Revista PUNTOS N. 3 (2024-2025)

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Edición 3

REVISTA PUNTOS

EDICIÓN 03 – NOVIEMBRE DE 2024

Dirección

Andrés Ruiz Zuluaga direccion@ revistapuntos.com

Producción general multimedia Diego Pinzón Másmela

Realización periodística

Angélica Castellanos Romero, Mauricio Laguna Cardozo, Johanna Ortiz Rocha, Jennifer Ramírez Cante, Yaneth Mesa Arango, Felipe Laverde Salamanca, María Paula Vargas y Alejandra Muñoz García.

Fotografía

Daniel Álvarez, Judy Pulido Castro, Felipe Cazares, Agence France-Presse (AFP), Envato y plataformas de IA

Coordinación digital César Orozco Carrillo

Arte y diseño Faver Rodríguez Rodríguez, Luisa Juliana Avella, Luisa Fernanda Negrete

Colaboraciones especiales

Juan Camilo Cárdenas

Video

Fabián Vargas Guerrero y Camilo Rincón Veloza

¿Cuánto puede meter la mano la IA en la política?

Entrevista con el Nobel de Economía James Robinson

Cómo el tráfico desafía nuestras mentes

La violencia vicaria, un fenómeno para gritar

La vejez trans no puede pasar desapercibida

Esta edición contó con la consultoría editorial de Contraviento – Laboratorio de contenidos

Edición general: Alejandro Torres Parra Dirección de arte: Natalia Pinilla Morales

ESPECIALES

En portada Foto: recreación hecha a partir de ‘prompts’ a IA (Adobe Firefly) por David Laverde.

PUNTOS ES UNA PUBLICACIÓN

EDITORIAL INDEPENDIENTE

y de circulación abierta realizada y producida por la Universidad de los Andes – Colombia.

Carlos Vegalara Franco Presidente del Consejo Superior

Paula Samper Salazar Vicepresidenta del Consejo Superior

Raquel Bernal Salazar Rectora

foto: Judy Pulido Castro

COYUNTURA / INMERSIÓN / ANÁLISIS

Un momento para pensar con la mirada puesta, desde arriba, en el Centro de Bogotá. Entre enero y julio de 2024 se matricularon 20.640 vehículos híbridos en Colombia (41,6 % más que en 2023), según la Andi y Fenalco. El dato es clave en el debate sobre los incentivos para la compra de estos carros: pagar o no el mismo IVA que los demás —como lo planteó la Ley de financiamiento— o tener ventajas de circulación por Pico y Placa, por ejemplo. Renovación y aumento del parque automotor, transición energética, emisiones y calidad del aire, tráfico y transporte masivo componen el rompecabezas.

por Angélica Castellanos Romero
Montaje: PUNTOS, Fotos: AFP

La IA generativa abre otro capítulo en las batallas políticas y en las campañas digitales. ¿La anhelamos, la tememos, la sobrevaloramos? La pregunta resuena luego de un año en el cual cerca de 70 países —44 % de la población mundial— tuvieron procesos electorales. Eso incluye a EE.UU., India e Indonesia, que pasan los 2 mil millones de personas. tusmentiras

Historia de un matrimonio

2008 2012

Cambridge Analytica, escándalo

Se revela que la empresa Cambridge Analytica recolectó y utilizó datos personales de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento, influyendo en el comportamiento de los votantes a través de anuncios dirigidos y contenidos diseñados para polarizar.

2018 2016 2008 Fake news, explosión

Redes sociales, nueva plaza

Barack Obama, en EE.UU., es el primer candidato en usar redes sociales como herramienta central de campaña. Un hito en la política digital. Conecta directamente con votantes, moviliza voluntarios y recauda fondos a través de Facebook o YouTube.

Su estrategia innovadora redefine la comunicación política y sienta las bases para campañas digitales modernas.

Impacto: surgen influenciadores políticos y la microsegmentación de mensajes. La comunicación política es más personalizada y dirigida.

Las elecciones presidenciales en EE.UU. y el referéndum del Brexit en Reino Unido evidencian el poder de la desinformación en redes sociales. Noticias falsas y teorías de conspiración se viralizan, manipulan la opinión pública y distorsionan la realidad.

Impacto: crece la desconfianza en medios tradicionales e instituciones políticas. Comienza la ‘era de la posverdad’.

Impacto: esta manipulación de votantes y las fallas de privacidad en Facebook —multada con 5 mil millones de dólares—, impulsan regulaciones como el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos) en Europa y la Ley de Protección de Datos en Brasil, junto con mayores controles en campañas electorales

Deepfakes, irrupción

Los deepfakes, videos manipulados mediante IA que pueden imitar de manera realista a alguien, se convierten en herramienta potencial de manipulación política. Durante las elecciones de 2020 en EE.UU. surgen preocupaciones sobre su posible uso para difundir desinformación y sembrar desconfianza.

IA generativa, en marketing

La inteligencia artificial generativa, tipo GPT-3, se utiliza para crear contenido político, desde discursos hasta interacciones automatizadas con votantes en plataformas digitales. Aunque esta tecnología ofrece nuevas oportunidades, también genera debates éticos sobre la autenticidad y la transparencia.

2022 2019

2019 2020

Impacto: proliferan tecnologías de verificación y alianzas para combatir la desinformación. Sensity AI y Deeptrace desarrollan herramientas para detectar deepfakes, mientras el Proyecto de Verificación de Deepfakes de Stanford colabora con empresas para crear métodos efectivos de detección. Facebook impulsa la identificación de contenido manipulado con Deepfake Detection Challenge.

Impacto: en EE.UU. se propone el Algorithmic Accountability Act, que obliga a las empresas a ser transparentes sobre sus algoritmos, incluidos los que generan contenido automatizado para publicidad política. La Ley de Inteligencia Artificial de la UE también busca regular el uso de IA estableciendo normas de transparencia. Facebook y Twitter requieren que los anuncios políticos con contenido generado por IA sean claramente identificados.

2024

IAgenerativa, integrada y accesible

En un contexto electoral cada vez más complejo, la inteligencia artificial se presenta como una herramienta transformadora que optimiza los procesos y personaliza las campañas.

Impacto: trae preocupaciones éticas y riesgos de desinformación. Puede comprometer la democracia. Resulta crucial discutir cómo la regulación del uso de la IA salvaguarda la integridad del sistema electoral y asegurar que la tecnología se utilice de manera responsable y transparente.

Lo bueno Punto de partida

Traducción multilingüe:

En Rajastán, India, el Partido Popular (del primer ministro Narendra Modi) usó IA para traducir su mensaje a idiomas locales. Con apoyo de una startup y redes logró ser la fuerza más votada con 240 escaños (la mayoría parlamentaria es de 272). La IA elimina barreras lingüísticas y permite a campañas políticas llegar a comunidades antes excluidas, como hablantes de lenguas indígenas o minoritarias. Amplía la participación, fomenta una democracia más inclusiva.

Asistentes tiempo completo: la interacción entre candidatos y votantes se vuelve más directa con chatbots y herramientas de consulta 24/7. Ofrecen respuestas inmediatas, información de propuestas y guían a votantes. Pueden facilitar información en tiempo real sobre colegios electorales, candidatos y votación, un proceso más accesible.

Metas ambiciosas: reforzar la confianza pública y la democracia son metas de la IA. El desafío ético es ineludible. Transparencia, no discriminación, responsabilidad, protección de datos, inclusión y adaptabilidad no son principios negociables. Fundamentos, cambios tecnológicos y colaboración internacional necesitan funcionar juntos.

Menores costos: hacer campañas con IA y redes sociales resulta más económico.

Permite automatizar tareas como creación de contenido, segmentación de audiencias y análisis de datos en tiempo real. Reduce la necesidad de publicidad tradicional costosa y enfoca recursos en estrategias más efectivas y personalizadas para cada grupo de votantes.

Análisis inmediatos:

En China ya se usa el reconocimiento facial en análisis de emociones para eventos políticos. Una campaña puede medir esas emociones de electores en tiempo real con el detalle biométrico de sus gestos y de tonos de voz. Así puede, claro, ajustar estrategias y perfilar programas muy rápidamente. La lectura facial tiene su lado oscuro.

Microsegmentación: también en India, en las elecciones de 2019, el mismo partido BJP de Narendra Modi utilizó IA para personalizar mensajes en función de las preferencias de distintos grupos de votantes. Ajustó la campaña en tiempo real y aumentó la eficacia en áreas clave del país. Hoy, la IA permite esos mensajes y optimiza el alcance de las campañas. Conecta de manera precisa las preocupaciones de los electores y puede aumentar la participación.

Nuevas formas de participación: a veces no parece tan serio, a veces parece más un cuestionamiento ético, pero algunos personajes podrían ser el principio de escenarios hasta ahora desconocidos de debate y participación. Steve AI, candidato impulsado por IA en el Reino Unido busca interactuar con votantes, en México un alcalde creado con IA se presenta como opción para dar de baja a candidatos políticos y mejorar la rendición de cuentas y en Bielorrusia la oposición respalda a un candidato de IA mostrando a la tecnología como herramienta de resistencia.

Desinformación y deepfakes: parecen tan reales las imágenes, videos y audios falsos que se vuelven casi indistinguibles de los verdaderos. Para las elecciones presidenciales de EE.UU. de 2024 hubo llamadas generadas por IA que imitaban la voz del presidente Biden y desalentaban al electorado de New Hampshire a participar en las primarias. En la misma campaña se difundió una supuesta foto de Trump sentado junto a una joven y a Jeffrey Epstein, condenado por trata sexual. También se produjeron imágenes falsas con el objetivo de atraer el apoyo de votantes negros hacia Trump. Las campañas del Partido Popular de India, del primer ministro Narendra Modi, suelen usar este tipo de estrategias. Hasta Modi canta en videos populares. Y la oposición ha resucitado estrellas del cine para hablar en su contra.

Invasión emocional: el análisis biométrico de gestos y voz puede invadir la privacidad y manipular emociones. Eso acaba con la autonomía de las emociones mismas y fortalece su explotación en lugar de la reflexión crítica.

Reacción lenta: la IA evoluciona muy rápido y los mecanismos de verificación van atrás, bien atrás. Eso

Lo malo

Manipulación a escala:

¿cómo puede alguien saber si lo que le dicen en su red social o en su celular tiene un sesgo?, ¿cómo, si la información es exclusiva para su perfil o para perfiles similares? Nadie discute las ventajas de asegurar la relevancia del mensaje para audiencias específicas, pero sí inquieta la tentación de cruzar el límite, influir de manera sutil o alterar la percepción de la realidad. También, la falta de transparencia y el uso estratégico de información privada para manipular opiniones.

Desconfianza:

por cuenta de los deepfakes ha subido el recelo hacia los medios de comunicación. Algunos se aprovechan de esto al revés, manipulan la percepción pública y afirman que eventos reales son, en realidad, fabricaciones de IA. Los académicos lo llaman “Dividendo del mentiroso”.

dificulta la detección de contenidos sintéticos como los deepfakes. Aunque existen herramientas avanzadas, su acceso es limitado.

Mentiras a turno completo: un estudio de Democracy Reporting International de 2024 reveló cómo cuatro de los chatbots de IA más populares (Google Gemini, ChatGPT 3.5 y 4.0, y Copilot de Microsoft) no ofrecieron respuestas confiables sobre las próximas elecciones europeas. En junio de 2024, The Washington Post le preguntó a Alexa, Gemini y Copilot sobre las elecciones en EE.UU. de 2020 y fueron incapaces de decir que Joe Biden ganó. A pesar de estar configurados para evitar respuestas partidistas, llegan incluso a inventar respuestas.

Propagación en cadena: durante las elecciones de 2018 en Brasil, cuando Jair Bolsonaro fue elegido presidente, WhatsApp se utilizó de manera masiva para difundir noticias falsas. Estas plataformas de mensajería, debido a su naturaleza privada, dificultan la detección y corrección de la desinformación y generan un entorno donde las mentiras pueden florecer sin mayor control. La IA podría potenciar este fenómeno al automatizar la creación y distribución de desinformación de manera más eficiente y dirigida.

Punto de partida 10

EUROPA

Busca regular basada en riesgos

El Reglamento de IA aprobado en 2024 en la UE incluye medidas para regular la microsegmentación en campañas políticas.

La legislación en Europa busca transparencia al exigir que los algoritmos para segmentar votantes sean comprensibles, evitando la manipulación y protegiendo la privacidad de los ciudadanos. No hay un marco regulatorio sólido

COLOMBIA

EE.UU.

Cada estado define sus normas

CHINA

mantiene un control centralizado

Y de regulación, ¿qué?

China prioriza la estabilidad política sobre la IA.

La ley de Transparencia en Publicidad Digital de EE. UU. obliga a las plataformas a divulgar quién financia los anuncios políticos y su público objetivo

muy regulado

p oco regulado r egulado

Se exploran sandboxes regulatorios o entornos controlados

En Colombia la Registraduría usa IA para mejorar la seguridad electoral, con herramientas como reconocimiento facial y análisis de patrones, para prevenir fraudes. Existen siete proyectos de ley para garantizar la transparencia.

“Pronto, podría ser más efectivo contar con un avatar que lidere discusiones políticas. La tecnología ha avanzado tanto que competir con esas herramientas se vuelve difícil. ¿Cómo pueden las democracias adaptarse sin caer en la falacia de votar por figuras irreales, con propuestas manipuladas que no abordan las necesidades verdaderas?” Víctor Muñoz.

70%

Muchos usan tecnología solo para necesidades básicas, WhatsApp o pagos digitales. de Colombia accede a Internet.

Susceptibles resultan buena parte de los colombianos a la manipulación. La falta de alfabetización digital contribuye a problemas, desde el phishing (robo de datos) hasta la desinformación.

PARA ESTE REPORTAJE SE CONSULTÓ A LOS EXPERTOS:

Juan David Gutiérrez: profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes. Investiga y enseña sobre política pública, inteligencia artificial, competencia y regulación, y gobernanza de recursos naturales. Fue el encargado de preparar el primer borrador de directrices de la Unesco sobre el uso de IA en cortes y tribunales.

Víctor Muñoz: exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre). Con 25 años de experiencia en telecomunicaciones, tecnologías verdes y la Cuarta Revolución Industrial. Como director del Dapre promovió marcos éticos para la IA en gobierno. Autor del libro IA, más allá de los algoritmos.

Una nación que puede ser

Podría crecer al 10 %. Pero perpetúa estructuras coloniales de poder. El Nobel de Economía James A. Robinson lleva tres décadas investigando sobre Colombia y sobre Latinoamérica, entre otros lugares. En este diálogo hace un análisis de fondo de ese país que puede ser y no es.

foto: Roger Triana

Punto de partida

J

ames A. Robinson dormía plácidamente cuando su esposa lo sacudió para despertarlo con una noticia. A sus reconocimientos y títulos honoris causa se le añadía otro por el cual valía la pena cortarle el sueño: acababa de ganar el Premio Nobel de Economía.

Robinson es politólogo y economista, entre sus libros más destacados está Por qué fracasan los países, donde analiza junto a Daron Acemoglu cómo las instituciones políticas y económicas determinan el éxito o el fracaso de las naciones. Utilizó ejemplos de Latinoamérica. Pero este no es su único acercamiento con estas tierras.

Antes de casarse con la colombiana María Angélica Bautista ya visitaba los salones de la Universidad de los Andes, donde por casi 30 años dio clases en la Escuela Internacional de Verano y recibió el doctorado honoris causa en 2017. Son varios sus trabajos sobre temas relacionados con el país. El Nobel lo recibió junto a Acemoglu y Simon Johnson, con quienes ha realizado estudios teóricos y empíricos sobre prosperidad de las naciones y desigualdad. Robinson habla de la forma en que continúa presente el colonialismo en Colombia, de por qué no han funcionado las revoluciones en el continente y del potencial del país.

—Hoy no asociamos a nuestros países con la monarquía. No imaginamos a un rey gobernando a Colombia, por ejemplo. ¿Cómo podemos ver la influencia del colonialismo que aborda en sus publicaciones?

La pobreza relativa, la desigualdad y la falta de movilidad social en América Latina están profundamente relacionadas con el colonialismo. Cómo funciona el Estado y cómo muchas instituciones económicas están estructuradas es una herencia; en ciencias sociales decimos que es una especie de legado del tipo de sociedades del periodo colonial. Hay una cantidad abrumadora de pruebas. Gran parte de nuestro trabajo ha sido documentar empíricamente y examinar los mecanismos de cómo ese tipo de organización se ha reproducido.

—¿De qué manera podemos ver esa herencia?

Hay muchos ejemplos. Solo piense en la relación entre el centro del país y la periferia. ¿Por qué el Chocó es tan pobre? ¿Por qué no tiene carreteras ni servicios públicos o carece de seguridad? Hemos hecho un trabajo empírico al respecto. Allí había esclavitud, minas de oro y todos los recursos se quedaban en Bogotá. Solo se hizo departamento hasta 1947. Fue gobernado indirectamente desde el resto del país, a la manera de Casanare, Putumayo o Vichada —departamentos hasta 1991—.

Bahía Málaga, Valle del Cauca. f

Nunca se integraron al país. Estaban gobernados por Bogotá y eso reflejaba exactamente el tipo de distribución o poder y la mentalidad colonial. Hay una conexión directa entre las instituciones postcoloniales hasta la Constitución de 1991.

A nadie en Bogotá le importan Arauca o Vichada. ¿Es una coincidencia? Ahí hacían presencia las Farc. En territorios así estaba Tranquilandia, donde Rodríguez Gacha construyó sus laboratorios de coca. Esos lugares no

oto: Judy Pulido Castro

estaban gobernados. Si piensa en ese patrón dentro de Colombia, eso está directamente ligado al tipo de perpetuación del modelo colonial, de cómo el país fue gobernado de esa manera extractivista.

—La democracia es vista como fundamental para la prosperidad de un país. Pero, ¿pueden algunas sociedades utilizarla como excusa para acumular un capital excesivo?

Desde la independencia, en América Latina, se lucha por crear instituciones democráticas funcionales. Eso ha sido muy difícil debido a la forma clientelista de la política; se podría decir que el sistema colonial era clientelista. Los estados coloniales no estaban institucionalizados. A finales del siglo XVIII, cuando se hizo el censo de la burocracia colonial en Colombia, los españoles —básicamente— no tenían nada; no tenían administración efectiva en el país. Había más sacerdotes que administradores; había soldados en Cartagena, pero casi en ninguna otra parte. Mantuvieron el control a través de caciques, de gobernantes indígenas y una especie de élites indígenas cooptadas.

Así que la democracia es clientelista y corrupta, pero se necesita tiempo para crear una democracia que funcione. Lo sabemos por la historia.

Si echamos la vista atrás, en Inglaterra la democracia era corrupta; en Estados Unidos en el siglo XIX, igual. Hubo una larga lucha por mejorar el funcionamiento de las instituciones electorales para eliminar la compra de votos, la corrupción y el clientelismo. El peligro es que —y se ve en América Latina— la democracia parece prometer mucho. La combinación de democracia e instituciones estatales débiles ha sido decepcionante para los ciudadanos latinoamericanos. Y esa es una de las razones por las cuales existe todo este populismo, por las

cuales la gente busca soluciones extremas, sea con Chávez o con López Obrador. Requiere un gran esfuerzo crear una democracia funcional. Nuestra investigación muestra que no hay sustituto real para eso. La historia de la autocracia y la dictadura en América Latina es aún peor en lo económico y en lo social.

—Los movimientos de izquierda siempre hablan de revolución. ¿Por qué no ha funcionado aquí?

Porque las revoluciones no rompen la forma clientelista y personalizada de hacer política. Un ejemplo es la historia reciente de Bolivia. El ascenso de las masas fue algo fantástico, y si mira los primeros gobiernos de Morales, hay todo tipo de mejoras y empoderamiento en los pueblos indígenas, un cambio realmente progresivo en la sociedad. Pero él empezó a convertirse en una especie de rey, a acumular poder político como Castro o como Chávez, convirtiéndose en una dictadura personalista.

Por suerte consiguieron deshacerse de él, aunque sigue causando problemas e intentando volver. Es un patrón muy común. Si nos fijamos en México, vemos cómo el presidente López Obrador hace favores a los militares y les permite controlar la economía. Sabemos a dónde nos lleva eso en América Latina.

Esa personalización del poder es un problema. El científico social Max Weber llamaría a esto autoridad patrimonial. Hay una especie de lógica en la forma en la que funciona la política que socava la capacidad del cambio político de la sociedad.

—Si las instituciones tienen tanta influencia, ¿debería el Estado ser más grande?

No es una cuestión de mayor o menor tamaño. Es cuestión de hacer que funcione mejor. Hay

Chocó, Quibdó.
foto: Felipe Cazares

Punto de partida

países con estados pequeños, como Singapur, muy eficaces.

Un gran ejemplo en la historia reciente de Colombia, bajo el gobierno del presidente Petro, es que por un lado tiene una reforma tributaria, y trata de aumentar los impuestos a los ricos. Pero, ¿qué pasa con los ingresos fiscales? Presentan caídas que rondan incluso el 40 % y la Dian no tiene la capacidad de recaudar los impuestos. No se trata del tamaño del gobierno o de la tasa de impuestos. Se trata de la capacidad básica del Estado para funcionar. Se necesita un Estado efectivo, no un Estado como Suecia para que eso suceda.

—Hablemos de cultura, porque las instituciones están formadas por individuos. ¿Influye la cultura en esas instituciones?

Con el profesor Acemoglu estamos investigando mucho sobre ese tema.

Para avanzar en la investigación académica hay que simplificar las cosas y en nuestro trabajo sobre las instituciones hemos intentado hacerlo con el fin de explicar todo lo que podamos con una teoría sencilla. La cultura está muy mal estudiada por los científicos sociales. Algunos aspectos de la cultura deben ser importantes a la hora de pensar en cómo las sociedades difieren política y económicamente. Es obvio y somos conscientes, pero no hemos sabido la foma de abordarlo. Debemos encontrar la manera de hacerlo científicamente. En Por qué fracasan las naciones hablamos de algunas grandes hipótesis culturales con las que no estamos de acuerdo. Tomemos el ejemplo de China. Es muy difícil pensar en qué está ocurriendo allí si se excluye el carácter distintivo de su cultura, el carácter de la tradición intelectual confuciana y en cómo la tradición intelectual difiere de las teorías occidentales paralelas.

Algunas de mis investigaciones más recientes con Leopoldo Fergusson y José Alberto Guerra han versado sobre las normas sociales informales en Colombia, sobre el concepto de ‘No sea sapo’. Se podría decir que se trata de cultura. En cierto sentido podría llamarse una institución informal.

—¿En sus viajes a Colombia le ha sorprendido algo de sus instituciones?

Hay muchas cosas interesantes. Instituciones que funcionan extremadamente bien y temas realmente disfuncionales. En el panorama general hay tanto talento y creatividad que es una tragedia ver al país con una décima parte del nivel de vida de Estados Unidos.

No hay ninguna razón intrínseca por la cual Colombia no pueda empezar a crecer al 10 % anual como Corea del Sur y transformar drásticamente las oportunidades de vida de su población. Lo han hecho Corea del Sur o Taiwán, Chile en menor medida durante los últimos 30 años. Esa es la conclusión más importante de nuestra investigación.

Podríamos hablar de detalles... pero Colombia es una especie de archipiélago, no un país. Hay grandes diferencias. Ese rendimiento inferior en relación con el potencial es lo que he estado tratando de entender y documentar.

