Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 06 • V DOMINGO ORDINARIO, Ciclo B
07 de Febrero de 2021
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Para fortalecer la esperanza
oy, muchas personas se identifican con algunas frases de las lecturas de este domingo. Una podría ser: “mis días se consumen sin esperanza”. Hay demasiadas cosas que nos preocupan, la familia, las autoridades, los partidos políticos y, por supuesto, también, en nuestra vida religiosa, para quienes formamos una Iglesia que parece sus fieles están pasivos, y que no quieren hacer algo más por su fe. El Señor sana los corazones destrozados En un mundo que cada vez cree menos en la esperanza, por tanta gente que sufre, por las desilusiones personales, familiares, sociales, económicas, también políticas e, incluso, religiosas; todo esto nos puede orillar a la desilusión. Sin embargo, la palabra de Dios quiere llenarnos de esperanza: “Alabad al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. El Señor nos reconstruye...” Hay palabras dolorosas “Se alarga la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba. Mis días... se consumen sin esperanza. Recuerda que mi vida es un soplo, y que mis ojos no verán más la dicha”. En ese mismo estado de ánimo, hay muchísima gente a nuestro alrededor. Por lo económico, por las enfermedades; también por lo político y, lo más terrible y real..., ¡Mucha gente ya no se deja ayudar ni por la religión!
Hacer cambios en mi modo de vivir San Pablo nos propone reflexionar acerca de situaciones que precisamente le ocurrieron a él, mientras su tarea estaba en “dar a conocer el Evangelio, anunciándolo en vano...”, sin usar el derecho que le daba la predicación del Evangelio. Él nos invita a estar con Jesús: “... porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles, me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos.” Sabemos que, a través de su palabra, podremos transformarnos. Jesús nos ofrece su presencia El Evangelio de hoy da la oportunidad de animar la esperanza; de sentir la fuerza de Dios en medio de la adversidad. Repasemos con cuidado este fragmento del Evangelio. Jesús “se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: 'todo el mundo te busca.' Él les respondió: 'Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí'”. ¡Quiere estar con nosotros! Jesús nos recuerda hoy, a través del Evangelio de Marcos, que quiere entrar en la vida de todas las personas; ser uno de ellos en los momentos difíciles o sencillos de cada ser humano. La cercanía para hacer el bien es su principal tarea.
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