Hoja Parroquial 42 - 2018

Page 1

N.º 42 • XXIX D omingo O rdinario , C iclo B

• 21 de Octubre de 2018 •

Seguir a Cristo es compartir su Cruz

E

n el Evangelio de hoy, Jesús anuncia a los apóstoles su muerte en la cruz. Estamos acostumbrados a ver la imagen del Cristo crucificado. Pero nos podemos preguntar una vez más si hemos aceptado hasta sus últimas consecuencias la actitud de Jesús y la llamada que nos hace a seguirlo. Los apóstoles tenían por aquel entonces una fe muy inmadura: buscaban la recompensa y seguían a Jesús por esa recompensa: –“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda”–. De aquí que cuando vieron que Jesús era aprisionado, todos lo abandonaron: ¿para qué sirve un Dios que ya no nos puede ofrecer nada? Lo mismo nos sucede con las devociones a los santos y a la Virgen María. Veneramos al santo más famoso en conceder favores, y hasta llegamos a discutir qué virgen es la que más oye a sus devotos... ¿Qué tiene que ver todo esto con una fe auténtica? Esto es lo que debemos plantearnos hoy. La religión cristiana no es una lotería de beneficencia, ni una compañía de seguros; tampoco Dios o los santos son gerentes de las mismas. La fe cristiana es el seguimiento de Jesús. Es a nosotros mismos a quienes debemos exigir esto o lo otro.

Seguir a Cristo es compartir su cruz. Seguir a Cristo con la cruz de cada día, no nos da derecho a recompensas especiales, lo explicará en seguida Jesús a todo el grupo apostólico. Pero ahora queda en claro algo: Hay una sola forma de seguir a Jesús, y es bebiendo su misma copa, bautizándose en la muerte de uno mismo. Aquí podemos hacer referencia a dos sacramentos a través de los cuales nos unimos al Cristo de la cruz y del amor. Son el Bautismo y la Eucaristía. Dar la Vida para que el mundo cambie. Hoy celebramos el Domingo mundial de las misiones, encomendamos en nuestras oraciones a los misioneros por su entrega, por su dedicación a la obra evangelizadora, en lugares tan diferentes a los de origen y en situaciones, a veces, nada fáciles. Ellos tienen clara su misión: colaborar –a través de la Palabra de Dios y el anuncio de Jesucristo Salvador– para que las personas con quienes conviven obtengan un modo de vida de acuerdo con la dignidad que Dios quiere para sus hijos e hijas. La evangelización, que ellos realizan, incluye buscar los medios necesarios para que en el mundo todos nos encontremos como en nuestra casa común. Los misioneros y misioneras se cansan, se gastan y se desgastan en el empeño. Oremos por ellos y ayudémoslos.

1


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.