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Visto / leído La cólera del español sentado Un marido de ida y vuelta

La cólera del español sentado

POR MAITE

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"LA CÓLERA DEL ESPAÑOl sentado". leí esta frase por primera vez hace pocos días cuando me aventuré a buscar opiniones de la controvertida zarzuela de Doña Francisquita, a cuya representación acudí con un numeroso grupo de nuestra Escuela el viernes 31 de mayo. La frase me resultó contundente y sugerente. No conozco en profundidad la forma de reaccionar de otros países, pero creo que es muy español lo de hacer crítica de sofá, de todo: de política, de cine, de cultura; a quién no se le viene a la cabeza alguna sesión familiar de futbol donde los más entendidos ponen verde al árbitro y a muchos jugadores asegurándoles cómo deben actuar para realizar un partido como debe ser. Por eso la frase de "la cólera del español sentado" me sugirió esta reflexión. Pero además descubrí que era una frase de un gran dramaturgo y poeta del nuestro siglo de Oro Lope de Vega y me sentí feliz y relajada al comprobar que no somos distintos los de ahora y los de otro tiempo, lo digo por la gente que según los noticieros hicieron gala de su mala educación en algunas representaciones de la obra gritando e insultando al director. Y no es que yo diga que no se puede hacer crítica e incluso juzgar como apropiado o no algo que no nos gusta o de lo que esperábamos otra cosa. Nuestro Lope incluye la frase en el texto ensayístico que compuso, en verso, en 1609 como discurso ante la Academia de Madrid que titula como "Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo" en el habla de sus logros y fracasos con el objetivo de realizar una defensa de su teatro ante los académicos. No me he resistido a trasladar aquí algunos versos, salteados que dan razón de lo expuesto:

Verdad es que yo he escrito algunas veces siguiendo el arte que conocen pocos, ..... y, cuando he de escribir una comedia, encierro los preceptos con seis llaves; saco a Terencio y Plauto de mi estudio, para que no me den voces que suele dar gritos la verdad en libros mudos, y escribo por el arte que inventaron los que el vulgar aplauso pretendieron, porque, como las paga el vulgo, es justo hablarle en necio para darle gusto".

.... "Mas pues del arte vamos tan remotos, y en España le hacemos mil agravios, cierren los doctos esta vez los labios. ...... “Porque considerando que la cólera de un español sentado no se templa si no le representan en dos horas hasta el Final Juicio desde el Génesis, yo hallo que, si allí se ha de dar gusto, con lo que se consigue es lo más justo

Doña Francisquita es una zarzuela, denominada "comedia lírica", en tres actos, con libreto de Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde, basada en la comedia La discreta enamorada de Félix Lope de Vega que a su vez se inspiró en un cuento del Decamerón. La música es del maestro Amadeo Vives, y se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid el 17 de octubre de 1923.1 Se la considera una de las zarzuelas más importante. El libreto, está basado en "La discreta enamorada" de Lope de Vega El argumento presenta la historia de amor de Francisquita por Fernando que ni lo nota, absorbido como está por una cómica: Aurora la Beltrana, que no le corresponde. Francisquita no obstante es cortejada por el padre de Fernando, ella se deja querer y él la alerta contra su hijo, logrando, de esta manera, interesarle. La canción del ruiseñor nos cuenta muy gráficamente quién es quién, "la rosa que languidece de casto amor" es Francisquita, "el ruiseñor" es Fernando, "el zángano zumbador" es Don Matías y "la otra flor" es Aurora. Esta trama principal se desarrolla en un ambiente castizo que capta el espíritu del pueblo de Madrid tal como lo entendió Vives cuya pretensión con esta obra fue "hacer una Verbena de la Paloma en tres actos". La Doña Francisquita que vimos, versionada por Lluís Pasqual no fue la tradicional. Para muchos de los

conocedores de la obra no estuvo bien que Pasqual se atreviera a tanto, quitar prácticamente todo el texto e incluso añadir un personaje que no tenía nada que ver con la obra original, Gonzalo de Castro como presentador o guía de la obra. En definitiva, muchos espectadores echaron de menos la obra original. Según algunos críticos, esta versión gusta a los que tienen una idea aproximada, o quizá ninguna, de este gran título de Amadeo Vives. A mí por lo menos me pasó eso. Yo conocía el título, y algunos fragmentos de canciones tan oídas como la de "Por el humo"... pero nada más. Y me gustó mucho; el argumento se entendía o sobreentendía bien, es cierto que no entraba en detalles, pero se podía seguir y luego la música fue magnífica, y los tenores, sopranos, mezzos... envidiables. Fueron tres horas de bienestar, fue un regalo, incluido el precio, un orgullo como espectadora y como compatriota de tanto talento, un regalo que se vio incrementado con la maravillosa actuación de Lucero Tena. orgullo también del público de esta Escuela que pese a nuestro mayor o menor agrado supimos respetar la actuación y sobre todo a los trabajadores, los actores que tan bien lo hicieron. Lo que es cierto es que esta Doña Francisquita no se nos va a olvidar, quizá si hubiésemos visto la historia de siempre no nos hubiésemos fijado tanto en las diferencias, en lo que faltó o sobró, en lo que nos gustó a pesar de todo. En definitiva, los cambios nos enriquecen porque nos hacen estar más despiertos.

