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¡Bailad! POR CELIA El viernes 24 de mayo, Ana Alfageme, periodista de El País, que venía a hablarnos de cómo cuidar nuestra salud, acabó contándonos una historia con tres personajes: Ana, Celestina y Edmund. Ana es la auténtica Alfageme: su madre. Una mujer que trabajó como ama de casa y secretaria a tiempo parcial y que hoy, a sus 89 años y viuda reciente, se encuentra en plena forma, como se puede ver en la foto superior. Su receta no es secreta, o dejó de serlo cuando nos la contó su hija, ni difícil: curiosidad, leer periódicos y libros, hacer una tabla de ejercicios todos los días, ver a las amigas casi a diario, hacer dos horas de siesta (en la cama y con pijama), ser optimista y decirle a su hija que la quiere cada vez que hablan. El segundo personaje es Celestina Zubaire. Tiene 100 años. Ingresó hace varios en el hospital con neumonía. Allí entró a formar parte de un estudio sobre salud de personas
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POR QUÉ
mayores e hizo su primera sentadilla, entre otros ejercicios: prensa de piernas, equilibrio y caminar. Salió mejor de lo que entró: caminando más rápido, con mejor equilibrio y pensando mejor. Los del grupo que no se movía salieron curados, pero en peor estado físico y con menos masa muscular. El ejercicio es, además, el mejor remedio para prevenir o luchar contra la artrosis, además de procurar mantenerse delgada. ¿Qué ejercicio? Nadar, hacer aquagym, caminar en llano, hacer tablas para ganar musculatura… Edmund Phelps tiene 85 años, es premio Nobel de Economía y catedrático en la
Universidad de Columbia, y se niega a dejar de trabajar. Ha escrito varios libros sobre la importancia de tener proyectos que ayuden a vivir. Su colega Fiin Kydland lo corrobora: "Mi madre vivió hasta los 97 porque todos los viernes salía a bailar con las amigas". Esta fue la conclusión: encarar la vida con ánimo, tener vida social, moverse mucho y, sobre todo, tener proyectos. Y el baile lo junta todo. Así que ya sabéis: ¡bailad y viviréis mucho y bien!
