N.º 46 • DOMINGO XXXIII ORDINARIO, CICLO B • 15 de Noviembre de 2015 •
¿Cómo prevenir los TIEMPOS DIFÍCILES?
L
a vida, como una fiesta emocionada, duele y duele mucho, cuando nos dicen que se acaba. En ciertos momentos de dolor y en rachas de incertidumbre y de pobreza, casi preferimos que la vida se acabe, que termine porque no tiene caso seguir viviendo con tanto sufrimiento, carencias, falta de amor en las familias. Y el colmo es cuando nos decepcionan las gentes a quienes amamos, o aquellos que por su quehacer, puesto o vocación, tienen la tarea de ayudar. Son estos días el final del año litúrgico. Las Lecturas de este domingo hablarán, por lo tanto, de cómo serán los últimos tiempos. Esta situación cercana al fin del año litúrgico invita a ser cautos, muy cuidadosos en temas de nuestra felicidad y de nuestras familias. Es tiempo de dar espacio a la reflexión, al diálogo con los cercanos, saldar cuentas con los que hemos ofendido; estos son, en definitiva, los temas que más importan. Este es el tiempo de recomponer con oración, buenas obras y reflexión; darle espacio a Dios en nuestro corazón. Dios tiene creaturas a nuestro servicio Los finales no tienen que ser malos; mucho depende del ánimo con que se llegue y las motivaciones que se tengan. El pasaje de Daniel anuncia la intervención de Dios –dice la Primera Lectura– a favor de sus fieles a través de Miguel,
el ángel encargado de proteger a su pueblo. Son imágenes que invitan a mantener viva la esperanza, a no sentirnos derrotados antes de tiempo; nunca dejarnos vencer de las artimañas del mal que nos rodean como un imperio de maldad y mentira. Al final, Dios nos reunirá Es cierto que hay angustias por el futuro, por cada día que amanece y por los años venideros; quisiéramos que las cosas mejoren, pero como pintan, pareciera que vamos de mal en peor en muchos asuntos, políticos, económicos y los que más duelen: los familiares. Los males son difíciles de evitar, sobre todo aquellos que no dependen de nosotros. Aunque en muchos asuntos sí se pueden tomar prevenciones. Dios nos dice en el Evangelio de hoy: «Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducen que el verano está cerca; pues cuando vean que estas cosas suceden, sepan que el final está a la puerta». Cristo intercede por todos «Cuando cuando vean suceder esto, sepan que Dios está cerca, a la puerta». Mientras tanto, todos, discípulas y discípulos, estamos comprometidos en poner orden en este mundo; hacer a un lado los sistemas injustos para que Dios venga a mostrar su amor con todos.
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