—¿Sus estudiantes colombianos tienen preguntas recurrentes en clase? ¿Un interés particular?

Después de haber enseñado en Harvard y en otros lugares, donde lo haces a chicos estadounidenses privilegiados, en Bogotá encuentro una sed de conocimiento y una ambición que tal vez ni siquiera encuentres en Harvard. Es emocionante. Los estudiantes son fantásticos y muy curiosos, puedes enseñarles cualquier cosa

y se interesan. Puedes hablar de África y están dispuestos a participar y a aprender.

—¿Estar casado con una colombiana alimenta su interés por estudiar estos países?

Sí. Hemos investigado juntos en Colombia. Hace poco publicamos un documento sobre el paramilitarismo, tenemos un gran proyecto en el que trabajamos con Juan Sebastián Galán, de la Universidad de los Andes. Hicimos labor de campo en el Magdalena Medio, Medellín, Sincelejo y Montes de María. Es muy útil conocer sus opiniones, entiende la sociedad mucho mejor. También trabajamos en Nigeria. Formamos un buen equipo.

Mis estudiantes también han sido importantes. Me resistí a trabajar en Colombia porque creo que hay una historia en el país —quizá en el pasado— de rechazo a los académicos extranjeros que hablan de Colombia. Mis estudiantes me insistieron.

—¿En qué es importante empezar a trabajar en Colombia de inmediato?

En Chile, hace 35 años, finalizó la dictadura. A pesar de que se trató de amañar la Constitución y las instituciones electorales para prolongar su legado y a pesar de que el propio Pinochet se sentó en el Senado, Chile ha tenido éxito. ¿Por qué? Porque la gente se reunió y soñó con un nuevo Chile, con salir de ese periodo de represión y polarización, construir instituciones, construir el Estado para hacerlo más meritocrático, más funcional.

Eso debe pasar en Colombia. Ya lo he dicho: el presidente Petro —y estoy de acuerdo con mucho de cuanto critica del país— fue elegido con mandato democrático, pero no tiene un plan sobre cómo construir instituciones e implementar políticas. Está demasiado centrado en su poder personal y en pelearse con sus oponentes.

La gente tiene que unirse, como en Chile. Y construir instituciones, no solo hablar sin parar de reescribir la Constitución...

No se está centrando en las cosas reales.

Es triste porque el acuerdo de paz fue una oportunidad perdida al no aplicarse. La Paz territorial podría haber cambiado las cosas, pero no se implementó.

Ahora Petro habla de “Paz Total”. Está jugando con la política y eso es también triste, porque hay una oportunidad. El presidente Petro es el primer mandatario en la historia de Colombia que realmente pensó que había problemas en el país. La mayoría de los presidentes colombianos solo han pensado en lo grande que es Colombia. Y él no piensa eso. Eso es bueno. Pero necesita un plan y no parece tenerlo.

—¿Qué disfruta cuando viene a Colombia?

¿Qué hace en sus visitas?

Trabajar, por lo general (risas). Doy clases. Soy vegetariano, no como muchas cosas que comen los colombianos. Me gusta la gente. Los americanos o extranjeros van a Latinoamérica y el lugar que más les gusta es Colombia. La gente, la música, la cultura, el ambiente. Es fabuloso salir de Bogotá. Me gusta todo. Es fascinante para mí como científico social en mi labor de intentar comprender cómo funcionan los Estados y las sociedades, pero también en lo humano. La gente es maravillosa y cálida.

Es un país poético. en revistapuntos.com

Leopoldo Fergusson, economista colombiano que ha trabajado con James Robinson, Daron Acemoglu y Simon Johnson, detalla la experiencia de investigar con los Nobel de Economía de 2024 y sus miradas sobre el desarrollo en Colombia.

Esta historia inicia en Soacha. Atraviesa tumultos, frenazos. Confronta la inseguridad… La protagonista trabaja en el Centro de Bogotá. Cada año pasa unas 924 horas metida en el transporte. De lejos, no es la única. ¿Cómo afecta la salud mental luchar con el tráfico tanto tiempo de la vida?

montajes: Faver Rodríguez Rodríguez. fotosoriginales: Daniel Álvarez y Envato. por Jennifer Ramírez Cante

Punto de partida

VIAJES DIAROS

se realizan, en transporte público, de Soacha a Bogotá (habrá quienes hagan más de uno). El pico está entre 6:15 y 7:15 a.m. San Mateo concentra 54% de los pasajeros de TransMilenio en Soacha.1 y 2

Cierro la puerta de mi casa.

Madrugada, frío.

MINUTOS

tardaron, en promedio, los viajes entre Soacha y el destino de los pasajeros o conductores en Bogotá en 2023. Desde Madrid, el promedio fue de 147 minutos y, desde La Calera, de 103.1

120 MINUTOS

toma un viaje promedio, en flota y TransMilenio, de Soacha al Centro de Bogotá. En moto, 60 minutos. Dentro de la ciudad se hacen 161.019 viajes en moto en hora pico.3

Ciudad Latina — Soacha, Cundinamarca

Camino diez minutos hasta coger una flota. Todo el mundo está embebido en su celular. Alguno se arregla el pelo y otra se termina de maquillar.

“Córranse, hay campito”, dice el conductor. El bus está más que lleno. Mi compañera Paola Araque, en el municipio de Madrid, pasa una hora en flota y media hora esperando un bus del SITP para llegar al Centro de Bogotá.

Qué pasa con la salud mental.

Opinan los expertos

“En muchas ciudades de América

Latina, a diferencia de los países de altos ingresos, el desplazamiento activo al trabajo se basa más en la necesidad que en la elección”, dice el estudio CommutePatternsanddepression...9 El entorno influencia la salud mental. El transporte puede tener un impacto significativo. Estrés, tráfico e incertidumbre sobre retrasos afectan el bienestar de los conductores. Fiabilidad del servicio, seguridad e incomodidad pueden

preocupar a los usuarios y repercutir en su salud mental. En entrevista con El Tiempo6 sobre el mismo estudio, la doctora Olga Lucía Sarmiento, profesora de Salud Pública en la facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, señala: “Las cifras son significativas, especialmente en una ciudad como Bogotá, donde este estudio estima que una persona pasa 22 minutos en congestión por cada trayecto”. La movilidad debe abordarse como un asunto de salud pública.

14,6

MILLONES DE VIAJES

ocurren en un día hábil en Bogotá-Región (la ciudad más los municipios aledaños).

En la ciudad ocurren 12,1 millones de esos viajes al día. Incluyen todos los modos de transporte.3

Llevo 40 minutos.

Camino hacia el puente de la estación.

42.078

VALIDACIONES

(usos para pasajes) se registran en un día en la estación de San Mateo con la tarjeta Tullave. 7.858, en hora pico. En portales del SITP, el de Américas lidera con 77.167 validaciones.2

80%

ES LA OCUPACIÓN

promedio estimada de los articulados de TransMilenio (hora pico, dato de la tarde). Pueden llevar entre 160 y 260 pasajeros según el bus. No se cuentan los pasajeros que evaden el pago.4

Estación de TransMilenio —

San Mateo

Conozco la escena: la multitud se reparte, unos luchan por entrar, otros recargan sus tarjetas y hay quienes ruegan para que alguien les venda un pasaje y evitar las filas. Están largas. “¡Dejen pasar!”, gritan cerca del torniquete. Una mujer me empuja. Agarro duro mi maleta. Entro. Avanzo hacia el vagón, veo el bus con mi ruta, un tropel corre dentro de la estación. Yo también. Pero más de dos decenas de personas están por delante. No queda de otra, debo esperar el siguiente bus.

36 %

de los encuestados presentaron alteraciones y efectos negativos en salud mental por atascos en tráfico y otras dificultades del transporte.9

“Cada 10 minutos adicionales de viaje se relacionan con un aumento del 0,5 % en la probabilidad de depresión”, de acuerdo con Commute Patterns and depression...9 Los usuarios que tardan más en llegar a su destino con atascos en el tráfico y quienes viven falta de acceso adecuado tienen más probabilidades de ser diagnosticados con depresión.

“Una pelea por una silla es una disputa por un bien escaso. Los modelos

de violencia y la cultura del honor tienen arraigo en Colombia: si alguien me señala o agrede verbalmente, siento tener el derecho de igualar y superar el nivel del agresor. Esto ocurre en un plano inconsciente y automático, no reflexivo; se relaciona con emociones y pensamientos que trascienden la conciencia”. Asegura José Ignacio Ruiz Pérez, doctor en Psicología por la Universidad del País Vasco, profesor de la Universidad Nacional de Colombia.10

Punto de partida

MILLONES DE VIAJES

se hacen dentro de Bogotá en transporte público a diario. Es el modo más usado, con el 34,68%.3

MINUTOS

en promedio toman los viajes en transporte público. En hora pico (6:15 a 7:15 a.m.) se hacen 504.542 de estos viajes en la ciudad. Bosa, Kennedy, Ciudad Bolívar, Usme, Suba y Engativá concentran la mayor demanda.3

Troncal Autopista Sur — Bogotá

MINUTOS

en promedio tarda alguien de bajos recursos, en la ciudad, en llegar a su trabajo. En estratos altos, el tiempo se reduce a 36 minutos, según el experto Erik Vergel. En carro se hacen 123.730 viajes en hora de mayor demanda.5y3

Una frenada brusca me sacude, me jalonea los brazos.

No pude sentarme desde la estación; una mujer, corriendo entre unos 70 a 80 pasajeros, me ganó. Hubo gritos por otro usuario: “¡No ve que va en silla de ruedas!”. Llevamos cinco, seis paradas. Apenas empieza el día, pero se ve gente cansada. Hora y veinte de viaje. Duele cargar el morral. Cierro los ojos, de pie. Llegamos a un trancón de articulados rojos, aunque la calzada es exclusiva, como en toda la ciudad. Una mujer descansa contra el vidrio del bus. Cambio la maleta de lado.

2.0 SOBRE 5.0

es la calificación que dan los usuarios al servicio de transporte público (se ve afectada por el tema de la seguridad). Las experiencias en moto y carro las califican con 3.0 y 2.9.3

La mitad de la muestra del estudio

Commute patterns and depression 9 vive en vecindarios con delitos violentos frecuentes, 20 % en asentamientos informales y 15 % no tiene acceso a transporte público a diez minutos de su hogar. La depresión está estrechamente relacionada con ciertas características socioeconómicas y de vecindario. Áreas con alta criminalidad y violencia, cercanía a vertederos o edificios abandonados y hospitales a

más de diez minutos a pie se asocian con mayores niveles de depresión. Curiosamente, los habitantes de asentamientos informales tienen menos probabilidades de sufrir depresión, siempre que se mantengan constantes variables adicionales. Por otro lado, aquellos que no tienen acceso a paradas de transporte, ya sean formales o informales, a 10 minutos a pie, presentan una mayor probabilidad de experimentar depresión.

Punto de partida 26

MILLONES

de validaciones de pasajes con la tarjeta Tullave del SITP se registraron en junio de 2024. En el transporte zonal, 47,2 millones; 45,1 en el troncal, 1,3 millones en el dual y 617 mil en cable.2

ESTÁ INSATISFECHO

con el transporte público en Bogotá. Robos, aglomeración y demoras, las mayores causas. Para las mujeres, los robos, el costo del pasaje y el acoso tienen más impacto.5

MINUTOS PROMEDIO

pierde por el trancón cada bogotano en un trayecto. “No saber si llegará a tiempo genera estrés y ansiedad, asociados con síntomas depresivos”. Según el análisis de la doctora Olga Lucía Sarmiento para El Tiempo.6

Puente, calle sexta — carrera 30, Comuneros

Miro la ventana.

Algunos duermen en el bus

Otros siguen en sus celulares. Unos se levantan. Hay movimiento, estamos más cerca. Por fin. Me falta un trasbordo aún y solo me interesa bajarme. Se desocupa una silla, ya no me importa. Cumpliré dos horas viajando (me gasto una hora y media en la tarde, 924 horas al año… eso son 38 días enteros).

4,8 %

menos probabilidades de desarrollar síntomas depresivos tienen quienes usan transporte público formal —tipo TransMilenio o metro— con respecto de quienes se mueven en carro particular.9

Las horas de transporte, sobre todo de pie, generan cansancio físico. Ruido, interferencias visuales, olores o inseguridad son ‘estresores’ —señala el psicólogo José Ignacio Ruiz 10— que se suman al hecho de transportarse. Junto a ello está la cuestión de cómo gestionar ese estrés.

“Nuestra hipótesis es que las ciudades más saludables son aquellas donde el transporte sostenible es prioritario. Una parte de nuestras

recomendaciones en el estudio es optar por el transporte público, la bicicleta o caminar”, expresa la doctora Olga Lucía Sarmiento, en El Tiempo, sobre el estudio de Commute patterns and depression… 9

“La experiencia de viaje va más allá de reducir los tiempos. El punto es que se disfrute tanto del viaje como de poder ir a un destino, ese es el paradigma”, asegura Erik Vergel Tovar11, doctor en Planificación Urbana y Regional.

PARADAS

tiene la ruta E44 (Mirandela - El Uval), del SITP. Recorre 98,83 kilómetros entre Usaquén y Usme. La ruta más larga, la 330, recorre 99,15 kilómetros.7

Tercer bus del día.

Decido irme en la puerta

KILÓMETROS

MINUTOS

y 20 segundos es el tiempo promedio de viaje por cada 10 kilómetros en Londres. Bogotá ocupa el puesto 19 entre 387 ciudades del mundo, con 25 minutos y 30 segundos por cada 10 kilómetros.8 87,8

recorre la ruta BH907 del SITP. Suma 117 paradas desde la vía Usme — Sumapaz hasta la estación Terminal de la Autopista Norte con calle 191. Se trata de viajes improbables para los pasajeros y arrasadores para los conductores.7

Estación CAD — Troncal Calle 13

Desafío de nuevo la fuerza de mis brazos, no quiero caer sobre mi vecino de viaje. Quiero llegar. En la siguiente parada logro sentarme. Apenas es lunes. “Muchas veces, el cansancio de la semana tiene que ver más con el transporte. Es frustrante. Sin importar si madrugo, llego a la misma hora”, me cuenta Paula Calderón, usuaria del SITP y antigua compañera del colegio. Hoy también es comunicadora y viaja desde Soacha.

FUENTES DE DATOS Y ANÁLISIS

1. Observatorio sobre la encuesta de Movilidad de Bogotá 2023. 2. Informe de estadísticas de oferta y demanda del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), junio de 2024. 3. Encuesta de Movilidad Bogotá — Región 2023. 4. Informe de gestión 2023 — TransMilenio. 5. Informe de calidad de vida 2023 — Bogotá Cómo Vamos. 6. El Tiempo, ¿Qué tienen que ver los trancones y la depresión? (sobre Commute patterns and depression), 2019. 7. Sitio de Internet, Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá. 8. Índice de tráfico de TomTom Traffic Index, clasificación 2023. 9. Estudio Commute patterns and depression: Evidence from eleven Latin American cities (Xize Wang, Daniel A. Rodríguez, Olga L. Sarmiento, Óscar Guaje), publicado en la revista Journal of Transport & Health. 10. José Ignacio Ruiz Pérez, magíster en Criminología y doctor en Psicología de la Universidad del País Vasco. Profesor de la facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia y fundador del Laboratorio de Psicología Jurídica de la misma universidad. 11.Erik Vergel es doctor en Planificación Urbana y Regional por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y profesor en la facultad de Arquitectura de la Universidad de los Andes.

las referencias, fuentes y enlaces de este reportaje PUEDES VER

‘Era como si mi dolor lo saciara’

¿Cuántas mujeres? Nadie lo sabe. Pero pueden ser miles, en Colombia, quienes viven la violencia vicaria. Aquí, un puñado de historias de cómo alguien manipula, agrede y violenta a hijos, a seres queridos y hasta a las mascotas de su pareja para infligir daño y controlar. Una violencia que urge ver.

por Yaneth Mesa Arango

ntenté suicidarme. En la audiencia de custodia me habían arrancado a mi chiquito. Era un bebé lactante de 9 meses… Y en ese juzgado me arrancaron a mi bebito.

Ese es el principio. El relato es de Ximena Ordóñez y cuenta la historia con su presunto agresor. Debe decir “presunto” porque el juicio, al momento de conocer su relato, sigue. “He esperado el fallo para poder señalar ciertas cosas”, precisa. Él ya ha sido imputado por la Fiscalía con cargos de violencia de género y violencia intrafamiliar agravada. Lo conoció durante sus años universitarios, mientras estudiaba Administración Financiera, en Bogotá. Una relación estable. Luego, un pozo de maltrato físico y emocional.

—Me agredía, incluso sexualmente. Rompía puertas, golpeaba ventanas, gritaba; era extremadamente violento. Como si mi dolor lo saciara.

Durante cuatro años de matrimonio abandonó sus pasiones: el modelaje, correr en el

IlustracIones: Luisa Juliana Avella sobre ‘prompts’ a IA (Adobe Firefly) intervenidas en Photoshop.

autódromo, escribir, tomar fotos. Había sido virreina internacional en un reinado del café. Tras el divorcio perdió la custodia de sus hijos. Para el juez, él ofrecía mejores condiciones económicas y a lo largo de tres años no tuvo ningún contacto con su bebé ni con la hija mayor, entonces de 3 años y medio. Fue, dice, un golpe brutal. Enfrentarse a la crítica también dejó cicatrices; soportó el estigma social. “Mi propia familia me decía: ‘¿Qué fue eso que hiciste tan grave?’”.

—Era demasiado doloroso. Estuve medicada porque la depresión y la ansiedad fueron insoportables. Ver cómo mis senos se llenaban de leche sin tener a mi bebé para alimentarlo resultó devastador”.

¿Podría ser un caso de violencia vicaria? En Colombia esta violencia es aún desconocida para muchos y afecta en mayor medida a mujeres y niños. El agresor utiliza hijos, seres queridos o mascotas para infligir daño emocional y, en el peor de los casos, la muerte. El término fue acuñado en 2012 por la perito forense

argentina Sonia Vaccaro, en España. “Forma parte de las narrativas de nuestras abuelas. Cuántas soportaron maltratos para estar con sus hijos, salvaguardar la honra del progenitor o mantener la fachada de una familia feliz, cuando todo se sustentaba en el sufrimiento”, explica Ximena.

Es una forma de agresión consciente, detalla la abogada Lilia Zabala, especialista en derecho de familia de la Universidad Javeriana y magíster en Educación de la Universidad de los Andes. “Se maltrata a una persona secundaria para generar daño a otra. Se instrumentaliza a cualquier miembro de la familia como herramienta de control”. Debido al desequilibrio de poder entre hombres y mujeres, presente aún en patrones culturales, se ha normalizado. Puede manifestarse con diferentes maltratos y abusos: manipulación emocional, abuso psicológico o maltrato económico, y puede llegar al maltrato físico o psicológico de los hijos.

En octubre de 2022, Colombia se conmocionó por el homicidio de Gabriel Esteban Gon-

Punto de partida 30

zález, un niño de 5 años asesinado por su padre en un hotel de Melgar como venganza hacia su expareja. Le envió, incluso, fotos del niño para infligir más dolor. En marzo de 2024, en Paipa, Luis Guillermo Villate Pérez estranguló al perro de su pareja frente a ella y sus dos hijos.

incendió”, según sus palabras. Convivieron durante casi cuatro años más. Al principio todo marchó bien, pero el maltrato se repitió. Ella permaneció ahí por sus hijos, pues la custodia seguía en manos de su agresor.

En octubre de 2024, en Bogotá, en otro posible caso de violencia vicaria por parte del padre, los niños Santy Steban y Susan Beltrán Ramírez fueron asesinados.

Las víctimas enfrentan la falta de un reconocimiento legal, la cultura social y familiar, la estigmatización de las instituciones y el miedo a denunciar porque no pasa nada. Por el contrario, lidian con funcionarios o familiares. “No les creen. Se hace valoración psicológica a quienes denuncian, no al agresor; o deben demostrar primero el daño y esperar a que ocurra algo más grave”, concluye Zabala, abogada de la Universidad Santo Tomás.

Premio y castigo

Después de tres años sin ver a sus hijos, Ximena regresó con su expareja. Volvió a su vida como “el salvador del castillo que él mismo

—No me violentaba todo el tiempo, era un refuerzo intermitente de violencias: premio y castigo constantes.

En septiembre de 2021 puso fin a la relación. “‘Acuérdese, la custodia la tengo yo’, era su amenaza recurrente”, cuenta. Con el mayor dolor vio cómo le arrebataban a sus hijos por segunda ocasión.

—Supe de ellos hasta 26 meses después.

Desde 2022, Ximena se ha dedicado a visibilizar esta clase de agresión silenciosa a través de la Fundación Contra la Violencia Vicaria, pionera en Colombia. Escribió un proyecto de ley, patentado, para reconocer y tipificar la violencia vicaria como un tipo de violencia de género en el sistema legal colombiano.

Este proyecto, presentado por la congresista Alexandra Vásquez, fue radicado en el Congreso bajo el número 052 de 2023. Ya fue aprobado en plenaria de la Cámara y recientemente pasó a comisión primera del Senado.

“Debemos reconocer este término para evitar la revictimización, principal razón por la cual muchas víctimas no denuncian. El reconocimiento jurídico permitiría generar estadísticas y, a futuro, establecer penas, como ocurrió con el feminicidio”, afirma la representante Vásquez.

Aunque cerca de cuatro mil mujeres en el país han sido reportadas en la Fundación, existe subregistro, especialmente en zonas rurales. Y al no ser reconocido legalmente el término, los casos cuentan como violencia intrafamiliar. Según el último Boletín estadístico mensual de Medicina Legal, se registraron 36.971 casos de violencia intrafamiliar entre enero y julio de 2024 y las víctimas son predominantemente mujeres —65 %—. En cuanto al maltrato a los

hijos, 4.598 casos involucran a padres como agresores.

La violencia vicaria, enfatiza Ximena, es la antesala del feminicidio. Recuerda el caso de Érika Aponte, asesinada por su expareja en un centro comercial de Bogotá en 2023. Ya había buscado ayuda, tenía medidas de protección y había denunciado violencia intrafamiliar. Sin embargo, su agresor mantuvo retenido a su hijo y ella luchaba por su custodia.

Cuando Ximena pudo ver a sus hijos, después de 26 meses, los pequeños se dieron cuenta de que su madre no los había abandonado. Ya había impulsado una ley para proteger a otros niños y ellos la acompañaron a recibir un premio por su labor. Ha logrado tener derecho a ver a sus hijos cada quince días. Sin embargo, dice nunca saber qué pasa durante el resto del tiempo.

—Reinan la violencia institucional y las dilaciones en los procesos. La última audiencia fue aplazada casi un año.

“La medida de protección no trae chaleco antibalas. Es muy rudo defendernos con un papelito frente a un agresor a quien no le tiembla la mano para quitarnos la vida”: Ximena Ordoñez

Punto de partida 32

Alertas tempranas

De acuerdo con Ana Lucía Jaramillo, “los primeros signos suelen ser sutiles, comentarios en apariencia inofensivos, pero con profundas amenazas emocionales ocultas. Estos comportamientos evolucionan hasta convertirse en violencia sistemática”.

