N.º 47 • Jesucristo Rey del Universo, Ciclo B • 22 de Noviembre de 2015 •
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"Tú reinarás..."
oy, que ya es el último Domingo del Año litúrgico, celebramos la Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo. Una Fiesta que debemos entender bien para evitar malentendidos. Durante la misma vida de Jesús, ya se produjeron estos malentendidos: después de la multiplicación de los panes, por ejemplo, la gente quiere proclamar rey a Jesús para que les siga resolviendo los problemas y así no tengan que afrontar las propias responsabilidades ante el hambre. Y Jesús tiene que huir, convencido de que no le han entendido. En el Evangelio de hoy, los judíos denuncian a Jesús ante Pilato, acusándole de hacerse pasar por rey y de sublevar al pueblo en contra de la autoridad establecida. Y el mismo Jesús que, para no confundir al pueblo había rechazado el título de rey o mesías cuando las multitudes le seguían y le aclamaban, viene ahora y lo reivindica, cuando todo el mundo le ha abandonado y condenado a muerte; porque, en estos momentos, el título de rey parece un escándalo e invita a escoger la incredulidad o, bien, la fe, pero ya no se pueden producir los malentendidos de antes. Se trata de un Rey sin ejércitos y sin trono, que no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida por los suyos. Pero, ¿cuál es su Reino? Puesto que, de hecho, toda la predicación de Jesús consiste en anunciar el Reino de Dios y proclamar como Buena Noticia que este Reino ya está presente entre nosotros y que un día será realidad, porque Dios nos hará este regalo. Precisamente hoy, en el prefacio, daremos gracias a Dios por el Reino de Jesús, que es "el Reino de la verdad y la vida, el reino
de la santidad y la gracia, el Reino de la justicia, el amor y la paz". Y la respuesta no puede ser más sencilla ni más diáfana: todo lo que hay en el mundo, sea donde sea, de verdad o de vida; todo esfuerzo o realidad de justicia, amor y paz, todo ello es el Reino de Dios, todo ello tiene la fuerza y la consistencia de Dios.
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