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Ciencia en la UCA
Ciencia que Cuenta: 23 doctorandos UCA compartieron sus investigaciones
La Vicerrectora de Investigación e Innovación, Dra. Clara Zamora El Rector Dr. Miguel Á. Schiavone

El 10 de agosto, se realizó la 1º Jornada de Divulgación Científica: Ciencia que cuenta, en la que distintos doctorandos de la UCA compartieron las investigaciones en las que están trabajando. La actividad fue organizada por el Vicerrectorado de Investigación e Innovación Académica. Participaron el Rector Dr. Miguel Ángel Schiavone, la Vicerrectora Dra. Clara Zamora e investigadores -en calidad de moderadores- de diferentes unidades académicas de la Universidad. La jornada estuvo dirigida a investigadores, docentes, becarios, alumnos de doctorado y alumnos del último año de las carreras de grado de las cuatro sedes de la UCA (Buenos Aires, Mendoza, Paraná y Rosario). Los expositores, que están terminando su tesis de doctorado o que acaban de defenderla, tuvieron 10 minutos para hacer la presentación en formato divulgación. El evento estuvo organizado en seis bloques, en cada uno de los cuales se eligió a un ganador. El primer bloque estuvo integrado por Marina Laura Tomasotti (Doctorado en Sociología), Flavia Susana Arrigoni (Ciencias de la Salud), Tania Theoduloz (Economía) y Gastón Giribet (Filosofía). Del segundo, participaron Camila Olivera (Doctorado en Ciencias Biológicas), Jorge Horacio Vignale (Administración de Empresas), Lorena Bersano (Ciencias Jurídicas) y María Victoria Alcala (Letras). Los expositores del tercero fueron Carina Hess (Psicología y Psicopedagogía), María Paula Marcone (Ciencias Médicas Básicas), Facundo Galván (Ciencias Políticas) y Luis Pérez Valero (Música). El cuarto bloque estuvo integrado por Rocío Zepeda Majmud (Doctorado en Ciencias Políticas), Franco Raschetti (Derecho), Guadalupe Germano (Psicología) y Mateo Belgrano (Filosofía). El quinto, por Carolina Emilia Martínez (Psicología), Fátima Soledad Schönfeld (Psicología), Claudia Beatriz Mendoza (Teología) y Félix Cárdenas (Música). Por último, expusieron Diego Agustín Ferreyra (Doctorado en Historia), Florencia Sofía Fontana Estévez (Ciencias Biomédicas) y Enrique Ciro Bianchi (Teología). Los ganadores elegidos fueron Gastón Giribet, Camila Olivera, Luis Pérez Valero, Guadalupe Germano, Fátima Soledad Schönfeld y Florencia Sofía Fontana Estévez.


Inmunización contra el Covid-19: “Las vacunas estudiadas son seguras”

El Observatorio de Salud Pública de la Universidad Católica Argentina publicó en septiembre los resultados de una investigación sobre las reacciones adversas neurológicas y psiquiátricas con las vacunas OxfordAstraZeneca y Pfizer-BioNTech contra Covid-19 en el Reino Unido. Se trata de un trabajo conjunto realizado por el Dr. Santiago Pérez-Lloret con investigadores de Argentina, Australia, Canadá y Estados Unidos. Para esta investigación, se examinaron los informes sobre efectos adversos neurológicos y psiquiátricos tras la inmunización con las vacunas contra el SARS-Cov-2 BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) y ChAdOx1 (Oxford-AstraZeneca) entre el 9 de diciembre de 2020 y el 30 de junio de 2021 en el Reino Unido. Se encontró que los efectos negativos tras la inmunización fueron relativamente infrecuentes. El Dr. Pérez-Lloret comentó a Noticias UCA los resultados obtenidos en este trabajo y aseguró que “sugieren que las reacciones adversas neurológicas y psiquiátricas son poco frecuentes”.
-¿Cuáles fueron los principales efectos que observaron en cada caso?
-En nuestro estudio observamos una baja frecuencia de eventos adversos neurológicos y psiquiátricos luego de la aplicación de las vacunas ChAdOx1 (OxfordAstraZeneca) y BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) para el Covid-19. Nuestros principales hallazgos fueron una mayor frecuencia de cefaleas y migraña, Síndrome de Guillain-Barré, temblor, congelación, y otros síntomas de parkinsonismo luego de la aplicación de la vacuna ChAdOx1 en comparación con la aplicación de la vacuna BNT162b2. Por otro lado, la Parálisis de Bell, presíncope, síncope y ansiedad fueron más frecuentemente reportadas luego de la aplicación de la vacuna BNT162b2 en comparación a ChAdOx1.
-¿Son efectos que deberían preocupar a quienes se aplicaron estas vacunas?