En la violencia vicaria, coinciden los análisis, el mayor temor siempre es por la vida misma. La psicóloga Ana Lucía Jaramillo, doctora en Desarrollo Humano, Terapia de Pareja y Familia por la Universidad Virginia Tech y experta en violencias, subraya el poder coercitivo de la agresión. Se trata de una violencia psicológica devastadora. “¿Qué puede ser más violento para una madre, o en raros casos para un padre, que amenazar con hacerle daño a su hijo o, en efecto, lastimarlo?”, pregunta.

En la violencia vicaria, el agresor suele dejar claro, de manera explícita o implícita, que el daño está dirigido a la madre, no al niño. Además, explica Jaramillo, dentro de la violencia de género hay dos fenómenos: uno, basado en creencias de autoridad, control y castigo — instalado, según sus estudios, en el 50 % de las familias colombianas— y otro originado en el dolor de una separación cuando no hay herramientas emocionales.

Ambos fenómenos son violentos, pero es crucial diferenciarlos, subraya Jaramillo. Las implicaciones legales varían, aunque el daño pueda ser similar. Es tan crucial como visibilizar todos los tipos de violencia, no solo las agresiones físicas evidentes, y ayudar a las víctimas a reconocerse como tales. “Eso es muy difícil en nuestra sociedad, donde la palabra víctima está cargada de vergüenza y de culpa”.

Cuando la víctima ya no puede tomar decisiones por sí misma, teme compartir cualquier cosa con su pareja o debe entregar contraseñas o su ubicación hay una alarma. El temor constante es un claro indicador.

¿También son víctimas los hombres?

Desde una perspectiva sociológica y legal, reconoce la abogada Zabala, una mujer también puede ejercer violencia vicaria contra un hombre y utilizar a los hijos como herramientas. Esto puede incluir denuncias falsas de abusos

con el objetivo de apartarlos del padre. Son casos menos frecuentes. En el maltrato hacia las mujeres, el desequilibrio de poder está más presente y, señala Ximena por su parte, se arraiga en el patriarcado: el agresor castiga a la madre por ejercer su autonomía.

La Fundación también ha atendido casos de hombres, ya que su razón de ser es proteger a niños cosificados y utilizados como armas en una guerra emocional. “El niño es el premio de la guerra, es arma y motín”, aclara ella. Han recibido niños con traumas severos, abusados por sus progenitores o por las parejas de sus madres. Ayudarlos lo vale todo.

—El esfuerzo ha valido la pena cuando me llaman y me dicen: ‘Tía Xime, gracias porque pude estar con mi mami de nuevo’.

No tiene a sus propios hijos a su lado, pero la vida le ha dado la oportunidad de acompañar a miles de niños, víctimas silenciosas. Comenzó este camino sola y en su recorrido ha contado con el apoyo de muchas personas.

—No soy feminazi ni odio a los hombres. Los amo y los abrazo, y tenemos un equipo conformado por hombres quienes defienden los derechos de las mujeres. Ellos mismos nos dejan claro que los hombres nos apoyan, mientras los machos se oponen. Perdoné a mi agresor, pero el perdón no significa impunidad. Exijo justicia para todas las víctimas.

Conferencista, coach de vida, teóloga, activista, escritora y defensora de derechos humanos, ahora Ximena impulsa la Ley Vicaria en Colombia y trabaja para implementarla en Panamá, Venezuela y Uruguay. Se pregunta cuántos niños deben crecer “huérfanos con sus madres vivas”. La clave, para los expertos, incluye la prevención, educar desde temprano sobre relaciones sanas, género y violencia; sobre “otras formas de resolver conflictos”, concluye la psicóloga.

Una transformación cultural.

Las chicas son maduras... ¡Y sueñan!

Cinderella cumplió 62. Andrea tiene 58. Como muchas otras personas. Pero ellas son trans y han sido trabajadoras sexuales. Y viven en Colombia, donde la expectativa de vida trans es de 35 años, donde ocho mujeres trans fueron asesinadas entre febrero y abril de 2024. Llegar a la madurez es un logro inmenso. Les espera un desafío.

os recibe, en un edificio de cinco pisos en la calle 26 de Bogotá, con la sonrisa amplia. Cinderella es cálida, alegre, dicharachera. Las escaleras de su hogar son una metáfora de su vida: giros abruptos, escalones de una lucha permanente por sobrevivir y florecer. En el lugar, ella señala huellas de obras. Ladrillos símbolos de resistencia. Desde 2006, cuando lo compró, lo ha intervenido. Cada paso, cada espacio, cuentan un episodio.

—Sigan, esta es su casa. El primer piso se lo tengo arrendado a la Johanna.

En la tercera planta, fotos y recuerdos exhiben resiliencia. Marchas, desfiles por sus derechos con Nicoll Ortiz, con Íngrid Correa… Quienes la acompañan en las imágenes, en su mayoría, han muerto. Una pared especial, decorada con platos de cerámica, evoca su época en Roma. En los 90, como otras mujeres trans dedicadas al trabajo sexual para sobrevivir, migró escapando de la violencia y la discriminación.

—Los policías nos llevaban al cerro de Monserrate, nos quitaban la ropa y nos tiraban a matar. A las que les disparaban, tocaba dejarlas allá.

Cuando migró, el viaje fue humillante desde el aeropuerto El Dorado.

—No podía parecer trans. Me tocaba salir completamente cubierta. Una compañera me ayudó a engominarme el pelo, me aplastó las tetas, me cubrió con una camisa; me fui encorbatada.

Logró vivir dieciséis años en Europa. En Italia se convirtió en una ‘madre’ para quienes, como ella, llegaron en busca de otra oportunidad. Formaron una red de apoyo, lucharon por el sustento y obtuvieron pequeñas victorias en sus vidas.

—Ayudé a otras diez maricas, como Lucy. A ella no le gustó mucho porque el trabajo sexual no era en moteles, sino en el monte. Allá también nos perseguían, pero ganábamos bien. Debíamos tirarnos a los ríos, escondernos en hospitales.

Un tiempo de espinas y de rosas. Ahora agarra un libro y lo muestra con orgullo. En Las sobrevivientes aparece con Lucy, quien murió de cáncer hace tres meses, y con otra compañera. Habla de los 80 y los 90, de la zona de tolerancia en el Centro de Bogotá, del barrio

fotos :daNielálvarez

Punto de partida

Santa Fe. Tiene 62 años. Ha sido testigo, claro, de cómo ha evolucionado el trato hacia las personas trans. Antes del Decreto 100 de 1980, la homosexualidad era un delito en Colombia. Nadie mencionaba siquiera el concepto de transición de género. Décadas duras acentuadas por su trabajo en las calles.

—Policías y rateros nos perseguían —relata mientras señala en su espalda la cicatriz de una bala que atravesó su cuerpo saliendo por el pecho—. Las cosas han mejorado un poco, pero queda mucho por hacer. Ahora los más jóvenes pueden salir a marchar con sus banderas —añade con esperanza y cautela.

Las cicatrices del cuerpo no siempre muestran las del alma. Treinta y cinco mujeres trans, según las cifras de Colombia Diversa, fueron asesinadas en 2022. Diecisiete de ellas con arma blanca o de fuego. Hubo 181 casos de hostigamiento contra personas LGBTIQ+; 110 contra hombres gay y mujeres trans. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la esperanza de vida promedio de las personas trans en Latinoamérica es de apenas 35 años. Y lo confirmó Luis Carlos Leal, superintendente nacional de Salud, en junio de 2024. Eso es menos de la mitad de la expectativa de vida del resto de los colombianos.

Cinderella alcanzó la vejez con una casa propia y vive del alquiler. Esa, sin embargo, no es la realidad para muchas de sus compañeras; la mayoría ejerce el trabajo sexual en la madurez, sin dónde vivir ni ingresos suficientes debido a la discriminación laboral y la falta de ahorros. —Nunca tendremos pensión ni vida digna. Por eso les digo a las que vienen: ‘¡Trabajen para tener un techo propio!’... De la familia ni hablar. Diana, amiga nuestra, se hizo millonaria y tenía unas casas en Villavicencio, pero sus sobrinos, de 14 y 16 años, la mataron para quedarse con la plata.

Su madre la apoyó. Una suerte.

—Un día, bañándome en la casa, en Villao, mi mamá me vio con mis teticas y me preguntó: “¿Cómo te debo llamar ahora?”. Le dije: “Cinderella”, y así lo hizo hasta que falleció.

Ella está en la Red Comunitaria Trans, donde ayuda a quienes necesitan atención médica o sienten vergüenza por enfermedades de transmisión sexual. Allí las orientan hacia servicios de salud inclusivos, humanizados, y les brindan apoyo emocional.

—Muchas cargan secuelas de excesos: hormonas, silicona líquida, drogas y transformaciones caseras. El silicón fluido se mueve dentro del cuerpo y lo daña. Yo misma lo tengo regado —cuenta, tocando su abdomen—. El cirujano me dijo: “Morirá con eso. ¿Quién la mandó?”.

Se acomoda su vestido largo, rojo, negro y blanco, y nos lleva al siguiente piso, en obra. Ella cose, fabrica sus trajes. Va al Olimpo, un espacio creativo, cultural y productivo liderado por Sebastián Reyes en el Santa Fe, donde hacen vestuario, modelan, realizan eventos, siembran plantas y reciclan. Aprenden oficios en medio de vidas y trabajos que transcurren en la informalidad, como los de buena parte de los colombianos. Ella no para de soñar. No quiere depender de nadie en la vejez.

—Haré un apartamento a mi gusto, con un baño como me encanta, amplio. A este lado pondré mis máquinas de coser —indica—. Este es mi futuro, mi pedestal, lo he conseguido con este cuerpo y me permite vivir hoy como una señora.

En el último piso del edificio, Cinderella se sube a las tejas con la agilidad de una pelada. En algún calendario fue “bazuquera, habitante de calle y pistolera”. El tiempo pasa. Ella posa con Bogotá de fondo. El viento le sacude el pelo, el vestido. Ella, firme; con estilo.

—La vejez trans no puede seguir siendo invisible para la sociedad.

Fundación Lxs Locxs

‘Coqueta’, o Andrea Correa, es la cabeza de la Fundación Lxs Locxs. Tiene 58 años. También, como otras mujeres trans y trabajadoras sexuales, hizo parte del éxodo hacia Europa en los años 90 para buscar una mejor vida. Hoy, en la Fundación, en el último piso de un edificio del barrio 20 de julio donde también vive, hace un taller de apoyo emocional. Acuden mujeres trans, jóvenes, niños y adultos mayores.

—Se charla bien —dice don Luis, un adulto cisgénero—. No hay discriminación, todos somos iguales.

—El nombre Lxs Locxs nació en el barrio Santa Fe, donde nos llamaban así. Nos apropiamos del término para desafiar los códigos sociales que nos han oprimido —comenta Andrea.

Un problema clave para la población trans mayor es la falta de oportunidades laborales.

—Por eso me inventé el programa ‘Ni pollas ni viejas’. Para apoyar a quienes, por su identidad de género y edad, enfrentan el rechazo constante del mercado laboral. Las chicas buscan trabajo, pero siempre se estrellan con obstáculos. Les conseguimos, también… y, cuando los empleadores ven que son trans, sacan alguna excusa. Algunas logran durar uno o dos días en un empleo, y luego pasan semanas buscando otro —lamenta Andrea.

Desde su balcón, la vista del sur de Bogotá es amplia. La vida, no tanto.

—La vejez para nosotras es dura. Nos discriminan por viejas y por trans. Muchas de mis compañeras han muerto solas o por complicaciones de salud no atendidas a tiempo.

Quiere, en Lxs Locxs, cambiar vidas. Cruzar fronteras. Que otras, cuando ya no esté, sigan su lucha.

Desde ese balcón, mira lejos.

Mujeres trans en la Fundación Lxs Locxs.
Andrea Correa.

Punto de partida

2 exclusiones

enfrentan estas mujeres:

Ser trans y ser mayores. Eso les impide lograr un empleo.

4 décadas

de activismo y lucha han mantenido la mayoría de estas mujeres para obtener un reconocimiento social. Consideran que han allanado el camino para nuevas generaciones.

60 años de edad

es un momento casi insólito en la vida de las personas trans en Colombia. Aunque la edad general de la población en el país y en buena parte del mundo está cambiando, para las trans puede ser distinto.

Vejez

mujeres trans

los en la vida trans. Así lo señalan ellas. Quienes hicieron su transición de género antes de la Constitución de ese año fueron víctimas constantes (por lo menos más que ahora) de violencia policial, persecución y maltrato hasta el punto de migrar para sobrevivir.

se viven la infancia y la juventud. La mayoría de las personas trans resignifican para siempre esas etapas porque no las pudieron vivir desde su identidad de género.

entre los 50 y los 68 años, residentes de Santa Fe y 20 de julio, hicieron parte del estudio Envejecimiento y vejez en mujeres trans, de María Fernanda Reyes —Ph. D. en Psicogerontología.

50

años de edad

fue la línea que estableció el

estudio

de María Fernanda Reyes para hablar de personas mayores. Para las mujeres trans que participaron, era el momento en el que ingresaban a la vejez. Interpretan las etapas de su vida de manera distinta. fue un año clave

Es una de las causas de discriminación, pero no la única. Se suma la transfobia.

Familia

Ante el abandono de parientes biológicos, muchas forman redes de apoyo emocional y social.

Autocuidado

En la madurez tienden a priorizar su bienestar físico y emocional. Adoptan hábitos más saludables, sin drogas.

Migración

Desde los 70, Europa se convirtió en un refugio para escapar de violencias y pobreza.

Reencuentro

Al regresar de Europa con plata, algunas mantuvieron a sus familias y se reconciliaron.

Imprecisa

Así es la información demográfica sobre la población trans en Colombia (Dirección de Desarrollo Social de la Subdirección de Género de Planeación Nacional).

por el estudio (personas trans y no binarias) señalaron haber sufrido algún tipo de discriminación en sus hogares, lugares de estudio o calles. Incluye amenazas de muerte.

Barreras

Eso es lo que tiene el Plan Nacional de Desarrollo sobre las personas trans. No cuenta con datos.

Cifras y datos tomados del estudio Envejecimiento y vejez en mujeres trans mayores en los barrios Santa Fe y 20 de julio, realizado por María Fernanda Reyes, Ph. D. en Psicogerontología, durante 2023 y 2024 (no ha sido publicado aún). María Fernanda Reyes es psicóloga de la Universidad El Bosque, especializada en psicología de la salud. Magíster en Métodos de Investigación por la Universidad de Liverpool, Inglaterra. Es doctora por la Universidad de Valencia, representante de Ascun ante el Comité Operativo de Envejecimiento y Vejez del Distrito (Bogotá) y profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de los Andes.

Requisitos:

ESPECIALES

Una vida en las arterias míticas de la Amazonía REPORTAJE

TESTIMONIO

Cuando ‘salir adelante’ se vuelve una película

L CUENTO DEL

Antropólogo. Andariego, expedicionario. Durante cinco décadas, Martin von Hildebrand ha convivido con la selva y con sus pueblos nativos. Defensor de los derechos y resguardos indígenas, soñó de niño, se aventuró de joven y, a los 81 años, reconstruye su profunda expedición a las narrativas de la Amazonía. por

Felipe Laverde Salamanca

Los ojos de Martín von Hildebrand bailan mientras escarba en el patio trasero de la memoria. De repente, un brillo inusitado realza el azul de sus iris para recrear detalles de sus cuentos, aventuras, su conexión con la naturaleza, la vocación por la Amazonía y sus pueblos indígenas, lo aprendido tras lo vivido… Un inventario de principios para la vida. Es de sonrisa fácil, habla rápido —y a veces enredado—; advierte que puede retomar lo dicho si en algún momento se le acelera el tape. No olvida sus primeros años en Bogotá: “Era una vida alegre”, recuerda. El mundo era otro.

Fuera de su casa de infancia, la estridencia de la sirena de la fábrica de cerveza Germania ambientaba los días. Sonaba a las seis de la mañana, al mediodía y por la tarde, cuando salían los operarios. Él y su familia habían llegado a Colombia en 1949. Los fines de semana caminaban por los cerros, iban a Monserrate o a Guadalupe. “Había seguridad”.

La vida, sus coincidencias y paradojas, construyó en la familia Von Hildebrand una conexión con Colombia inquebrantable. De raíces irlandesas, austriacas e italianas, neoyorquino de nacimiento (1943), Martín es un colombiano con cara de extranjero y acento cachaco.

Le indago cuándo comenzó su interés por la Amazonía.

—La vida me iba llevando. Vivía las experiencias como se presentaban.

Todo empezó por la curiosidad. Cualidad de familia. Migraron desde Estados Unidos, donde eran refugiados políticos luego de huir del régimen nazi. En la adolescencia de Martín, entre los años 50 y 60, Franz y Gigi, sus padres, compraron un pedazo de tierra en los llanos orientales, cerca de San Martín, Meta. Allí establecieron la finca Guarapito.

—Recuerdo esa sensación de libertad al cabalgar. Me fascinaba. Era como si pudiera coger la libertad con las manos.

Eran sabanas sin cerca para galopar a carta abierta, con un cielo interminable que abrazaba la conexión entre un joven hambriento de aventura y lo indómito de la naturaleza. El paisaje del llano y las vivencias con los guahíbos, indígenas habitantes de la Orinoquía desde los ríos Guaviare y Meta hasta Venezuela, le encendió una llama interior.

—A veces me invitaban a sus chozas, los veía hacer casabe (un pan crujiente a base de yuca). También sentía horror cuando los vaqueros los perseguían como si fueran animales.

Un entorno exuberante. Un testimonio de injusticia. Su carácter se moldeaba.

—Mi interés por la defensa del medio ambiente y por el mundo indígena iba creciendo.

¿Fue obra de la corriente del destino?, le pregunto.

—No sé, pero fui a donde fui y pasó lo que pasó.

El verde, prístino

“Usted debe ir primero al Amazonas por dos años, después haga lo que quiera”, le dijo el reconocido antropólogo y arqueólogo colombo-austríaco Gerardo Reichel-Dolmatoff a finales de junio de 1972. Reichel-Dolmatoff había creado, con su esposa Alicia Dussán, el primer programa de Antropología en Colombia en la Universidad de los Andes. Martín lo buscó para pedirle guía.

—Pensé en ir a la Sierra Nevada de Santa Marta, por su belleza y por los koguis.

No obstante, su destino no estaba en el norte.

Extendiendo un mapa en su escritorio, Gerardo le señaló a Von Hildebrand el río Popeyecá, afluente del Apaporis, arriba de las bocas del Pirá Paraná, en el departamento de Vaupés. El objetivo era contactar a los tanimukas para distinguir sus patrones culturales.

Martín acababa de llegar de estudiar sociología y arqueología en la Universidad Nacional de Dublín. Reichel-Dolmatoff le programó el viaje y le consiguió un puesto en el

Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).

—Ahí creció mi deseo de atravesar el Amazonas, pero fue algo que se dio poco a poco.

Para agosto de ese mismo año, Martín ya navegaba las aguas del Pirá Paraná.

—Me impresionó la sensación de lejanía, de salir de nuestra cultura y de nuestro mundo para entrar en otro distinto y bellísimo. Vi una selva prístina, con ríos de agua transparente y árboles de un verde brillante. Uno se revienta por dentro, con esa emoción tan fuerte, deseando contarle a alguien.

Relata con nostalgia. En una de sus primeras experiencias en la selva, se quedó sin la compañía de un guía conocedor de la zona, en la mitad de la nada, al lado de un psicólogo estadounidense llamado Ted. Estaban justo en un varadero del Pirá Paraná, un sitio temido por los indígenas —como se lo había anticipado Reichel-Dolmatoff— porque allí moraban espíritus peligrosos.

—Ramón Barreto, el indígena guía, buscaría gente en una canoa. “Me demoro tres días, préstame tu escopeta”, me dijo, y se fue. Nos quedamos solos, sin poder prender una fogata: la madera estaba húmeda. De noche, en la selva, uno piensa en los espíritus y en los pecaríes (chanchos salvajes). Permanecíamos en medio de la nada. “Nunca estés solo en la selva, siempre

acompañado por un indígena”, me había indicado Reichel-Dolmatoff. Esa primera sensación era emocionante, pero daba miedo. ¿Y si Ramón no volvía? Se fue con la escopeta, y aunque uno no sepa cazar, tener una escopeta da cierta seguridad. Si no aparecía, debíamos nadar tres días para regresar.

Barreto cumplió su promesa.

Los jaguares construyen la maloca

A punto de terminar septiembre del 72, Martín llegó donde los tanimukas. A diferencia del prejuicio colonizador, de “tribus rudimentarias” sin “pretérito ni futuro” hostigadas en La vorágine de José Eustacio Rivera, se encontró con un pueblo digno, respetuoso y amable.

—No hablaban castellano. Nos entendíamos un setenta por ciento con señas. Había abrazos, señales, intercambios de sonrisas. Eran personas extraordinarias —enfatiza.

“¿A qué vino?”, fue la primera pregunta.

—A escuchar cuentos, fue lo primero que se me vino a la cabeza.

“¿Y cuándo se va?”.

—En una semana.

“Bien, perfecto. Conversamos más tarde sobre los cuentos”, respondieron.

Sus malocas cónicas, edificios tradicionales para uso familiar y comunal, le parecieron enormes. Y su origen es una narración, un mito

fundamental. Lo cuentan distinto los yucunas, los ticunas, los uitotos y muchos otros, incluidos los tanimukas, pero en esencia explica la creación del mundo, la organización social y la conexión espiritual con la naturaleza. A distintos pueblos se las entregaron los ancestros o dioses creadores como un espacio dónde reunirse en armonía y llevar a cabo actividades ceremoniales. A los tanimukas, la maloca se las entregó Yaifotsirimaki, figura mítica y ancestral. Es un lugar sagrado, un símbolo del universo y la vida en comunidad.

—Es el universo mismo en miniatura, sobre todo en lo referente a las energías. No tanto a la tierra madre (lo femenino), sino a las energías masculinas que bajan del cielo y fertilizan la tierra. La mujer da vida, el hombre trae la energía, pero es la mujer quien la transforma en vida —explica Martín.

El techo representa el cielo; el suelo, la tierra. Y los postes son ejes conectores del mundo humano con lo divino. Es también un símbolo de la familia extendida: allí conviven varias generaciones de una misma comunidad.

«En el inicio del mundo, en el corazón de una selva vibrante y llena de vida, vivían los Imarimákanas, cuatro jaguares que encarnaban distintos aspectos del universo. Eran Imarika Mono Kuri, jaguar del tabaco; Imarika Kaifu, jaguar del pensamiento; Imarika Ookuri,

jaguar del sonido; e Imarika Kayabiki, jaguar del silencio. A pesar de su grandeza, uno de ellos sentía vivir como un animal, sin un hogar dónde reflejar su humanidad.

»Un día, el joven Imarika Kayabiki, lleno de inquietud, propuso construir una maloca, un hogar que los resguardara y los conectara con su esencia humana. “¡Debemos hablar con nuestro abuelo, Yaifotsirimaki!”, exclamó con entusiasmo. Los otros jaguares dudaron. ‘Estamos bien así’, dijeron, contentos con su vida entre árboles y animales. Pero Kayabiki, decidido, convenció a sus hermanos de buscar la ayuda de su abuelo.

ilustraciones: Luisa Juliana Avella sobre ‘prompts’ a IA (Adobe Firefly). No reflejan, describen o ilustran, de manera literal, ninguno de los elementos mencionados en el reportaje.

