Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 49 • II DOMINGO DE ADVIENTO, Ciclo C
9 de Diciembre de 2018
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Dios mostrará su esplendor
E
l Adviento es un tiempo muy peculiar, aunque debiera ser un tiempo para reflexionar y vivir fuertes momentos de oración, en la realidad, es una entrada solemne y gosoza a las fiestas navideñas. En nuestro calendario mexicano son días marianos porque precisamente durante estos días celebramos las apariciones de nuestra madre Santa María de Guadalupe. El mensaje que nos trae este domingo tan particular, está cargado en las celebraciones mexicanas con un tinte netamente guadalupano; estos días son una riqueza muy singular para la Patria mexicana porque entramos en un revuelo de fechas que tienen mucha relación con la fe de este pueblo mexicano, es precisamente Dios quien nos quiere mostrar “todo su esplendor” en la presencia de su Madre Santísima. ¿Puede una madre olvidarse de ti? Dios, que es fiel, nunca se olvidará de nosotros; aunque nosotros nos alejemos de Él. A Dios le preocupa el futuro del pueblo y siempre quiere estar cerca de nosotros. Esto nos lo anuncia el Adviento como noticia esperanzadora para sentirnos queridos por nuestro padre. Sobre todo por su llegada en Navidad en carne humana a través de un Niño que necesita todo de nosotros; pero sobre todo amor.
El Adviento es una esperanza segura En el Evangelio de este domingo existe una promesa que se cumple cada día si somos capaces de tener el oído atento a Dios. El profeta Isaías, un hombre clave para entender las promesas de salvación, asegura que todos verán la salvación de Dios. El Dios que se apiada de su pueblo, que llega con el don de la salvación mostrándose en un pequeño Niño; nos invita a preparar el camino en el presente de cada día. María nos trae a su Hijo Ha querido vivir nuestra humanidad, ser uno más entre nosotros, para atraernos hacia su corazón. Nos recuerda la Biblia que “Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas”. Como si dijéramos que va a arreglar todo para que su Hijo pueda llegar a nuestras vidas nacido de una mujer. Nos dice la Palabra de Dios de forma poética ha mandado llenar los barrancos hasta allanar el suelo. Quiere que todos aceptemos la salvación de Dios. Adviento, un tiempo diferente El tiempo de Adviento es sobre todo, un tiempo de esperanza. Esta virtud nos invita a vivir las cosas a nuestro alrededor con mucha ilusión, con la necesidad de cambiar lo que no está bien. Las lecturas del Profeta Baruc, al igual que las de Isaías, nos hablan de la necesidad de vivir personalmente este cambio. Para que todos puedan ver la salvación de Dios.
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