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Contexto de la Economía Social en México: perspectivas y retos
Por LUIS DANNY GARCÍA REZA LAURA BERENICE GARCÍA SOTO
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Introducción La economía es uno de los principales factores para el desarrollo de toda nación, por lo que es esencial priorizar el análisis de ésta en el ámbito rural y urbano, a fin de impulsar su desarrollo para combatir la pobreza y la desigualdad social. No obstante, existen escasos análisis de las economías regionales que permitan identificar las fuerzas que provocan tales desigualdades, por lo que se busca desarrollar proyectos orientados sobre dichos temas. El presente artículo tiene como principal contextualizar la situación de la economía objetivo contextualizar la situación social de nuestro país a fin de analizar de la economía social en nuestro las perspectivas actuales y los retos país a fin de analizar
El sistema económico o modo de producción con el que nos regimos actualmente es el capitalista neoliberal, imperialista o monopolista, es decir, la segunda fase del capitalismo. De acuerdo con Méndez Morales (2016), el capitalismo ha logrado sobrevivir a pesar de ser un modelo complejo y contradictorio y ha generado grandes desigualdades sociales, favoreciendo el desarrollo de unos cuantos empresarios y financieros que dominan la vida económica de los países. En México, el capitalismo neoliberal ha sido aplicado desde 1983 y ha favorecido a las grandes empresas transnacionales, dejando a un lado la producción y transformación de productos para el mercado nacional, afectando a las personas que viven en el sector rural y su entorno. De acuerdo con el Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) para el 2018 existen más de cincuenta millones de personas en situación de pobreza por ingresos, lo que representa el 41.9% de la población total de México; de los cuales al menos nueve millones viven en situación de pobreza extrema.


La economía social y solidaria es una respuesta a los planteamientos descritos en los párrafos anteriores, la cual ha cobrado vital importancia en los últimos años por las crisis económicas y financieras que se viven a nivel mundial y que ha incrementado la situación de desigualdad, de precariedad laboral y de disminución de los servicios públicos.


Esta, a diferencia de las empresas tradicionales, está enfocadas en la solidaridad sin perseguir el lucro y un ejemplo de aplicación, son las cooperativas.
De acuerdo con Mendoza Arellano (2007), la economía social es vista como una alternativa de desarrollo o bien como otra forma de hacer economía que involucra a los sectores más vulnerables.
Para Hernández López (2017), la economía social y solidaria es entendida como aquella forma de economía que no participa de la economía basada en la propiedad privada orientada al lucro por medio de la maximización de los beneficios y la minimización de los costos.
La economía social de acuerdo a este autor, responde a una modalidad cuya propiedad y control, reside en la sociedad civil, por lo que por frecuencia se le denomina como economía del tercer sector. La economía social aun cuando no es un sistema institucionalizado y rígido para cada país, está constituido por una gran variedad de tipos de entidades, las cuales son contempladas en el artículo 25 Constitucional y en la Ley de Economía Social y Solidaria (LESS); entre las cuales se pueden mencionar las siguientes:
• Sociedades Cooperativas. • Comunidades. • Ejidos. • Organizaciones de trabajadores. • Empresas que pertenezcan mayoritariamente o exclusivamente a trabajadores. • En general todas las formas de Organización
Social para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios.
De acuerdo al “Diagnóstico del Programa de Fomento a la Economía Social” realizado por la Universidad Iberoamericana de Puebla, en 2013 existían poco más de 60,000 Organismos del Sector Social de la Economía (OSSE) en el país, de los cuales 47,361 corresponderían a las figuras jurídicas mencionadas en la Constitución y en la LESS. Uno de los problemas que atraviesa el sector social de la economía, es que no existe suficiente información detallada y confiable, principalmente de datos estadísticos que permitan apreciar con exactitud la importancia del Sector en la economía nacional de México. Las condiciones mencionadas anteriormente, impiden su comparación con otros países que han avanzado en el registro del número de sociedades cooperativas y de datos que contribuyen a medir su desempeño. Otro aspecto a considerar es el que menciona Rojas Herrera (2006) quien contextualiza que “ni desde el Actualmente el INAES ha impulsado programas que buscan fortalecer a los diversos Organismos de la Economía Social a través de la integración de Instituciones Educativas de Nivel Superior, una instancia de gobierno y un organismo del sector social de la economía a fin de generar estrategias de capacitación técnica y especializada que permitan la permanencia y consolidación de los OSSE. punto de vista jurídico ni de las políticas públicas, existe uniformidad o criterios comunes en lo relativo a la forma en que deben apoyarse o promoverse a las empresas y organizaciones que forman parte del sector social de la economía”. Lo anterior pone en manifiesto el papel que tiene las empresas sociales en la economía social.

Conclusión

Derivado de los factores que se mencionan en párrafos anteriores, es de suma importancia mpulsar el fomento de la economía social y es por ello que en el 2012 se crea el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES); dicho organismo tiene como objetivo instrumentar las políticas públicas de fomento y desarrollo del sector social de la economía, con el fin de fortalecer y consolidar al Sector como uno de los pilares de desarrollo económico y social del país, a través de la participación, capacitación, investigación, difusión y apoyo a proyectos productivos del Sector.
Referencias:
1. Doppler, Flurina y Alma Amalia González (2007). “El comercio justo: entre la institucionalización y la confianza”, Problemas del Desarrollo, Vol. 38. No. 9, abril-junio, pp. 181- 202. 2. Diagnóstico del Programa de Fomento a la Economía Social, Universidad Iberoamericana Puebla. México, Diciembre 2013. 3. Hernández López, Mario Humberto. (2017). Economía social y solidaria. Emprendedores. 166. 62-66. 4. Instituto Nacional de Economía Social (2016). Fichas Técnicas de la Matriz de Indicadores para Resultados 2016. 5. Méndez Morales, J.S. (2016). Problemas económicos de México y sustentabilidad (8a ed.) Ciudad de México. Mc Graw Hill 6. Rojas Herrera, Juan José. (2006) Análisis del panorama asociativo presente. Llamado Sector Social de la Economía Mexicana, en Pérez de Uralde J.M.(coordinador) : la economía social en Ibero América. Un acercamiento a su realidad. FUNDIBES VOL.2 Valencia. 7. Secretaría de Economía (2015). Programa de Fomento a la Economía Social 2015-2018. Programas Sectoriales, Especiales y/o Institucionales.
México requiere de un sector que contribuya a la búsqueda de nuevas formas de diseñar e instrumentar políticas públicas, mediante una sociedad más participativa en donde se involucren los diversos actores del país: gobierno, instituciones educativas y organismos del sector social de la economía. Lo anterior se podrá lograr mediante el reconocimiento de la economía social en nuestro país, buscando el bienestar de toda la población y no sólo el enriquecimiento de unos cuantos como opera el modelo económico vigente. Se requiere de gran esfuerzo por parte de las instituciones para realizar estudios que determinen las condiciones actuales de los organismos del sector social de la economía que permitan conocer a mayor detalle las condiciones de operación y las áreas de oportunidad a fin de generar propuestas de capacitación especializada.
