Hoja Parroquial - 16 de Diciembre de 2012 - Num. 51

Page 1

Parroquial Hoja

N.º 51 • Domingo III de Adviento / Ciclo C • 16 de Diciembre de 2012 • Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106

Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.

“El que tenga dos túnicas...”, que comparta con alegría

E

n tiempos de miseria, de problemas y males sociales, puede suceder una de dos cosas. Una respuesta negativa: aliarnos al mal, desesperarnos o dar por desahuciada toda lucha siguiendo nuestro tren de vida, poniendo sólo “parches mal pegados” a nuestros males. La respuesta positiva sería llenarnos de esperanza y confianza para dar soluciones a la maldad que nos ha rebasado. Al presente es evidente que nuestra sociedad va cargada de contrastes, del mal y del bien. Nos invade una tergiversación de los valores cristianos; respiramos un secularismo rampante que nos aleja de Dios; y presumimos y nos enorgullecemos de una libertad sin límites en donde el gusto personal es la única moral que respetamos. Pero, en medio de todo esto, puede renacer una esperanza que aligere nuestra carga y nos ayude a cambiar de rumbo. Ningún mal puede contra la esperanza.

Dios, que llega, cambia nuestra suerte El Adviento es el tiempo de la esperanza en un Dios, que mira nuestra miseria y nos viene a salvar. Las Lecturas de la cercanía de la Navidad, alientan de alguna manera nuestra esperanza. Entrar en camino de purificación es ya el anuncio de que Dios puede cambiar

nuestra suerte. El profeta Sofonías, de la Primera Lectura, nos invita a esa alegría porque Dios viene a cambiar nuestra suerte. Él quiere cambiar su sentencia de muerte porque quiere estar en medio de nosotros. Así nos lo recuerda también el Salmo tomado de Isaías, que concluye los oráculos que anuncian la llegada del Emmanuel. Dios está en medio de nosotros. La Carta de los Filipenses, de la Segunda Lectura, es una clara invitación para estar alegres por estos acontecimientos. Lo mejor de todo: “El Señor está cerca”. Es tiempo de hacer oración y suplicar por nuestro mundo, un tanto torcido. ¿Qué debemos hacer? La gente de tiempos de Jesús le preguntaba al Bautista para prepararse mejor: "¿Qué debemos hacer?". Y en aquel ambiente de la espera del Mesías, Juan

sugería diversas respuestas, según la clase de gente que le preguntaba. A todos animaba a dar y compartir: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene, el que tenga para comer que haga lo mismo". A los soldados a no extralimitarse, no extorsionar; a otros publicanos que querían bautizarse, les dijo: "No exijan más de lo que está fijado". La prueba de que han comprendido el bautismo de Juan, se da con el cambio de comportamiento. El Evangelio pretende que el oyente de la Palabra de Dios cambie de alguna manera su conducta, que la cambie para el bien, por supuesto. Los que tienen bienes o poder, deben compartirlos con los más débiles, con los que no tienen. Estas son las exigencias de preparación para que Jesús llegue a nuestras vidas en este Adviento, camino hacia la Navidad.

1


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.