N.º 13 • La Resurrección del Señor, Ciclo B
• 1 de Abril de 2018 •
«Todavía estaba oscuro, muy de madrugada»
“T
odavía estaba oscuro”. Más que señalar el evangelio una hora de la mañana, los discípulos quieren expresar que todavía no entienden la muerte de su Señor. Se les había embotado la mente con tanto sufrimiento. Tal vez se decían: Si alguien que luchó tanto por la vida, mereció la muerte, si hizo tanto bien y lo mataron... ¿qué será de nosotros? Pero con la Resurrección, todo cambia, todo es de nuevo esperanza. ¡Resucitó como lo había dicho! El amanecer de un día nuevo, diferente, les trae un nuevo ánimo. "Se han llevado del sepulcro al Señor..." Los primeros sucesos, después de la muerte del Señor, les habían tumbado toda alegría y esperanza. Pero al buscar al que depositaron en el sepulcro, al encontrar éste vacío sintieron una alegría plena. Se dieron cuenta que esa muerte dolorosa cambia las cosas, sólo necesitan acordarse poco a poco de lo que Jesús les había dicho... No hay lugar para el desconsuelo, porque se abrirá una gran puerta hacia la esperanza. “...Hasta entonces no habían entendido las Escrituras” El sufrimiento que vieron en el Señor, les bloquea el entendimiento. Si así han tratado al que sólo busca el bien... Al final pareciera que gana el mal... pero en ese día se darán cuenta de que todo “sucede como lo había
dicho”. Es la Resurrección el nacimiento de una nueva esperanza. Nuevos cambios se están dando La carta a los corintios que hoy leemos, tal vez demasiado breve es totalmente expresiva y alentadora... “Celebremos la Pascua, no con levadura vieja, que es corrupción y maldad, sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad. La Resurrección de Jesús debe animar toda nuestra esperanza...” Es necesario empezar a ver las cosas de forma diferente, con gran esperanza porque Dios está de nuevo entre nosotros. Renace la esperanza Los discípulos después del sufrimiento... su esperanza se compone, vislumbran otra manera nueva de vivir. “...Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo”, No solamente resucita, sino que nos invita y nos incluye en su propia Resurrección. “...Porque Dios estaba con Él”. Así también debe suceder cada día para nosotros. Él Resucitó y nosotros somos testigos “....Testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver”. En estas fiestas, se debe estar dispuesto a comenzar una nueva etapa para nuestra vida....
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