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Construcción de paz

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Conmemoración

Conmemoración

“Todo lo que sabemos lo sabemos entre todos”: la investigación como oportunidad formativa

«La enseñanza no es un proceso unilateral, sino que, por el contrario, es un proceso en el que hay una co-construcción de conocimiento».

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Angie Rodríguez

Comunicación Social y Lic. en Lenguas Modernas con Énfasis en Inglés y Francés

El 16 de junio de 2021 nos dejó el maestro Jesús Martín-Barbero, pero no se iría sin motivar la convergencia cultural y digital que experimentamos en estos tiempos. Entre sus intervenciones más recientes, afi rmó: “Todo lo que sabemos lo sabemos entre todos”, una frase de Machado con la que nos convocaba a una convergencia que requería confi anza mutua y corresponsabilidad. En conjunto, con mis compañeros del Semillero de investigación Discursos y prácticas de reconciliación, tenemos aprendizajes para compartir al respecto.

El Semillero propuso en enero de 2020 el trabajo titulado Diálogo abierto sobre la producción mediática para la reconciliación colombiana con el fi n de fortalecer el uso de herramientas de co-

Santiago Molina, Paula Ospina, Lisha Hoyos y Angie Rodríguez, integrantes y talleristas del Semillero Discursos y Prácticas de Reconciliación. Propiedad de la autora.

«Este tipo de proyectos les brinda a los jóvenes un espacio seguro de expresión que les permite cuestionarse lo que sucede en su entorno, alejándolos de dinámicas violentas y brindándoles posibilidades y nuevas perspectivas del mundo».

municación de la Fundación de Espacios de Convivencia y Desarrollo Social —FUNDESCODES—. La propuesta surgió como aporte de la línea de comunicación del proyecto de investigación Diálogos improbables: Investigación participativa como estrategia de reconciliación; proyecto que adelantan conjuntamente la Pontifi cia Universidad Javeriana, el Centro de Investigación y Educación Popular —CINEP— y la Universidad de Sheffi eld, con recursos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación —MinCiencias— y el Fondo Newton.

El taller fue planteado con 4 grandes módulos para ser implementados, en un inicio, de manera presencial en Buenaventura. Sin embargo, la coyuntura de salud pública nos llevó a reconfi gurar las actividades a una modali-

dad virtual; cambiando tiempos, metodologías, y estrategias pedagógicas y de comunicación. El ritmo de la virtualidad, que se tejió con el gusto por la radio, la comunicación y la pedagogía, implicó múltiples retos que se fueron superando a medida que avanzaba el taller.

Por medio del trabajo articulado entre el Semillero y FUNDESCODES planteamos e implementamos los siguientes módulos. El primero se enfocó en la locución y el manejo de la voz con el objetivo de reconocer el lugar del cuerpo en la producción de la voz. El segundo se pensó para dimensionar la relación entre la oralidad y la escritura con el ánimo de emprender un ejercicio de redacción y planeación a través de guiones, explorando la escritura individual y la colectiva. En el tercero, se abordaron diferentes formatos periodísticos. En el último se habló sobre los dramatizados sonoros por medio de la creación de personajes, historias, tipos de dramatizados y la importancia del sonido y la música en este tipo de formatos.

Desde un principio, el proyecto propuso un diálogo de acentos con el objetivo de superar el carácter invasivo que tiene usualmente la formación convencional; de tal manera que las herramientas didácticas se pensaban no en función de los talleristas –bogotanos en su mayoría-, sino de los participantes del taller –jóvenes bonaverenses-. En la marcha, aprendimos a entender los diversos ritmos culturales que se entretejen en el proceso de aprendizaje. Además, construimos continuamente estrategias basadas en las difi cultades y aciertos del proceso para que los talleres fueran asertivos y participativos; después de todo, entendemos que la construcción de conocimiento surge del intercambio y de los aportes que cada una de las personas pueda dar en el proceso colectivo. Todas las actividades planeadas giraron «Todas las actividades planeadas giraron en torno al territorio, a sus en torno al territorio, memorias y a sus tradiciones; alea sus memorias y a sus jándonos de la idea de que el fortradiciones; alejándo- mador es el centro de los procesos nos de la idea de que el educativos populares». formador es el centro de los procesos educativos populares. Así, pudimos avanzar durante los módulos 1 y 2. Sin embargo, con el tiempo y frente al agotamiento que generaba una distancia que solo surcaba el internet, se hicieron necesarias otras herramientas, hasta el momento desconocidas, que vieron la luz durante los módulos 3 y 4.

La división en grupos de trabajo con responsabilidades defi nidas y compartidas, así como el compromiso de aportar a la formación mutua fueron las claves para alcanzar los objetivos trazados. Es de esta forma como nacen: ‘Duro con chonta’, ‘Canasto bijao’, ‘Memoria urbana’ y ‘Unión pacífi ca’, proyectos conformados por los jóvenes en formación, un dinamizador local y un codinamizador responsable desde el Semillero.

Cada grupo planeaba durante la semana sus dinámicas y editaba sus piezas didácticas con el acompañamiento del Semillero para motivar el encuentro de cada sábado. De allí, los participantes quedaban con algunas tareas: la edición de una noticia, la redacción de un guion, la consecución de una entrevista, la planeación de una crónica o la escritura de un dramatizado. Esta nueva metodología de trabajo logró inspirar a todos los participantes a hacer un uso de la lengua más consciente para que se sintieran identifi cados y más cercanos a los contenidos que producían. Todo el proceso nos permitió entender la importancia de la comunicación radiofónica y su relación con la identidad de los jóvenes bonaverenses, sus costumbres y su territorio. Este tipo de proyectos les brinda a los jóvenes un espacio seguro de expresión que les permite cuestionarse lo que sucede en su entorno, alejándolos de dinámicas violentas y brindándoles posibilidades y nuevas perspectivas del mundo. El taller invitó a las/ los jóvenes a innovar, pero también a entender su pasado para rescatar sus propias historias y los relatos de su comunidad. Asimismo, nosotros como comunicadores e investigadores en formación comprendimos, por un lado, que la comunicación es un espacio de resistencia que se debe volver esencial para los jóvenes hasta el punto de que lo sientan como propio y lo hagan parte de quienes son. Por otro lado, que la enseñanza no es un proceso unilateral, sino que, por el contrario, es un proceso en el que hay una co-construcción de conocimiento y en el que cada persona implicada aprende algo nuevo en cada interacción. Con esta refl exión retomamos al maestro Jesús Martín Barbero pues, después de nuestra experiencia con los/las bonaverenses, somos conscientes de que todo lo que sabemos lo sabemos entre todos.

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