La corrida de las dos artes

LLAMÉMOSLA DE DOS ARTES

LEO CORTIJO

@leo_cortijo

Si me dieran un euro cada vez que se produce una coincidencia, casualidad o anécdota en el mundo de la Fiesta de los toros, ya me hubiese podido comprar una coqueta casita en la playa. Porque la Tauromaquia, como la vida, tiene estas cosas. Como muestra, diremos el botón que se da en dos ferias taurinas tan cercanas en cuanto a fechas y distancia como son las de Cuenca y Albacete. El sábado, en la Feria de San Julián, se anuncian dos toros de Ángel Sánchez para rejones y cuatro de Victoriano del Río para Diego Ventura, Alejandro Talavante y Roca Rey. Por su parte, el 16 de septiembre en la albacetense Feria de la Virgen de Los Llanos, se repite un festejo muy similar, cambiando las ganaderías (Los Espartales para rejones y Jandilla para el toreo a pie) y Sergio Serrano en lugar de Roca Rey. Pero también se da otra coincidencia: tanto en Cuenca como en Albacete se celebró en 2017 este tipo de festejo, volviendo a organizarse e n ambos ciclos feriales en el presente año. Poniendo la lupa en Cuenca, nos encontramos con un Diego

Ventura, actual e indiscutible número uno de los rejoneadores, con unas monturas que se mueven como pez en el agua, y que torea a caballo con una difícil facilidad que le hace ser el líder, posición bien ganada en los ruedos. Después, Talavante y Roca Rey. La figura consagrada, Alejandro, que se encuentra en un bache, tiene como principal virtud que en cinco minutos es capaz de convertir lo mediocre en extraordinario. Y Andrés, con un valor que asusta al miedo, tiene la vitola de diestro arrollador con mucha transmisión en sus faenas, si bien alternando el “¡ay!” con el “¡olé! ¿Y cuál es la manera más habitual de describir este tipo de festejo entre los aficionados?

Este cartel es comúnmente conocido como corrida mixta. Un rejoneador abriendo plaza y dos toreros de lidia a pie. Este tipo de festejo, como casi todo, tiene sus puntos fuertes y también los débiles. Lo fundamental es que se da variedad al espectáculo de una misma tarde. Y si es con el rejoneador Diego Ventura, actual número uno indiscutible del toreo a caballo, no es un nombre que sobre, al contrario. Es más bien un “aporta” que un “aparta”. En el lado opuesto, la competencia en el ruedo queda reducida porque no se puede o no se debe comparar el toreo a caballo con el de a pie, pero siempre logra buenas entradas. También ocupa un puesto destinado a los matadores de toros, tan cotizados en estos tiempos, cuando los rejoneadores tienen sus propios festejos. Así podríamos estar debatiendo y teorizando sobre la letra pequeña de estas corridas. ¿Mixta o de dos artes? Gustos, preferencias y apetencias al margen, llamarle de dos artes siempre es una opción preferible ya que está compuesto de dos artes: el de Marialva y el de Cúchares. Porque aparte de llamar a las cosas por su nombre, nunca está de más reivindicar la grandeza de una Fiesta que es patrimonio cultural y que es una tradición sumamente arraigada en España. Usemos el nombre que se merece, de dos artes, y dejemos lo de mixta para los sándwiches. Entre arte y arte, quedémonos y esperemos la mejor parte.

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