El Amiguito - 8 de Mayo de 2016 - Num. 19

Año LXXXIII. Guadalajara, Jal., 8 de Mayo de 2016

DRO E P SAN ISPO DE B O Z R ISE A A T N TARE

Núm. 19

PONL E TUS E NOMBRE A MOCI ONES

IÓN, S N E C S LA A ERIO T S I M UN L” “DIFÍCI

¿QUIÉN ENSEÑA A QUIÉN? MINI HISTORIA:

EL REGALO DE LA ABUELA

LA ASCENSIÓN, UN MISTERIO "DIFÍCIL" *Tratamos de subir para que no pisen los otros, para estar más alto que ellos, social, económica y culturalmente. *Tratamos de subir poniéndoles a los demás un pie encima o viendo cómo tiramos al que está arriba. *Y esto no es subir, es bajar. Éstas no son ascensiones, sino bajezas. El misterio de nuestra ascensión consiste en llegar a estar muy por encima de todas estas cosas y por encima aun de nosotros mismos. *Porque el misterio de la ascensión cristiana consiste paradójicamente en descender: -“El que quiera ser grane ustedes –es decir, entr de el que quiera subir-, que sea el que los sirva… como el Hijo del hombre que no ha venido a ser servido, sino a servir”.

Es un misterio difícil el de nuestra ascensión.

sa.

Tomado del Misal de Buena Pren

*N

o el de la Ascensión de Cristo, luego; desde n de nsió asce la de sino el nosotros los cristianos. *Porque a todos nos gusta subir, pero casi siempre nos extraviamos en el camino. Es decir, subimos a donde no hay que subir.

SAN PEDRO ARZOBISPO DE TARENTAISE

A

miguit@s, hoy conmemoramos a San Pedro, Arzobispo de Tarentaise. Nació cerca de Vienne, Francia. Desde joven, dio pruebas de poseer una memoria extraordinaria y de gran inclinación a los estudios religiosos y a los 20 años ingresó a la abadía de Bonnevaux.

Todavía no cumplía los 30 años cuando fue elegido superior del nuevo convento de Tamié en las montañas de Tarentaise. Con la ayuda de Amadeo III, donde de Saboya, que le tenía gran estima a San Pedro, fundó un hospital para enfermos y forasteros, él asistía personalmente a sus huéspedes.

E n 1142, fue elegido arzobispo de Tarentaise. Visitaba constantemente su dió-

cesis, fundó instituciones para la educación de la juventud y el socorro de los pobres y promovió la celebración de los divinos oficios en todas las iglesias. En 1155, desapareció sin dejar huella. Se había retirado a una abadía de Suiza, donde los monjes que no sabían quien era, lo aceptaron como un hermano. Pero cuando sus superiores se enteraron de la noticia, lo obligaron a regresar a su diócesis donde los feligreses lo recibieron con júbilo.

Por su fama de hábil pacificador, Alejandro III decidió enviarlo a negociar la reconciliación entre Luis VII de Francia y Enrique II de Inglat e r r a .

Cuando volvía a su diócesis, San Pedro cayó enfermo y murió. Su canonización se realizó en 1191.

PONLE NOMBRE A TUS

EMOCIONES

L

os Amiguit@s, las emociones están con nosotros en todo momento.

No hay un solo día de nuestras existencia en el que no estemos teniendo una emoción, la percibamos o no. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de las emociones que estamos viviendo, sería muy agotador tener que procesar en todo momento de forma consciente “ahorita estoy sintiendo esto, entonces me voy a comportar así”, eso lo hace nuestro cerebro de forma automática.

Teniendo en cuenta que actuamos en función de nuestras emociones, hacernos conscientes de lo que estamos sintiendo, nos ayudará a entendernos a nosotros mismos. Entenderemos: por qué nos comportamos de esa manera, qué es lo que nos provoca esa emoción; una

vez identificado podremos: mantener la emoción si es que nos agrada, o cambiarla si no nos interesa mantenerla.

Hacernos conscientes de nuestras emociones no es tarea sencilla, si no estamos acostumbrados. Se trata de detenernos, mirar hacia adentro y percibir lo que estamos sintiendo. Para ello es necesario responder algunas preguntas y ponerle nombre a tu emoción: ¿cómo te sientes?, ¿qué te dice tu cuerpo?, ¿qué nombre le pondrías a lo que estás sintiendo?

No es importante que llames a tu emoción según lo que dice la gente o los libros, ponles el nombre que se te ocurra: caramelo, azul, nube… según la que sientas, darle un nombre te ayudará a identificar y modificar lo que no te guste. Inténtalo.

EL REGALO DE LA ABUELA

E

n la familia s e celebraba que Cecilia cumplía 14 años.

El padre, la madre y los hermanos, la felicitaron y le hicieron regalos muy bonitos.

Su abuelita le regaló una sencilla corona de violetas y alrededor había perlas atadas.

-Hijita mía –le dijo la anciana con bondad-, que estas perlas sean el símbolo de tus virtudes y las violetas el de tu modestia.

Pero Cecilia miró despectivamente aquel regalo, diciendo entre sí: -Esperaba de mi abuela algo mejor que esto, pues al fin y al cabo, violetas las hay en todos los bosques y estas perlas falsas tienen un resplandor parecido a las de cristal que se venden en los puestos de la feria.

Y sin afecto alguno hacia su

abuela, tomó la corona y la colocó sobre la cabeza de su hermanita Rosita, diciéndole con una risa burlona: -Esta corona azul sienta muy bien sobre tu cabellera rubia.

Yo no sabría qué hacer con ella, pero para una pequeña como tú, es un regalo estupendo.

Ante ese comentario, su abuela respondió: -Tu hermana tiene razón, Rosita. Este regalo es más apropiado para una niña modesta y sin pretensiones y no para una señorita orgullosa e interesada. Estas perlas, cuyo valor no aprecia Cecilia, son en realidad buenas y no falsas como ella asegura. De esta manera tu hermana, que no sabe apreciar la intención de los regalos, se ha quedado sin las perlas finas.

PÁGINA PARA TU PAPÁ Y TU MAMÁ

¿QUIÉN ENSEÑA A QUIÉN?

P

uedes enseñar a tu hijo que esto es un mundo maravilloso, donde puede sentirse seguro a pesar de sus peligros, donde pueden amar y confiar.

Puedes enseñarle:

-A desconfiar y vivir a la defensiva.

-A ser fuerte, independiente o a esconderse en los demás y traspasar responsabilidades.

-A gobernar o ser gobernados.

-A seguir o ir contracorriente.

Pero también puedes aprender muchas cosas de él: -Sorprenderte.

-Atreverte.

-Perseverar.

-Divertirte.

-Amar generosamente.

-Creer.

Cuando intervienes con tu hijo, lo modificas, ya sea en positivo o negativo. Por eso, cada una de tus intervenciones debe contener una intención clara, de trascendencia y con significado. Y así, sin poder evitarlo, tú también te modificas.

Los hijos nos hacen mejores personas y hacen mejor el mundo que nos rodea.

Y recuerda que, todos somos maestros y alumnos.

Pregúntate: ¿qué vine a aprender aquí y qué vine a enseñar? Louis Hay.

QUE...

S A Í B SA

inclinada de *¿Dentro de la Torre as, y cada an mp ca Pisa hay siete a en una nota ad afin á est s ella de una sical? mu ala diferente de la esc

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LABERINTO Amiguit@s, nuestra amiga Polita ha perdido a su muñeca, ¿podrían ayudarla a encontrarla sin perderse en el laberinto?

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