Podría ser un quehacer artístico apéndice
I.
…desafía la noción de teoría-praxis. Es praxis como teoría y teoría como praxis… teoría no es la antítesis de praxis, así como praxis no es la antítesis de teoría. Pero tampoco se funden en una misma. Interactúan (Henke, et. al. 2020)
Partiendo de las propuestas de diversos autores sobre qué podría ser una práctica artística, o cómo se podría entender el papel del artista dentro del medio académico -como investigador-, escribo las siguientes líneas con mi entendimiento actual sobre este tema. Esta propuesta no pretende ser una generalización de lo que debe de ser una práctica artística, ni de lo que se debe o no entender por arte. No debe de entenderse como una guía de ninguna manera, sino como una simple posibilidad. Una posibilidad de un quehacer artístico.
El término investigación artística, o investigación en arte me hace mucho ruido. Es una manera de justificar las búsquedas artísticas, que si bien son intrínsecas en el proceso de muchos artistas, no necesariamente son una investigación. Esta investigación liga de manera directa el proceso creativo del artista al quehacer científico, y de esta manera se subordina a este: a sus procesos, a sus metodologías, a sus objetivos. Me interesa más la cercanía entre el arte y la filosofía, como filosofía práctica -dice Irit Rogoff- que entre arte y ciencia.
Pensar el conocimiento artístico en relación al científico tiende a hacer menos el conocimiento y las búsquedas
¿Qué podría ser una práctica artística dentro de la academia?
estéticas, considerando más importante la construcción de narrativas y estructuras de soporte alrededor del pensamiento estético que el quehacer mismo. Las búsquedas estéticas se reducen a una ilustración, quizás, de ideas que difícilmente, o de manera definitiva no pueden ser reconocidas desde el objeto, acción o instalación resultante.
Partir de los procesos y lógicas internas del quehacer artístico, no como una investigación artística, sino simplemente como un quehacer -una constante búsqueda, una serie de ensayos- que no buscan concluir un tema, ni llegar a una meta, sino que quedan satisfechos con el simple ensayar, buscar, intentar una y otra vez, sin saber a dónde buscan llegar, permite entender este quehacer de manera integral, no como un proceso para llegar a un fin.
El pensamiento estético se juzga dentro de la academia -y se encuentra con un impasse- desde un pensamiento cientificista -positivista-: teleológico, lineal, acumulativo, consecuente y verificable (Rogoff. 2010) ya sea a partir de la experimentación o a través de una argumentación lógica, 1 que busca ser aplicable, o tener un fin determinado: un objetivo. Esta serie de características resultan contradictorias al pensamiento estético, que es: individual, subjetivo, parcial, inverificable, no aplicable, posible y expansivo. Por tal motivo, plantea el Manifesto of Artistic Research que, para lograr deslindar la investigación artística, fuera del arte, para desarrollarla más y lograr incorporarla en un discurso académico, nos tendríamos
1 Rogoff, Irit, Practising Research: Singularizing Knowledge En: maHKUzine. Journal of Artistic Research, no. 9, Utrecht School of the Arts, Utrecht, 2010, p. 40
que enfrentar con una revolución académica.2
Duchamp ya había notado hace más de un siglo que el problema del arte era que no sabía ni siquiera cuál era su problema, y por tanto, no podía dar una solución.
II.
¿Qué entiendo por quehacer artístico?
A diferencia de la práctica artística, la investigación estética no es un motor para la sobreproducción de posiciones artísticas, no es una máquina de conocimiento. En lugar de eso, materializa modos zetéticos de auto-investigación que simultáneamente contienen un aspecto crítico al estado del arte.
(Henke, et. al. 2020) 3
Apoyándome en las ideas de Irit Rogoff, me gustaría entender el quehacer artístico como una plataforma para indagar, en la que los temas y los resultados no sean verificables ni refutables, no tengan que responder a una secuencia lógica colectiva, sino individual, una singularización del conocimiento, este quehacer busca un allanamiento de las estructuras hacia la horizontalidad, donde no se concluya, sino se abran posibilidades. Este tipo de prácticas se han construido desde los estudios culturales y visuales, y han sido consideradas por WJT Mitchell y por Adorno como desdisciplinas y metodológicamente ametódicas (unmethodical) respectivamente.
Entender el quehacer como una plataforma y no una metodología supone no un camino -metha-odos: más allá- camino- sobre el cual caminar, sino una superficie, simultánea, por donde se puede ir.
