N.º 1 • S ANTA M ARÍA M ADRE
DE
D IOS / C ICLO A
• 1 de Enero de 2017 •
MARÍA, Madre de Dios
H
oy celebramos la solemnidad de la Madre De Dios y, por iniciativa de Pablo VI, también el Día de la Paz. En el fragmento evangélico de hoy, se nos presenta la actitud de María ante el acontecimiento del nacimiento de su hijo con estas palabras: "María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón". San Lucas, con esta expresión, que se repetirá más adelante (v. 51), nos quiere indicar que María considera los acontecimientos de Belén como señales que anuncian el sentido de la vida de Jesús y, sobre todo, el misterio pascual. Eso quiere decir, que la Madre de Jesús los vivía, no de una manera superficial o puramente sentimental, sino que los conservaba en su corazón, en los más íntimo de su persona y se esforzaba por entenderlos cada vez más y mejor. Esta es la actitud que deberíamos tener también nosotros. Es verdad que nos cuesta, que hay muchas cosas que nos distraen, que absorben nuestra atención... pero hoy, la Virgen María se nos presenta, una vez más, como lo que realmente es: la primera y más excelsa cristiana y por ello, nuestro modelo indiscutible. No "pasemos" de esta llamada de hoy. Procu-
remos, como ella, profundizar en el misterio de Navidad. No nos quedemos simplemente en la poesía, en el sentimiento, en lo externo... Pensemos qué nos dice ahora, hoy y aquí el hecho de que el Hijo de Dios naciera en un pesebre. Precisamente, esta es la señal dada por los ángeles a los pastores. Pensemos también cómo se realizó la primera evangelización (anuncio de la Buena Nueva). No fue dirigida a personas influyentes, sino a unos pastores que se encontraban acampando fuera de la ciudad. Son dos ejemplos, pero hay otros que hemos de tener en cuenta, para guardarlos en nuestro corazón. Profundicemos de una manera seria en el mensaje de Navidad, no nos quedemos simplemente en la corteza, en la periferia, en puros sentimentalismos estériles... María, la Madre de Jesús, nos lo enseña.
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