»Los Imarimákanas fueron a ver a Yaifotsirimaki, quien los escuchó atentamente. El abuelo les dio hojas, pero no antes de advertirles que su primer intento no era una maloca, sino un simple refugio. Tras varios intentos fallidos —las estructuras se desmoronaban y se pudrían—, los jaguares comenzaron a comprenderlo: hacer una maloca es un arte y requiere respeto, conocimiento.

»A pesar de las advertencias del abuelo sobre las responsabilidades de una maloca, los Imarimákanas persistieron. Finalmente, tras mucha insistencia, Yaifotsirimaki les mostró cómo colocar los estantillos; debían —les aseguró— pedir con respeto cada material que necesitaban. Con renovada sabiduría, los cuatro jaguares se pusieron a trabajar y, al fin, lograron construir la maloca.

»Esta nueva casa no solo les ofreció refugio. Se convirtió en un espacio sagrado para rituales y convivencia, donde podían celebrar su identidad y su humanidad. Así, los Imarimákanas entendieron que, aunque vivían en la selva, su verdadero lugar estaba en la unión y el respeto mutuo, en la maloca que habían creado juntos».

Ese, el de los jaguares y la maloca, fue el primer relato tanimuka escuchado por Martín (adaptado y resumido de El llamado del jaguar, memorias de Martín von Hildebrand para estas páginas).

—Lo veo como una gran responsabilidad: cogobernar el mundo con los espíritus. Hoy vivimos

la necesidad de mantener el equilibrio entre la naturaleza y nosotros mismos.

Martín nunca ha sido un antropólogo tradicional. Nunca quiso serlo. Para él, la antropología es una experiencia de vida, no un ejercicio académico. Los cuentos, los mitos, las vivencias cotidianas de los indígenas lo unían con una sabiduría ancestral. Poco a poco fue transformando su manera de entender el mundo.

Protección misteriosa, extraordinaria

En el Amazonas, ese vasto entramado de vida donde lo desconocido y lo fascinante coexisten, le pregunto si vivió alguna experiencia sobrenatural en todos estos años: vio milagros, escuchó sucesos inexplicables y le pusieron una protección —dice, escéptico—. Muchos llegaban desahuciados a la selva, con cánceres, y los indígenas los curaban.

—No era rápido. La curación se fundamenta en equilibrio y dieta. Si no guardas la dieta, dicen ellos, no hay curación. La salud es natural, la enfermedad es un desequilibrio. Con sus métodos lograban arreglar el desbalance energético de las personas.

En un recorrido de su hijo Francisco con un chamán de nombre Kamulá se vieron rodeados por

una manada de unos doscientos cerdos salvajes peligrosos y agresivos. El chamán se paró en frente, recitó algo en voz baja y los animales se apartaron.

En 1986, el presidente Virgilio Barco nombró a Martín von Hildebrand director de Asuntos Indígenas. Su labor permitió la creación de resguardos y nuevas áreas protegidas. Personas influyentes le han abierto puertas y ha ganado el respeto y el aprecio de muchos indígenas a quienes ayudó. Es doctor en etnología de La Sorbona, de París, y con el tiempo desarrolló una agenda de trabajo con pueblos indígenas para procurar sus derechos ancestrales a la tierra, asegurar el reconocimiento de sus derechos sociales y políticos y desarrollar un gobierno según su autonomía.

Unos cuantos datos: entre 1981 y 1991 ayudó a gestar una política de Gobierno que introdujo el concepto y creó los grandes resguardos amazónicos en Colombia. Los primeros fueron Mirití Paraná, de 1,1 millones de hectáreas y el Gran Resguardo del Vaupés, de 3,3. En 1986 impulsó la creación de 23 resguardos en Amazonas, Caquetá y Guainía con 13,5 millones de hectáreas. El más grande, el de Predio Putumayo (5,8 millones de hectáreas) fue creado en 1989. Fue una voz para los derechos indígenas durante la elaboración de la Constitución del 91 y fundó Gaia Amazonas para apoyar la gobernanza indígena y la conservación de la Amazonía.

—Hablando con un indígena sobre una protección que me habían dado, me dijo: ‘Martín, tú tienes un banquito en tu interior, un banquito donde te sientas a pensar. Tienes una protección enorme por dentro’.

Martín se cayó de una canoa en las tenebrosas cachiveras —rápidos en los grandes ríos— y su compañero de ese día, atrapado por una piedra, se ahogó. A él lo agarró un remolino, lo lanzó a flote y pudo salir nadando. Suma tres aterrizajes forzosos en avión, con la nave a punto de destrozarse. Se ha encontrado con jaguares y no lo han agredido. Por centímetros ha evitado culebras venenosas. Nunca ha tenido problemas con guerrilla o narcotraficantes, tan presentes en muchas de estas zonas… ¿Su defensa?, ¿aquel banquito?, ¿su ángel guardián?, ¿pura suerte?

—Me ha ido bien. O al menos, si no creo en Dios, Dios cree en mí.

Muchas formas de ser humanos

La destrucción de la biodiversidad y el cambio climático son producto del desequilibrio, de la incapacidad de convivir con la naturaleza. Lo concluye tras lo observado, lo escuchado, lo sentido, lo deleitado. Lo vivido.

—El gran error es creer que tenemos la verdad, que somos los más avanzados y civilizados. Descalificamos al otro, llamándolo

primitivo. No tienen religión, decimos, porque no es como la nuestra; no tienen educación, decimos, porque no fueron a nuestra universidad o no tienen economía porque no manejan dinero como nosotros. Hay muchas formas de ser humano y no lo entendemos. Los indígenas han desarrollado un conocimiento profundo sobre la naturaleza y la organización social.

¿Y para ellos qué es la tierra?

—La madre. Nacemos de la tierra y volvemos a ella, pero además nos da vida.

¿Y la biodiversidad?

—La energía vital del universo se manifiesta en la tierra, los animales, los árboles y los humanos. Todo está conectado.

¿Y la espiritualidad?

—La forma en que llegan a un conocimiento más profundo. La intimidad con la naturaleza.

¿Qué es, entonces, la vida en comunidad?

—Es el bienestar común, la interdependencia entre todos; no solo entre los humanos, sino también con la naturaleza.

Vinimos fue a celebrar

Este ha sido un viaje por las arterias de los cuentos amazónicos, un serpenteo por afluentes de la jungla, la vegetación y lo asombroso de sus pueblos; un viaje por las palabras de Martín. Un vistazo al corazón de un colombiano singular. Su andar transformó su visión del mundo.

Le dejó experiencias y enseñanzas. Sabidurías. Pero él huye de cualquier trampa del ego para señalar el pensamiento de futuro latente en estos pueblos.

—Poner la vida en el centro está en sus rituales, en su cotidianidad, en sus relaciones. Cuidan la vida porque entienden que, sin equilibrio, todo se desmorona.

Llegó de niño a Colombia siguiendo los sueños de fundar una universidad en un país desconocido de Suramérica. En ese lejano 1949, cuando su padre aceptó la invitación de Mario Laserna para ocupar el cargo de secretario general de la Universidad de los Andes, su familia se encontró con una institución que nacía en un potrero lleno de árboles y de casas abandonadas donde pastaba una burra llamada Almendra, con las mujeres de un sanatorio mental para quienes era el ‘monito’ y con mañanas en las cuales lo sorprendían trepado en las copas y entre las ramas. En su vida le esperaban algo más de cincuenta años de convivencia con la Amazonía y con sus pueblos.

Durante ese tiempo se ha cuestionado, sin negar la ciencia. Ha entendido la existencia de otras formas de conocimiento como la intuición. Sin la presión occidental de competir o acumular.

—Mientras sigamos un modelo económico basado en el extractivismo, la competencia y la acumulación, no vamos a ir a ningún lado. Para los indígenas australianos,

los humanos somos actores en el sueño de seres extraordinarios. Nos da risa, pero, ¿qué somos nosotros? Vivimos el sueño de unas organizaciones y unos hombres que decidieron ver el desarrollo y el progreso de cierta manera. Así, nos pasamos la vida trabajando todo el día para tener cosas que ni siquiera necesitamos. Perdemos de vista la maravilla de la vida y la naturaleza.

¿Cuál es, le pregunto finalmente a Martín, su significado de la existencia? Sus ojos azules se vuelven a encender.

—Celebrar la existencia humana. La tuya, la mía y la de toda la humanidad. El universo quiso crear a un ser para contemplar esa belleza, celebrarla. Que viviera en armonía con ella, acorde con su esplendor. Somos la consciencia del universo y el universo se celebra a sí mismo a través de nosotros.

Martin von Hildebrand
foto: Daniel Álvarez

Salir de la pobreza, en Colombia, puede ser un milagro. O una lucha perpetua. Durante trece años, este documentalista grabó a 15 familias en esa batalla. Partió de una investigación de economistas y se enfrentó a su propio pasado. Su película llegará al cine en 2025 y el editor de PUNTOS lo invitó a contar ese largo viaje.

NADIE ME CONOCE LA POBREZA D E L BOLSILLO

rólogo

Tuve mi primera cámara cuando cumplí 10 años y, desde entonces, mi vida cambió. Capturar lo que veía, pausar, retroceder y congelar el tiempo me parecía mágico. Me fascinaba cómo me permitía analizar todo desde otra perspectiva. La cámara se convirtió en un amor tóxico, de esos que me atraen. A veces mi mejor amiga; otras, una amante que quiero cerca pero invisible. En ocasiones es un motivo de orgullo y, en otras, un espejo cruel. Me obliga a cuestionar quién soy. Con ella, narro qué pienso a través de historias ajenas. Con esta película, sin embargo, todo fue distinto.

Nadie me invitó a hacer un largometraje. Mi encargo era grabar videos cortos con pequeños relatos puntuales en torno de la Encuesta Longitudinal Colombiana de la Universidad de los Andes (Elca), una investigación de la Facultad de Economía, que buscaba entender las dinámicas de la pobreza en Colombia, el segundo país más desigual de Latinoamérica, donde salir de la pobreza parece un milagro. El proyecto seguía a diez mil familias de 30 municipios, encuestándolas cada tres o cuatro años.

Comencé las grabaciones en 2010 como parte de un equipo de periodistas. Tenía 30 años y acababa de nacer mi hijo. Después

de rodar mi primer documental, Cuestión de química, ningún proyecto me había seducido hasta que apareció la Elca.

Seguir a 50 familias durante más de una década para hacer una película parecía una locura. Mis compañeros no creían poder llegar hasta el final. De hecho, fui el único del equipo original que se mantuvo. Con el tiempo asumí esa locura, el reto de producir un documental de largo aliento.

El mayor desafío era convencer a las familias de dejarme entrar en sus casas, contarme sus historias y que no se cansaran de nosotros en más de diez años.

Fue un viaje retador. No era un paseo por Colombia, era adentrarse en dolores, sueños frustrados y apuestas fallidas. Sin embargo, algunas historias fueron inspiradoras, como las que seleccionamos para El juego de la vida. Bauticé así la película porque, para mí, la vida es un juego lleno de azar, trampas y jugadores inesperados, donde hay que cambiar de mano y seguir jugando.

Acto I:

la cámara incómoda

En 2022 tocamos por cuarta vez la puerta de la casa en Envigado donde habíamos visitado a Cristian Moreno durante 12 años. Nadie abrió. Seguía viviendo allí, nos

confirmó el vecino. Lo había visto ese día. Cuando lo grabamos por primera vez en 2010, Cristian tenía 18 años y sus padres nos recibieron orgullosos por su ascenso al equipo profesional del Envigado Fútbol Club, reconocido internacionalmente por formar talentos jóvenes.

“Mi sueño es ir a Boca y, de ahí, a Europa”, decía Cristian, inspirado por compañeros y amigos como James Rodríguez, quien había sido contratado por el Banfield de Argentina un año antes y acababa de llegar al Porto de Portugal; o de Juan Fernando Quintero, quien también ascendió meses atrás y ya era figura del equipo.

Grabar a Cristian se había vuelto complicado. En 2018 sentí que no quería seguir, pero rodamos con él. En 2022, sin embargo, me sentía como un testigo de Jehová tocando puertas, mientras las familias, en silencio, fingen no estar y esperan a ver si la visita indeseable se va. Aunque habíamos confirmado la cita, no aparecía.

—Tenemos otras buenas historias, no insistamos —me dijo el fotógrafo, agotado, pidiendo una botella de agua tras varios cafés. Los Moreno eran la décima familia de las veinte que esperábamos grabar para la película. Por presupuesto, ya no seguíamos a las mismas 50 familias de antes.

Yo insistía. Para mí, Cristian era clave, el protagonista. Su historia de sueños, fútbol y lucha era

Familia Ballesteros, Buenavista (Boyacá)

fotos: Andrés Felipe Valenzuela y Felipe Cazares

para ver

Título: El juego de la vida

Estreno: 2025

Sinopsis: A lo largo de trece años, un documentalista sigue las historias de cuatro familias colombianas, enfrentando tanto sus luchas como sus propias memorias. Desde dos niñas campesinas que sueñan con un futuro mejor hasta una madre de Gramalote quien, tras perder su casa en un desastre natural, lucha por salir adelante con sus cuatro hijos mientras su hijo mayor sueña con ser cantante. El documental explora los desafíos de la movilidad social en uno de los países más desiguales del mundo. Revela el dolor, las esperanzas y los sueños de quienes buscan un futuro mejor a pesar de las adversidades.

Dirección y guion: Andrés Ruiz Zuluaga

Producción: Jorge Botero

Producción ejecutiva: Raquel Bernal, Alejandro Gaviria y Tatiana Andia

Productoras: Séptima Films en asocio con la Universidad de los Andes

Duración: 90 minutos

Género: largometraje documental

Y UN ADELANTO…

para descargar

Académicos e investigadores de la Encuesta Longitudinal Colombiana de la Universidad de los Andes publicaron el cuarto libro de la investigación titulado Una década de Colombia en movimiento 2010-2019 Fue lanzado durante el VII Congreso de Economía Colombiana —octubre de 2024—. Este libro y los publicados en 2010, 2013 y 2016 son de descarga libre.

AQUÍ LOS PUEDES ENCONTRAR:

Desde los años en los que la naturaleza devastó a Gramalote, su pueblo en Norte de Santander, Donny creció con la ilusión de cantar y de la música.

fotos: Andrés Felipe Valenzuela y Felipe Cazares

esencial. Los investigadores siempre me preguntaban por “el futbolista”. Más de la mitad de los jóvenes que entrevisté querían salir de la pobreza como futbolistas o artistas y Cristian representaba ese anhelo.

Después de tres horas sin respuesta nos fuimos. Le dejé otro mensaje en el WhatsApp: “Nos tuvimos que ir. Espero esté todo bien”.

Pasamos tres días más en Medellín grabando a otras familias sin respuesta de Cristian. No contestó mis mensajes por más de tres meses.

Al principio me sentí mal, pero recordé a mi papá, un camionero que siempre veía oportunidades en los problemas: “Los caminos nunca se acaban, solo cambian de dirección”.

Acto II:

la cámara mágica

En las zonas rurales todo era distinto, nos recibían como si fuéramos parientes. Nos divertíamos con las familias, quienes, sin importar su situación económica, encontraban el proyecto atractivo. Siempre terminábamos comiendo con ellos, riendo y las despedidas eran emotivas.

—¡Se van para Hollywood! — bromeaba Julieth, hija de doña Inés en Chinú, Córdoba, pidiendo que la lleváramos a Bogotá—. ¡Invítenme al lanzamiento y a la alfombra roja y voy derechito a la fama!

Semanas después visité a Anyi, una joven campesina, huérfana de padre. Migró a Bogotá para estudiar en la universidad. La grabamos por primera vez cuando tenía 9 años y soñaba con ser diseñadora de modas mientras crecía entre vacas y cultivos de papa y maíz en Simijaca (Cundinamarca). Doce años después estudiaba diseño en la Fundación Universitaria del Área Andina.

—Los periodistas solo preguntan y preguntan, pero esta vez quiero preguntar yo. ¿Tu historia también va en la película?, ¿cuál es tu historia? —me cuestionó entre risas.

Su pregunta me hizo reflexionar. Le conté cómo mi papá, campesino de Simijaca, migró a Bogotá para escapar de la pobreza y se convirtió en camionero. En uno de sus viajes conoció a mi madre, quien, a sus 14 años, huyó de un entorno de drogas, violencia y explotación sexual infantil en Medellín. Juntos decidieron vivir en una pensión en Bogotá.

Mi mamá me tuvo a los 15 años. Luego, como si fuera una fábrica de bebés, llegaron cuatro hermanos más y, por si fuera poco, mi mamá adoptó a dos sobrinos. Habían quedado huérfanos cuando mi tía fue asesinada por su propio esposo. Nos convertimos en cuidanderos de una finca y, entre vacas, perros y pobreza, mis papás intentaban sacarnos adelante.

Mi papá sufrió un accidente cuando yo tenía 16 años y no pudo volver a manejar tractomula. Se fue a Bogotá para rebuscarse y reescribir el guion de su vida. Montó un lavadero de carros y, con lo aprendido en sus viajes, se convirtió en comerciante. Nuestra situación mejoró. Como dice él: “A veces, en las peores trochas, aparecen los paisajes más bonitos”.

Mis resultados académicos me llevaron a la Universidad Externado, donde estudié periodismo. Fue un proceso largo y difícil: trabajé lavando carros, luego en una estación de servicio, después como auxiliar de sonido y, al final, como periodista, mientras luchaba por pagar cada semestre. Después de cinco años en el campo laboral, logré pagar la universidad y obtener mi título. Fueron en total nueve años de lucha por un diploma. Ser pobre, en la ciudad, era sinónimo de rechazo. Lo noté al llegar. En la universidad desconfiaban de quienes parecían diferentes. Quería encajar, así que creé un personaje ficticio que vivía de fiesta y viajaba. Como dice mi mamá, “los varones, blancos y zarcos nacieron con ventajas”, y yo aproveché eso. Cambié mi forma de hablar y de comportarme. El nivel académico era un reto y me enfoqué mucho en estudiar, pero también en pertenecer a una comunidad. Ser excluido es devastador.

Hasta este proyecto evitaba hablar de mi verdadero origen fuera de mi familia. Unos meses antes, el productor y algunos asesores me sugirieron incluir mi historia en el documental. Rechacé la idea de inmediato, respondiendo con una frase que se convirtió en broma entre el equipo. La había dicho uno de nuestros personajes de la película: “Nadie me conoce la pobreza del bolsillo”. Días después de la charla con Anyi decidí reevaluar la idea y terminé convirtiéndome en un personaje más del guion.

Anyi había cambiado mucho su apariencia. Ahora tenía el pelo rojo y pasaba momentos difíciles. Se sintió discriminada por su forma de vestir, pero hacía todo lo posible por aguantar. Toda su familia había apostado por ella y no podía defraudarla. Algo muy similar sentí en mi paso por la universidad. Hoy creo que no hacer parte de una comunidad de amigos, familia, trabajo, estudio o vecinos puede cambiar nuestros planes de vida por completo.

Pasamos la tarde compartiendo historias con Anyi. Hablamos de la desigualdad en Colombia y de cuánto había aprendido en mi investigación. Los raros casos de éxito tenían dos factores en común: educación después del bachillerato y migración. La vida es un viaje de adaptación y aprendizaje. A veces lo siento así. Vi que aquellos que accedieron a cualquier tipo de educación, incluso

a cursos y talleres, lograban mayor movilidad. Sin embargo, en las zonas rurales, el acceso a educación de calidad es escaso.

Acto III:

la cámara
como espejo

En diciembre de 2022, Cristian se disculpó por no haber respondido antes. Había pasado —me contó— por una depresión tras perder todo su capital en inversiones y eso lo llevó a evitar las cámaras. Sin embargo, ahora estaba dispuesto a compartir su historia, creyendo que podría inspirar a otros.

El fútbol seguía siendo su pasión, aunque más distante. Jugaba fútbol de salón en la liga profesional y manejaba su propia tienda de ropa deportiva mientras incursionaba en inversiones en línea. Se había graduado como técnico industrial y seguía luchando por salir adelante. Lo grabamos, pero finalmente no lo incluí en la versión final de la película. En la edición hay decisiones difíciles. Al final solo quedaron siete de las quince familias que grabamos.

En la sala de edición descubrí que el cine no solo cuenta las historias de otros. También reflejaba la mía. Temí porque la pobreza volviera a acecharme al revisitar mi pasado, pero entendí que contar

mi historia era parte del proceso. El guion de un documental es vivo, se transforma minuto a minuto. Así que decidí incluso contar por qué había ocultado mi origen durante tanto tiempo.

Las relaciones humanas están basadas en la reciprocidad, donde se da y se espera algo a cambio. Las personas de bajos recursos, al tener poco para ofrecer, son marginadas, lo cual crea barreras para conseguir empleo, amigos o igualdad de oportunidades. Hoy soy consciente de eso. Antes solo tenía conflictos internos por no entender algunos de mis actos.

Las trampas de la pobreza que tanto había estudiado —como la falta de acceso a educación, la desigualdad y la exclusión social— son reales y devastadoras. Sin embargo, descubrí que las relaciones humanas y la conexión emocional y social son esenciales para superar esos obstáculos.

La comunidad puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Mi historia, como la de tantas personas en este documental, lo demuestra: la pobreza no es solo una cuestión de dinero, sino de oportunidades y conexiones. En este viaje de más de una década comprendí que contar historias es también enfrentarse a la propia, y que, al hacerlo, quizás podamos ayudar a otros a encontrar su camino hacia una vida mejor.

colombia lante pa,

educación es la herencia más valiosa

Estudiante de Administración de Empresas 8vo semestre.

Unidos haremos que miles de jóvenes obtengan becas en la universidad y puedan dejar un legado al país.

foto: Daniel Álvarez

INVESTIGACIÓN / CIENCIA / TECNOLOGÍA

Días calurosos, lluvias irregulares en un contexto de calentamiento global. En la imagen, incendios forestales en 2024 en los cerros de Bogotá. La Secretaría de Ambiente ha sembrado 51.942 individuos vegetales y ha eliminado especies invasoras en La Serranía, una de las áreas afectadas. “La meta es restaurar 1.300 hectáreas en estos cerros vulnerables a incendios y, cuando hay exceso de lluvia, a deslizamientos e inundaciones. Sembramos árboles, vida, y agua”, dice Adriana Soto, secretaria de Ambiente.

La desigualdad está en la mente

Envejecer desgasta nuestros órganos, todo el mundo lo sabe. Lo nuevo es entender que las condiciones de vida, en Latinoamérica, hacen envejecer más rápido el cerebro. ¿Qué puede significar esto en el desarrollo, en la economía y en la vida?.

Nuestro cerebro puede ser más viejo que nuestro registro civil de nacimiento.

Dieta, ejercicio, sueño, genética o enfermedades como el Alzheimer influyen en la edad cerebral. ¿Qué más determina si nuestro cerebro envejece bien o mal?

Malos ingresos, abismos socioeconómicos, contaminación del aire, acceso limitado a la salud, prevalencia de enfermedades (transmisibles o no) y bajo nivel educativo inciden en el envejecimiento del cerebro de los latinoamericanos. 2 1

Y hay más: la diferencia entre sexos revela una mayor brecha. Las mujeres en países con mayor desigualdad de género exhiben una mayor atrofia cortical (degradación gradual de la corteza cerebral por la disminución de la población neuronal).