2 Op. Cit., Manifesto..., p. 13
3 Ibid., p. 60
Benjamin plantea una metáfora del pensamiento alegórico como una selva -saturada, barroca, densa- en oposición al jardín -ilustrado, ordenado, claro-. Creo que esta búsqueda es más afín a la selva benjaminiana. Este quehacer, como un modelo integral de hacer conocimiento -una episteme independiente del conocimiento cientificista-, no dentro de los límites establecidos por las distintas disciplinas o las formas de conocimiento, sino que desbordado -o en el intermediode estos bordes permite pensar este tipo de práctica desde una lógica descolonial, que para Walter Mignolo -de manera muy resumida significa aprender a desaprender, y creo que es precisamente eso lo que propone Rogoff: encontrar las estructuras establecidas, reconocerlas, y situarnos a un lado; entender cómo estamos construidos para poder volver a formarnos, reacomodarnos y saber qué tomar y qué dejar. Saber dónde estamos parados. Ya escribía Ulises Carrión que todo lo que existe son estructuras.
Pensar el proceso de análisis de un sitio para una construcción como metáfora puede ser útil para entender este situarse a un lado. Es una toma de postura: aceptar o rechazar las estructuras colindantes, los accidentes topográficos, las preexistencias, entender el entorno para integrarse, sea por contraste o por similitud, entender las complejidades del planteamiento para poder acercarse a una propuesta sana -a juicio de quien la realiza-. Me apoyo también en las propuestas de Deleuze y Guattari: entender lo posible como una categoría estética, y la idea de Merleau-Ponty: el arte -como análogo al pensamiento filosófico-, mucho más allá de ser un medio de placer, más allá de contener ideas completas debe contener matrices
de ideas.
Entender el quehacer artístico como una filosofía práctica, una práctica creativa del conocimiento, una theoria práctica, es permitirle, permitirnos integrar distintas formas de trabajo, distintas estrategias creativas y modos de pensar que no caben ni dentro de los marcos del arte, ni dentro de los del pensamiento académico. Dentro de los primeros, los conceptos que rodean la obra se vuelven otra capa de decoración que añade interés al objeto bello, mientras que en los segundos, la reflexión estética no tiene cabida.
Creo que deberíamos de buscar un término alternativo al de arte, ya que esta palabra está muy viciada y se ha distanciado de lo que podría ser. Se utiliza actualmente en referencia a los objetos que están ligados directamente al mercado del arte, o se exponen en museos o galerías y también se ha deformado para ser utilizado como sinónimo de manualidades, o vanguardia e innovación el arte de la cocina, del maquillaje, del buen vivir-. En el Manifesto of Artistic Resarch, sugieren considerar el término aisthesis-conocimiento sensual como base de este tipo de investigaciones. Me parece un buen punto de partida, pero al considerar únicamente el aisthesis, queda fuera la reflexión teórica.4
Tal vez podría ser modos creativos de conocimiento, como propone Rogoff.
III. Exponer, exhibir, presentar o mostrar
El poder autóctono de exhibir, o ser testigo de, se vuelve
4 Ibid., p. 18
significativo, las cosas que están tejidas en un alto grado a lo sensual operan desde múltiples perspectivas (Henke, et. al. 2020)5
Estas estrategias se plantean como la manera en que se puede establecer un punto de contacto desde el quehacer artístico hacia afuera. Exponer no es cerrar el proceso. En este tipo de quehacer, no hay obra como tal, sino vestigios, indicios de obra e ideas que evidencian la búsqueda, fragmentos que se presentan a modo de ensayos o intentos.
Exponer no requiere de una confirmación lingüística, sino que está basado en la presencia. El quehacer se hace visible, y levanta dudas a partir de establecer una relación con quien mira. Esto es, que el conocimiento planteado en el quehacer estético se comunique depende de lo que Rogoff considera el nuevo modo relacional del sujeto (Rogoff. 2010). 6 Quizás no se puedan plantear soluciones, sino curiosidades, dudas, inquietudes, diversiones del camino.
La negociación con lo estético implica necesariamente una relación activa entre lo sensible y lo inteligible. Entre los sentidos sensoriales y semióticos. A partir de este proceso, se detonan significantes sociales desde la exposición, desde el mirar activo de quienes se interesan en estos procesos. Exhibir, mostrar, presentar, no es exclusivo de objetos o imágenes icónicas, no depende exclusivamente de lo que vemos, sino que involucra lo que sabemos, por una parte: una presencia -objetiva, objetual-, y por la otra:
5 Ibid., p. 19
6 Op. Cit., Rogoff, p. 41
una construcción mental -intelectual-, como una moneda: ambas caras pertenecen a lo mismo.
El objeto estético es independiente, paralelo, simultáneo a las reflexiones a su alrededor. Es un derivado del proceso de theoria y praxis, no es un resultado, sino una selección de parte del proceso: Lo que vemos nos afecta según lo que sabemos, nuestro contexto y nuestra condición.