-Nuestros hallazgos revelan una baja proporción de los eventos anteriormente mencionados, reforzando la noción de que las vacunas estudiadas son seguras. Sin embargo, ante cualquier reacción experimentada luego de la aplicación de esta se deberá consultar a un médico.
-¿Cómo contribuye este estudio a reforzar la importancia de la vacunación contra Covid-19?
-Nuestros resultados sugieren que las reacciones adversas neurológicas y psiquiátricas son poco frecuentes. Por ejemplo, se observaron 1685 reportes de cefalea por un millón de dosis de ChAdOx1 administrada. Los reportes de otras reacciones no superaron los 574 casos por un millón de dosis administradas.
-¿Cómo se obtuvieron los datos y sobre qué muestra se trabajó?, ¿qué método se utilizó para medir los efectos?
-Se utilizaron los reportes de reacciones adversas luego de la aplicación de las vacunas realizados a la Agencia de Contralor de productos medicinales y de salud del Reino Unido (United Kingdom Medicines and Healthcare products Regulatory Agency) entre el 9 de diciembre de 2020 y el 30 de junio de 2021.
-¿Se ampliará esta investigación a otras vacunas contra Covid-19?
-En este momento estamos trabajando en profundizar nuestra comprensión de las reacciones adversas relacionadas con síntomas neurológicos de parkinsonismo, que se observan en algunos casos luego de la aplicación de las vacunas. El artículo “Disproportionality analysis of adverse neurological and psychiatric reactions with the ChAdOx1 (Oxford-AstraZeneca) and BNT162b2 (PfizerBioNTech) COVID-19 vaccines in the United Kingdom” fue elaborado por Matilde Otero-Losada, Nikolai Petrovsky, Abdallah Alami, James A. Crispo, Donald Mattison, Francisco Capani, Christopher Goetz, Daniel Krewski y Santiago Pérez-Lloret. Se encuentra publicado en Expert Opinion on Drug Safety.
Actividad física: ¿cómo influyen los factores socio-económicos en la intensidad del ejercicio?

Una investigación realizada por el Dr. Christian Martín García-Witulski, del Centro de Desarrollo Humano Sostenible de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA, encontró que las personas con empleo realizan más actividad física que la población inactiva y que también tienden a aumentar la intensidad de las mismas para compensar la falta de tiempo. El estudio, publicado en octubre en Frontiers in Public Health, se titula “Contemporary and dynamic effects of socio-economic factors on physical (in)activity: Does intensity matter?” (en español, “Efectos contemporáneos y dinámicos de los factores socioeconómicos en la (in)actividad física: ¿importa la intensidad?”). De acuerdo con el trabajo, la escasa actividad física se mantiene desde hace décadas como un factor de riesgo que atraviesa todas las edades y géneros a nivel internacional. Recientemente, un estudio realizado sobre unos 1,9 millones de personas en 168 países estimó que la prevalencia de la actividad física insuficiente-definida por la OMS como realizar menos de 150 minutos semanales de caminata rápida o menos de 75 minutos semanales de carrera- a nivel mundial es del 27,5%. En Argentina, las últimas cuatro Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo (ENFR) muestran que la baja prevalencia de actividad física no ha disminuido en los últimos 15 años. La primera ENFR realizada en 2005 mostraba una prevalencia de inactividad física del 46,2%, que se incrementó en sólo ocho años hasta el 55,1%, concluyendo las últimas estimaciones de 2018 en el 44,2%. Asimismo, otro estudio del autor ha calculado que la actividad física podría ser responsable de alrededor del 4% de las muertes por enfermedades no transmisibles y de casi el 3% de las muertes por todas las causas. En este marco, el estudio se propuso identificar diversos efectos contemporáneos y dinámicos de los factores socioeconómicos en las decisiones de los individuos de asignar su tiempo a las actividades físicas cuando se considera la intensidad de las mismas. Se observó, en ese sentido, que quienes perciben un mayor salario reducen el tiempo de actividad física, pero aumentan su intensidad. Esto es porque los cambios en el coste de oportunidad del tiempo son muy significativos y proporcionan cambios en las decisiones de las personas respecto a la asignación de su tiempo a la actividad física. Un hallazgo interesante es que las personas con empleo realizan más actividad física que la población inactiva, a la vez que quienes están ocupados hacen una compensación entre tiempo e intensidad. También se encontró que un mayor nivel de educación aumenta la probabilidad de participar en actividades físicas, pero disminuye el tiempo dedicado a dichas actividades. Además, existen impactos heterogéneos en el nivel de actividad física entre hombres y mujeres, lo cual se deriva del trabajo extra en el hogar de las mujeres con al menos un hijo. A modo de conclusión, la investigación señala que estas observaciones pueden ser útiles para el diseño de políticas públicas destinadas a aumentar la actividad física.
