CONTEXTO
26 DE MAYO - DÍA DE LA DEMOCRACIA SINDICAL
Retos e importancia del 26 de mayo Día de la Democracia Sindical para el magisterio colombiano, antioqueño y clase trabajadora.
Pensamiento y acción, por el direccionamiento de ADIDA, FECODE y CUTcomo organizaciones obreras
Democratizar
LUCHA SINDICAL Y RESPETO POR LA VIDA
Lida Yasmín Morales Cuervo Candidata Junta Directiva de ADIDA
Los Sindicatos no son organismos desligados de la política, toda vez que se inspiran en los principios de la lucha de clases.
José Díaz Ramos (1895-1942)La lucha que históricamente ha librado la clase obrera para defender su dignidad y conquistar nuevas y mejores condiciones de vida, es el resultado de sus grandes sacrificios, esfuerzos e incluso prolongados períodos de prisión, cuya consecuencia lamentable en muchos casos, ha llegado a ser la eliminación de un gran número de vidas, dedicadas a defender los derechos de la clase trabadora. Lo anterior, demuestra que el movimiento sindical cumple un papel de gran importancia en el proceso de desarrollo de una sociedad más justa, democrática, crítica y solidaria; pues las organizaciones sindicales son por excelencia organismos que propugnan por el bienestar de los trabajadores, la defensa y ampliación de sus derechos, la igualdad y la justicia social. Por ello, la dirigencia debe fundamentar su pensamiento y acción en la confrontación a toda forma de explotación y con convicción de clase obrera, asumir como opción de vida la lucha sindical y popular, apartándose de las tergiversaciones de la las causas sindicales y populares.
Por lo anterior, la dirigencia sindical debe orientar su accionar y trabajo hacia las masas, en este caso hacia el magisterio colombiano, con vocación de servicio, sin recibir ningún tipo de beneficio que desvirtúe sus convicciones y su papel como transformador social, para crear credibilidad y confianza en las bases, que son su razón de ser. De allí, que es necesario que el magisterio entienda su deber moral y político en la selección y elección de sujetos que representen verdaderamente los intereses, preocupaciones, necesidades y problemas del gremio, conservando la objetividad al momento de elegir de manera libre y responsable las personas más idóneas para representarlos como dirigencia sindical.
Por consiguiente, ese momento histórico ha llegado, para leer de manera crítica las propuestas, los argumentos o ideas, que permitan nuevas conquistas laborales y restablecimiento de derechos, que sistemáticamente y a lo largo de estas décadas se han ido perdiendo como gremio. De esta manera, el movimiento sindical y en particular el Magisterio Colombiano con gran alborozo comprende que el próximo 26 de mayo de 2023 día de la democracia sindical, se constituye en la oportunidad para que las bases magisteriales lleven a las direcciones de las diferentes organizaciones sindicales los mejores hombres y las mejores mujeres, que en la práctica objetiva, abracen los principios del sindicalismo, entre los que se cuentan la democracia sindical, la solidaridad de clase, así como la independencia frente al Estado y quienes lo representen, los partidos políticos los gobiernos y el clero; de manera que al poner al centro la Movilización Social se fortalezca la organización sindical y la unidad en la lucha por mejores condiciones de vida para los trabajadores y el pueblo colombiano.
Desde esta perspectiva, se hace necesario un sindicalismo (que en parte es representado por el magisterio) que aporte al desarrollo de una sociedad colombiana, de carácter más democrática y social, que sientes las bases de un gobierno donde realmente se respete el Estado Social de Derecho, no como simple teoría, sino como verdadera praxis objetiva en la realidad concreta y en el devenir histórico de nuestra sociedad, que a lo largo de más de 200 años ha sido explotada y desconocida por la élites o poderes económicos que se han apoderado de las instituciones del Estado, para dar paso al desarrollo de nuevos contenidos que produzcan verdaderas reformas para el Cambio Social y Económico y que además, recojan en mayor medida las necesidades sentidas del magisterio y los sectores populares.
Así mismo, desde el movimiento sindical es importan te desplegar un trabajo por el respeto de nuestro planeta, por nuestra madre tierra, que generosamente nos brinda el espacio para albergar y desarrollar la vida, nuestras luchas y contradicciones. Finalmente, entender que es deber de todos insistir en el respeto por las diferentes formas de vida, para formar conciencia acerca del alto grado de deterioro al que se ha sometido el planeta, lo cual amenaza nuestra propia existencia, lo que significa que debemos hacer causa común en favor de toda la humanidad, para conservar las condiciones naturales de la vida, y que debe servir para inspirar en el mundo actual las luchas sindicales, sociales, políticas y ambientales.
