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EL FÚTBOL UNE A LA COMUNIDAD INDÍGENA EN MACHALA
LLas personas del grupo étnico indígena que radican en el cantón Machala, vienen desde diferentes ciudades o localidades de la región Sierra para probar suerte y conseguir nuevas oportunidades de trabajo, ya sea como el de ejercer la labor de comerciante de cualquier tipo de productos. Pero no todo es trabajo para ellos, también disfrutan de espacios recreativos para pasar el tiempo tranquilo, además de olvidarse por un momento de sus obligaciones.
Precisamente desde la década de los 90, se organiza anualmente un torneo de fútbol solo para jugadores y público indígena en donde varios equipos compiten para ganar el premio máximo de la competencia, aunque el año pasado permitieron el acceso de migrantes extranjeros de países vecinos y de individuos externos a la cultura indígena como mestizos, afroecuatorianos, montuvios, entre otros. ¿Usted sabía que al menos 5000 indígenas viven en Machala?
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Es el dato que se atreve a ofrecer Kléber Buñay, quien es el organizador y promotor del campeonato de fútbol indígena que se ha venido dando todos los años en la capital de los orenses.
Para Kléber Buñay, organizar este tipo de campeonatos no solo es para fomentar el deporte, sino también para unificar a las familias del pueblo indígena. Es importante resaltar que en este año, el torneo de fútbol indígena sub-40 comenzó en el mes de abril en el complejo deportivo Jaime Roldós Aguilera, ubicado en la Av. La Lucha entre la Circunvalación Norte y Primera Avenida, a lado del Colegio de Bachillerato Mario Minuche. Cuenta con la participación de 20 equipos, donde el ganador se llevará el premio de $1500 más copa y medallas.


Las otras plantillas que queden en segundo puesto se le entregará $800 más copa y medalla, al tercer lugar $400 más copa y medalla y cuarto lugar $200 más copa y medalla, además de los jugadores destacados, como mejor arquero, juvenil, defensa y mejor dirigente recibirán compensaciones económicas por su esfuerzo en el campo de juego.
Actualmente las mujeres no pueden participar en el campeonato de fútbol porque no existe una sección específica para ellas, aunque Kléber Buñay, junto a otras personas que forman parte del comité organizador del campeonato indígena, tienen pensado hacer esto realidad en los próximos años; esperando que las circunstancias les otorgue la oportunidad de realizarlo.
La sociedad tiene los estereotipos bien marcados y a pesar de lo que muchos pueden imaginar, los equipos no cuentan con uniformes propios de la comunidad indígena, es decir, los jugadores no salen a la cancha con ponchos, alpargatas o sombreros, si no que salen con el uniforme indicado para jugar el deporte rey y esto no significa que se avergüencen de sus tradiciones u orígenes, solo se visten de acuerdo a la ocasión, pero sin dejar sus raíces.
Otro pensamiento tópico de la gente es el hecho de que los indígenas no practican deportes, así que se les hace impensable creer que un torneo de fútbol puede llegar a ser planeado y jugado por ellos. Incluso se emiten comentarios despectivos para desprestigiar cualquier cosa que hagan los indígenas, tildándolos de ovejas y que solo pueden estar trabajando ensuciándose en la tierra o cosechando verduras. Este tipo de razonamiento provoca que las personas no tengan conocimiento acerca de este particular campeonato que hoy en día forma parte de la identidad cultural de nuestros hermanos indígenas.
