N.º 7 • I D omingo
E
de
C uaresma , C iclo B
• 18 de Febrero de 2018 •
La Cuaresma purifica y ennoblece
ntrar al tiempo cuaresmal es agradable para el alma y para el cuerpo. Saludable para la vida espiritual y también novedad y beneficio en lo material; favorece nuestra alimentación, pero sin duda alguna, lo fundamental es que entremos a un tiempo para reflexionar cómo y por qué vivimos de una forma o de otra; demasiado materialmente, sin ningún aliciente espiritual. Nos permite darnos cuenta también, si le damos el suficiente espacio a nuestra relación más profunda con Dios y con el prójimo. Una historia que detruye y purifica Dios tiende la mano a los que han fallado. Invita a todos a regenerarse, a cambiar el estilo de vida, a hacer menos daño y buscar cómo hacer el bien a los demás y a nosotros mismos. Nos dice el libro del Génesis, que después de que la tierra se había llenado de maldad, Dios quiso purificar el universo. Pero ahora, en el tiempo cuaresmal, tiene una visión, sobre todo llena de misericordia. Recordar nuestro bautismo “Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la
tierra." Dios hace la promesa de estar a nuestro lado en las buenas y en las malas; invitándonos por supuesto de distintas formas a salir del mal, aprender una y otra vez a practicar el bien. Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente nos salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo.
Dios no quiere culpables sino arrepentidos La carta de San Pedro debe convencernos para tratar de ser un poco mejores de lo ordinario en este tiempo cuaresmal: “Cristo murió por
los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conduciros a Dios”. Vencedor del mal “El Espíritu empujó a Jesús al desierto. Él permaneció en el desierto cuarenta días”. La Cuaresma tiene este sentido; buscar desde diversas formas nuestra purificación, dar pasos para avanzar, de lo que somos a lo que debemos ser, y así poder vivir de mejor forma. ¿Cuáles son hoy las herramientas necesarias para salir de nuestros males, para construir un mundo mejor, una sociedad que se ayude y que mejore en todos los sentidos? Tres remedios Jesús nos invita, en este tiempo de Cuaresma, a buscar en el interior, en lo social y comunitario, a tomar actitudes diferentes ante el mal que se nos infiltra y destruye lo más sagrado de nosotros. Oración sobre todo, que es la comunicación frecuente con Dios. Penitencia, que implica lavar de alguna manera nuestra conciencia por el daño que hemos hecho a los demás y a nosotros mismo. Y también de alguna manera domesticarnos para librarnos del mal y compartir lo poco que tenemos para hacer el bien a través del ayuno voluntario.
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