas del Banco Popular situadas en el segundo piso del edificio Garcés, ubicado en la Carrera 8va con Calle 11. Su primer presidente, Luis Morales Gómez, economista y abogado, sería, a su vez, el primer presidente de la Junta Directiva de Acopi. Fueron representantes en esa Junta Directiva los voceros de las regiones de mayor industrialización, quienes el 27 de agosto de 1951 dieron vida al nuevo gremio.

La organización de Acopi parte de la fusión de 4 gremios regionales de pequeños industriales que supieron superar sus diferencias para converger en los principios: representar y defender los intereses de los industriales colombianos, especialmente los de mediano y pequeño capital; trabajar por el desarrollo del crédito nacional; presentar ante los poderes públicos las necesidades y aspiraciones de las industrias, y promover la expedición de leyes relacionadas con la actividad industrial; y gestionar la expedición de un arancel que protegiera efectivamente la industria.

El primero de aquellos gremios era de Barranquilla, denominado Adiba y creado en 1944 siendo su gestor el industrial barranquillero Roberto Rasch Méndez; luego la organización de pequeños industriales Opiciol de Medellín, creado en febrero de 1951 por los señores Jorge Méndez Agudelo, Fernando Bravo y Libardo Méndez Montoya. A esas organizaciones se sumarían la Asociación de Pequeños Industriales de Occidente, APIO, creado en Cali con la dirección del industrial vallecaucano Jorge E. Quesada; y la Asociación Colombiana de Pequeños Industriales que operaba en Bogotá con personas destacadas de la actividad empresarial.

Rindamos honor a estos nobles fundadores, hagamos síntesis y aprendizaje de las experiencias, y aprovechemos la celebración de este septuagésimo aniversario para forjar, como lo deben hacer la Presidencia y los líderes regionales, un proceso convergente para proyectar el gremio hacia la superación de este crítico momento global y nacional, para reconstruir el tejido mipyme y proyectarlo hacia un futuro promisorio.

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