Este 26 de mayo de 2023 será importante e histórico, no solo para ti, trabajadora o trabajador, sino también para el pueblo colombiano. Porque de tus decisiones depende el buen rumbo de estas organizaciones sindicales que, por supuesto, beneficien a los habitantes de este hermoso país.
Es así que tienes una inmensa responsabilidad en la escogencia de las y los representantes a dichas organizaciones, que sean humildes, sencillos, pero con la berraquera de apoyar las acciones que conlleven a defender y proteger a las personas con justicia y equidad. Así pues, unámonos en este proyecto para defender la vida, la paz, la democracia, la salud y, por supuesto, la educación pública con calidad, como hermanos. Además, te invito a dejar esas huellas escritas en la historia de nuestros sindicatos como benefactores de un futuro prometedor para la clase trabajadora. ¡Viva, viva, viva nuestras organizaciones.
TARJETÓN COMISIÓN DE ÉTICA Y VEEDURÍA DE ADIDA
Ldemocracia, entendida como el proceso de participación colectiva, conduce a la sociedad hacia el camino correcto en la búsqueda de los derechos arrebatados a la clase trabajadora. En las últimas décadas, esta ha sufrido todo tipo de atropello y negativa de participación en el gobierno, pues se les han cerrado las puertas a las manifestaciones en las calles cuando a quienes, como los maestros y estudiantes, que se toman estas, son maltratados por el aparato represivo del Estado.
A pesar de estas situaciones, los maestros no renuncian a exigir en las calles su derecho y el derecho del pueblo a tener una vida digna, derivada de una educación de calidad, un servicio de salud eficiente y eficaz. Para todo esto, es fundamental que las direcciones de los movimientos sindicales tengan una posición y posesión recta. Esto se consigue con un evento de elección serio, bien direccionado, transparente, sin el menor asomo de ilegalidad.
Por ello, este 26 de mayo de 2023, será la gran oportunidad de demostrar a las bases del magisterio y a la sociedad en general que somos maestros, que educamos con el ejemplo, al no dejar una estela de sospechas en las elecciones de los aspirantes a los diferentes cargos en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en su nivel nacional, regional y sus delegados al congreso de la CUT. Lo mismo para la elección de los ejecutivos de la Federación colombiana de trabajadores de la educación (FECODE), en su nivel nacional, sus sindicatos filiales, sus delegados al congreso de Fecode.
Estas actividades, además de estar enmarcadas en el aspecto constitucional y el código electoral, se convierten en un reto para las organizaciones sindicales, pues permiten y obligan a ciertos sectores de la sociedad colombiana a respetar y a no seguir estigmatizando a las organizaciones socio sindicales, a quienes miran como brazos políticos de grupos
insurgentes. Si todo está dentro de lo normativo y verificado por los entes nacionales con competencias para dar el piso de legalidad, es una forma de blindaje jurídico que cobra mayor importancia al tener las relaciones y el amparo en el orden internacional de organismos del mismo orden social. De ahí la importancia del reconocimiento de organizaciones internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) u otros sindicatos con buenas relaciones en Colombia.
Las estrategias para mantener y mejorar cada día más el aspecto legal en consonancia con la lucha sindical se convierten en otro reto no solo para el personal directivo sindical, sino para el gobierno, pues los dirigentes sindicales se hacen personajes públicos, y el Estado debe brindar la seguridad requerida ante las permanentes amenazas y exterminio por parte de quienes son enemigos de los defensores de los Derechos Humanos en Colombia.
No es menor el reto que afrontan los sindicatos, mejorar los servicios que brindan las organizaciones a sus afiliados, más cuando el sistema gubernamental aplica diversas estrategias como el cambio en los sistemas de contratación, diversos decretos para un mismo sector y la maléfica tercerización en la búsqueda de menguar las fuerzas de las organizaciones sindicales.
Finalmente, es de suma importancia persistir en el cumplimiento de los objetivos primordiales de las organizaciones sindicales, velar por el mejoramiento en los ingresos económicos de sus afiliados, en la búsqueda de mejores servicios de salud. No se puede olvidar un reto supra importante para la vida de los sindicatos y la unidad gremial, que los servicios y atenciones por parte de los dirigentes no estén mediados por los colores de los partidos o nombres de los movimientos políticos que convergen al interior de las asociaciones sindicales, menos por las alianzas mayoritarias y minoritarias.
