
3 minute read
Tito Jara, la voz del bolero


Advertisement


se encontraba como vicerrector el Dr. Carlos García y junto con él emprendió una actividad cultural donde representaron a la institución en un festival de música junto a varias universidades del país, quedando en primer lugar con un tema de protesta y lucha campesina.
Emigró a VEnEzuEla nuEVa FaCETa
En el año 1982 dejó el país para mudarse a Venezuela, tuvo la suerte de irse con una propuesta de trabajo de la empresa “Sello Velvet”, una de las disqueras más grandes de Latinoamérica, hizo un disco de vinil en el cual sus interpretaciones se inclinaban al bolero, es en ese momento donde nace su eslogan ya que le propusieron llamarlo “La voz del bolero”. Atesora mucho esa época y comenta que fue una experiencia hermosa que lo ayudó a desarrollar su carrera, Caracas lo marcó.
Cuando se encontraba grabando el disco le dijeron “oye chico, tú estás mal, ¿cómo vas a grabar bolero ahora? Lo del momento son las baladas, el bolero está decaído” y Don Tito contestó que mientras existan el amor y el romance siempre habrá un bolero que escuchar y bailar, afortunadamente pegó con uno de sus temas, “Dos amores” que hasta ahora vende y le llegan regalías.
Ha sido toda una vida dedicada a la música y a llevar el mensaje del país hacia el extranjero. Siempre que tenía shows, donde sea que fuera, ponía dos o tres temas ecuatorianos. Esa ha sido su política y su forma de hacer conocer lo nuestro. Una anécdota que conserva dentro de sus memorias es cuando se encontraba en Curazao y le tocó quedarse a pasar año nuevo por lo que el representante le propuso trabajar.
En el lugar de su presentación había un grupo, cuyos integrantes estaban sentados en una mesa dialogando y se diferenciaban del resto del público. Uno de ellos le dijo: “Paisano, somos ecuatorianos, vinimos a verte”. Le pidieron un favor el cual consistía en cantar el tema “Collar de lágrimas”, Jara gustoso aceptó, pero le preocupaba que no tenía orquestación de la canción por lo que recurrió al dueño del lugar, un portugués que le prestó una guitarra. Interpretó la canción y todos se acercaron al escenario, empezaron a entonar mientras se les salían las lágrimas, Tito entendió el sentimiento y tampoco pudo contenerse, cantaron juntos y fue una experiencia muy linda en su vida.
Tito Jara también ha navegado en el arte de la pintura, nos cuenta que estos últimos 30 días ha estado practicando mucho, lastimosamente se le dificulta debido a un accidente que tuvo hace seis años en el que cayó y luego de hacerse una revisión médica supo que era una fractura, pero aún tenía movilidad, fue hasta que le hicieron una intervención quirúrgica que salió mal y desde ahí perdió el movimiento en su mano derecha, motivo por el que ya no puede tocar algunos instrumentos.
En la actualidad es director del área del coro de la Orquesta Sinfónica de El Oro y solista oficial de la Sinfónica de El Oro.
Ignacio Jara Ríos, mejor conocido en el mundo artístico con el seudónimo, de Tito Jara, tiene 67 años de edad, es lojano de nacimiento, pero orense de corazón. Empezó hacer música cuando tenía 8 años de edad junto a su hermana realizaron un dúo “Los hermanitos Jara” y a los 9 años ya habían grabado un disco, desde ese momento no se detuvo.
El cantante asegura que su talento es una herencia familiar y existe una vena artística, “el que no toca guitarra por lo menos silba”, creció con el sonido de la guitarra y escuchando la melodiosa voz de su progenitor.
Luego armó un grupo llamado “Los Yenkas” en el que experimentaban varios géneros musicales, luego formó otro grupo musical denominado “Víctor Jara” participando en los inicios del departamento de Cultura de la Universidad Técnica de Machala, donde
Tiene un proyecto en mente, está interesado en rescatar las creaciones de los artistas, poetas y compositores orenses porque hay muchísimas canciones buenas que están olvidadas, quiere ponerlos en vigencia y hacer que la orquesta de la provincia de El Oro toque esas canciones, por ejemplo, Juan José Lara, compositor zarumeño y Lauro Dávila, pasajeño que grabó el primer pasillo ecuatoriano en Estados Unidos. Tito comenta que está interesado en recuperar la memoria musical porque es importante.
El cantante y compositor nos hace un llamado a sentirnos orgullosos de nuestro país, de nuestras raíces y de nuestra música, el Ecuador tiene alrededor de 35 ritmos autóctonos, una de las razones por las cuales Tito considera debemos preferir nuestro acervo cultural.