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Edificios inteligentes

“Lo que antes interpretábamos culturalmente como magia es ahora una realidad diseñada y planificada, documentada y operada por tecnólogos en todo el mundo”

Juan Ignacio Vázquez, profesor de la Universidad de Deusto de Bilbao

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Desde las cuevas donde se refugiaban los Homo Sapiens a las actuales viviendas dotadas de inteligencia, los seres humanos siempre hemos buscado lo mismo: Un lugar donde estar tranquilos, cómodos y seguros.

Los cada día mayores conocimientos que tenemos de las leyes de la naturaleza, han producido avances tecnológicos con los cuales mejoramos la calidad de los sitios donde vivimos, descansamos, nos divertimos o trabajamos.

Por ejemplo, la comprensión de un fenómeno conocido desde la antigüedad, permitió encontrar aplicaciones prácticas de la electricidad. Esto permitió una iluminación más limpia y crear aparatos que nos liberan de actividades rutinarias, mejorando así nuestra calidad de vida.

Ante la presencia de una crisis energética mundial, en la década de los 70s del siglo pasado, arquitectos e ingenieros comenzaron a buscar formas de ahorrar energía en las construcciones. Aprovecharon los adelantos en la electrónica que se tenían en ese momento para controlar los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y se comenzó a hablar de edificios inteligentes.

¿Qué son edificios inteligentes?

Son construcciones que utilizan materiales y tecnologías innovadoras, donde los diferentes sistemas presentes en ellos están integrados, automatizados y se pueden regular mediante una plataforma única de gestión.

Al tener integrados sistemas como climatización, iluminación, electricidad, seguridad, multimedia, control de acceso, etc. Es posible aumentar la eficiencia energética, la seguridad, la conectividad e incrementar el confort de sus usuarios. Obteniendo así, construcciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

Con tecnologías como internet de las cosas, Big Data, Inteligencia Artificial, el nivel alcanzable en la automatización de las viviendas y edificios es prácticamente ilimitado. Permitirán ambientes más personalizados y adaptados a los deseos de quienes los habiten.

Es un concepto que se puede aplicar a cualquier tipo de edificación, como viviendas, centros comerciales, instalaciones deportivas e industriales, etc.

¿Cómo se da inteligencia a los edificios?

Mediante Sistemas de Gestión de Edificios, o Building Management Systems (BMS), se administran los diferentes sistemas que integran una edificación, desde una plataforma única.

Para darle inteligencia se requiere de:

Sensores que informen sobre las condiciones del entorno.

Actuadores que ejecuten las acciones que se requieran realizar.

Un “cerebro” que tome las decisiones sobre qué hacer.

Interfaces para los usuarios, como pantallas táctiles, interruptores, celular, comandos de voz, etc.

Una forma de comunicación entre los diferentes componentes del sistema.

Un ejemplo de una actuación inteligente es determinar si optamos por luz natural o artificial en el siguiente caso:

Caen los rayos de sol sobre una ventana donde tenemos una cortina automatizada. Mantener la cortina abierta permite aprovechar la luz del sol, pero calienta el ambiente, subiendo el consumo del aire acondicionado.

La inteligencia del edificio puede evaluar la situación y optar por correr la cortina y activar la iluminación artificial como una forma de ahorrar en el consumo de energía y brindar mayor confort a quienes están allí.

Y esta magia no hace parte de un futuro imaginario. Ya la tenemos con nosotros. El desafío es que estos beneficios del progreso estén al alcance de las mayorías.

“Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”

Objetivo 10. Reducir la desigualdad en y entre los países.

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