Psicología Positiva y rendimiento escolar

La Dra. Fátima Soledad Schönfeld, graduada de la Licenciatura en Psicología de la Facultad Teresa de Ávila y flamante doctora en Psicología, basó su tesis en el aporte de la Psicología Positiva al desempeño escolar. El trabajo se titula “Estudio de trayectoria de los factores psicológicos asociados al compromiso académico: necesidades psicológicas básicas y capital psicológico” y una de sus principales observaciones que el capital psicológico juega un papel importante para favorecer el compromiso de los estudiantes. “Es importante fomentar en los adolescentes su autoeficacia, su optimismo, la esperanza y la resiliencia”, señala.
-¿Qué es la Psicología Positiva y por qué elegiste este enfoque para tu tesis doctoral?
-La Psicología Positiva es una disciplina que se aboca al estudio de los aspectos saludables de los seres humanos, sus recursos y fortalezas. Es el estudio científico de aquellas condiciones y procesos que contribuyen al funcionamiento óptimo de las personas, los grupos y las instituciones. De esta manera, se enfoca en aquellos aspectos que hacen que la vida valga la pena, la realización personal, la felicidad, la calidad de vida y las cualidades de la gente. Tradicionalmente, la Psicología ha puesto énfasis en el estudio de los trastornos mentales, los procesos de enfermedad, las emociones negativas y el conflicto. De esta forma, se puede decir que, sobre todo, ha explicado el malestar, relegando a un segundo plano el estudio científico del bienestar. Ese fue un motivo por el cual elegí el paradigma de la Psicología Positiva como orientador de mi tesis doctoral. Otra de las razones fue que la Psicología Positiva tiene diversas influencias y hace aportes interesantes para el contexto educativo. Sin embargo, la evidencia existente es escasa. Uno de los conceptos más importantes de la Psicología Positiva es el de compromiso o también llamado engagement. Este fue el constructo que estudié, buscando conocer factores psicológicos que favorecen y predicen este estado cognitivo-afectivo que se caracteriza por el vigor, la dedicación y la absorción de los estudiantes a la hora de llevar a cabo una tarea escolar. La experiencia de engagement desencadena innumerables resultados deseables en los estudiantes, favoreciendo el rendimiento académico, protegiendo su salud mental y evitando riesgos como la deserción o conductas de tipo disruptivas, entre otros aspectos.
-¿Cuáles son tus hipótesis de trabajo?
-Las hipótesis de mi trabajo fueron las siguientes: 1) Las necesidades psicológicas básicas, el capital psicológico y el compromiso académico se modificarán a lo largo del tiempo en estudiantes de nivel secundario (considerando tres momentos de su trayectoria escolar); 2) Estas mismas se asociarán de manera significativa en dichos estudiantes, en los tres tiempos de evaluación; 3) Las necesidades psicológicas básicas (medidas en el primer tiempo) serán predictoras del compromiso académico (medido en el tercer tiempo); el capital psicológico (medido en el segundo tiempo) tendrá un papel mediador en dicha predicción. De las mencionadas, la más importante para mi trabajo fue la tercera. En este sentido, los hallazgos del trabajo permitieron comprobar la misma. Por tanto, se destaca el papel importante del capital psicológico, como un conjunto de fortalezas personales que, estando presentes, favorecerían el compromiso de los estudiantes.
-¿De qué forma la Psicología Positiva puede aplicarse en el rendimiento escolar?, ¿qué pudiste observar sobre esta relación en tu tesis?, ¿qué resultados pudiste contrastar?
-La Psicología Positiva, al centrarse en el estudio y la promoción de aspectos positivos, como el compromiso académico, favorece en los estudiantes el éxito académico y contribuye a mejorar el rendimiento. El compromiso académico es considerado por diversos antecedentes de investigación un factor clave para el éxito escolar de los niños y los adolescentes. A corto plazo, predice el aprendizaje y el rendimiento académico; a largo plazo, promueve la asistencia a la escuela, la permanencia en la misma, la graduación y la resiliencia académica. En este sentido, algunos de los interrogantes principales de mi trabajo fueron: conociendo las implicancias del compromiso académico y su importancia en el contexto de la escuela, ¿cómo podemos promover dicho estado en los estudiantes?
¿existen ciertos recursos personales que lo favorecen? ¿es necesaria la satisfacción de ciertas necesidades psicológicas para que se dé el compromiso?
- ¿Cuáles fueron tus principales conclusiones?
