Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 21 • VI DOMINGO DE PASCUA, Ciclo C
26 de Mayo de 2019
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
¿Una religión que impone cargas?
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esús habla de una forma contundente acerca de la religión, "El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a Él y haremos morada en Él.” La religión cristiana, es sobre todo una capacitación permanente para el amor; no se trata solo de poner reglas, sin ton ni son; no se trata de querer aventar a los seres humanos al sufrimiento, sin ningún sentido. Todo lo contrario, el sentido verdadero es capacitarnos para darle un espacio al amor de Dios Desde los tiempos de Jesús, la religión, mal entendida, o entendida a medias; ha tenido riesgos de ser interpretada de una manera torcida, con resultados nada agradables. Se le ha mirado, con sentido prohibitivo, de tal forma que nos impide ser felices. Algunos la han tomado como una imposición para el sufrimiento, en vez de ser una comunicación viva con Dios. La religión, piensan algunos, solo provoca situaciones complicadas; difíci-
les y hasta capaces de generar altercados. Multiplica las situaciones de sufrimiento y disgusto; nada agradables. Y sin embargo si reflexionamos con detenimiento, llegaremos a valorar, que es sobre todo para provocar el amor; el servicio y la reconciliación con quienes más lo necesitan. El Defensor, el Espíritu Santo, “que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo...” esta es la verdadera promesa de Jesús para la humanidad entera. Una religión de sufrimiento no es nada seductora; pero una religión que nos dé un sentido nuevo del sufrimiento, mirando a Jesús, de seguro nos llena de esperanza. Tiene un significado cultural y religioso para el pueblo judío, pero puede suceder, en todos los niveles culturales, religiosos e históricos, como una carga difícil de llevar, más que una respaldo profundo del amor de Dios por nosotros. ... mi paz les doy; no la doy yo como la da el mundo.
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