Este 26 de mayo, los trabajadores organizados en sindicatos estamos siendo convocados para elegir la dirigencia que se pondrá al frente de las tareas en los diferentes espacios de la vida orgánica sindical de los trabajadores en el plano de la resistencia. Es justo en el reconocimiento del papel de los sindicatos como herramienta e instrumentos de resistencia que las bellas palabras "democracia sindical" cobran sentido. Pienso y pensamos que ciertos espacios sindicales solo están siendo mirados como fortines económicos. En este sentido, ya no se dirige sino que se administran los recursos económicos que allí llegan. Una cosa es administrar, otra cosa es dirigir. Dirigir implica poner por encima la política en beneficio de los trabajadores agremiados. Esto pasa por el reconocimiento de dos contrarios: el patrón y el trabajador, cada uno con intereses distintos.
Quienes confunden esto terminan usando cada espacio, cada papel que cumplen, fundamentalmente para el logro de sus particulares e individuales intereses, como por ejemplo llegar a escaños parlamentarios, ser amigos de la administración para fines personales y clientelistas. Así, se pierde el sentido democrático del sindicato. Esta perspectiva y sus mecanismos, instaurada hace rato, resta autonomía y fuerza para avanzar en la lucha de resistencia que busca mejores condiciones de existencia en presencia y desarrollo del capitalismo, ese tipo de sociedad que absorbe la mano de obra para engordar, cada vez más, sus arcas.
El sindicato debe instaurarse en la conciencia de los trabajadores como el espacio donde se disputan los intereses de clase y no como ese espacio donde los dirigentes se pelean entre ellos para mirar quién maneja o no las finanzas, para mirar cómo resolver intereses personales. Estos mecanismos han mellado los objetivos mismos de los que nació la organización sindical, pero sobre todo, los fines del sindicalismo independiente y de clase.
La democracia sindical implica la formación ideológica que asume firmemente los intereses de los trabajadores. Debe elevarse permanentemente a comprender el mundo que habitamos, sus determinaciones, y no solo limitarse a entender los beneficios que brinda la organización sindical, sino que nos tiene que mostrar el camino en el que debemos avanzar asumiendo el papel histórico de los trabajadores en el modo de producción que hoy vivimos.
Los espacios de la vida orgánica sindical deben ser más deliberativos y menos informativos. La democracia sindical no es solo depositar el voto de confianza: es retomar las banderas que harán agitar y asumir los deseos de construir una sociedad más justa.
Para nadie es un secreto que, después de tantos años de lucha de los pueblos por ubicarse en el mundo laboral como forma de bienestar humano, los neoliberales, en su estrategia "cada peso cuenta", han diseñado unas fórmulas aplicables a las distintas economías de cada país. Es por eso que algunos mantienen monopolios sobre los medios de producción y especialmente sobre el capital. Cada día se asocian, se agrupan, se bancarizan, forman multinacionales, grandes empresas y, en fin, terminan monopolizando el mercado. Pues son los dueños de los grandes capitales, es más, tienen mayor capacidad que los mismos estados. Ya sabemos que nuestras economías se encuentran empeñadas con unas altas deudas públicas y con una incapacidad de pagarles a los capitalistas o inversionistas privados.
La palabra, como yo los denomino, son los magos del capital financiero internacional, todo lo han comprado hasta nuestra conciencia. Es muy común escuchar a montones de educadores que no se afilian al sindicato y otros que chantajean por retirarse con una de las tantas trampas y fórmulas que les enviaron los dueños del poder y que repiten como loritos los sindicalistas para nada sirven. Claro, son los argumentos con que los poderosos nos han dividido, nos han controlado, nos han empobrecido. Les recuerdo, cada peso cuenta y así es como nos dicen que si nos suben un punto, les cuesta más puestos de trabajo a los mismos trabajadores. Y así nos generan un pensamiento de que nos coloquemos en los zapatos de los que pagan las nóminas. Y la verdad es que, con el sudor de nuestro trabajo y desempeño, esos puntos les favorecen. Es mirar los indicadores, se permutan entre ellos las multimillonarias ganancias.
Si los sindicatos del mundo y muy especialmente los de Colombia no sirviéramos o fuéramos los mayores reguladores, tendríamos semanas laborales superiores a las que hoy tenemos y salarios mínimos.
Que quede claro, salarios mínimos no integrales como los que tienen los países desarrollados. Nos engañan diciendo que si nos pagan el salario integral, no estamos en capacidad de manejar esos ingresos, ¡qué mentira y qué estrategia mejor rebuscada! No porque un compañero o alguien del sindicalismo en alguna negociación venda las causas y termine siendo comprado, eso signifique que ya todos estamos en el mismo plano.