Entonces, en Latinoamérica, cuando alguien ya maduro celebre su cumpleaños, su cerebro puede tener cinco años más de edad. Lo acaba de descubrir el estudio Brain clocks capture diversity and disparities in aging and dementia across geographically diverse populations. 3 4

Punto de quiebre

‘En el estudio utilizamos el índice de desigualdad Gini, índices de polución, de cargas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, índices de inequidad de género como predictores de la edad cerebral’: Sandra Báez.

ilustraciones: Luisa Negrete Sanjuan con apoyo en IA (Adobe Firefly)

Reloj, cuerpo y mente

María Fernanda Reyes, doctora en Psicogerontología por la Universidad de Valencia, aclara que la vejez no es una enfermedad ni una condición incapacitante, pero explica: “Sí hay cambios neuroanatómicos influyentes en la forma de usar nuestras funciones cognitivas o nuestras funciones mentales”. Ubica entre esos cambios la disminución de la capacidad para poner atención a varios estímulos al tiempo o la afectación de la memoria a corto plazo.

La factura al sistema

Para Sandra Aguilar, doctora en Desarrollo Sostenible por la Universidad de Columbia, estos entornos podrían llevar a las personas activas laboralmente a bajar su productividad. “Las habilidades cognitivas tienen retornos laborales en términos de cuánto produces en un día y con qué calidad”. Sobre los obstáculos para desarrollar políticas y reducir el impacto negativo de los factores externos, la informalidad es determinante. Reduce la recaudación estatal e imposibilita la creación de sistemas de salud fuertes. En el área ambiental ve una fragilidad en los países como Colombia de registrar las emisiones de gases y la contaminación. “No

hay capacidad para medir ni para hacer efectivo que se cumplan estas regulaciones”.

Diversos y dispares

Para la investigación Brain Clocks se evaluaron 5.306 personas, entre pacientes sanos y con patologías de deterioro cognitivo leve, Alzheimer y demencia frontotemporal. Quince países hicieron parte del estudio y se aplicaron dos tecnologías con resultados similares —resonancia magnética funcional y electroencefalograma— para evaluar las disparidades y la diversidad en el envejecimiento cerebral. Se compararon los resultados de habitantes de Argentina, Chile, Colombia, México, Perú, Brasil y Cuba contra los de un grupo de referencia: habitantes de EE. UU., China, Japón, Italia, entre otros.

Cuenta para todos

Mientras un buen nivel económico puede dar acceso a mejores servicios de salud o educación, la mala calidad del aire es una afectación más extendida. Colombia ocupó en 2023 el puesto 75, según IQAir, entre los países con más polución. El índice de contaminación media de materia particulada de algunos países participantes en el Estudio fue: México 20,1, Chile 18,8, Italia 15, Colombia 14,1, Japón 9,6 y Reino Unido 7,7.

Sandra Báez,

una de las autoras principales del estudio Brain clocks capture diversity and disparities in aging and dementia. Es psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia y doctora en Psicología por la Universidad Católica de Argentina. Profesora de principios de neurociencias en la Universidad de los Andes. Entre los autores del estudio también están Agustín Ibáñez y Sebastián Moguilner de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile.

Yeison López, medalla de plata en París 2024.

No sabe a champaña ni huele a laurel. No es de oro. Esta victoria deja un gusto diferente: el de ganarse a uno mismo. ¿Cuáles son las claves de la psicología en el deporte? Nos lo preguntamos en un año de alta competencia y de victorias que se fueron por un pelo.

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Y, casi…

En 2024 se desayunó, almorzó y comió deporte. Solo para empezar con fútbol, el 15 de junio, luego de 75 años, Bucaramanga cazó al cometa Halley y alcanzó su primer título de liga en el fútbol colombiano. Su rival, Santa Fe, completó la cuarta final perdida en once años —y todas de local—. El 14 de julio, con 28 partidos invicta, Colombia cayó en el remate de la Copa América en tiempo extra. Tocó apagar la radio y vender la tele, como cuando las mujeres se vinieron abajo en los Olímpicos luego de ir derrotando 2-0 a la poderosa España. La Sub-20 femenina, con cuatro victorias al hilo, las tribunas en Cali a estallar, naufragó ante Países Bajos en el Mundial. Cuántas veces se escapa la tortuga cerca de las hazañas. ¿Juega en contra la mente, la gravedad tremenda de la presión de los hin-

Esta estrategia de la psicología del deporte busca encontrar el punto adecuado.

Para Ingrit Valencia, boxeadora, su punto ideal puede ser un nivel de exaltación alto, energizada para pelear. En contraste, el golfista Camilo Villegas puede requerir una actitud más calmada y pausada. Cada persona tiene un nivel óptimo de activación, y es esencial identificar cuál es para cada circunstancia, ya sea para rendir mejor en un examen, en un deporte, o en cualquier actividad.

“La autoinstrucción ayuda a los atletas a controlar su mente en momentos críticos, mantiene el foco y la calma”

-turbaydemier .

chas? En la psicología del deporte, justamente cuando las papas queman, se analizan y trabajan el rendimiento bajo presión, la salud mental de los deportistas, estrés y ansiedad. ¿Son determinantes?

Los psicólogos del deporte estudian comportamientos, pensamientos y emociones de los atletas, como lo recuerda el Consejo General de la Psicología de España. Trabajan en deporte de rendimiento (profesional, alto rendimiento y otros niveles), deporte de base e iniciación (escolar, universitario y comunitario), y deporte de ocio y salud, incluyendo actividades para poblaciones con necesidades especiales. Para entender las claves y las huellas de la psicología deportiva, este reportaje suma las voces de Camilo Sáenz-Moncaleano, Ph. D en Psicología Deportiva y Felipe Turbay de Mier, con dos másteres en la materia.

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FLUIR FLUIR

El deporte, por naturaleza, estresa.

Solo hay un ganador.

Es crucial maniobrar ante la tensión y la ansiedad. Un enfoque clave es mantener la mente en el momento presente. Si un deportista se ancla en un error cometido unas jugadas atrás o en lo que dirá a los periodistas después, no está en su presente. Su rendimiento se afecta. Esto se conoce en la psicología como flow o “fluir”: la capacidad de estar inmerso en la actividad actual.

Momentos de la verdad

En apenas diecisiete días, entre el 26 de julio y el 11 de agosto de 2024, en París, el cenit del esfuerzo llegó para cientos de deportistas. En pruebas y exhibiciones de segundos, de minutos, terminó un cuatrienio de entrenamiento y sueños de gloria. De sacrificio. En las retinas quedan la reverencia de las gimnastas estadounidenses Simone Biles y Jordan Chiles ante la brasileña Rebeca Andrade, la atleta con más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos nacida en Brasil; la imagen del tenista serbio Novak Djokovic, postrado, tra-

tando de asimilar la medalla más esquiva de su carrera; el retrato del cubano Mijaín López colocando sus zapatos al frente para que los aficionados dimensionaran la grandeza de sus huellas en la lucha grecorromana… Para una competencia donde se cierra un ciclo amplio, la psicología del deporte es útil antes, durante y después. Aporta entrenamiento mental para enfrentar situaciones de estrés, técnicas para manejar la presión, soporte para procesar resultados y preparación para futuras competiciones, como lo explica el psicólogo deportivo Turbay de Mier.

Psicólogo de alto desempeño con más de 16 años de experiencia, especialista en Psicología Deportiva Aplicada por la Federación Europea de Psicología Deportiva (Fepsac). Ph. D en Psicología Deportiva por la Universidad Estatal de la Florida con maestría en Psicología del Deporte y el Ejercicio (Universidad de Lund), en Ciencias del Deporte: diagnóstico e intervención (Universidad de Leipzig) y en Psicología Clínica y de la Salud (Universidad de los Andes). Su experiencia abarca desde campeones mundiales y atletas olímpicos hasta músicos y líderes corporativos. Investigador y consultor.

CAMILO SÁENZ-MONCALEANO

ERROR ERROR

El deporte no solo es épica y triunfo. También está lleno de errores y fracasos.

En esos casos, la psicología del deporte vale más. Roger Federer, considerado uno de los mejores tenistas de la historia, ganó casi el 80 % de los 1.526 partidos individuales de su carrera. Sin embargo, solo ganó 54 % de los puntos individuales de esos juegos. El error es parte del deporte, y lo que distingue a los mejores es su capacidad para recuperarse rápidamente de esos traspiés.

El lastre, fuera

Los atletas de élite enfrentan presiones únicas para su salud mental. La psicología aborda problemas como la depresión y el agotamiento emocional, explica el psicólogo deportivo Sáenz-Moncaleano. Aunque pueden lucir superheroicos, son humanos.

El 9 de agosto, en el París Sur Arena, con la electricidad de la expectativa en el aire, se vivió un momento emotivo en la historia olímpica de Colombia. El chocoano Yeison López levantó 180 kilogramos en el arranque y 210 en envión. Suficiente para obtener plata en la categoría de los 89 kilos. Este hombre inmenso, de apenas 24 años, lloró en el piso por su madre y por sus luchas. “Quiero decirle a mi mamá: tranquila, vamos a tener una casita en el nombre de los colombianos”, le dijo a la prensa. López se repuso a cuatro años de sanción,

“El diálogo interno positivo y productivo es fundamental para combatir las dudas interiores”

luego de dar positivo en las pruebas de dopaje durante el Panamericano de Miami de 2017. Después de eso, espantó la soledad, los pensamientos suicidas y la depresión.

“Muchos me juzgaron (...) Salgo a la calle a demostrarle a la gente que no usé nada”, manifestó en entrevista con Thomas Blanco para El Espectador en 2019.

En conversación con Blu Radio, Jamir Sánchez, psicólogo deportivo de López, manifestó que la consistencia a lo largo de un año, desde 2023, ayudó a levantar el lastre de la depresión. En referencia a su receta del triunfo, dijo: “Hay que preocuparse por lo que está en el control de uno, las variables externas no nos pertenecen. Soy humano, cometo errores, pero siempre busco hacerlo mejor la próxima vez”.

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Giro de oro

Un aspecto medular de la psicología del deporte es el ‘autohabla’.

Muchas veces, el oponente más difícil es la voz interna. Sabotea con dudas y negatividad. Es fundamental aprender a hablarse de manera productiva, no necesariamente positiva, pero sí que motive y ayude a seguir adelante. En psicología se enseña a usar el ‘autohabla’ para dar instrucciones claras opara motivarse. Decirse “Vamos, tú puedes” es una manera de mantener la concentración y superar las dificultades.

AVANZAR AVANZAR

Simone Biles alcanzó, en París, la impresionante cifra de once medallas olímpicas —siete de oro—. La joven, de 27 años, tiene más oros que Colombia en toda su historia (cinco). En sus logros, la psicología del deporte es fundamental: le ha permitido a la gimnasta estadounidense manejar la presión, fomentar el autocuidado, gestionar emociones y reconectar mente y cuerpo, coinciden los psicólogos Sáenz-Moncaleano y Turbay de Mier.

En los Olímpicos de Tokio se esperaba que Biles arrasara; sin embargo, se retiró de cinco finales, alegando la necesidad de centrarse en su salud mental. Posteriormente explicó que padecía de twisties, condición en la que los gim-

nastas pierden la orientación durante los saltos. “Podría caer de nuca”, precisa Sáenz-Moncaleano. En una entrevista con The Cut de The New York Magazine, Biles confesó: “Debería haberme retirado mucho antes de Tokio”. En 2018, Biles reveló haber sido abusada por el médico del equipo, Larry Nassar, quien ahora cumple una condena de cadena perpetua en prisión. Además, en su documental Simone Biles: vuelve a volar, declaró: “Cuando gané todas las medallas en Río de Janeiro me sentía triste; no sabía qué era la depresión. En Tokio, me di cuenta de que algo no estaba bien”. Gracias al apoyo psicológico de su equipo y a la ayuda de su familia es una prueba de que la victoria más dulce se conquista en la mente..

Psicólogo del deporte con más de 8 años de experiencia, es experto en bienestar, desempeño y gestión del talento. Máster en Entrenamiento y Nutrición Deportiva por la Universidad Europea y en Psicología de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Autónoma de Madrid. Profesor en la Universidad de los Andes en Psicología del Deporte, se especializa en construir y capacitar equipos, y en asesorar a individuos y grupos para alcanzar equilibrio y bienestar. Además, es consultor en rendimiento y desarrollo personal.

Cali albergó la COP16, evento fundamental para establecer compromisos en la conservación de la biodiversidad global. Este experto en economía ambiental y recursos naturales, explica de qué depende el éxito de esta conferencia. El país tiene un rol clave.

foto: Daniel Álvarez
paracolombia

Foto páginas anteriores: Bahía Málaga, Pacífico colombiano. La conservación de la biodiversidad y de las áreas protegidas en regiones como el Pacífico y la Amazonía requiere esfuerzo conjunto. Nadie puede solo. Comunidades, gobiernos, academia, organizaciones y sector privado pueden hacerlo. La COP16 estableció diálogos y acuerdos. Implementarlos es la tarea.

Punto de quiebre

l

a COP16 resultó ser una de las conferencias más relevantes de los últimos tiempos. Fue el escenario para avanzar en los compromisos adquiridos en la COP15 respecto a las 23 metas del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Delegaciones de cerca de 190 países llegaron con el compromiso de negociar esas metas, definir planes de acción nacionales y asegurar recursos financieros para su implementación. Un compromiso ambicioso, con enormes desafíos. Colombia asumió la presidencia de la COP16 por dos años, y su liderazgo será crucial para implementar los objetivos. La ministra Susana Muhammad encabezó esta responsabilidad, y el reconocimiento internacional fue significativo.

Desde el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (CODS), participamos en el diálogo, organizamos eventos donde estuvieron comunidades indígenas como la maorí, de Nueva Zelanda, y la misak, del Cauca colombiano. El intercambio entre culturas indígenas de distintos hemisferios permitió compartir saberes sobre la relación con la naturaleza y la protección de la biodiversidad, uno de los temas centrales de esta COP.

El CODS estuvo presente en eventos de la Comisión de la Tierra para resaltar la importancia de los límites planetarios que debemos respetar para asegurar un futuro sostenible.

Colombia, liderazgo crucial

El país es uno de los más biodiversos del mundo, con zonas de alta riqueza ecológica, diversidad de especies y endemismo, como el Chocó biogeográfico y la Amazonía. Esto lo coloca en un rol fundamental en las negociaciones sobre acceso y utilización de recursos genéticos. Sin

embargo, existen retos sobre quién se beneficiará de su uso comercial.

Las comunidades indígenas y ancestrales expresaron preocupaciones ante la posibilidad de ser excluidas de estos beneficios, esenciales para industrias como la farmacéutica o la cosmética. Se discutieron acuerdos, durante la COP16, para proteger sus derechos, decisivos para evitar su marginación y garantizar una distribución justa de beneficios.

Las comunidades afrodescendientes, así mismo, pidieron ser reconocidas formalmente dentro de la convención de biodiversidad como parte de los grupos que han contribuido a su conservación.

Otro tema crítico es la Meta 30x30, un compromiso global para que 30 % de los territorios naturales estén bajo conservación y 30 % de los ecosistemas degradados se restauren para 2030. Este objetivo, un poco más plausible para países como Colombia, implica grandes dificultades para otras naciones. Cumplirlo requerirá cooperación internacional y compromiso financiero de los países desarrollados, beneficiarios de los servicios ecosistémicos. La implementación de la Meta 30x30 también está vinculada a los derechos de los pueblos indígenas, quienes desempeñan un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad. Por eso la importancia de su papel central en la conservación desde sus formas de autogobierno en el territorio.

Subsidios perjudiciales

También se debatieron las metas 18 y 19 del Protocolo de Kunming-Montreal, que buscan el desmonte de subsidios dañinos para la biodiversidad, en especial en el sector agropecuario —unos 500.000 a 600.000 millones de dólares al año en el mundo—. Estos fondos suelen

estar ligados a prácticas de impacto negativo en la biodiversidad. Incluyen el uso de agroquímicos que afectan el agua y aumentan los niveles de fósforo y nitrógeno, causando daño a la fauna silvestre y contribuyendo a la acidificación de los océanos.

Desmontar estos subsidios es una tarea compleja, dado que involucra fuertes intereses económicos. Sin embargo, una oportunidad podría ser redirigir estos recursos hacia prácticas que beneficien la biodiversidad, como la agricultura regenerativa o sistemas agro-silvopastoriles, más sostenibles para el suelo y los ecosistemas forestales. Con menos uso de agroquímicos y menores presiones sobre el bosque.

Retos y expectativas

El éxito de la COP16 depende de un esfuerzo conjunto entre sectores privados, gobiernos, academia y organizaciones sociales. Esta conferencia ha demostrado oportunidades de negociación, pero implementar las metas requiere compromiso y acción coordinada. Mucho dinero, también, para financiar los compromisos adquiridos.

Los gobiernos tienen la responsabilidad de promulgar normas y destinar fondos públicos e

impulsar la transición hacia una economía más favorable a la biodiversidad. Al igual que en la transición energética, es esencial promover una transición que priorice la biodiversidad y fomente oportunidades para el sector privado, protegiendo a su vez a las comunidades más vulnerables, como indígenas, campesinos y afrodescendientes.

El escepticismo suele rodear estas cumbres. Pero la COP16 logró sentar bases importantes. Llamó la atención, como nunca antes, de la gente del común. Como en toda conferencia de este tipo, hay pesimistas y optimistas cautelosos. Esto fue solo el inicio —les digo a los optimistas— y el verdadero trabajo comienza con la implementación. Aunque los avances pueden parecer pequeños —les digo a los pesimistas—, cada paso es significativo. Estos espacios permiten el encuentro de muchas voces y el acuerdo de mínimos comunes sobre los cuales construir soluciones futuras basadas en nuestro valioso capital natural.

La COP16 fue un avance en la búsqueda de soluciones para proteger la biodiversidad global. Aunque todavía queda un largo camino, el trabajo en esta cumbre sienta un precedente para las próximas conferencias.

Es ingeniero industrial de la Universidad Javeriana y doctor en Economía Ambiental y Recursos Naturales por la Universidad de Massachusetts – Amherst. Profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, donde impulsa la investigación en cooperación y economía comportamental y experimental. En la misma universidad dirige el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS), desde donde fomenta estrategias de investigación, educación y política pública orientadas a la sostenibilidad, la equidad y la respuesta al cambio climático.

Y MÁS…

yesta inmensidad de 430

Esta es una conversación necesaria.

de plástico se producen cada año en el mundo. Cerca de 280 millones, de un solo uso.

millones de toneladas de toneladas de gases de efecto invernadero se generan anualmente por los plásticos. 1.800 millones

del plástico se hace para envases o embalaje. 36 %

plástico, ¿qué?

Empieza acá, pero urge seguirla. Por la vida.

60 %

de la ropa está hecha de plásticos: poliéster, acrílico y nailon, liberando microplásticos.

Un colombiano, en promedio, desecha 24 kilos anuales.

1,2 millones de toneladas de plástico se consumen, al año, en el país.

lásticos de un solo uso. Nuestra mayor pesadilla entre los sueños plásticos. Pueden tardar siglos en degradarse y afectan ríos, mares, suelos, fauna, flora y vida humana incluso si no los vemos con sus escamas de microplásticos volando y nadando. PUNTOS conversó con Tim Andreas Osswald, Bart van Hoof y Jorge Medina Perilla. Estuvieron en la Conferencia de la Sociedad de Procesamiento de Polímeros (PPS39), el evento mundial más importante sobre polímeros. Se realizó por primera vez en Colombia y su agenda estuvo centrada en una palabra que hoy pareciera imposible combinar con el plástico: sostenibilidad.

Punto de quiebre

Un asunto ético

Tim Andreas Osswald, autoridad en ingeniería de polímeros, subraya la importancia de formar ingenieros éticos, conscientes del impacto ambiental y comprometidos con la economía circular. Resalta la necesidad de innovar en diseño para reciclaje, y es entusiasta con las investigaciones ecológicas de procesamiento de caucho natural en Colombia.

—¿Cuál es el mayor desafío para los ingenieros que estudian polímeros?

—Hay uno ético y otro de diseño. He querido dejar a mis estudiantes un legado ético. Es fundamental tener conciencia de la economía circular, el reciclaje, el impacto en el medio ambiente, y encontrar soluciones. Todo se reduce a la ética. Por ejemplo, existen plantas de polímeros que generan residuos tóxicos y generalmente están cerca de comunidades de bajos recursos. Se debe pensar en los demás para minimizar las afectaciones colaterales. La ética en la producción es crucial.

El otro desafío es aplicar el diseño para el reciclaje, pensar en la disposición final de los productos al final de su vida útil. Esto implica

diseñar de manera que los materiales puedan ser fácilmente separados, recuperados y reutilizados, reduciendo al mínimo el desperdicio y la contaminación. Hay problemas sin soluciones sencillas, como el empaque de alimentos. Vivimos en un mundo donde, por ejemplo, la carne debe empacarse de cierta manera. Entonces, ¿qué hacemos con los polímeros después? Ahí debemos profundizar en la innovación.

—¿Qué innovaciones recientes destaca?

—La estabilización y preservación del caucho natural mediante métodos ecológicos. Trabajo en ello. El caucho natural es un polímero que está creciendo en Colombia, donde se han sembrado más árboles para reemplazar cultivos ilícitos. Cada hectárea de árboles produce dos toneladas de caucho al año, y cada tonelada secuestra tres toneladas de dióxido de carbono y genera tres toneladas de oxígeno. Eso es emocionante. Sin embargo, para procesar el caucho, se utiliza amoníaco, dañino para el medio ambiente. Colaboro con investigadores en Colombia para desarrollar un método verde, libre de amoníaco.

Colombiano, experto en ingeniería, procesamiento y diseño de polímeros (+35 años de experiencia). Ph. D en Ingeniería Mecánica y catedrático en la Universidad de Wisconsin-Madison. Profesor distinguido en la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania) y la Universidad Nacional de Colombia. Cofundador y codirector del Polymer Engineering Center. Investigador y autor de numerosos libros. Forma al mayor número de doctores latinos en EE.UU. en ingeniería de polímeros.

de toneladas de plástico ya contaminan ecosistemas acuáticos.

12,7 millones de toneladas de plástico pueden estar acabando en los océanos cada año.

500.000 toneladas de microfibras de plástico se liberan al mar o a las aguas con cada lavado de ropa.

Otros caminos

Jorge Medina Perilla, experto en materiales poliméricos y sustentabilidad, aborda estrategias para mejorar la gestión de residuos plásticos. Fomentar el uso de biopolímeros es clave. La efectividad de estos materiales, advierte, depende de una correcta disposición y de la infraestructura. Enfatiza la necesidad de leyes que regulen mejor los plásticos.

—¿Cómo mejorar la gestión de residuos?

—Organizar la recolección es fundamental. Existen los sistemas de reciclaje mecánico y químico. En el primero, los plásticos se trituran, limpian y funden para ser reutilizados. En el segundo se descomponen los químicos básicos del plástico mediante pirólisis o gasificación; es un proceso difícil a gran escala.

También hay que promover materiales alternativos, como los biopolímeros (pueden provenir de fuentes renovables o ser biodegradables). Tienen la ventaja de tener una menor huella de carbono en comparación con los plásticos tradicionales derivados del petróleo. Esa ventaja se puede perder si requieren ser transportados a largas distancias.