IV. ¿Poéticas?
¿Decir poéticamente? Es trabajar el lenguaje para que se quede sin aliento (Didi-Huberman. 2017) y que, de este agotarse, se exhale su límite mismo, ese límite suyo que no ha sido aún masificado, sino fugitivamente condensado y mostrado: una imagen.7
La poesía, escribe José Emilio Pacheco, no cuenta (para eso está la narrativa), nos hace participar desde dentro en una experiencia ajena, apropiarnos de ella, materializarla (Pacheco. 2010). 8 Podemos pensar este tipo de quehacer estético en relación a lo poético, a lo que no se puede decir, pero se hace presente. Así, no encontramos el quehacer artístico dentro de lo racional, de lo cuantificable y verificable, sino dentro de lo alegórico, dentro de las prácticas de un conocimiento expandido y sensible. Creo que lo poético linda con el conocimiento estético - ¿o es parte integral?-, lo nutre y le permite actuar con
7 Didi-Huberman, Georges, Gestos de aire y de piedra. Sobre la materialidad de las imágenes, Cantamares, México, 2017, p. 84
8 Pacheco, José Emilio, Chumacero o hay demasiada luz en las tienieblas. En: Material de lectura. Poesía moderna, Coordinación de difusión cultural, UNAM, México, 2010, p.6
libertad, en su habilidad de casi decir algo, 9 en su agotar el lenguaje. En exhibir, mostrar, presentar, más no explicar, no contener las ideas, sino ser una suerte de índice, un detonante que no es autocontenido, sino referencial, expanisvo, no conclusivo. Un punto de donde partir, no donde termina.
En este quehacer no se integran, pero conviven de manera simultánea -bajo un mismo hacer- los polos opuestos -según una lógica cartesiana- de lo sensible y lo inteligible o cognoscible, las experiencias personales y lo institucional, la memoria y la historia, las narrativas establecidas y los posibles, la teoría y la práctica
V. Algunos puntos a considerar alrededor de este quehacer artístico - Es subjetivo
Es intuitivo Parte de una curiosidad
Implica autoreferencialidad y autoduda
Depende de una autocrítica constante Puede estar informado desde cualquier lado
Es un ensayo constante, es avanzar en círculos, 9 Roland Barthres citado en: Op. Cit., Manifesto..., p. 50
sin intención de concluir
- Más cercano al ensayo filosófico que a la investigación científica
- Es una episteme independiente de la científica y la filosófica
- Es una repetición tautológica
- Seguir el hilo de una idea interesante es suficiente
- Busca afectos -indefinidos, relacionales, subjetivos, múltiples-, no conceptos -claros, definidos, únicos-
- Implica saberse amateur: no ser experto; sólo saber suficiente para tener una postura.
- Toma la forma de ensayos visuales, escritos, objetos, reflexiones, acciones, o la que más convenga a quien lo realiza
- La forma que tome refleja su contenido de manera metafórica
- Los ensayos visuales, escritos, en objetos, no son el fin sino el medio -contienen matrices de ideas, más no ideas completas
- Quien lo practica se vale de todos los medios disponibles: imagen, objeto, texto, palabra,,,
- Se apoya en procedimientos alegóricos
- En la filosofía se resuelven los problemas argumentando, en la ciencia experimentando, el quehacer artístico no tiene solución, porque ni siquiera sabe cuál es el problema.
- Se vale de pretextos
Parte de una serie de simultaneidades
- Trabaja con conexiones en redes
- No es lineal, ni asertivo, es incierto No trata de construir narrativas, sino evidenciarlas
- Hace evidentes las construcciones culturales
- Parte de lo posible como categoría estética
- No es, sino que puede ser
- Apela a los sentidos sensoriales y semióticos
- Valora tanto lo actual como lo virtual, lo real y lo imaginario
- Busca una pluralidad y multiplicidad desde la singularización del conocimiento No busca generalizar
- Es relacional
- Es expansivo
- No concluye
Tal vez, este quehacer sea un espacio para permitir posibles relaciones que no se pueden lograr dentro de los marcos disciplinares: permitir el encuentro fortuito entre una máquina de coser y un paraguas en una mesa de disección.
Además, me gustan intensamente los objetos bellos -a mis ojos-, sin necesidad de mayor explicación.
Beauty is in the eye of the beholder, pero nuestro ojo está profundamente arraigado a construcciones socioculturales.
No es que sea un camino a seguir. Es solamente una posibilidad.
Henke, Silvia, Et. Al., Manifesto of Artistic Research. A Defense Against its Advocates, Diaphanes, Insitute for Critical Theory, Zurich University of the Arts, Zurich, 2020
Didi-Huberman, Georges, Gestos de aire y de piedra. Sobre la materialidad de las imágenes, Cantamares, México, 2017
Pacheco, José Emilio, Chumacero o hay demasiada luz en las tienieblas. En: Material de lectura. Poesía moderna, Coordinación de difusión cultural, UNAM, México, 2010. http://www.materialdelectura. unam.mx/index.php/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/84-076ali-chumacero?start=1
Rogoff, Irit, Practising Research: Singularizing Knowledge. En: maHKUzine. Journal of Artistic Research, no. 9, Utrecht School of the Arts, Utrecht, 2010, pp. 37-42