Son tan importantes los sindicatos y el respaldo que le den las bases a los distintos dirigentes que nos representan en pro del bienestar de las clases trabajadoras y sus familias, que por algo los dueños del poder luchan afanosamente por quebrarnos, ridiculizarnos, desprestigiarnos, en fin, acabarnos.
Hago la pregunta final: si no sirviéramos para nada, ¿por qué en las agendas no estamos como una buena práctica de concertación laboral de los dueños del poder?
¡Apreciado maestro, tú decides!
Desde 2018, nuestra organización sindical ha comenzado a recorrer un largo camino que le ha permitido avanzar significativamente en su recuperación económica y en el posicionamiento político y sindical a nivel local, regional y nacional. Las siguientes son algunas pistas para entender lo que afirmo.
Durante muchos años, los delegados hemos visto las dificultades de nuestra organización para convocar en los primeros tres meses del año las Asambleas Ordinarias de delegados y poder marcar, de manera temprana, el rumbo de ADIDA y de sus subdirectivas. Estas dificultades, enmarcadas en dificultades financieras y económicas, hacían perder tiempo valioso en el camino que la Junta Directiva, nuestros delegados y activistas debían comenzar a recorrer para posicionar desde inicios del año la agenda educativa, política y sindical del sector educativo.
Esta situación, al igual que muchas otras de índole financiero, no se vieron reflejadas en la realización de ninguna de las Asambleas de Delegados ordinarias y extraordinarias desarrolladas durante este periodo, pues desde la Junta Directiva, y con la presencia y veeduría constante de la Fiscalía de ADIDA, estas actuaciones, y otras tantas que afectaron las finanzas de nuestra organización, lograron ser hechos pasados.
Lo anterior quizás sea uno de los muchos ejemplos de los avances económicos de ADIDA en el último periodo que, a su vez, posibilitó el desarrollo de diferentes actividades propias de nuestra organización sindical, las cuales describiré a continuación.
¡De paro en paro, logramos el Gobierno del Cambio! Desde el año 2019 comenzó a recorrer por nuestro país el descontento social y político generado por las políticas retardatarias, ramplonas y aberrantes del gobierno uribista de Iván Duque, quien por 4 años se instaló en la Casa de Nariño y desde allí gobernó para
sus amigos. A finales de ese año, la sociedad colombiana, y particularmente el magisterio, se dio cita en las calles para exigirle al señor Iván Duque el mejoramiento de las condiciones de vida de los colombianos y la implementación de los acuerdos de paz con las FARC – EP.
Estas movilizaciones, de las cuales el magisterio antioqueño convocado por ADIDA y el Comité Nacional del Paro, participó activamente, fueron las semillas para que en el año 2021, nuevamente la sociedad colombiana retomara las calles para exigir, entre otras cosas, el retiro de la Reforma Tributaria, que al igual que en 2019, buscaba favorecer a los más ricos y poderosos de nuestro país a costa del sacrificio económico de los más humildes y el retiro de la Reforma a la Salud, que hería de muerte la salud de los colombianos y se la entregaba a las aseguradoras privadas, ahondando la mercantilización de nuestros derechos.
Como en 2019, ADIDA también se hizo presente en masivas movilizaciones a través de los maestros y maestras del departamento, que acudieron al llamado de las organizaciones sociales, políticas y campesinas y dieron como resultado el retiro de dichas reformas y la salida del ministro Carrasquilla.
Como maestros y maestras sindicalistas, logramos movilizar a nuestras comunidades en torno a la necesidad de cambio, de manera que con un gobierno diferente al de los últimos 50 años, pudiéramos comenzar a superar como sociedad las desigualdades históricas que han mantenido encendida la llama de la violencia. En este sentido, por primera vez en muchos años, el magisterio antioqueño, en cabeza de la Asamblea General de Delegados, logra articularse en torno al compañero Gustavo Petro Urrego, quien, en nuestro sentir, recogía en su plan de gobierno de manera contundente todas las necesidades de los más humildes. Esta tarea da como fruto un gobierno del pueblo en la Casa de Nariño desde el 7 de agosto de 2022.
Como maestros y maestras, sabemos que la tarea no concluye allí, pues si bien el neoliberalismo en cabeza del uribismo y sus amigos, está herido, este aún no ha muerto. Somos conscientes de los embates que se vienen en contra del Gobierno del Cambio y sobre todo, en contra de los maestros y maestras por haber asumido responsablemente nuestro papel en estas elecciones. No en vano, desde inicios del año arreciaron las estigmatizaciones de los senadores y senadoras uribistas que pretenden posicionar una agenda en contra de la educación pública y del magisterio.