Hay un reto con los biopolímeros: algunos son biodegradables bajo condiciones muy es-

pecíficas, y es importante educar a las personas sobre cómo disponer de ellos al final de su vida útil. Para eso, necesitamos información clara y sellos ecológicos otorgados por instituciones imparciales, orientar al consumidor.

Ahora existe el biopolietileno, alternativa al polietileno tradicional. Sin embargo, el precio del petróleo sigue siendo un obstáculo para que estos biopolímeros sean competitivos. El quitosano, extraído de algas y crustáceos, es un biopolímero interesante por sus propiedades de barrera; el reto es producirlo a gran escala.

—¿Deben los gobiernos imponer restricciones sobre la producción?

—Las leyes deben aplicarse con cuidado. Lo más importante es generar una dinámica para su desarrollo y aplicación. Muchas leyes en nuestro país no se cumplen. Por ejemplo, la ley que reduce los plásticos de un solo uso ya debería estar en vigor (Ley 2232 de 2022, comenzó a regir desde el 7 de julio de 2024), pero aún ves bolsas plásticas en el comercio. Además, esta tiene falencias. Cuando se mencionan los polímeros biodegradables, las definiciones son muy generales. Algunos biodegradables requieren condiciones como plantas de compostaje, que no están disponi-

Colombiano, Ph. D en Ingeniería Industrial por la Universidad de Navarra e ingeniero mecánico por la Universidad de los Andes, donde es profesor en Ingeniería Mecánica y director del Grupo de Materiales y Manufactura. Especializado en materiales poliméricos y su sustentabilidad, ha liderado proyectos en empaques, construcción y agricultura. Chair de la conferencia PPS39. Socio de Ecobioplast, empresa de empaques biobasados y compostables. Ha trabajado como asesor de Colciencias.

Jorge Medina Perilla:

bles en todas partes. También debemos tener cuidado con los aditivos oxodegradables, que prometen degradar los plásticos, pero solo funcionan en condiciones de laboratorio, no en el ambiente real.

Ideas de antes, necesarias ahora

Bart van Hoof, experto en sostenibilidad ambiental y economía circular, destaca la importancia de volver a la compra a granel para reducir plásticos de un solo uso. Resalta la economía circular, promueve modelos de reúso, reciclaje y ecodiseño; la necesidad de separar residuos y mejorar la infraestructura de reciclaje en hogares.

—¿Qué medidas considera efectivas para reducir los plásticos de un solo uso?

—Volver a la compra a granel de verduras, granos, azúcar, arroz, té, café, agua, gaseosas ochocolates, que a menudo consumimos en empaques individuales pequeños, hechos de plásticos compuestos, difíciles de reciclar o reutilizar. El consumo de productos a granel requiere una reingeniería en nuestras cocinas y almacenes, con tarros y recipientes adecuados. Algunos supermercados en Colombia ya empiezan a ofrecer el servicio de venta a

granel, pero debería ser lo habitual en todos los hogares.

—¿Qué papel juega la economía circular en esta lucha contra la contaminación?

—Impulsa el cambio. Existen varias vías alternativas. Los modelos de reúso promueven el aprovechamiento de los materiales durante más tiempo. Los modelos de reciclaje agregan valor al mantener la utilidad del material. Otros modelos de innovación, como el reemplazo de productos por servicios o el ecodiseño, pueden sustituir los plásticos en ciertas aplicaciones utilizando materiales renovables, como ocurre con las fibras naturales compostables para los platos desechables.

La separación en la fuente de empaques y envases de plástico sigue siendo la principal medida en los hogares. Para hacerlo de manera efectiva y eficiente es necesario ajustar la infraestructura. Canecas o recipientes que faciliten la separación de residuos en la fuente, así como puntos de acopio adecuados en edificios y conjuntos residenciales. En la mayoría de las ciudades de Colombia ya existen asociaciones de recolectores. Cuando somos constantes, los indicadores de aprovechamiento y circularidad mejoran.

Neerlandés, profesor de la facultad de Administración de la Universidad de los Andes (+25 años de experiencia). Ph. D en Ecología Industrial por la Erasmus University en Róterdam, M.Sc. en Ingeniería Industrial por la Universidad de los Andes, B.Sc. en Ingeniería Industrial por la Hogeschool Eindhoven. Su investigación se centra en impulsar la sostenibilidad ambiental mediante la economía circular y la ecología industrial. Asesor de políticas en Colombia, Perú y Uruguay. Consultor.

Bart van Hoof:

Por entre las ramas

ensar la ciudad. Pensarla en verde. En contexto. En detalle. Pensar en la calidad de vida. En el entorno. Eso fue lo que hizo un grupo de expertos, entre biólogos, arquitectos, ingenieros ambientales, paisajistas y meteorólogos para crear el Manual de coberturas vegetales de Bogotá DC, una guía para intervenir de manera sostenible, planeada y armónica los espacios urbanos y periféricos. Plantar un árbol, elegirlo, no es una cuestión de azar. Además de embellecer la ciudad, para sacarle jugo a los beneficios ambientales, apoyar a la fauna local y contribuir a la regulación del clima, entre otros, cada especie debe seleccionarse según el lugar donde será sembrada. Calles, plazas, zonas de alto tráfico, reservas…

Estas son apenas diez de las cuarenta y tres especies del Manual. Todas nos mejoran la vida.

Yarumo plateado

Cecropiapeltata

Servicios para el ecosistema montajes : Faver

Nativo de los Andes del norte, crece hasta 20 metros de altura. De grandes hojas con un característico tono plateado, tronco liso y hueco. Crece rápido, regenera suelos degradados.

Alimentos

Fauna asociada (aves, murciélagos)

Recursos medicinales

Espacios

• Alamedas

• Separadores blandos mayores a ocho metros

• Plazas

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques vecinales y de bolsillo

• Parques ecológicos distritales

y área forestal distrital

• Corredor ecológico de ronda

Servicios para el ecosistema

Alimentos

Fauna asociada (principalmente aves comoguácharos — Steatorniscaripensis)

Recursos medicinales

Espacios

• Alamedas

• Separadores blandos mayores a ocho metros

• Glorietas

• Orejas

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y área forestal distrital

Árbol nacional desde 1985 y símbolo de los bosques andinos o nublados. Su tronco, cubierto de cera, le da su nombre y lo convierte en una joya natural. Alcanza los 80 metros de altura.

Palma de cera
Ceroxylonquindiuense
Hoja Flor
Flor
Fruto
Rodríguez
Rodríguez

Punto de quiebre

Nogal

Juglansneotropica

Se le llama nogal bogotano, sabanero o cedro nogal. Requiere espacios amplios. Con fruto de hasta seis centímetros, su hábitat natural son en los Andes del norte.

Servicios para el ecosistema

Alimentos

Fauna asociada, las abejas (Apismellifera) e insectos (Lophocampatexta)

Recursos medicinales

Espacios

• Andenes en vías arteriales e intermedias

• Alamedas

• Zonas de control ambiental

• Separadores blandos mayores a ocho metros

• Glorietas

• Orejas

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y área forestal distrital

• Corredor ecológico de ronda

Mangle

Servicios para el ecosistema

Producción de miel (melífera)

Control de la erosión

Regulación de márgenes hídricos

Fauna asociada, en su mayoría la abeja (Apismellifera) y aves como el conirrostro rufo (Conirostrumrufum) y el sirirí rayado (Myiodynastesmaculatus)

Espacios

• Alamedas

• Zonas de control ambiental

• Separadores blandos mayores a ocho metros

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques vecinales

• Parques ecológicos distritales y área forestal distrital

• Corredor ecológico de ronda

Con copa en forma de parasol, alcanza los diez metros de altura. Es de los bosques andinos y altoandinos, prospera en suelos de fertilidad media y crece rápido.

Escalloniapendula
Hoja Flor Fruto
Hoja Rama Fruto

Guayacán de Manizales

De copa globosa, es conocido como roble o guayacán amarillo, mirto o guayabo manizaleño. Sus raíces pueden impactar infraestructuras cercanas. Muy valorado para regular el clima.

Servicios para el ecosistema

Producción de miel (melífera)

Regulación del clima

Control de la erosión

Regulación de la calidad del aire

Fauna asociada como el oso andino (Tremarctos ornatus)

Espacios

• Andenes en vías arteriales

• Alamedas

• Zonas de control ambiental

• Separadores blandos mayores a 8 metros

• Glorietas

• Orejas

• Plazas

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y áreas forestales distritales

• Corredores ecológicos de ronda

Servicios para el ecosistema

Con vibrantes flores amarillas, puede crecer hasta diez metros de altura. Es muy apreciado por atraer fauna, especialmente aves y abejas. Requiere suelos profundos y de alta fertilidad.

Fauna asociada (insectos, aves)

Espacios

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y áreas forestales distritales Alimentos

Ciruelo del monte
Bunchosia armeniaca
Hoja
Fruto
Lafoensia acuminata
Hoja
Flor cerradaFlor abierta

Punto de quiebre 86

Delostomaintegrifolium

De copa irregular y hasta trece metros de altura. Sus flores, de unos cinco centímetros de largo, son de blanco a rosado, lo que le otorga un aspecto singular y atractivo.

Servicios para el ecosistema

Fauna asociada (aves)

Espacios

• Plazas

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y área forestal distrital

Las fotos y características de estas especies han sido tomadas y adaptadas del Manual de coberturas vegetalesde BogotáD.C., elaborado por el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis y la Universidad de los Andes.

Conocido como cedro de tierra fría o de montaña, alcanza los veinticinco metros de altura. Es longevo y emblemático de los bosques andinos. Los frutos se secan al sol, las semillas se dejan en agua fría un día y luego se siembran a un centímetro de profundidad.

Servicios para el ecosistema

Regulación del clima

Control de la erosión

Regulación de la calidad del aire

Espacios

• Alamedas

• Zonas de control ambiental

• Parques vecinales y de bolsillo

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y área forestal distrital

• Corredores ecológicos de ronda

Chicalá rosado
Cedro
Cedrela montana
Flor
Fruto
Flor abiertaFlor cerrada Hoja

Caucho sabanero

Del bosque andino, es de copa amplia y follaje denso. Sus frutos rojizos atraen mirlas (Turdus fuscater), toches (Icterus chrysater), azulejos (Thraupis episcopus) ocardenales (Piranga rubra).

Servicios para el ecosistema

Alimentos

Regulación del clima

Control de la erosión

Protección de márgenes hídricos

Espacios

• Alamedas

• Zonas de control ambiental

• Parques vecinales y de bolsillo

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y áreas forestales distritales

• Corredores ecológicos de ronda

Arrayán de Popayán

PUEDES VER EL MANUAL COMPLETO AQUÍ

Servicios para el ecosistema

Alimentos

Producción de miel (melífera)

Regulación del clima

Control de la erosión

Regulación de la calidad del aire

Espacios

• Alamedas

• Zonas de control ambiental

• Parques vecinales y de bolsillo

• Parques metropolitanos, zonales y espacios públicos de alta complejidad

• Parques ecológicos distritales y áreas forestales distritales

• Corredores ecológicos de ronda

Endémico de los Andes colombianos, restaura ecosistemas montañosos. Se destaca por sus flores blancas y aromáticas y puede alcanzar hasta 10 metros de altura.

Myrciapopayanensis
Ficus Americana
Hoja
Hoja
Fruto

el ave del terror

Una incógnita de cientos de años es resuelta gracias a un campesino en el desierto de La Tatacoa. La historia de César Perdomo se desarrolla en un lugar desolado, pero donde en cualquier momento se puede descubrir un tesoro. por : Mauricio Laguna Cardozo

*Las recreaciones del ave del terror y sus posibles entornos se realizaron con IA. Pueden tener inexactitudes con respecto de modelos técnicos. Buscan solo un acercamiento.

Punto de quiebre

ació en la mitad del desierto. César Perdomo ha vivido en La Tatacoa toda su vida. Este lugar, que en realidad es un bosque seco tropical, está pintado por tonos ocres y grises, donde abundan laberintos esculpidos por el viento y por el tiempo, donde se esconden secretos prehistóricos. En ese lugar, en su propia casa, uno de los depredadores más temidos del mioceno lo acechaba, un ave de más de dos metros de altura, de tronco relativamente pequeño, pero de enorme pico en forma de hacha: el ave del terror.

Cuando bajan el sol y el calor, este campesino toma su sombrero y recorre el desierto buscando fósiles. Una pasión. “Eso es de sangre, como quien es tomatrago, como a quien le gusta viajar; ese don nace en uno, es de naturaleza”, dice César. De niño cuidaba ovejas y chivos, era un buen centinela: tenía paciencia, pero estaba alerta a cualquier peligro o fósil que lo sorprendiera.

Al desierto llegaban paleontólogos y él los miraba, curioso. Notaba cómo los objetos que tanto le llamaban la atención tenían un valor adicional a su rareza. Parecía ser de los pocos en la región a quienes les importaban. Por muchos años los nativos regalaron piezas a turistas y visitantes. En ese tiempo, otro habitante del desierto encontró uno de esos tesoros, un enorme cráneo con pico y lo llamaron ‘Pico de loro’. La pieza fue llevada al museo de Villa Vieja, el municipio más cercano, y allí estuvo por un tiempo.

Luego desapareció.

Este trozo de la historia lo cuenta Andrés Link, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes, quien conoció a César en una salida a campo. A Link, biólogo e ingeniero industrial, le habían contado, en su momento, que en la mitad del desierto vivía un hombre con una gran colección de fósiles. Eso, en La Venta —un lugar declarado patrimonio geológico mundial—, sonaba prometedor. Hasta allí fue con un grupo de estudiantes y quedó sorprendido por la colección de este campesino de pocas palabras, pero de una devoción sorprendente por la paleontología. Un adicto a los fósiles.

“Fue como si dos colegas encontraran la otra parte para poder hacer lo que quieren. Él quería buscar fósiles y yo también; yo tengo un conocimiento que viene de afuera, él tiene todo el conocimiento local”, recuerda Link sobre sus primeros encuentros.

Ese ‘Pico de loro’ mencionado por César no solo intrigaba a Link, doctor en Antropología Biológica de la Universidad de Nueva York, sino a muchos paleontólogos. Esa descripción correspondía a una especie de eslabón perdido de América, una incógnita no resuelta tras cien años de estudios paleontológicos en La Tatacoa.

Lugares donde se han encontrado restos del ave del terror.

¿Había estado el ave del terror en Colombia?

Un lugar de privilegio

Cuando lo que hoy conocemos como América se unió por el istmo de Panamá, los animales del continente ampliaron su territorio y pasaron de norte a sur y viceversa. El ave del terror había dejado restos de su existencia en el extremo sur del continente y en Norteamérica, debido a lo cual, se creía, por Colombia también debía haber peregrinado. Era un paso obligado. Para muchos paleontólogos se trataba de un hallazgo soñado, pues los depredadores

fotos: Laura Sofía Forero
César Perdomo (izq, arriba) continúa explorando el desierto. A la derecha, de camisa amarilla, con Andrés Link en la entrada del museo.

llaman particularmente la atención de especialistas y aficionados. “Una vez se extinguen los dinosaurios, viene la era de los mamíferos, otros animales muy atractivos. Todo el mundo sabe cuál es el tigre dientes de sable. Pero dentro de las aves, con todo y que hay muchísimas interesantes, la del terror era muy grande y además depredadora”, explica Link.

Tres características hacen del desierto de La Tatacoa un banco privilegiado de fósiles. La primera, seguramente tenía condiciones particulares para fosilizar al ser un ecosistema muy diferente al de hoy. Los geólogos lo describen como un terreno con pequeñas montañas y llanuras cubiertas parcial o totalmente de agua. El segundo, más reciente, es la erosión que va descubriendo los fósiles. Y la tercera, dice Link, es el hecho de tener a un enamorado de los fósiles viviendo en el mismo desierto. César Perdomo ha montado un museo con más de cinco mil piezas y en esa colección, por 20 años, estuvo la pista para resolver la incógnita.

La tormenta perfecta

César guardaba los fósiles en la casa paterna, debajo de las camas y en diferentes recipientes. Así encontró la colección en 2019 el profesor. Por esa época nació la idea de tener un museo donde se pudieran exponer a los turistas. César

construyó una estructura rústica de unos quince por ocho metros donde almacenó las piezas. En aquel espacio el ave del terror aleteó con fuerza para escabullirse. Una noche, ese mismo viento que descubre los fósiles del desierto, se llevó el museo. “Alzó toda la estructura, levantó techo y paredes, pero a las piezas no les pasó nada. Fue de película”, recuerda César.

Pero este no había sido el mayor reto para el campesino. Ya en 2015, durante un fuerte verano, gran parte del ganado del desierto murió por el calor. Le echó mano al turismo para sobrevivir y, como él mismo dice, “las cosas malas traen las buenas, los cambios”. Después del vendaval reconstruyó el museo con materiales más sólidos y, en una especie de burla al destino, lo bautizó La Tormenta.

En esta tarea lo apoyó el biólogo Link, quien lleva a sus estudiantes para crear una relación simbiótica: ellos aprenden de la sabiduría de César, conocen los fósiles y dejan recursos que se invierten en el museo y en el hostal El Mesón de La Tatacoa. Hoy, en la mitad del desierto, hay un museo con zona de colección de fósiles y bodega, otra de investigación y un pequeño laboratorio con algunos equipos. Un sitio donde se puede hacer ciencia de alto nivel.

No es un reptil... ni un mamífero

La búsqueda de un cocodrilo los acercó al ave. En noviembre de 2023, Link trabajaba junto al paleontólogo peruano Rodolfo Salas, quien buscaba en las piezas del museo vestigios de un cocodrilo. A este le llamó la atención un hueso más grande que la palma de una mano y lo descartó como parte de un mamífero o de un reptil.

Le tomaron fotos y consultaron con otros colegas. Ellos confirmaron las sospechas, se trataba de un ave y, por su tamaño, podría Punto de quiebre

Se encontró el extremo distal del tibiotarso izquierdo; su medida de 15 cm podría indicar un animal de gran tamaño.

Tibiotarso, vista frontal y lateral izquierda.

El fororrácido (así se llama la famila de estsas aves extintas) más septentrional de Suramérica, hallado en el desierto de La Tatacoa, Huila.

ilustración: Luisa Juliana Avella a partir de la posible reconstrucción ósea del ave del terror, de Carlos Mora.

ser el ave del terror. Con esta pista buscaron ayuda de Federico Degrange, un paleontólogo argentino experto en aves carnívoras, a quien le entusiasmó el hallazgo y confirmó el descubrimiento. La incógnita se había resuelto, esta enorme ave había pasado por Colombia y sus restos develaban más que su existencia.

El fósil corresponde a un tibiotarso, una parte de la pata, y, al observarlo, pudieron ver la marca de cuatro colmillos de un cocodrilo. La mató, quizá se alimentó de ella y ambos depredadores existieron a la vez: “No se fueron reemplazando, posiblemente había una comunidad bien compleja y coexistían”, apunta Link.

Con la guía de Degrange comenzó la escritura de un artículo científico para registrar y poner el sello al hallazgo. Todo había empezado con las caminatas solitarias de César en el desierto, cuyos pasos ya se sienten hasta Argentina. Pasó por las sospechas alrededor de un fabuloso cráneo —hasta hoy desaparecido— y continuó con el estudio de un hueso de una pata. La colaboración entre lugareños e investigadores, anuncian, es la primera de otras futuras. César sigue entusiasmado con el turismo científico, porque “cuida lo que hay, valora lo que hay”, dice, mientras sigue recorriendo La Tatacoa, alerta. En cualquier momento, una criatura prehistórica puede aparecer.

Ave del terror colombiana

paciencia

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paciencia

montaje: Faver Rodríguez Rodríguez foto: cortesía Juan Andrés Urrea Niño.
Juan Andrés Urrea Niño, físico colombiano, ha recibido el premio de una red de científicos de Alemania luego de desarrollar una mejora sobre el método para entender más a fondo partículas subatómicas.

ara encontrar la salida, primero, se debe definir o trazar una línea desde el punto de origen. Luego, serpentear con cautela y establecer una ruta —por lo general hacia el centro o hacia el lugar opuesto al punto de partida—.

El complejo camino del científico es increíblemente parecido al juego del laberinto.

Lo sabe —y muy bien— el físico colombiano Juan Andrés Urrea Niño. Tenía 22 años cuando viajó a Alemania para hacer sus estudios de posgrado en la Bergische Universität Wuppertal. Hoy es investigador y ha recibido el premio de una red de científicos de Alemania luego de desarrollar una mejora sobre el método para entender más fondo —en simulaciones computacionales— partículas subatómicas, invisibles e importantes en las estructuras y los comportamientos esenciales de la materia. Lo suyo se llama cromodinámica cuántica reticular. Es un área donde se combinan la física de esas partículas ínfimas conocidas como hadrones y la programación informática.

Juan Andrés rastrea entre lo visible y lo invisible para hallar tesoros entre los átomos del Universo: “Siempre sentí una afinidad por las matemáticas. Me gustaba aplicar esas normas establecidas para entender el mundo —recuerda Urrea, cerca de cumplir los treinta años y tan minucioso como cuando estaba en

el colegio—. Me encantaba armar figuras con fichas de Lego y eso tuvo una gran influencia en mi vida. Siempre disfruté al entender cómo funcionaban las cosas”, complementa.

No a cualquiera le da por escarbar para encontrar nuevas partículas. A Juan Andrés, por demás, se le metió en la cabeza explorar las consideradas ‘exóticas’, con propiedades diferentes e inesperadas con respecto de las más comunes como el protón y el neutrón. Él piensa cada frase. Es metódico. “Queremos llegar a hacer afirmaciones sobre partículas consideradas exóticas y entender sus características. No podemos quedarnos con ‘creemos que hay algo’”.

Su tesis doctoral se centró en la espectroscopía de hadrones, específicamente de un grupo llamado charmonio. Los resultados de su estudio mejoraron la técnica de extracción de masa de estas partículas en simulaciones computacionales y, con ello, se logró proponer un método para facilitar los cálculos a científicos que, como él, buscan las características de partículas similares.

Él lo resume: “Este trabajo de grado tiene que ver con hadrones exóticos, unas partículas subatómicas que han sido predichas, pero no todas han sido encontradas y sus características no pueden explicarse con los modelos convencionales”.

Punto de quiebre

“El trabajo doctoral de Juan Andrés Urrea Niño es una contribución importante —mediante simulaciones numéricas en supercomputadores— al estudio de las partículas llamadas hadrones, las cuales surgen de las fuertes interacciones entre quarks y gluones. Sus resultados han generado la atención de otros científicos en este campo y, en particular, de quienes experimentan en colisionadores de partículas, donde han sido descubiertos nuevos e inesperados hadrones durante los últimos veinte años”.

Ahora su trabajo consiste en aplicar esta variante mejorada a sistemas más grandes, no solo a cierto tipo de partículas, sino también a otras y estudiar sus interacciones. “Estamos enfocados en la búsqueda de una partícula cuya traducción correcta es ‘bola de gluones’. Es un estado que se predice teóricamente, pero experimentalmente no ha tenido confirmación definitiva”. Tratar de comprender el universo y su composición puede ser tan complicado como desbaratar un balín con las manos —al decir de las abuelas—. Se necesita paciencia. Método. Y correr el riesgo de fallar muchas veces. Es como atreverse a cruzar el laberinto. Einstein, Keppler, Newton o Hubble lo hicieron. Persistieron durante años y dejaron huellas en ese camino para responder de dónde venimos o de qué está hecho el universo. En 1964, Peter Higgs y otros investigadores propusieron un mecanismo para explicar el origen de la masa de las partículas elementales. Se esperó cerca de cinco décadas para que se confirmara.

