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Sensibilidades antropofágicas Morgana Jahnke
from La sílaba #6
SENSIBILIDADES ANTROPOFÁGICAS
Morgana Jahnke
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Morgana Jahnke é uma historiadora com sonhos anarquistas que, vez ou outra, brinca de poetisa. Cresceu na roça no velho oeste catarinense brasileiro, amante e pesquisadora de arte-política, cinema independente, cultura marginal e história ambiental. Atualmente é mestranda em história pela universidade federal da fronteira sul - uffs. Morgana Jahnke es una historiadora con sueños anarquistas que ocasionalmente juega como poeta. Creció en el campo en el viejo oeste catarinense brasileño, amante e investigadora del arte-política, el cine independiente, la cultura marginal y la historia ambiental. Actualmente es estudiante de maestría en historia en la universidade federal da fronteira sul - uffs.
I
noche en el campo el sudor penetra en las pequeñas grietas provocadas por el pasto kurumi cortado. los cerdos gritando, vacas mugen como si adoraran la muerte de las plantas en un coro desafinado de los que huelen el kurumi fresco. el pasto, vengar la violencia de la guadaña, encuentra sensibilidad campesina en la piel, en cada rasguño desalineado dibujado en los brazos. la carne expuesta a la audacia del pasto afilado en tu encuentro con el sudor en un delicioso baile transgresor para tres, sangre, sudor y deseo.
II
los gansos, alucinados buscando el maíz guaraní picoteando las puntas de las botas siete leguas. los pimientos puchero en un pulsante tono de clítoris rojo, se cosechan, sus ojos blancos están abiertos a la navaja el cuchillo lame en simetría divide cada pimiento en dos en la osadía de los que no piden permiso. la tierra
germina las semillas y nos alimenta, necesita ser cultivado por las criollas, libre de venenos que matan toda vida en heterocronías.
III
las deseantes historias de abejas que tragan todo el polen sin vergüenza, lleva el perfume del recuerdo de esos dulces cuerpos hasta la próxima boca para untarlo con miel. la cerca eléctrica reproduce un ritmo que se repite a lo largo de la historia de la eternidad, tec, tec, tec, tec, tec… las ranas jodiendo, las cigarras disfrutando y las luciérnagas pinchando la fiesta con sus culos de neón.
IV
oscurece en el campo, los sonidos de la noche inventan una melodía que vuelve locos a los animales detenidos. las estrellas privilegiados por la distancia que tienen de la tierra y sus estúpidos humanos, se burlan con guiños chispeantes, reúne constelaciones en una orgía desvergonzada que chupa toda la humedad y finalmente, disfruta. la lluvia es la alegría que fertiliza la tierra. el río canta sus lamentos a la novia del
turvo que sigue la búsqueda del silencio. la saudade baila una milonga, cuenta tus secretos a las nubes de chismes que compiten con la luna por el desempeño estético de cada encuentro y desajuste, lentamente la saudade se encoge junto a los huevos de pescados que morirán al sol de la mañana con el bajo nivel del río.
V
la dialéctica del campo o la biopolítica de las plantas. entre deshierbe bajo un sol ardiente o pasar veneno, comiendo comida o veneno, viviendo en el campo o con trabajo asalariado? entre la agroecología o pesticidas? la violencia del macho. mujer, planta tus huertas, planta tus jardines, planta tu arte, libérate del veneno patriarcal nunca más guardes silencio.
VI
amanece en el campo, el sol ilumina los paisajes circundantes monocultivos, inmensidad de la soja. anuncios gritan: “plantas soja, pasas veneno,
comen soja, alimentas a la capital, exportas agua dulce en soja y mueres intoxicado!” ridículos son los hombres blancos no saben que la cabeza de ajo crece dentro de la tierra, pero escribe las leyes, definen quién “merece”" vivir, cómo y dónde puedes vivir, la soja transgénica está legalizada, pero la marihuana no. nuestras contradicciones diarias, amén. aprendí de mi abuela que el ajo es un remedio natural. un diente de ajo acurrucado en la vagina por siete noches alivia las irritaciones por hongos bruja es aquella que escucha los secretos de la naturaleza.
VII
traigo sativa, con ella inspiro poesía, yo exhalo arte-política. devoro el sagu, de mariana berta el sabor que elegiría para acompañarme en la alegría y la tristeza. ¡viva maria lacerda de moura! ¡viva comandanta ramona!
VIII
mientras se acaricia un pie por el suave roce del río turvo, el otro empaca el cuerpo flota en la melodía de la música natural, la armonía de las aguas cantando los insectos charlando la tristeza de los pájaros confundirse bajo la red de conversaciones tejido por temporalidades entrelazadas en las voces rebeldes que reclaman el presente decadente.