Es aquí donde las elecciones del próximo 26 de mayo cobran vital importancia, pues si bien estatutariamente quedaron consagrados los recursos económicos que posibiliten alimentar el fondo pro huelga, si no tenemos un sindicato honesto, vigilante de sus recursos y transparente en el manejo de los mismos, en el momento de los embates orquestados por la derecha colombiana, no tendremos como mantener y sostener en las calles y los pueblos a nuestros compañeros y compañeras y a las comunidades educativas que, por primera vez en la historia, logran dimensionar que otro mundo y otra vida es posible.
informe también advierte que nos tomará por lo menos tres décadas equilibrar el promedio entre todos los países pertenecientes a esa organización de cooperación para el desarrollo.
Las organizaciones sindicales en nuestro país tienen una buena historia en su devenir como actores y protagonistas de nuestra sociedad, y precisamente, una de sus banderas de lucha es procurar un país más justo y equitativo para todos. Esa histórica lucha ha sido llevada por el sindicato de manera respetuosa, pacífica y democrática, en atención no solo a los convenios nacionales e internacionales que existen en materia del relacionamiento contractual de los trabajadores con sus patronos, sino también ajustada a los lineamientos de los derechos humanos en el mundo. Este ha sido un reclamo permanente ante los gobiernos de turno que por décadas se han negado a establecer políticas eficaces para cerrar esas brechas de injusticia e inequidad en el territorio.
Frente a esa recurrente realidad, el giro que ha dado recientemente nuestro país en materia política y electoral ha albergado la esperanza de que el pueblo colombiano tenga por fin una mirada diferencial en materia económica y social a la que hemos estado acostumbrados durante tantos años. Sin embargo, difícilmente eso podrá ser posible si, a la par de estas transformaciones, el movimiento sindical en Colombia no demuestra en su praxis de vida actitudes acordes a lo que se exige y pregona con tanta vehemencia ante la opinión pública.
para los próximos cuatro años. Sin duda, una gran oportunidad y responsabilidad de actuar acorde a las exigencias del momento histórico por las que atraviesa nuestro país, para contribuir desde nuestro accionar sindical en el fortalecimiento de nuestra democracia y velar porque en Colombia se garanticen los derechos que como trabajadores y educadores hemos pedido en las calles durante tantos años.
Por ello, nos urge un trabajo de liderazgo sindical que verdaderamente actúe en concordancia y coherencia con los postulados que filosóficamente han alimentado nuestras históricas luchas en el país, muchas de ellas refrendadas con la vida misma de nuestros recordados mártires sindicales. Unidad Democrática, con su importante y reconocida trayectoria política y sindical en el departamento y el país, nos permite presentar estas credenciales que, como candidato a junta directiva de ADIDA, pongo a consideración para que conjuntamente podamos coadyuvar en el fortalecimiento de nuestra organización sindical y pensemos que con la ayuda de todos es posible soñar con la Colombia por la que tanto hemos luchado: equitativa, justa, democrática y en paz.
26 DE MAYO - DÍA DE LA DEMOCRACIA SINDICAL
PENSAMIENTO Y ACCIÓN, POR EL DIRECCIONAMIENTO DE ADIDA, FECODE Y CUT COMO ORGANIZACIONES
Jesús Alejandro Villa Giraldo Candidato Junta Directiva de ADIDAApropósito de las próximas elecciones sindicales que se realizarán en toda Colombia el 26 de mayo, quiero abordar algunos elementos sobre la importancia de los sindicatos y la necesidad de su fortalecimiento y direccionamiento como organizaciones de la clase obrera. Perspectiva que, desde Nuevos Maestros, hemos defendido e impulsado en nuestra práctica sindical en los diferentes espacios donde tenemos presencia.
Como punto de partida y tesis central, sostenemos que los sindicatos son la forma organizativa fundamental de los trabajadores. Cumplen la tarea de posibilitar un relacionamiento menos desigual con el patrón en lo que se refiere a reivindicaciones puntuales, lo que se expresa en la presentación y negociación de pliegos de peticiones y en la representación de los trabajadores en diversas instancias. Pero además de esto, consideramos fundamental que los sindicatos deben ir más allá de lo gremial, ya que su labor y alcance no se agota allí.
Los sindicatos deben actuar como parte del movimiento social y popular en los procesos de transformación de las sociedades. Deben dar un paso más allá de las funciones de representación gremial que posibilita el marco normativo actual. Si bien los sindicatos, por sí solos, no van a transformar la sociedad, pero sí pueden y deben aportar decididamente en estos procesos.
