Parroquial Hoja
N.º 53 • Domingo de la Sagrada Familia / Ciclo C • 30 de Diciembre de 2012 • Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Evolucionan los tiempos, las familias permanecen
E
s frecuente oír pláticas de los padres, quejándose amargamente del comportamiento de algunos hijos, porque nada más se fueron y ya no se acuerdan de los brazos que los arrullaron ni de la educación que recibieron. Menos frecuente, pero también se oye de hijos que añoran la presencia de sus padres porque volaron a formar un segundo hogar, y sólo los dejaron al cuidado de los abuelos, o simplemente los abandonaron. Entrar en el mundo de la familia es entrar en la parte medular de la conciencia del ser humano; pues es ahí, en la familia, en donde suceden las mejores cosas. Pero si hubo ausencias de cualquier categoría, se oirán lamentos y crecerán los hijos como ayunando diariamente del afecto necesario para crecer robustos espiritualmente. En el domingo siguiente a la Navidad, que nos presenta a Dios hecho hombre en el seno de una familia, la liturgia nos presenta a la Institución familiar como base y piedra de toque de toda agrupación humana, y una tarea irrenunciable de la sociedad para vivir las virtudes elementales de cada mujer y hombre. El Libro del Eclesiástico ofrece consejos simples, pero profundos: «Quien da honra al padre vivirá largos días, obedece al Señor quien da sosiego a su madre». Y también:
nidad de amor en donde se van aprendiendo las mejores virtudes. En cada época, van cambiando las costumbres y la mentalidad, la exhortación a la mansedumbre, a la paciencia, al perdón y, sobre todo, al amor; es algo realmente básico para la familia de todos los tiempos. Niños, jóvenes, maridos, mujeres, abuelos, todos cabemos en el jarrito de la familia para acomodarnos y vivir mejor. Jesús y sus padres
«pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido, será para ti gracia en lugar de tus pecados». Consejos antiguos siempre válidos
Se dirá, y a veces con sorna, que la Biblia dio consejos para otros tiempos, pero que al presente no, ya que todo ha cambiado... pero no podremos dejar de ver en estas enseñanzas milenarias que, en nuestro comportamiento de hombres y mujeres, necesitamos de esa medicina simple para vivir. Desde una perspectiva cristiana, la familia tiene una función insustituible: ser la comu-
Jesús ha subido a Jerusalén, va en la fiesta de familia al templo. Tenía Doce años, la edad en que los niños empiezan a sentirse independientes. Jesús empieza a vislumbrar su vocación, y sus padres están a medio concebirla, pero están sin entender ese cambio drástico, y decidirán guardar esas cosas en su corazón para irlas entendiendo. Nunca ha sido fácil entender a los hijos, ni tampoco los hijos a los padres. Allá, Jesús empieza a encontrar la conciencia de Dios en su vida y va a ser la oportunidad para vivirlo en familia, aunque nos parece, de una forma dolorosa, como suceden muchas cosas en nuestras propias familias. Pero de ese dolor sale la paz, y también vendrá la confianza en el Padre Dios y el entendimiento con sus padres y de su vocación, y entrega a través de su familia.
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