
5 minute read
Tecnología
La E-volución de la educación: transformaciones y nuevas exigencias
“La virtualidad no es una moda. Llegó y no se va a acabar”.
Advertisement
Zharick Celina Álvarez Amaya
Lic. en Lenguas Modernas con Énfasis en Inglés y Francés
Technology in Education. What Teachers Should Know. American Federation of Teachers. Illustration by: Victor Koen. Taken From: https://www.aft.org/ae/ spring2016/debruyckere-kirschner-and-hulshof
Cada idea, experiencia, narrativa y sentimiento que comparto a continuación son fruto de una experiencia enriquecedora: mi trabajo de grado. Titulada “Capturas Semánticas Compartidas: Enseñanza y Aprendizaje Virtual del Inglés como Lengua Extranjera”, esta investigación me permitió explorar y comprender los extensos caminos de la experiencia de docentes y estudiantes del Programa de Inglés Virtual. Aún más, me cuestionaba la relación que esta colectividad mantenía con la tecnología y cómo esta depende signifi cativamente de las capturas semánticas compartidas¹ sobre las TICs². El concepto de CSC nace de una discusión exhaustiva y horizontal entre cuatro términos clave: imaginarios, representaciones sociales, creencias y concepciones, y en la que se pretende que todos estos converjan y construyan en conjunto un nuevo sistema de entendimiento del mundo.
Por supuesto, estas CSC estaban presentes en la colectividad del Programa y era mi intención saber cuáles eran, de dónde provenían, cómo se compartían y quiénes la reproducían. Para iniciar, debemos recordar que el punto de infl exión de esta experiencia en el aprendizaje es el contacto con la tecnología. No podemos negar que la llegada y revolución tecnología ha supuesto una metamorfosis en la educación, modifi cando las antiguas prácticas que la caracterizaban. De hecho, con las nuevas tecnologías, las opciones sobre dónde y cuándo aprender son ahora ilimitadas, si se cuenta con los medios necesarios. Podemos hablar, entonces, de la sociedad del conocimiento o sociedad en red (Castells, 2006) y cómo estas nuevas realidades potencializan las transformaciones en los usuarios a través de la disposición continua, el fácil acceso a la información y la conexión constante con otros pares, trascendiendo límites territoriales, físicos y temporales (Castells, 2006). De aquí que la e-volución de la educación conlleve a la (de)construcción de los roles de docentes y de estudiantes. Inmersos en los nuevos rasgos que supone la virtualidad, “Con las nuevas tecnologías, las op- los usuarios ciones sobre dónde y cuándo apren- transforman der son ahora ilimitadas, si se cuen- sus identa con los medios necesarios.” tidades y abren paso a un nuevo paradigma de la educación. Así lo identificaban dentro
de la colectividad del Programa, donde el rol del estudiante se percibía más autónomo, responsable, dedicado, comprometido, activo y dispuesto. Por su parte, el rol docente pasaba a un segundo plano donde la virtualidad lo dirigía a un lugar de guía, tutor, apoyo y facilitador de experiencias.
Ahora bien, reconozco que mencionar el contacto de la esfera de la educación con la revolución tecnológica es muy amplio; sin embargo, hay una relación en específi co a la que me quiero direccionar: aquella establecida con Blackboard Learn. Este sistema de gestión del aprendizaje se enmarca en el concepto de ecosistemas de aprendizaje, aquellos “conjuntos de contextos hallados en espacios físicos o virtuales que proporcionan oportunidades de aprendizaje y en el que cada contexto comprende una confi guración única de actividades, recursos materiales, relaciones personales y las interacciones que surgen de ellos” (Barron, 2004, p.6).
De esta manera, la colectividad encontraba en Blackborad Learn unas configuraciones únicas que construían CSC sobre las modalidades de aprendizaje y les llevaban a reconocer que esta heterogeneidad de herramientas externas habilita nuevas formas para aproximarse al conocimiento.