“La paciencia es clave. Ya sea al aguardar a que alguien confirme a través de experimentos o a que los resultados salgan de un supercomputador. Las grandes ideas pueden surgir de la nada, pero después de mucho tiempo de reflexión. Si todo fuera fácil, no necesitaríamos estudiar física. Si fuera trivial, la ciencia no existiría”, sentencia.

francescoknechtli

Doctor por la HumboldtUniversität de Berlín y profesor y director del grupo de investigación High Performance Computing in Theoretical Physics en la Bergische Universität Wuppertal.

Juan Andrés recibió el NRW-FAIR PhD Prize, un premio otorgado por la red NRWFAIR, conformada por físicos de distintas universidades e institutos de investigación del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia. Físico de la Universidad de los Andes, en 2023 recibió el doctorado en Física de la Universidad de Wuppertal en el mismo estado alemán. Cree, con convicción, en que el desarrollo de la física podría avanzar en Latinoamérica a pasos gigantes. Se necesita una labor colaborativa impulsada desde universidades cuyas conexiones internacionales permitan trabajar en laboratorios como el CERN, en Suiza.

“No contar en Colombia con supercomputadores tan grandes como los de Alemania o Estados Unidos no significa que no se pueda investigar en esta área. En esta época la tecnología facilita enormemente las colaboraciones. Hay gente conectada con el CERN y otros institutos de alto nivel realizando investigación internacional. En Colombia hay mucho potencial. Físicos en diferentes áreas pueden alcanzar logros significativos”.

Juan explora en todos los rincones, incluso en medio de la nada o entre una fórmula para hacer tangible lo intangible. “A veces, uno puede morir sin saber si su propuesta tuvo confirmación experimental, pero el hecho de haber propuesto algo, esté bien o mal, es un aporte”.

Transformar generosidad en impacto social

de largo plazo

Durante años, la filantropía en la Universidad de los Andes ha permitido impulsar el apoyo financiero a estudiantes, fomentar una cultura solidaria y contribuir a proyectos de impacto en comunidades. Esto ha sido posible gracias a la creación y ejecución de iniciativas y campañas de recaudación de recursos, respaldadas por una comunidad filantrópica comprometida con el poder transformador de nuestra misión. Su generosidad reafirma nuestra responsabilidad con el presente y futuro del país, y nos motiva a seguir construyendo un legado de progreso y oportunidades.

Daniela Wong Rubio

Beneficiaria Quiero Estudiar

Egresada del programa de Ingeniería Química (2018)

Mi familia reside en Leticia (Amazonas) y pese a tener limitaciones económicas y no poder costear mi carrera, siempre tuve claro dónde estudiar. Debí hacerlo por mis propios méritos, me separé de ellos, viajé muchos kilómetros con el fin de lograr mis metas y lo logré con esfuerzo, compromiso y dedicación. Motivada por el apoyo del Programa y de la Universidad. Después de algunos años, poder retribuir este apoyo a través del pago total de la reciprocidad representa construir sociedad, hacer lo mismo por alguien más. Cuando hablo de Quiero Estudiar lo hago con alegría, orgullo y agradecimiento.

Proporcionar acceso a una educación superior de calidad es la clave para impulsar la movilidad social

No hay límites para los jóvenes que sueñan con construir un mejor futuro, un mejor país: nos lo ha demostrado el programa Quiero Estudiar. La solidaridad de los donantes, el compromiso de la Universidad y la dedicación de cada beneficiario hacen que este esfuerzo conjunto siga generando resultados excepcionales.

nuestra comunidad filantrópica

2023

4.495 1.546 2.949 2.709 1.666 50 % donantes y aportantes donantes nuevos donantes retenidos egresados uniandinos beneficiariosgraduados

Trabajamos por la construcción de un país más equitativo y de mayores oportunidades para todos.

Impacto en cifras:

En Filantropía, en 2023, logramos

+$20 MIL MILLONES DE PESOS

Cultura solidaria

Construimos día a día una comunidad solidaria que se apoya mutuamente

Estos recursos generaron un impacto positivo en:

Apoyo financiero a estudiantes

$15 MIL MILLONES

Becas de:

Acceso Rescate en contribuciones.

117 660

Asegurar la sostenibilidad del apoyo financiero a estudiantes

$3,2 MIL MILLONES

La comunidad uniandina se caracteriza por su compromiso para ayudar a quienes lo necesitan. Con el objetivo de recaudar otros recursos financieros diferentes a los que se destinan a matrículas (se otorgan a estudiantes con otras necesidades económicas como transporte, materiales o alimentación) se creó un fondo de ayudas. Este se conoce de manera institucional como Fondo de Programas Especiales —Fopre— y se fortalece gracias a actividades como Fopre Café y el Bingo Fopre. En ellas participan activamente todos los miembros de la comunidad: estudiantes, egresados, profesores y administrativos. En el 2023, alcanzamos un exitoso recaudo de más de 5.800 millones de pesos y, gracias a esto, logramos apoyar a más de 2.100 estudiantes desde la solidaridad y la generosidad.

Proyectos de impacto en comunidades

La filantropía, crucial en proyectos de investigación que abordan desafíos sociales y económicos en las comunidades.

A través de la financiación de iniciativas innovadoras se promueve la creación de conocimiento y la generación de soluciones basadas en investigación y acción. Esto impulsa el crecimiento y la sostenibilidad y también fomenta equidad y desarrollo social. Proyectos como el Centro de Emprendimiento, respaldado por donaciones de Argidius, y el programa Avanzando Juntas, en colaboración con JP Morgan Chase Foundation, son ejemplos de cómo la filantropía contribuye a transformar realidades en Latinoamérica.

En 2023, gracias a estos esfuerzos, se recaudaron más de $780.000.000, lo que permitirá que 370 emprendedores desarrollen sus habilidades y fortalezcan sus negocios en los próximos tres años. La colaboración entre universidades, organizaciones y donantes resalta la importancia de la filantropía en la creación de un ecosistema de emprendimiento e innovación que promueve el cambio social positivo.

foto: Paola Araque

CULTURAS /CREACIÓN / MIRADAS

De blanco a la derecha, en el papel de cazador, el director y dramaturgo colombiano Fabio Rubiano interpreta uno de sus cinco personajes en la obra Historia de una oveja, en el auditorio Mario Laserna, en Bogotá. En la escena, donde los protagonistas intentan huir y se defienden para seguir su camino de migrantes, lo acompañan los actores Julián Román, Marcela Valencia y Juanita Cetina.

Se acaba el Sans Façon. Y otros 769 colegios. Las universidades empiezan a sentir los cambios demográficos del país y hace rato observan la brecha con el mercado laboral y la tecnología, entre otros. ¿Qué hacer? Adoptar el modelo de ‘startups’, trabajar mucho con la empresa privada, ser un lugar de encuentro oun ecosistema…

por Felipe Laverde Salamanca

n par de astrónomos, en la película

UNo mires arriba, descubren un cometa del tamaño del Everest en camino hacia la Tierra. Nadie atiende sus alertas. Hoy, en la educación, si bien no cae una inmensa roca apocalíptica, son diversas las alarmas, múltiples las opiniones y distintos los escenarios. ¿Cómo plantarle cara a los cambios en la natalidad, la demanda del mercado laboral, la tecnología, la innovación, los modelos de enseñanza de calidad, la inclusión y la cobertura o la financiación?

En 2024 una noticia evidenció la crisis de cientos de colegios en Colombia, el cierre del Sans Façon, fundado en 1898. “Una disminución significativa y constante de estudiantes en los últimos diez años conlleva a una insostenibilidad integral”, dice un comunicado firmado por la religiosa Luz Marina Socha, representante legal. En el país cerraron 769 colegios privados en el último año y medio (ver cifras).

El cierre de colegios es un fenómeno complejo. Puede responder a factores demográficos, económicos, tecnológicos o sociales, entre otros.

En la educación superior hay alarmas, pero no todos, como en el filme, las escuchan. El impacto demográfico se aproxima y países como Estados Unidos ya lo viven (ver cifras pg 112).

También están las brechas con el mercado laboral, la necesidad de nuevas dinámicas de enseñanza, la competencia de los EdTech (Platzi, Coursera, Domestika, Google Classroom, edX...), el cuestionamiento del monopolio de las universidades como acreditadoras de títulos y los problemas internos de gobernanza y burocracia de las instituciones.

Grandes preguntas

¿Qué pasará cuando el mercado deje de exigir títulos universitarios y los trabajadores más habilidosos ya no vean prioritario ir a la universi-

dad? Este lío lo plantea Hugo Pardo Kuklinski, experto en innovación digital y educación, fundador de la plataforma Outliers School, con amplia trayectoria en ámbitos académicos, tecnológicos y de transformación.

Ya ocurre. Existen, por ejemplo, desarrolladores de software sin títulos universitarios y con salarios superiores a profesionales activos. Una evidencia de la pérdida del monopolio de la acreditación. “Hay carreras como Derecho o Medicina donde difícilmente se pierda ese control, pero, en otras, especialmente en las tecnológicas, ya se ha perdido ese privilegio. Hoy, a industrias y corporaciones no les importa tanto el título universitario, sino si eres capaz de resolver problemas o si eres un buen desarrollador”, afirma Pardo Kuklinski.

Sinergias y mercados

Los mercados cambian rápido y ese es un desafío. Para Pardo Kuklinski las universidades son conservadoras y optan por depender de sus recursos en lugar de explorar alianzas con startups y actores privados. “Debemos ser mucho más proactivos en la lógica de ‘gana-gana’”. Destaca cómo las startups, flexibles e innovadoras, cubren áreas donde las universidades no llegan. Ilustra con Domestika, plataforma de cursos en línea que, en pandemia, explotó en popularidad mientras mucha universidad luchaba por adaptarse.

Explorar nuevos mercados de manera más agresiva es un camino. Implica desarrollar productos, servicios y modelos educativos más allá de las aulas. Incluye colaboraciones con empresas tecnológicas para crear plataformas educativas, como la de Google con Coursera, donde se ofrecen certificaciones reconocidas sin necesidad de título tradicional. Esto responde a la necesidad de las empresas de gente con habilidades específicas.

‘Cultura startup’ “Hablamos de inteligencia artificial, pero mañana hablaremos de computación cuántica”, dice Pardo. Las universidades no deben limitarse a conversar sobre cambios, señala. Necesitan desarrollar prototipos educativos que se adapten rápido a necesidades presentes y futuras. Esto significa implementar modelos de cultura startup dentro de las universidades donde se aborden problemas de manera ágil, creativa y con mentalidad de ‘prototipado’ constante. Lo ejemplifica con el uso de inteligencia artificial en la enseñanza para mejorar el aprendizaje de estudiantes, escalar velozmente y generar servicios educativos adaptados a la realidad cambiante.

Algunas universidades, agrega, han adoptado programas basados en realidad aumentada y simulaciones interactivas en áreas como medicina o ingeniería: reducen recursos físicos y aumentan la calidad de la enseñanza práctica con tecnologías ya adoptadas por startups.

Personalización y adaptación

En la misma línea, José Escamilla, director asociado del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE) del Tecnológico de Monterrey, impulsa más flexibilidad. El salón de clases ya no es el único espacio. “El aprendizaje debe ser más activo y conectado con el entorno”, sugiere, e insiste también en expandir el horizonte de las universidades hacia empresas, industrias

445.598 ciudadanos menos hubo en Colombia en 2023 por migración 4,7

6 años llevan disminuyendo los nacimientos en Colombia.

Pasaron de 573.625 en 2022 a 510.357 nacimientos en 2023

Fuentes: Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), Migración Colombia, Directorio Único de Establecimientos Educativos, Secretaría de Educación de Bogotá.

769 colegios privados cerraron en Colombia desde el último año y medio. cerraron sus actividades, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2024.

COLEGIOS EN BOGOTÁ

1,2 ES EL PROMEDIO DE HIJOS por hogar en Colombia en 2023. En 2014, el promedio era 1,8.

millones de

ESTUDIANTES

avanzar según sus características.

Los estudiantes florecen de acuerdo con su necesidad individual —cuenta— y se facilita la compensación de conocimiento previo faltante. Una educación más inclusiva y efectiva. Estas tecnologías son, en su opinión, clave para el éxito del estudiante en la universidad, en su integridad humana y en su prosperidad laboral.

Más técnica, más tecnológica

El desajuste entre oferta educativa y mercado laboral muestra cifras escandalosas. En Colombia, 2,9 millones de jóvenes no estudian ni

“Las implicaciones de los cambios demográficos para los sistemas educativos, incluidas las universidades públicas y privadas, en Colombia, son significativas. Es factible que veamos una contracción considerable durante la próxima década. En Estados Unidos los colleges (universidades pequeñas privadas) están cerrando a un ritmo de uno por semana”.

trabajan, de acuerdo con el Dane. Eso es crítico, subraya Gloria Bernal, directora del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana. “Urge alinear las competencias que se enseñan”.

Currículos obsoletos y falta de orientación profesional adecuada impiden a los jóvenes encontrar oportunidades en áreas de alta demanda laboral. Esto afecta a la persona y al crecimiento del país. La formación técnica y tecnológica resulta decisiva para cerrar la brecha entre educación y empleo y para impulsar innovación y desarrollo. “Formar en habilidades prácticas, especialmente técnicas, que son las más demandadas”, añade Pardo Kuklinski. Destaca el exceso de teoría como un problema en América Latina.

La solución, según él, está en una cultura maker donde los estudiantes desarrollen productos y servicios a través de fab labs, espacios de creación y experimentación con tecnologías avanzadas de fabricación digital.

“Necesitamos, como país, expandir el acceso hacia el aprendizaje permanente y hacia la educación técnica y tecnológica de calidad. Diversificar y flexibilizar ofertas y pensar en la

jorgebaxter el análisis de jorge baxter
Fuente: Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) del Ministerio de Educación.

formación de públicos no tradicionales como estudiantes mayores de 25 años, gentes que trabajan, organizaciones del sector productivo y público con empleados que requieren actualizar sus competencias… Crecer en educación continua, investigación, consultoría, creación, credenciales alternativas”, apunta Jorge Baxter, experto en política educativa y sostenibilidad y decano de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes.

Liderazgo, empatía

Gloria Bernal agrega otro aspecto: la falta de enfoque en habilidades blandas. Esto limita el ingreso en entornos donde se valoran competencias socioemocionales y de liderazgo.

Jaime Galviz, vicepresidente de Enterprise en Microsoft Latinoamérica, resalta cómo las empresas enfrentan una brecha en el desarrollo de proyectos de alto impacto. “No se trata solo de conocimientos técnicos, sino también de cómo gestionar proyectos y comprender las implicaciones éticas de tecnologías como la inteligencia artificial”, comenta, e insiste en que la demanda de personal técnico ya no proviene únicamente del sector IT, sino de todas las industrias que requieren innovación y desarrollo. En palabras de Galviz, “necesitamos desarrollar responsabilidad, manejo de incertidumbre y resolución de problemas”.

De mirar arriba, como los protagonistas de la película, son diversos los temas por resolver.

Lugar de encuentro,

pensamiento crítico

Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, complementa desde un ángulo esencial. La pertinencia de las universidades no solo se mide por su adaptación a los nuevos mercados, sino por su rol como espacio de reflexión y encuentro donde la enseñanza

de ser humano a ser humano sigue siendo clave: “Es crucial dar importancia a la vida en los campus”, afirma. Destaca el valor del contacto humano y la convivencia para fomentar pensamiento crítico. En su opinión, tras la pandemia, es claro que la educación no puede depender exclusivamente de lo digital; los espacios de interacción presencial son fundamentales para el desarrollo integral del estudiante.

Ecosistemas de aprendizaje

Elisa Guerra, de la Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación de la Unesco, propone una transformación estructural. Guerra aboga porque las universidades sean verdaderos ecosistemas de aprendizaje, integrando espacios físicos, digitales y naturales. Según Guerra, hoy son demasiado rígidas para la diversidad de trayectorias que los estudiantes necesitan. “Estamos dejando de lado una riqueza incalculable”, advierte.

Las universidades, según Guerra, requieren integrar el entorno físico tradicional, espacios digitales cambiantes y espacios naturales históricamente ignorados, pero cruciales. Un auténtico ecosistema.

La educación pertinente incluye responder a demandas sociales, individuales y del desarrollo, democratizar el acceso, formar de manera ética e incorporar innovación y el intercambio y la movilidad entre distintas disciplinas, además de otros aspectos.

paraampliar

El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana define nueve características de la pertinencia.

Ponerle nombre a las cosas cambia la manera como entendemos el mundo.

por Angélica Castellanos Romero

Te nombro, existes

‘El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo’.

Así describe Gabriel García Márquez los principios de Macondo en Cien años de soledad.

l igual que en Macondo, nuestra realidad sigue en constante invención; continuamente necesitamos nuevas palabras para entender y organizar nuestro entorno. En la era digital, por supuesto, emergen términos. Rápidamente capturan fenómenos complejos difíciles de nombrar y, al hacerlo, redefinen nuestra comprensión.

La tendencia no es nueva. El lenguaje refleja el mundo y también construye realidades. Así ha sido visto desde la filosofía antigua hasta las teorías contemporáneas de la cognición. Pero, ¿cómo impacta exactamente nombrar algo en nuestra percepción?

Un viaje…

El Cratilo de Platón, uno de los primeros textos filosóficos sobre el lenguaje, plantea una reflexión fundamental: ¿los nombres capturan la esencia de las cosas o son convenciones arbitrarias? Platón ya lo intuía, el lenguaje pue-

de moldear percepciones, pero fue Lera Boroditsky, investigadora de la ciencia cognitiva, quien llevó esta idea a nuevas alturas.

Las palabras no solo describen el mundo; lo construyen activamente, sostiene Boroditsky. Según su teoría, el lenguaje moldea nuestra percepción y guía nuestro razonamiento al determinar la relevancia de los detalles y cómo interpretamos los eventos. Qué palabra elegimos para describir un fenómeno puede influir en cómo lo entendemos y cómo respondemos a él. Nombrar algo no es un acto trivial; define las experiencias humanas. Bautizar el mansplaining, por ejemplo, no solo le da nombre a experiencias invisibilizadas. Las hace patentes, permite que sean reconocidas y discutidas.

En la comunidad aborigen Kuuk Thaayorre en Australia, por ejemplo, no existen las palabras izquierda ni derecha. En su idioma usan direcciones cardinales como norte, sur, este y oeste. Esto los obliga a estar siempre orientados en términos del territorio. Además, influye en su percepción del tiempo, que conciben de este a oeste según su orientación. Muy al sur, en la patagonia chilena, el pueblo kawésqar —nómada hasta mediados del siglo XX— casi ha desaparecido entre matanzas, intervenciones culturales y enfermedades desconocidas para ellos, entre otros factores. En el documental El botón de nácar, el cineasta Patricio Guzmán le pregunta a una de sus mujeres cómo se dice, en su idioma, Dios. No existe esa palabra en kawésqar. Tampoco hay un término para policía.

¿Y en el cerebro?

El lenguaje incide en nuestra cultura. E impacta en el cerebro. Según la doctora Paula

García, experta en neurociencias y educación, las emociones requieren del lenguaje para ser procesadas y expresadas. Aunque se originan en la amígdala del sistema límbico, para ser entendidas y reguladas necesitan ser organizadas y contextualizadas por la corteza prefrontal a través del lenguaje.

La neuroplasticidad, la capacidad del cerebro de modificarse según las necesidades y estímulos del entorno, es crucial en este proceso. Al adquirir nuevas palabras o redefinir las existentes, creamos vías neuronales que otorgan un nuevo sentido a nuestra experiencia del mundo. Así, el cerebro se adapta a nuevos contextos y lenguajes, permitiendo una comprensión más amplia y matizada de la realidad.

Las categorías específicas

Nombrar fenómenos es esencial para identificarlos y entender sus efectos. Lo destaca Isabel Tejada, doctora en Comunicación Lingüística. Al asignarles un nombre, podemos desarrollar respuestas sociales y políticas más efectivas. Según Tejada, el lenguaje organiza nuestra mente y emociones, ayudándonos a procesar y comprender.

Términos como feminicidio visibilizan una forma específica de violencia y permiten abordar el problema con medidas más precisas. El lenguaje es dinámico y siempre cambia, como el entorno que intenta describir. Mediante nuevas palabras y categorías mejoramos nuestra comprensión del mundo y transformamos las maneras de vivir o debatir. Nombrar es un acto de poder, creación y resistencia. Al igual que en Macondo, seguimos inventando nombres y redefiniendo las fronteras de nuestra identidad. En última instancia, el mundo se construye palabra a palabra.

Del mansplaining al gaslighting

El lenguaje digital y el social etiquetan nuevas realidades y revolucionan cómo vemos el mundo. Aquí, algunos términos.

Benching: Mantener a alguien como opción secundaria en una relación romántica. Se interactúa de vez en cuando, pero sin comprometerse.

Breadcrumbing: Darle a alguien señales de interés intermitente, sin intención de compromiso, solo para mantenerlo interesado.

Burnout: Estado de agotamiento físico, emocional y mental debido a un estrés prolongado, generalmente relacionado con el trabajo.

Doxing: Divulgar información personal o privada de alguien en Internet sin su consentimiento. Se busca intimidar o acosar.

Escrachar: Exposición pública de alguien para denunciar su mal comportamiento o acciones inmorales.

FOMO (Fear of Missing Out): Ansiedad o miedo a perderse de experiencias o eventos importantes. Se intensifica con el uso constante de las redes sociales.

Gaslighting: Manipulación psicológica. Se hace dudar a alguien de su percepción de la realidad, memoria o juicio.

Ghosting: Terminar una relación o contacto con alguien de forma abrupta, sin explicación ni comunicación posterior.

Grooming: Manipulación de un menor por parte de un adulto para establecer una relación de confianza con el fin de explotarlo sexualmente.

Love Bombing: Estrategia manipuladora. Una persona abruma a otra con excesi-

vas muestras de afecto y atención al principio de una relación para ganar control.

Mansplaining: Explicación condescendiente por parte de un hombre a una mujer, asumiendo o buscando dar a entender que ella sabe menos sobre el tema.

Manspreading: Acto de un hombre sentándose con las piernas abiertas ocupando más espacio del necesario.

Negging: Comentarios o cumplidos disfrazados de críticas para destruir la autoestima de alguien. Lo hace sentir inseguro.

Orbiting: Presencia permanente en la vida digital de alguien (dar ‘likes’, ver sus historias, etc.) sin tener un contacto directo o significativo.

Phubbing: Actitud de ignorar a alguien en una conversación presencial prestando más atención a dispositivos digitales. Se desprecia la interacción cara a cara.

Sealioning: Técnica de acoso en línea. Alguien finge curiosidad o ignorancia, hace preguntas repetitivas y de mala fe, agota al otro y desacredita sus argumentos.

Situationship: Relación ambigua sin un compromiso claro, donde no hay definición ni claridad sobre el estatus de la relación.