Un marido de ida y vuelta

POR MAITE

SIEMPRE ME PRODUCE dolor de cabeza y un montón de días buscar y encontrar una obra de teatro que podamos leer de forma escenificada. Además de la adecuación del texto, si es verso intento prosalizarlo, para mejorar la lectura; el número de personajes, si son muchos complica hasta el infinito la puesta en escena, y si son pocos son muchas las alumnas que se quedan con ganas. Todo este esfuerzo me hace plantearme últimamente acabar con esta actividad de final de curso, que además nos pilla a todos ya cansados y con proyectos de huida hacia las vacaciones. Al final encuentro una obra, y sobre todo tengo el entusiasmo de las lecto-actoras. Tendríais que ver su entusiasmo preparando el atrezzo, trabajando sin rechistar las interminables lecturas de los ensayos. Compensa, a pesar del cansancio compensa. Todas están dispuestas a lo que sea, pintar los decorados buscar los efectos especiales, y todo lo realizan como auténticas profesionales. La obra a representar-leyendo este año es Un marido de ida y vuelta", comedia de Enrique Jardiel Poncela. Es una obra de teatro en tres actos, estrenada en Madrid el 21 de octubre de 1939. Enrique Jardiel Poncela fue un escritor y dramaturgo español. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con lo que se hacía en el teatro español de la época. De este autor hicimos hace unos años Eloísa está debajo de un almendro, éxito de crítica y público y esperamos que esta otra esté a la altura. No

hay como jugar con los equívocos y más si estos vienen del más allá para sacar no solo una sonrisa sino la mejor carcajada. El texto y las actrices se merecen el reconocimiento y el aplauso. Gracias.

UN PREMIO DE

ALTURA

SIRI HUSTVEDT, a pesar de su altura (1,80 m), sabe bien lo difícil que puede resultarle a una mujer ser vista y escapar a la larga sombra masculina. Y es que durante muchos años ha acarreado ese apelativo tan machista de ser “la mujer de...” (en este caso de Paul Auster). Pero Hustvedt se ha ganado con creces un lugar en el panorama literario actual y así se lo ha reconocido la Fundación Princesa de Asturias con la concesión del premio de las Letras 2019 por su obra novelística y ensayística en la que la memoria, el arte, la ciencia y la reivindicación de las creadoras olvidadas se dan la mano. Tanto en sus novelas como en sus ensayos mezcla desde reflexiones sobre el proceso creativo y la crítica literaria, hasta apuntes científicos sobre psiquiatría y neurobiología. Nunca ha tenido miedo a introducir aspectos de su vida en sus escritos, dedicando La mujer temblorosa o historia de mis nervios a investigar desde todos los puntos de vista posibles sus ya famosas migrañas, el aura y los procesos neurológicos. Hustvedt

empezó a oír voces a los 11 años y a los 20 tenía alucinaciones de enanos rosas antes de sufrir terribles jaquecas. En su última novela, Recuerdos del futuro, la protagonista trata de descubrir qué la une a aquella atractiva e ingenua joven que una vez fue. De paso, vuelve al arte y a la reivindicación de creadoras que han sido ignoradas

RECUERDOS DEL FUTURO. SIRI HUSTVEDT EDITORIAL SEIX BARRAL. 416 PÁGINAS. 21,00 UNA ESCRITORA consagrada que trabaja en sus memorias redescubre los viejos diarios de su primer año en Nueva York, a finales de la década de 1970. Recién salida de un pueblo de Minnesota, sin apenas dinero y con hambre de nuevas experiencias, se deslumbra por todo lo que le ofrece la ciudad: su primer amor, los esbozos de su primera novela, la escena literaria que se abre ante ella, y, sobre todo, la obsesión por su vecina, una mujer joven que cada noche entona extraños monólogos en su apartamento y que la protagonista anota febrilmente en sus cuadernos. Conforme estas confesiones se vuelven más perturbadoras, su interés por descubrir la verdad detrás de la puerta de al lado también se intensifica. Cuarenta años después de aquello, esas notas y diarios sirven a la escritora para reflexionar sobre temas como el paso del tiempo, el deseo o el papel de la mujer en la sociedad, y para constatar que son los recuerdos del pasado los que en gran medida conforman quienes seremos en el futuro. Entre la metaliteratura y el feminismo, entre el thriller psicológico y el bildungsroman, Siri Hustvedt, flamante premio Princesa de Adturial de las Letras, vuelve a cuestionar nuestras relaciones con la realidad, la capacidad del arte para cambiar nuestra percepción del mundo, los límites de la ficción y los enigmas de la personalidad y la memoria.

Adiós al curso 2018-19