Una mancha no es NADA, Con muchas manchas…. UNA HISTORIA. Actividad de Educación Plástica 1º ESO NO DEBES TENER MIEDO A CRECER por Alina Sus 1ºB Había una vez una cerdita a la que la encantaba jugar. Su compañero de juegos era su hermano mayor. Un día, él le dijo que ese día no podía jugar, ya que había conocido a una pequeña ratoncita y que iban a quedar. La cerdita se puso muy triste, pero se dijo que no pasaba nada, así que iría a preguntarle a su vecino que era un poco mayor que ella, si quería jugar. Pero el cerdito le dijo que no, que ya era hora de que dejara los juegos y que madurara. Ella se fue cabizbaja, pero decidió preguntarles a los demás si querían jugar. Le preguntó a la patita, a la libélula, al fuego y al calamar.; le preguntó al señor don Gafas, a las pequeñas frutas, a los peces…. pero todos le decían que no,. Le ponían la excusa de que eran demasiado grandes para jugar. Entonces la cerdita se preguntó qué tenía de malo ser mayor, y decidió que ella no quería crecer jamás. Vio a su hermano con la ratita, los dos sonreían y parecían muy felices. Pero ella no tenía a nadie. Caminó sola, viendo como los demás se divertían, pero no querían divertirse con ella. Llegó a un claro donde encontró a dos grandes pájaros, eran un chico y una chica, estaban conversando y se lo pasaban muy bien. La cerdita decidió no preguntarles si querían jugar, porque seguro que le decían que no. Se fue lentamente hasta que oyó una voz _ ¿Qué te pasa?, pareces muy triste, le dijo el pajarito, _ Es que nadie quiere jugar conmigo, le contestó ella. Dicen que, como son grandes, no pueden jugar y que yo tendría que madurar -comentó- recordando lo que le había dicho el zorrito. Entonces la pajarita le respondió: _ Pero la diversión no tiene que ver con la edad, solo que cada uno se divierte a su manera y quién sabe, puede que algún día ya no quieras jugar más. _ Eso no es posible, respondió la cerdita. Yo adoro jugar y eso no cambiará
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20 años de Astuta Mirilla