-Los principales resultados del trabajo indican que las necesidades psicológicas básicas predicen el capital psicológico de los adolescentes medido un año después y que el capital psicológico favorece el compromiso académico evaluado un año más tarde. Por otro lado, existe una influencia indirecta de las necesidades psicológicas sobre el compromiso académico, mediada por el capital psicológico. De este modo, se puede decir que la satisfacción de las tres necesidades psicológicas básicas percibida por los estudiantes (es decir, la posibilidad de elegir y de sentirse iniciadores de su conducta, de relacionarse de manera eficaz con el ambiente escolar y el cariño, respeto y conexión con el grupo) predicen los recursos psicológicos que conforman el capital psicológico (autoeficacia, optimismo, esperanza y resiliencia). Además, este conjunto de recursos promueve el estado de vigor, de dedicación y de absorción respecto a las actividades escolares (compromiso académico). Esta conclusión nos lleva a destacar la importancia, sobre todo, del capital psicológico en tanto mediador y predictor del compromiso en los estudiantes. Se vuelve importante fomentar en los adolescentes su autoeficacia (favorecer en ellos la confianza en relación a sus capacidades y cualidades), su optimismo (fomentar la expectativa de que las cosas van a salir bien), la esperanza (trabajar en objetivos concretos para los estudiantes y en la capacidad de planificar las vías para llegar los mismos) y la resiliencia (fomentar en los estudiantes la capacidad de recuperarse frente a situaciones adversas y salir fortalecido de ellas).
-¿Cómo puede llevarse esto a la práctica en las escuelas o qué recomendaciones harías al respecto?
-En primer lugar, considerando los aportes de la Psicología Positiva, es posible pensar a la escuela como un contexto en el que, más allá de los conflictos y dificultades, como así también de las limitaciones propias de los diferentes actores, existen aspectos qué sí funcionan, que son saludables y, de este modo, fomentar dichas cualidades. La Psicología Positiva no niega que los problemas existen, pero sí propone tener una mirada diferente, una perspectiva centrada en el bienestar y la salud. Si nos enfocamos específicamente en la promoción del compromiso académico a través del capital psicológico, es posible pensar el desarrollo de programas de intervención que contribuyan a fomentar estas experiencias y recursos personales. El trabajo de tesis doctoral me llevó a reflexionar tanto en el estudio de estas temáticas desde el área de la investigación y la promoción del conocimiento científico, como desde el lugar de docente y de estudiante… ¿En qué nos centramos?, ¿en señalar los problemas y limitaciones o en destacar lo positivo y las fortalezas?
El trabajo “Desarrollo de vajilla sónica para favorecer la reducción en la ingesta de azúcar”, propuesto por Mara Galmarini (Directora del Laboratorio de Análisis Sensorial UCA-CONICET), Sebastián Tedesco, Bruno Alejandro Mesz y Juan Cruz Amusategui (Universidad Tres de Febrero) obtuvo la primera mención en el Concurso Federal de IdeasProyecto para la Innovación Tecnológica y la Reactivación Económica, organizado por la Agencia I+D+i. En “Desarrollo de vajilla sónica para favorecer la reducción en la ingesta de azúcar”, el equipo de investigadores postula que las bebidas edulcoradas son una de las principales fuentes de azúcares simples y, en muchas dietas, responsables de un exceso de calorías que puede llevar a la obesidad, especialmente en niños y adolescentes. “En muchos casos los azúcares pueden ser reemplazados por edulcorantes intensivos no calóricos, pero estos tienen un perfil de dulzor diferente que no es apreciado de la misma manera por todos los consumidores y, además, su uso no está recomendado en toda la población”, señala el proyecto. Estudios en el área de análisis sensorial muestran que existe una manera de reducir el contenido de azúcar sin que se modifique el dulzor percibido: haciendo participar a otros sentidos, como la vista y el olfato, se puede crear una percepción similar. Si bien cada sentido tiene sus receptores específicos (y son los receptores gustativos los que interactúan con los azúcares) la percepción es el resultado de la integración de la información que llega por medio de cada uno de ellos. Al efecto de un sentido sobre la percepción de otro se le llama interacciones transmodales. Por ejemplo, una interacción entre la vista, el gusto y el olfato se da al ver un vaso con una bebida de color anaranjada y esperar que la misma sea dulce, ácida y con sabor a naranja. Pero las interacciones también pueden conjugarse entre el alimento y un factor externo como, por ejemplo, la música. Varios estudios realizados por los miembros de este equipo con bebidas como vino y café muestran que hay una interacción directa entre determinados tipos de fragmentos musicales y el gusto percibido, por ejemplo, intensidad de dulce, amargo o ácido. En ese sentido, el proyecto plantea la implementación de tecnología para el desarrollo de copas musicales, para reforzar aún más esta interacción transmodal música-gusto a través de la sincronicidad de los estímulos sonoros y gustativos, y permitir una mejor percepción del dulce. El objetivo es conservar la intensidad del dulzor aun disminuyendo la concentración de azúcares en la bebida.