Para efectivamente aportar en la transformación de la sociedad, y no en una transformación cualquiera, sino en una transformación en dirección de los intereses de la clase obrera, estamos seguros de que los sindicatos deben entenderse como parte del movimiento social y popular y en última instancia como organizaciones clasistas-proletarias, y las bases y dirección deben actuar y orientar de acuerdo a esta definición.
La coyuntura electoral sindical que se vive actualmente nos sirve de pretexto para llamar a la
reflexión a la dirigencia y, fundamentalmente, a las bases sobre estos aspectos, ya que para avanzar en la perspectiva señalada, se requiere, por un lado, una base con niveles de conciencia de clase, y por otro, una dirigencia que entienda el sindicato como parte del movimiento social y popular y como organización clasista-proletaria.
En un contexto político-sindical donde proliferan sindicatos, federaciones y centrales de papel al servicio de los patronos y de los sectores más retardatarios a quienes les cumplen la tarea de atomizar el movimiento sindical para debilitar a las organizaciones históricas y de probada capacidad de lucha como FECODE, la CUT y ADIDA, hay que sumar que, en la coyuntura electoral, se evidencia la pretensión de partidos tradicionales de la derecha, de personajes que representan más al patrón que a los trabajadores y otros fenómenos similares, de buscar o ampliar su incidencia en los sindicatos. Lo cual nos obliga a las bases, a los colectivos y dirigentes, con claridad sindical y política, a multiplicar esfuerzos en sostener una postura decidida en favor de un sindicalismo clasista-proletario.
En este sentido, es central entender que el sindicato no es una organización cualquiera de trabajadores. No es una cooperativa, una mutual o un club. El sindicato es una organización de lucha, y como tal debe desarrollar un esfuerzo constante y consecuente por los intereses de la clase obrera. Debe propender por la unidad sindical fundada en la unidad de clase y la democracia sindical.
Corresponde, en esta coyuntura político-sindical, determinar que perspectiva y prácticas sindicales se fortalecerán al interior de nuestras organizaciones. En particular, consideramos y asumimos como tarea avanzar con una dirección que, desde el pensamiento
y la acción, asuma la responsabilidad de llevar al sindicalismo a jugar un papel más protagónico dentro del movimiento social y popular. Un sindicalismo que se centre fundamentalmente en los intereses de la clase obrera, que se constituya en escuela de formación política y de lucha para los trabajadores, en espacio de solidaridad y construcción colectiva. Un sindicalismo que potencie con una dirección con claridad política y capacidad de aplicar formas de organización, métodos y tácticas de lucha eficaces que redunden, no solo en las reivindicaciones gremiales puntuales, sino en el aporte del sindicalismo, como parte del movimiento social y popular, en la transformación de la sociedad.
26 DE MAYO DE 2023, UNA FIESTA DEMOCRÁTICA SINDICAL
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dirección. Qué rico rememorar esa añoranza donde los maestros, en una voz unísona, salían a las calles a exigir el cumplimiento de sus derechos. Qué rico restaurar al maestro como intelectual y hacedor de la cultura, que acompañaba sus luchas con contenido académico.
Elos maestros, la comunidad educativa y los trabajadores en general, dado que en ellos recae la responsabilidad de seguir moviendo la lucha sindical, siempre con un posicionamiento firme en la convicción de oponerse a las políticas y acciones que conculcan derechos conquistados.
Los nuevos elegidos y elegidas tendrán la responsabilidad de no dejar cooptar el sindicalismo bajo ninguna circunstancia.
Qué rico sería volver a la época en la que un docente se vinculaba, la misma Secretaría de Educación le entregaba el formulario de afiliación sindical y daba la
Por eso, esperamos que este 26 de mayo se convierta en un punto flexible para retomar todas las prácticas sindicalistas de otrora, que posicionaron al sindicalismo en un lugar de reconocimiento social, pese a las persecuciones y criminalización de muchas propuestas debido al ESTADO DE SITIO que vivió Colombia de manera sistemática por varias décadas. Lo sindical ha estado vivo, sigue vivo y seguirá vivo con el buen trabajo que seguro harán los que saldrán elegidos en representación de las bases del magisterio.
Maestro y maestra, seguimos apoyando el sindicalismo de corazón.
A propósito del evento democrático al que asistiremos el próximo 26 de mayo los docentes y directivos docentes afiliados a ADIDA, FECODE Y CUT, me permito impartirles la siguiente reflexión.