Sin embargo, las aproximaciones al aprendizaje virtual se narran en una dicotomía donde una parte de docentes y estudiantes del Programa subrayaba con fervor la riqueza de este, pues, en sus palabras: el aprendizaje virtual no solo posibilita el cumplimiento de todos los objetivos pedagógicos específi cos del curso, sino que también te permite crecer en ese uni-
verso de conocimiento guiado y autónomo. Mientras que la parte contraria destacan la calidad y superioridad del aprendizaje presencial, retomando las falencias que se pueden presentar en la interacción, acompañamiento y calidad de la enseñanza al alejarse por una pantalla. Continuando con la diversidad de experiencias en la educación que se pueden construir en compañía de la virtualidad, me permito retomar una de las categorías más controversiales: la identidad. Los internautas han sido defi nidos y categorizados diversamente a lo largo de los años: nativos, migrantes o híbridos digitales; sin embargo, aquí se apuesta más por los ciudadanos digitales (Roca, 2008), pues sería una suposición errónea defi nir la aptitud de un usuario por su rango etario. Además de problematizar su identidad intentando asignarles una categoría que describa su relación con la tecnología, los docentes y estu“El aprendizaje virtual no solo posibilita el cumplimiento de todos los objetivos pedagógicos especí cos del curso, sino que también te permite crecer en ese universo de conocimiento guiado y autónomo” diantes también refl exionan sobre quiénes deben ser o qué deben saber – a nivel de lengua – para inscribirse a un curso de inglés virtual. Al respecto, la colectividad instaura sobre los estudiantes unos supuestos a cumplir para garantizar una experiencia sana: tener cierto nivel de vocabulario, saber estructuras básicas, haber tomado cursos presenciales de la lengua o, por el contrario, destacan las facilidades que otorga esta e-volución, pues gracias a la ubicuidad del conocimiento, todo se puede aprender en línea y no existe prerrequisito alguno. De esta línea de ideas desprendo, en igual medida, las motivaciones de los estudiantes para inscribirse a un curso de inglés virtual. En ellas, destacan la comodidad y maleabilidad en términos de tiempo para sus horarios de clase. Además, los estudiantes expresan la necesidad del cumplimiento rápido del requisito de lengua para graduarse, la de “levantar” el promedio o que “cuadren” los créditos.
Estas son solo algunas de las narrativas que enriquecen mi investigación y dan cuenta de la cantidad extensa de transformaciones que se dan en un encuentro de aprendizaje virtual desde diversas categorías. Sin embargo, estos testimonios expresan los nuevos retos que supone la virtualidad. Los docentes y los estudiantes del Programa resaltan la pertinencia de mayor capacitación para el uso y manejo de las TICs, mejores planeaciones políticas y lingüísticas que garanticen el acceso a los recursos y supongan una mayor alfabetización digital en todo el territorio colombiano. Para despedirles, les invito a descubrir todas las CSC exploradas en este proyecto y les recuerdo que, antes de preguntarnos qué sucede cuando la educación y la tecnología se abrazan, debemos permitirnos la refl exión sobre las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales de país donde no todos gozan con el privilegio de educarse virtualmente.
1 CSC para futuras referencias en el texto. 2 Tecnologías de la Información y Comunicación.
Referencias
Barrón, B. (2004). Learning ecologies for technological fl uency: Gender and experience diff erences [Ecologías de aprendizaje para la fl uidez tecnológica: Diferencias de género y experiencia]. Journal of Educational Computing Research, 31, 1-36. doi.org/10.2190/1N20-VV124RB5-33VA
Castells, M. (2006). La sociedad red. Madrid: Alianza Editorial.
Roca, G. (2008). Nativos Digitales VS Ciudadanos Digitales. Blog Personal. http://www.genisroca. com/2008/10/24/nativos-digitalesvs-ciudadanos-digitales/