Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 46 • XXXII DOMINGO ORDINARIO, Ciclo A
12 de Noviembre de 2023
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Con las lámparas encendidas
a parábola de este domingo se llama “la parábola de las diez vírgenes,” y tiene que ver con estar listos y bien dispuestos en medio de circunstancias indefinidas, es decir, en medio de no saber “el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir”. El punto principal es que no sabemos cuándo pasará, pero sí sabemos cómo esperarlo. Como en una boda El enfoque de esta parábola es el grupo de diez vírgenes. Aquí encontramos una parábola llena de imágenes de una boda, frecuentemente utilizadas en la Biblia para hablar de acontecimientos mesiánicos. Las bodas en este contexto son diferentes a las nuestras, pero las diez vírgenes representan a nuestras damas de honor, las cuales tienen el papel de recibir al novio antes de la boda. Esta parábola habla de una disposición muy básica de la humanidad: es difícil esperar y estar listos para un evento que uno no sabe cuándo sucederá. Si supiéramos el día y la hora… Otra manera de decirlo es que muchas veces estamos motivados por la urgencia obvia, y sin esto, es difícil estar preparados y a la orden. Se puede hablar de esta disposición como básica. No sabemos cuándo una crisis puede afectarnos, pero debemos estar preparados de la mejor manera posible para el caso de que suceda una crisis. No sabemos cuándo moriremos, pero la muerte es algo que todos vamos a enfrentar. Y lo mismo se aplica a la segunda venida de Cristo: no sabemos el día
ni la hora, pero en fe creemos que regresará. Si supiéramos el día de nuestra muerte, ¿cambiaría nuestra actitud hoy?, ¿cambiaría nuestra fe y nuestra espiritualidad si supiéramos con certeza que Jesús no va a regresar durante la duración de nuestras vidas? Es muy posible que la respuesta a ambas preguntas sea que sí. Y esto indica algo más preocupante: nuestra fe, nuestras vidas, y nuestro comportamiento no deben basarse en lo que pasará, sino en la confianza de hacer lo que debemos. ¿Qué significa estar preparado para la segunda venida de Cristo? Una indicación de una respuesta está en las instrucciones que Jesús da a sus discípulos cuando se está despidiendo de ellos, según el Evangelio según san Juan (capítulos 14–17). Les dice a los discípulos que deben amarlo y guardar sus mandamientos; las dos cosas van juntas. Esto significa que las enseñanzas de Jesús no son añadiduras sin sentido a su obra; al contrario, el Señor demuestra la verdad acerca de nosotros, de Dios y de nuestro mundo, y por eso, sus enseñanzas son esenciales a todo lo que significa ser cristiano. También, Cristo indica que debemos permanecer en Él (Juan 15,4). Es decir, debemos practicar las disciplinas espirituales (oración, alabanza, participación en los Sacramentos) para que podamos crecer en su presencia por medio del Espíritu Santo en nuestras vidas. Haciendo esto, estaremos listos y tendremos la sabiduría suficiente como para enfrentar lo que nos depare el futuro. (Daniel Castelo).
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