La actividad sindical es una de las misiones más nobles que pueden emprender los trabajadores en todas las compañías, tanto públicas como privadas. Lamentablemente, se ha ido perdiendo el norte de esta labor debido al deterioro que ha presentado el sindicalismo a nivel mundial, por diversas razones que expondré a continuación. No se puede negar que la ética y la moral están seriamente comprometidas en este desdibujado cuadro, que es resultado de las conductas de algunos líderes sindicales y de las decisiones que toman en las juntas directivas en nombre del colectivo de beneficiarios.
En este sentido, Nogueira (2023), en su trabajo titulado "Sindicatos y ¿Ahora qué?: el ciber-sindicato ético", sugiere un replanteamiento ético de la labor sindical, tanto en los individuos como en el colectivo, donde primen la transparencia, la responsabilidad y la entereza con el fin de que los intereses de sus agremiados prevalezcan, aun por encima de las rencillas políticas y de las convicciones sociales, laborales y culturales en las que se han formado los directivos y líderes que ostentan un cargo en la junta directiva.
Por su parte, Flores, González-Díaz y Núñez-Villavicencio (2020) reclaman la ética como competencia superior a la hora de entablar negociaciones con los empleadores, en especial porque una decisión inadecuada y sin el contexto suficiente puede afectar el rumbo de las empresas y los trabajadores. Recuerdan que hoy en día no es fácil dirigir estas justas luchas, lo cual tampoco fue fácil para América Latina, que recuerda la primera organización sindical en Buenos Aires en el año 1857, seguida por México, Chile, Bolivia y Venezuela. Fue
hacia la mitad del siglo XX y sus décadas posteriores, cuando en Colombia tuvo auge esta labor, que actualmente goza del amparo constitucional y legal como derecho de asociación y negociación (Art. 39 y 55, CPN), y ratificación de la Corte Constitucional (Sentencia C-1491/100) como derecho fundamental.
Con todo lo anterior, es importante fortalecer la labor de los sindicatos de manera ética, con la moral limpia, para enfrentar los sofismas que los empleadores venden a los nuevos trabajadores, como los pactos colectivos y los planes de beneficios que confunden a los obreros por su similitud con la convención colectiva, resultado de las negociaciones entre el sindicato y las directivas de las compañías. Es urgente que se afiancen los comités de ética dentro de los sindicatos, centrales, confederaciones y demás organizaciones que los aglutinen para cuidar los logros de las luchas por el reconocimiento, como diría Axel Honnet.
DEMOCRATIZAR LOS SINDICATOS Y LOS RETOS
Luisa Elvira Estrada Palomino Candidata Comisión Ética y Veeduría ADIDA
"El compromiso sería una palabra hueca, una abstracción, si no involucra la decisión lúcida y profunda de quien lo asume. Si no se diera en el marco de lo concreto".
Freire, Paulo, "Educación y Cambio", Ediciones Búsqueda, Buenos Aires. Página 7, párrafo 4.
En las condiciones actuales, democratizar los sindicatos es una tarea prioritaria. Rescatar y desarrollar la democracia sindical es clave. Esto implica preguntarnos por el carácter de la democracia establecida en la sociedad y, en el fondo, por el Estado mismo y sus tareas. Requerimos el ejercicio de la libertad sindical, la cual comprende la libre organización. Pero los sindicatos no son meras asociaciones privadas, sino asociaciones con relevancia pública, que desempeñan importantes funciones en la dinámica misma del Estado y están afectados por ella. Los sindicatos no representan sólo los intereses de sus miembros, sino los de toda la clase trabajadora, la que podría denominarse “ciudadanía laboral”, y se ubica en el escenario de pérdida de derechos tanto como en el de trasformación del sentido del trabajo, como condición constitutiva del sujeto social. Democratizar los sindicatos es democratizar a la sociedad y en el fondo al mismo Estado.
Entender por democracia sindical la participación de los agremiados en las decisiones del sindicato, la definición de minorías y mayorías en su dinámica, la establecida por decisiones colectivas atravesadas por la existencia de grupos opositores, elección de los dirigentes así como de fijar la necesidad de la revocación y de la no reelección sucesiva e indefinida; pero también, como condición fundamental, el reconocimiento y respeto de los derechos de los agremiados frente al mismo sindicato.
1. En palabras de Sartori la democracia es una abreviación que significa liberal democracia y distingue tres aspectos: 1) la democracia como principio de legitimidad; 2) la democracia como sistema político; y 3) la democracia como ideal (1987:). Particularmente la democracia como sistema político tiene relación con la titularidad del poder y el ejercicio de éste, inicialmente cara a cara en escenarios pequeños y a través de la democracia representativa en poblaciones numerosas.