IX
política brasileña mata el folclore todos los días. el curupira quemado abrazando al jaguar, el saci-pererê permanece encadenado entre tiempos, el boitatá murió de angustia, iara intoxicada por derrames de petróleo. brasil nunca ha conocido la democracia. el absurdo habita la agroindustria, el absurdo vive en el capitalismo, el absurdo vive en la esclavitud, el absurdo existe en la colonización, el absurdo sigue siendo el patriarcado. destruiremos los poderes podridos y la revolución nacerá de la tierra.
SENSIBILIDADES ANTROPOFÁGICAS
Morgana Jahnke
I entardece na roça o suor penetra nas pequenas fissuras causadas pelo pasto kurumi cortado. os porcos berrando, as vacas mugindo como se cultuassem a morte vegetal num coro desafinado de quem sente o cheiro do kurumi fresco. o pasto, vinga a violência da foice, encontra a sensibilidade campesina na pele, em cada risco desalinhado desenhado nos braços. a carne exposta à audácia do mato afiado em seu encontro com o suor numa deliciosa dança transgressora a três, sangue, suor e tesão. II os gansos, alucinados atrás do milho guarani bicando as pontas das botas sete léguas. as pimentas fazem biquinho num tom vermelho clitóris pulsante, são colhidas, seus olhinhos brancos são abertos à navalha a faca lambe em simetria divide cada pimenta em duas na ousadia de quem não pede licença. a terra germina as sementes e nos alimenta, precisa ser cultivada com respeito, amor e sementes crioulas, livre dos venenos que matam toda a vida em heterocronias. III as histórias desejantes das abelhas que engolem todo o pólen sem pudor, carregam o perfume da memória daqueles doces corpos
até a próxima boca a se lambuzar com mel. a cerca elétrica reproduz um ritmo que se repete pela história da eternidade, tec, tec, tec, tec, tec… os sapos fodendo, as cigarras gozando e os vaga-lumes discotecando a festa com suas bundinhas neon. IV anoitece na roça, os sons da noite inventam uma melodia que enlouquece os bichos presos. as estrelas privilegiadas pela distância que se encontram da terra e seus humanos estúpidos, debocham com cintilantes piscadelas, juntam constelações numa orgia desavergonhada que suga toda a umidade e, finalmente, goza. a chuva é o gozo que fecunda a terra. o rio canta seus lamentos à noiva do turvo que segue a procura do silêncio. a saudade dança uma milonga, conta seus segredos às nuvens fofoqueiras que disputam com a lua a performance estética de cada encontro e desencontro, devagarinho a saudade se encolhe junto às ovas de peixes que perecerão ao sol da manhã com a baixa do rio. V a dialética do campo ou a biopolítica das plantas. entre carpir sob sol escaldante ou passar veneno, comer comida ou veneno, viver da roça ou do trabalho assalariado? entre a agroecologia ou o agrotóxico? a violência do macho. mulheres, plantem suas hortas, plantem suas roças, plantem sua arte, libertem-se do veneno patriarcal jamais calem-se novamente. VI amanhece na roça, o sol ilumina as paisagens vizinhas monoculturas, imensidão de soja. propagandas gritam:
“plantem soja, passem veneno, comam soja, alimentem o capital, exportem água doce em soja e morram intoxicados!” ridículos são os homens brancos não sabem que a cabeça do alho cresce dentro da terra, mas escrevem as leis, definem quem ‘merece’ viver, como e onde podem viver, a soja transgênica é legalizada, a maconha não. contradições nossas de cada dia, amém. aprendi com a minha avó que o alho é um remédio natural. um dente de alho aconchegado dentro da vagina durante sete noites alivia irritações fúngicas bruxa é aquela que ouve os segredos da natureza. VII trago a sativa, com ela inspiro a poesia, expiro arte-política. devoro o sagu, da mariana berta o sabor que escolheria para acompanhar-me na alegria e na tristeza. viva maria lacerda de moura! viva comandanta ramona! VIII enquanto um pé é afagado pelo toque suave do turvo rio, o outro embala o corpo flutua na melodia da música natural, a harmonia do canto das águas os insetos proseando o lamento dos pássaros confundem-se sob a rede de conversações tecidas pelas temporalidades entrelaçadas nas vozes revoltadas que reclamam o presente decadente.
IX a política brasileira mata o folclore a cada dia. o curupira queimou abraçado na onça pintada, o saci-pererê segue acorrentado entretempos, o boitatá morreu de desgosto, iara intoxicou-se com os vazamentos de óleo. o brasil jamais conheceu a democracia. o absurdo habita o agronegócio, o absurdo mora no capitalismo, o absurdo vive na escravidão, o absurdo existe na colonização, o absurdo permanece no patriarcado. destruiremos os podres poderes e a revolução nascerá da terra.