Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 35 • XXII DOMINGO ORDINARIO, Ciclo C
1 de septiembre de 2019
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
La humildad,
un valor que tanta falta hace
en nuestro tiempo
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“Buscaban los primeros lugares…” esús fue invitado a un banquete que organizaba un jefe de los fariseos. Como eran muy amantes de cuidar las apariencias y buscar ser admirados y reconocidos, es evidente que buscaban estar cerca del jefe:
Jesús, el maestro, les da la primera lección de humildad A ellos Jesús dirige una enseñanza: cuando uno busca el último lugar se evita problemas y tensiones; evita una carrera desgastante de vanidades, temores, competencias y humillaciones. En cambio el que busca el primer lugar se expone a fracasos dolorosos, situaciones humillantes, desengaños. Luego Jesús se dirige al Jefe que lo invitó, pidiéndole que rompa con ese círculo de vanidades e intereses mundanos. Porque los que tienen intereses políticos, económico, o ligados a la vanidad social, se invitan mutuamente, creando un mundillo donde no hay un deseo generoso de homenajear al amigo o hacerlo feliz, sino solamente de alimentar el propio prestigio y los propios intereses. Jesús nos propone un gran reto. Jesús nos invita a dar un paso verdaderamente celestial: invitar a los pobres, a los ciegos y a los lisiados, a esos que son despreciados y no tienen prestigio, que no pueden brindarnos ninguna retribución económica, estética o sensual. Esa invitación solo se puede hacer por amor. Quien lo haga recibirá una recompensa eterna y de un valor superior a los reconocimientos humanos. Solo así se unirá a la forma de obrar de Jesús
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