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"La primera condición para que un ser pueda ejercer un acto comprometido está en que éste sea capaz de actuar y reflexionar". Freire, Paulo, "Educación y Cambio", Ediciones Búsqueda, Buenos Aires. Página 8, párrafo 9.
Debemos entender el sindicalismo y sus conquistas alcanzadas. Un sector de la ciudadanía, desde una visión “clásica” del empleo y el trabajo, cuestiona su insuficiente capacidad de articulación social dada su limitada fuerza gremial y la deficiente representación de los intereses públicos y sociales que aportan los que van quedando como trabajadores organizados. Esto se enfatiza, en especial, en relación con los gremios educativos que, actualmente, tiene dos formas de vinculación laboral: el 2277 donde hay un estancamiento laboral; y el 1278, que niega las garantías laborales de ascenso y permanencia.
En las mesas de negociaciones estas situaciones se tratan y logran resultados de acciones políticas, traducidas en normas laborales y, en ciertos casos, se han alcanzado algunas garantías directas en relación con propuestas evaluativas de ascensos en el escalafón docente y en el incremento salarial.
Los sindicatos han alcanzado diversas formas participativas en su relación con los entes gubernamentales: por ejemplo, la negociación colectiva sobre condiciones de empleo, que ha alcanzado escalas salariales, disposiciones de tipo económico, defensa de la estabilidad laboral, supervivencia de las instituciones públicas ante las políticas privatizadoras de los gobiernos.
Estas situaciones invitan a otras dinámicas de participación política como las agendas relacionadas con los planes de desarrollo, la reforma del modelo de evaluación, donde se requiere trascender los intereses gremiales e incluirse en otras acciones y discusiones que vuelva a legitimar al sindicalismo como movimiento social y no sólo como movimiento de trabajadores.
Es este carácter el que se nos ha impuesto en el proceso de reducción sistemática. Históricamente, el sindicalismo ha sido reconocido en el país por su la formación de una sociedad más plural y menos patriarcal. Hoy, el reto de la Democracia Sindical es incursionar en lo político: reconocimiento del ser y del hacer de la política en el sindicalismo; el ejercicio de la libertad sindical como conquista de la política organizada del sindicalismo y muestra concreta de la política como acción y organización en la toma de decisiones.
Hay un reto esencial, que se concreta en avanzar en fundamentar y reforzar el liderazgo de las mujeres en los sindicatos como parte de los procesos. Las organizaciones tendrán más capacidad para reforzar el poder de la clase trabajadora y defender mejor los derechos de todos, todas y todxs. Este es un proceso que da como resultado un cambio en la concepción de la política sindical y el fortalecimiento del movimiento sindical, confrontando la consolidación
de un modelo económico de vocación antilaboral y antisindical en la transición hacia nuevas generaciones de trabajadoras y trabajadores con necesidades y expectativas diferentes respecto a los sindicatos. Por ello requerimos repensarnos para lograr que las mujeres, como población trabajadora creciente y diversa, se identifique con el proyecto del sindicalismo para la realización de sus aspiraciones de vida digna y mayor democracia política y justicia económica. Como lo expresa Paulo Freire: "...Este compromiso con la humanización del hombre, que implica una responsabilidad histórica, no puede realizarse a través de la palabrería ni de ninguna otra forma de huir del mundo, de la realidad concreta, donde se encuentran los hombres concretos. El compromiso, como propio de la existencia humana, sólo existe en el engarzamiento en la realidad, de cuyas "aguas" los hombres verdaderamente comprometidos quedan "mojados", empapados". "Educación y Cambio", Ediciones Búsqueda, Buenos Aires. Página 11, párrafo 21.
2. Que el movimiento sindical le hable y abra alternativa de organización a los millones de desempleados, de subempleados, de trabajadores informales, de mujeres y jóvenes que tienen que vender su fuerza de trabajo en condiciones indignas. El mundo del trabajo continuará a pesar de los procesos de globalización y de transnacionalización del capital; y ello establece los fundamentos materiales que, para la organización de los trabajadores, el capital necesita y las que los trabajadores construyen para agruparse y relacionarse. Esta sigue siendo la base de un movimiento sindical y laboral. Se trata de ser más creativos y audaces para favorecer los niveles de organización (2005:158).
TARJETÓN COMITÉ EJECUTIVO DE FECODE
TARJETÓN COMITÉ EJECUTIVO CUT NACIONAL
TARJETÓN COMITÉ EJECUTIVO CUT ANTIOQUIA