Hoja Parroquial 41 - 2018

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N.º 41 • XXVIII Domingo Ordinario, Ciclo B

• 14 de Octubre de 2018 •

¿Cómo ser creyentes, según Jesús?

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e dice que los seres humanos, sólo buscamos el confort de lo material y dejamos de lado fácilmente la enorme riqueza humana y espiritual de la que somos capaces. En la carrera alocada de la humanidad, por hacer más placentero el mundo en el que vivimos, y poder disfrutar de las cosas con mayor provecho; olvidamos lo más fundamental del ser humano, su capacidad de discernir el destino de las cosas y del hombre mismo. Dejamos la “sabiduría” de la vida abandonada... hacemos equipo con el grueso de la humanidad, que quiere “sólo el disfrute de la vida” sin mayor esfuerzo y criticamos a esos que no saben darse gusto o placer en esta vida. La sabiduría del futuro Hoy recordamos un pensamiento de enormes alcances... “cuando me preocupé de los bienes del corazón, me llegaron todos juntos”. Nos hace falta un espacio y tal vez motivos para darle un sentido humano y cristiano a nuestros comportamientos personales y sociales. La plegaria necesaria en nuestros días debería ser permanentemente decir: “sácianos de tu misericordia Señor".

en los labios de todos “...qué tengo que hacer para alcanzar la vida eterna”. Hoy es menester recordar que somos una generación materialista en sus objetivos... en nuestros juicios. Hoy para mostrar cariño y preocupación por los demás, el recurso más fácil que tenemos es ofrecer un regalo, no tanto del alma sino una expresión material. De esta forma el regalo envuelto, es lo mejor para ofrecer nuestro cariño: olvidamos formas singulares de lo que significa, el amor, la caridad vestida de interés y preocupación por los demás.

Dios juzga los deseos e intenciones del corazón Una pregunta es necesaria para todos, creyentes y no creyentes. En nuestro tiempo pareciera que hemos abandonado todo sentido espiritual y nos contentamos sólo con el disfrute de lo material. Cuando la sabiduría centenaria nos sigue repitiendo: “Hacer el bien con los bienes”. Tenemos que aprender a leer los tiempos y circunstancias en que vivimos. Pregunta que sigue siendo necesaria En la narración del Evangelio, asombra una pregunta que debería estar

Sé justo El Evangelio nos refiere este diálogo sencillo, pero de mucha profundidad, de un hombre rico, que tiene o quiere tener ideales que valgan la pena. Su pregunta es sincera y limpia: ¿qué debo de hacer para alcanzar la vida eterna? La respuesta de Jesús es elemental, profunda, tal vez no esperada por el joven, tampoco por nosotros, que usamos otras formas de ser creyentes. Jesús aprovecha la ocasión para poner las cosas en claro con sus discípulos: el apego al dinero y al poder puede ser una dificultad mayor para entrar en el Reino de Dios.

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