Zumping: Terminar una relación sentimental a través de Zoom u otras plataformas de videollamada, muy relevante en eras de pandemia y relaciones virtuales.

n un lugar de Nueva York, de noche, la realidad se transforma. Se puede vagar por alguna vida alterna. Por otra época. Otra familia. Es Broadway, un microcosmos de emociones. Pero nada es gratis, cuesta construir una visión, un sentimiento. En un escenario del circuito teatral, un árbol brota de la sala de una enorme casa donde tres hijos se reúnen para repartir la herencia del patriarca del clan. Es la obra

por Johanna Ortiz Rocha

Appropriate, de Branden Jacob-Jenkins, nominada a Mejor Diseño Escenográfico y ganadora como Mejor Reestreno en los Premios Tony de 2024. Santiago Orjuela, diseñador colombiano, revela cómo, junto a su colectivo Dots, materializó cada detalle de esta producción cargada de símbolos, de humor negro y de drama cuando los tres personajes se confrontan con los secretos oscuros del pasado familiar.

2

Hora de explorar

Capturar la atmósfera requiere investigar referentes históricos y arquitectónicos. Recrear la antigua vivienda de una plantación en Arkansas lleva a una búsqueda minuciosa de lugares reales. En Appropriate, la casa está deteriorada, como el legado espiritual del clan.

1

A lo profundo del guion

En el principio todo fue texto. Y se analiza en profundidad. Con el director, Christopher Price, se explora la esencia del relato: ambiente, época y emociones. En esta obra, envidia y tensión abundan en cada rincón de la casa de la familia Lafayette.

3

Ahora, el teatro en miniatura

El colectivo de diseño Dots presenta bocetos preliminares, maquetas físicas tipo casa de muñecas. A diferencia de los renders en 3D, esto permite al equipo creativo meter mano, literalmente, en el diseño y en sus elementos.

4

La mística llega al detalle

La residencia Lafayette, con sus objetos desgastados y sus paredes hechas de historia es un protagonista silente. Muebles, cuadros y objetos se diseñan y fabrican a mano, en miniatura. Cada uno revela enigmas de la personalidad del patriarca de la familia.

5

Momento de crecer

Afinar detalles esenciales como altura, colores y distribución de espacios requiere múltiples ajustes. En esta producción, se realizan siete versiones de la maqueta para perfeccionar las texturas de las paredes, del suelo y de los distintos elementos.

6

¿Y cómo la ve el público?

El equipo emplea una maqueta final con siluetas de espectadores. Se acomodan los objetos, se precisan la iluminación y la altura del escenario. Es clave asegurar que la puesta en escena funciona visualmente desde cualquier ángulo del Teatro Belasco, en Manhattan.

La vida entra al escenario

Finaliza la construcción. El escenario se instala bajo la supervisión del equipo creativo. Cada detalle se pule hasta la perfección. El espacio vacío es ahora un portal hacia el mundo de la obra, el árbol brota en el centro de la casa, símbolo de abandono y desgaste.

Andrew Moerdyk (sudafricano), Kimie Nishikawa (japonesa) y Santiago Orjuela (colombiano)

fundaron el colectivo Dots. Este trío creativo inició su carrera con el diseño de escenarios en el circuito off-Broadway, y en solo cuatro años se ha destacado en el teatro de Nueva York.

Fueron años de escucha y también de entrega. En un proceso lento y delicado, la creadora de la obra ‘Relicarios’, Erika Diettes, captura un trozo del dolor y del amor: recopila 165 testimonios y objetos significativos de las víctimas del conflicto para devolverles dignidad.

an pasado más de diez años desde el asesinato de su esposo en Antioquia, a manos de grupos armados, y la mujer aún conserva ropa que él llevaba el día del ataque. “¡Mamá! ¿En serio usted guardaba la camisa ensangrentada de mi papá entre la almohada?”, preguntan sus hijos durante una sesión de terapia. La sicóloga escucha el relato. Una artista toma apuntes en su libreta. La conversación pasa de minutos a horas, y la mujer toma una decisión: entregar su tesoro, la camisa de su esposo. La pone en manos de la artista Erika Diettes. Ella documenta el sufrimiento de víctimas en Colombia; y a ella le confía esa prenda para convertirla en una de las piezas de Relicarios. En total, son 165 urnas elaboradas en tripolímero de caucho. Contienen fotografías, prendas de vestir, peines, cepillos de dientes, cartas y otros objetos que pertenecieron a víctimas asesinadas, desaparecidas o a quienes son sobrevivientes. Así se reúnen 165 historias y fragmentos de dolor de quienes padecieron el conflicto armado en Colombia.

Erika Diettes es artista visual y comunicadora social de la Universidad Javeriana, con una maestría en Antropología de la Universidad de los Andes. Su exploración del duelo de las víctimas comenzó con su tesis

de posgrado, lo cual la llevó a su primera obra, Río Abajo (2008), una serie fotográfica de prendas pertenecientes a personas cuyos cuerpos fueron arrojados al río. Posteriormente presentó Sudarios (2011), una serie de retratos en blanco y negro de mujeres que sufrieron a causa del conflicto en Antioquia. El relicario es un pequeño contenedor. En él se guardan objetos de valor sentimental o religioso. Puede contener mechones de pelo, fotografías o cualquier objeto especial para quien vive el dolor de su recuerdo. En su más reciente obra, Relicarios (2018), Erika explora dolor y duelo, y busca dignificar a las personas sin reducirlas a estadísticas, evidenciando cada objeto como un material frágil y precioso. Cada cubo transparente conserva objetos y materializa cerca de siete años de trabajo de Diettes en un diálogo íntimo con las personas, con los objetos y con la obra misma.

‘Los llamo dolientes’

A Erika Diettes, a menudo, le preguntan cómo es trabajar con víctimas del conflicto. Para ella es, en esencia, un encuentro entre seres humanos. “No me gusta llamarlos víctimas; los llamo dolientes porque son personas que cuentan sus historias de dolor”.

Entre

En un estudio alquilado en La Unión, Antioquia, Erika comienza a armar los relicarios. Con cuaderno en mano y con un equipo de diez sicólogas se dedican a realizar entrevistas de cuatro a cinco horas por familia.

“Las charlas son un proceso de descubrimiento para los dolientes”, explica Erika. Cada noche, por ejemplo, la mujer de la camisa sentía abrazar a su esposo y lo reconoce durante la entrevista. Esa fue su última muda, su último rastro. Y es una forma de resistir ante lo que le ha sido arrebatado.

se identificaron

8.775.884

víctimas

de violaciones de derechos humanos por elconflicto armado en Colombia. Fueron asesinadas, desaparecidas, secuestradas, reclutadas o desplazadas.

Esto equivale al de la población nacional,

1985 y 2021 16 %

siendo Antioquia uno de los departamentos más afectados.

Según cifras de la Comisión de la Verdad, presentadas junto con el Informe Final (2022)

fotos : Erika Diettes.

Su relación con los dolientes no solo es de escucha, es de confianza. Sus apuntes y bitácoras, donde la artista registra cada relato, se convierten en un repositorio histórico. Por eso sus notas están resguardadas en un archivo protegido por la ley de Derechos Humanos en la biblioteca de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, y no podrán ser abiertas hasta dentro de 50 años. Sin embargo, la memoria de Erika no está resguardada en un archivo; su labor es “ser guardiana de estos testimonios y solo contar aquellas historias acordadas con los dolientes”.

Para ella no hay orgullo en soportar la carga de tantas historias de dolor; en cambio, siente un profundo respeto al apreciar figuras tan “poderosas”, como las llama ella, que han logrado seguir viviendo a pesar de todo. “Es fundamental recordar el foco de mi obra, la denuncia de estas historias y la resiliencia de los dolientes. La gente tiende a imaginar a las víctimas como frágiles y siempre llorosas, pero en realidad son sobrevivientes de desplazamientos forzados, de abusos sexuales inimaginables y de la pérdida de seres queridos. A pesar de todo, tienen el coraje de denunciar y seguir viviendo”.

Recolecta de tesoros

El equipo de sicólogos acompaña a la mujer a su casa. Entregará la camisa de su esposo, asesinado hace una década. Su ropa, la intimidad de ese lazo. A la manera de quien revela el escondite de un tesoro, ella muestra la almohada. Con calma, se toma su tiempo para descoserla, como si cada hilo tuviera el número de serie de una combinación. Una vez fuera la camisa, todos juntan sus manos para lavarla: la mujer, sus hijos y el equipo. Ya limpia, la envuelve en papel seda y se la entrega a la artista. Es un trabajo lento. “Nada de esto es fácil. Si el artista no está capacitado en salud mental, es mejor no improvisar en estos procesos”, señala Diettes. Convencer a las personas de entregar sus objetos “es como sacar al Señor de los Milagros de su urna”.

Los dolientes deciden qué objeto entregar; en muchos casos los acompañan cartas escritas a pedido de los terapeutas. Erika toma sus memorias para conservarlas en los relicarios traslúcidos diseñados para guardar y exhibir estas reliquias.

foto : Natalie López
Valencia.

Un espacio sacro

“En mi cuarto de estudio he tenido una especie de historia clínica organizada sobre la pared”, menciona Diettes. Estaban la foto del doliente, la historia, la bitácora y el relicario. Una tarde, en un punto anterior al agotamiento total, Erika se había dicho que terminaría las historias hasta que finalizara el muro. “La última pieza la hago a partir de la historia de un chico asesinado por pasarse una frontera invisible en Medellín”, comenta. Cuando termina, cuenta su obra y 165 es el número total de relicarios.

Entre las muchas opciones de espacios para exhibir su trabajo, para ella, solo hay en su momento dos alternativas: el Museo de Antioquia o el Museo Nacional. “¿Por qué elegir un museo? Porque son lugares significativos para las personas, donde se exhibe algo valioso. El arte tiene esa capacidad: conectar lo sublime con lo invaluable”, explica.

La inauguración se lleva a cabo en el Museo de Antioquia, donde asisten 800 personas. Sin embargo, tres días antes hacen un trabajo a puerta cerrada. Junto a sicólogas se reúnen con

los 330 dolientes para que se reencuentren con los relicarios.

La disposición de la obra lleva al espectador a adoptar una postura reflexiva, similar a la de leer los nombres en las lápidas de un cementerio. Su intención es crear un espacio sagrado, una reverencia por el dolor. No pasar de largo por respeto, observarlas a todas porque son retazos de memorias de un sufrimiento. Contemplar la peinilla de esta persona desaparecida y, entre hebras, observar la silueta de un rostro, pero mantener distancia para honrar los recuerdos de ese cuerpo. Observar cartas dobladas con los relatos de trece años de secuestro, pero no querer fijar la mirada para descifrar con exactitud qué dicen: contienen algo sagrado, el dolor de un sobreviviente.

La preocupación de Erika se centra en un trabajo que parece no tener fin. Las víctimas del conflicto son diarias. Continúan. Y su rabia surge al pensar que podría dedicarse a hacer relicarios por la eternidad, retratar todos los días el dolor de una nueva historia..

foto : Ricardo Hernández.

Un buen rollo

ubo un tiempo en el que la gente del pueblo de Juana Sánchez se dedicó a cocinar el barro. Pero hoy, en las dos calles transversales de polvo amarillo tostado de este corregimiento del municipio de Hatillo de Loba, solo cuatro mujeres, a mano y fuego, saben cómo hacer las tinajas alrededor de las cuales giró buena parte del sustento de esta tierra. Todavía, cada año, el Festival de la Tinaja abre las fiestas patronales. Sin embargo, no hay quién releve en su tarea a estas cuatro septuagenarias. Ni tantos hombres para extraer el barro ni más mujeres que, con una técnica singular y sin torno, moldeen estas piezas únicas en las artesanías de Colombia.

Suena a cantaleta de abuela.

Algunos de sus hijos, eso sí, se animan a la promoción de los recipientes. Y no viene mal su labor. Para llegar a este lugar, sembrado entre brazos del río Magdalena y un número inmenso de ciénagas en el departamento de Bolívar, se necesitan unas cinco horas de carretera y lancha desde Valledupar. La distancia, con compradores del resto del mundo, puede resultar más breve con un buen catálogo y redes sociales. Estudiantes y maestros de diseño de la Universidad de los Andes los apoyan. Llegaron desde Bogotá y se deslumbraron por la simetría de su trabajo y por la técnica característica de las tinajeras: el enrollado.

fotos : Camilo Andrés Rincón

Punto aparte

entre los brazos del Magdalena, en la depresión momposina.

Juana Sánchez,

Las tinajeras

Celia Molina, Elizabeth Pérez Garzón y María Aislanth Rodríguez son tres de las únicas cuatro mujeres con ese título en el pueblo. A ellas se suma Temilda Molina. Algunos familiares ayudan con extraer, amasar u hornear el barro, pero ellas dan forma, con los moldes como única guía. No utilizan torno, moldean las vasijas con su experiencia; el grosor lo determina la sensibilidad de sus dedos. “Tienen una curva específica. Parecen hechas con una tecnología diferente, por su simetría”, precisa Andrés Amaya, experto en creación de marca y comunicación.

Punto aparte

son sus manos, espátulas hechas de totumo o plásticos reciclados y piedras de río para pulir y dar brillo. Las herramientas

Las tinajas

almacenan y conservan fresca el agua. Pocillos y hasta crisoles para remover impurezas del oro hacen parte de las faenas ancestrales con el barro.

Andrés Amaya y Margarita Echavarría

y los estudiantes Alejandro Rengifo, David Hernández y Juan David Ferro compartieron con la comunidad para registrar la técnica y guiarlos en la difusión de los productos.

la maestría de las tinajeras en este corto documental.

Grito a mar abierto

Una obra escultórica y un drama difícil de atajar: el sacrificio devastador de tiburones para arrancar sus aletas.

l arte salvó los días de Astrid Galán. A los 4 años de edad enfrentó la muerte de su madre, pero la creatividad fue su salvavidas. Para ella, ser artista no es un oficio; es una manera de percibir el mundo. Este guardavida que lleva consigo todos los días la impulsa a defender la existencia en todas sus formas. De ahí su lucha por la conservación de la biodiversidad.

En la exposición Colombia: del megalodón al tiburón linterna enano, Astrid Galán esculpe tiburones. La invitó Biocore, una iniciativa interdisciplinaria para generar acciones sociales y ambientales.

Tallar, para ella, es aquí una forma de protesta.

“Cuando me pidieron trabajar en tiburones vi una gran oportunidad para conceptualizar un mensaje. Creé una serie de aletas blancas, pinté en

ellas mi mano abierta como una manera de decir ‘alto’ al aleteo y a la violencia contra estos seres”.

Durante dos meses y medio trabajó sin descanso sobre 21 especies, la mayoría amenazadas.

“Cortar sus aletas y dejarlos a la deriva es cruel”, enfatiza Astrid. National Geographic describe cómo esta práctica se lleva a cabo principalmente en Asia, América Latina y África, impulsada por la demanda del plato tradicional de sopa de aleta de tiburón. Hecha de caldo de pollo o de ternera, se incorporan aletas para espesar un plato de unos cien dólares, símbolo de estatus en países asiáticos. Entre más agudas las aletas, más valiosas.

Según un informe de la Comisión Europea, en 2021, el comercio global de productos de tiburón alcanzó mil millones de dólares y se comercializaron alrededor de 7.100 toneladas

de aletas. Los principales destinos de este comercio fueron Singapur, China y Hong Kong.

En Colombia, esta práctica está prohibida desde 2020; sin embargo, en 2021, El Tiempo reportó la incautación de 3.493 aletas de tiburón con destino a países asiáticos —entre 900 y 1.000 tiburones habrían sido sacrificados—. Recientemente, el debate sobre la pesca ilegal se reavivó después de la aprobación de la resolución 0119 de 2024, que permite la captura incidental y el aprovechamiento de once especies de tiburones y cuatro de rayas, incluyendo diez tiburones en vía de extinción.

Hoy, en Colombia, 76 especies de tiburones necesitan ser protegidas. Y Astrid deja su huella en esta misión. “Quiero compartir un mensaje: no lastimar a nadie en el mundo… Estas son nuestras especies”.

La exposición

hizo parte de la COP16 (Museo Departamental de Ciencias Naturales, Cali). Se realiza en alianza con el Museo de Historia Natural de Nueva York, del cual se exhiben sus fotografías de tiburones en el mundo. Cada una de las 21 piezas escultóricas serán entregadas a comunidades del Caribe y del Pacífico colombianos con el objetivo de promover la apropiación y la identificación con las especies marinas.

foto :daniElálvarEz

PARAR

En una sociedad que glorifica la hiperproductividad y el rendimiento constante, el aburrimiento se transforma en un acto revolucionario.

Mientras nos empujan al límite con promesas de éxito y nos arrastran hacia la autoexplotación, el aburrimiento emerge como un espacio de resistencia, un desafío directo a la cultura del agotamiento que nos domina.

"Cada uno lleva consigo su campo de trabajo, su lugar de explotación. Se explota a sí mismo creyendo que se está realizando" ( byung - chulhan ,lasociedaddelcansancio ,2010). rebelarse desdeel aburrimiento por Alejandra Muñoz García

¿Te identificas?

Lecturas Redes sociales Trabajo

El club de las 5 de la mañana de robin

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Grit: el poder de la pasión y la perseverancia de duckworth

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Influenciadores con vida perfecta en Instagram

Gurús e influenciadores: ‘¡Aprender esto te va a cambiar la vida!’

¡Sígueme y sé un experto!

Voz de un amigo

¡Yo he leído muchos libros este año!

¿No tienes un

Notificaciones en el celular de personas del trabajo solicitando cosas

Una agenda ocupada

Tienes que aprender aprovechar todo ese tiempo muerto.

Voz de la madre

Deberías hacer ejercicio, ¡te veo fuera de forma!

LOS COLOMBIANOS PASAN UN PROMEDIO DE 9 HORAS Y 1 MINUTO AL DÍA EN LÍNEA.

Soluciones de varios trabajos

Plataformas de aprendizaje

Toma nuestros cursos y mantente relevante en el mercado laboral

yung-Chul Han, filósofo surcoreano-alemán, explica que las sociedades modernas ya no operan a través del castigo o la disciplina, sino que se centran en el rendimiento. Nuestra urgencia de ser visibles y ‘auténticos’ nos ha llevado a autoexplotarnos, sintiendo la constante presión de exhibir todo lo que somos, pensamos y sentimos, especialmente en redes sociales. ¡Siempre mostrando nuestra mejor versión, siempre siendo intere-

santes, exitosos y productivos! Paula Bibiana García Cardona, doctora en filosofía por la Universidad de Columbia y profesora en la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, coincide. Según ella, estamos sometidos a una “expectativa tácita y, aunque ya comenzamos a ser conscientes de cómo nos afecta, aún no hemos logrado reducir los niveles de esa expectativa. Por lo tanto, seguimos respondiendo con estrés y ansiedad a esta presión”.

¿Cuál es el precio de estar hiperconectado e hiperestimulado?

García advierte sobre el impacto cognitivo, emocional, lingüístico y social, destacando la fatiga mental y la alteración del sistema de recompensas del cuerpo. Este sistema, fundamental para la motivación y el aprendizaje, responde a estímulos gratificantes o placenteros, influyendo directamente en nuestras decisiones y comportamientos.

Fatiga cognitiva

Adiós a la escucha activa, contacto visual y empatía.

Más ansiedad, menos control emocional.

Planeación rota, tareas incompletas, la distracción gana.

Problemas de memoria: la información entra, pero no se queda.

Más errores, tomar decisiones bajo presión es cada vez más difícil.

Creatividad estancada: sin reflexión profunda, no hay ideas frescas.

Insomnio y agotamiento.

Impulsividad y dificultad para seguir una planificación estratégica.

Sistema de recompensas en problemas

• Las pequeñas alegrías ya no se sienten igual. Lo simple pierde su encanto.

• Insatisfacción crónica: el cerebro necesita más dopamina para sentirse bien.

• Urgencia por las gratificaciones instantáneas.

• El esfuerzo a largo plazo cuesta más.

"El sujeto de rendimiento es libre del Otro que lo domina desde fuera, pero se halla encadenado a sí mismo, al imperativo interno de rendimiento y auto-optimización. Esta autoexplotación es más eficiente que la explotación externa, porque va acompañada de un sentimiento de libertad."

(byung-chul han, psicopolítica: neoliberalismo y nuevas técnicas de poder, 2014)

¡Rebélate, haz una pausa y abúrrete!

En tiempos convulsos, bajar las revoluciones y detenerse no solo es un acto transgresor, sino una reivindicación en defensa de nuestra humanidad.

"El tiempo libre es esencial para la civilización porque permite la reflexión y el disfrute. Sin el ocio, el progreso intelectual y cultural sería imposible"

bertrand russell, elogio de la ociosidad, 1935.

¿Qué pasa en el cerebro cuando nos aburrimos?

El aburrimiento puede ser muy positivo para la salud mental, pues la falta de estímulos obliga al cerebro a trabajar más, divagar y explorar nuevas ideas. Sin embargo, debe darse en calma y descanso, advierte García. Sin tranquilidad, solo genera más estrés.

Mejor gestión de emociones y regulación de estrés.

La creatividad se enciende, la resiliencia se fortalece.

La agilidad y la resolución de desafíos alcanzan otro nivel.

La pausa inspira a buscar experiencias nuevas y enriquecedoras.

La concentración se recarga tras la calma del aburrimiento.

Al encenderse la autoreflexión, la claridad y la comprensión personal florecen.

Datos uso de Internet y salud mental

64,4 %

de la población mundial tiene Internet y el 60% redes sociales

31%

aumentaron los casos de ansiedad y depresión entre usuarios de redes sociales. El uso temprano de smartphones y la constante comparación en estas plataformas han contribuido significativamente a estos problemas entre los jóvenes.

Martin Heidegger, filósofo alemán del siglo XX, considerado uno de los pensadores más influyentes del existencialismo y la fenomenología, nos enseña que, a través del aburrimiento profundo, las personas se ven forzadas a confrontar el vacío de su existencia, lo que les permite reflexionar sobre su vida, su propósito y su ser en el mundo.

¿Cómo practicar el aburrimiento positivo?

"El aburrimiento profundo arranca al hombre de su cotidianeidad y le revela el ser en su totalidad, permitiendo que se enfrente consigo mismo y con la esencia de su existencia" (Martin Heidegger, Los conceptos fundamentales de la metafísica, 1929-1930).

Timeblocking:

Desconectarse con propósito y a propósito. Desconexión digital: desde minutos al día hasta un día entero, pausa la tecnología para revitalizar cuerpo y mente.

las fuentes y las referencias de todo esto en revistapuntos.com

En la monotonía, la mente se libera y encuentra nuevas ideas. Lavar los platos, caminar por el parque o hacer jardinería, deja que tu mente se relaje y divague. García concluye: “Venimos de generaciones que han priorizado la productividad por encima de todo. Necesitamos cambiar el chip...

Mindfulness

...QUÉ BUENO ES NO HACER

NADA, SIMPLEMENTE SENTARSE Y MIRAR AL INFINITO”

Movimiento y vitalidad: ejercicio para cuerpo y mente. Conectar con la naturaleza: sus estímulos suaves tranquilizan la mente. Mindfulness y meditación no guiada, en silencio y sin dirección: 10 minutos de calma al día.

Monotonía

Contamos las historias que dan vida a su mensaje

Producimos branded content para empresas y organizaciones reconocidas en todo el mundo gracias a nuestra red global de productores, fotógrafos, realizadores audiovisuales y redactores.

Realizamos piezas de alta calidad (desde videos institucionales, animaciones, cortometrajes hasta Instagram Stories) con las últimas tendencias en el desarrollo de contenido corporativo.

Somos la filial de servicios corporativos de la prestigiosa agencia internacional de información Agence France-Presse, con alcance a más de 4 mil medios de

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