Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 32 • XIX DOMINGO ORDINARIO, Ciclo C
11 de agosto de 2019
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
Dios nos da una herencia
inimaginable
J
esús mira al grupo pequeño y pobre de sus discípulos y deposita en ellos una luz de ternura. Los invita a no tener miedo, les dice que Dios es su Padre y les ha dado su Reino. “Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón” Pero también les recuerda que el corazón de ellos puede apegarse a las cosas de la tierra, que el tesoro de ellos puede dejar de ser Dios. Por eso los exhorta a ser desprendidos y a dar limosna, para que el tesoro de ellos esté realmente en las cosas del Cielo. En la lógica del Reino, mientras más damos, más nos enriquecemos de bienes celestiales. “Dichosos aquellos a quienes su Señor encuentre en vela y cumpliendo con su deber”: No debemos dormirnos en nuestros laureles Jesús pide a sus discípulos que estén atentos, que no se duerman; el Señor puede volver en cualquier momento y encontrarnos viviendo como viven los incrédulos y malvados. Y en esa venida, el Señor exigirá una respuesta mayor a los que han recibido más. Los bautizados, que han sido privilegiados con la presencia de Jesús, con su Palabra, con su cariño cercano, tendrán que responder por el tesoro que se les ha confiado; por eso de ellos se espera una respuesta de AMOR mayor que los que no tienen el don de la fe.
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