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Egresados
Nuevos horizontes
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Constanza Urrego
Egresada Licenciatura en Lenguas Modernas
Mi nombre es Constanza, aunque en donde vivo y trabajo todos me conocen como Connie. Nací en Bogotá, pero desde hace más de veinte años vivo en la ciudad de Atlanta, Georgia. Terminé el programa de Licenciatura en Lenguas Modernas en la Javeriana hace un buen tiempo. Después de graduarme, comencé a trabajar enseñando inglés y algo de francés en clases privadas, institutos y también en colegios bilingües. Con el tiempo me casé y decidimos mudarnos con mi esposo a los Estados Unidos, ya que él había vivido en ese país por varios años y conocía muy bien la ciudad en la que residimos actualmente.
Debo mencionar que no era la primera vez que venía a Estados Unidos porque cuando todavía estaba estudiando tuve la oportunidad de participar en unos campamentos de verano por dos años consecutivos. La primera vez fui a Ohio y la segunda a California. Estos dos viajes fueron experiencias maravillosas en las que, además de divertirme, aprendí mucho. Por un lado, pude practicar el idioma que ya sabía hasta ese momento y pude aprender muchas palabras nuevas y varias expresiones idiomáticas y coloquiales, por lo que mi inglés mejoró demasiado. Al conocer estos lugares me di cuenta de que mi futuro tenía que ser en los Estados Unidos y, gracias a Dios, esto se dio.
Estando en Atlanta, me sentí muy orgullosa y contenta de haber aprendido el idioma muy bien en la Universidad y de haber salido muy preparada. Se me presentó, incluso, la oportunidad de trabajar en una escuela, pero en ese momento no me sentía interesada en enseñar de nuevo, ya que quería otro tipo de trabajo. La segunda ocasión que tuve para trabajar fue con una compañía de seguros médicos en un call center y ahí tenía que interpretar un poco. Durante ese tiempo tomé un curso de interpretación médica de nueve meses en un college donde aprendí bastante terminología, así como sobre los sistemas y funcionamiento del cuerpo y de sus órganos. Lo anterior me permitió conseguir un trabajo, en primer lugar, en un hospital de niños hace diez años. Luego, gracias a la experiencia que obtuve en ese lugar, pude trabajar en un hospital de adultos en el que llevo dos años de servicio, así que veo todo tipo de pacientes. En esta ciudad viven muchos centroamericanos que necesitan ayuda con el idioma y más tratándose de la salud. Me gusta mucho mi trabajo, aunque como todo en la vida, este tiene sus retos. A veces los doctores hablan con un registro muy alto o el tema puede ser difícil, pero me siento orgullosa de lo que he logrado aprender en todo este tiempo.
Aunque no enseño hoy en día, debo decir que siempre estaré orgullosa de haberme graduado de la Javeriana del programa de la licenciatura porque, aparte de hablar el idioma, lo sé leer y escribir muy bien y eso es de gran ventaja en este lugar. Es muy satisfactorio saber que mi educación allá fue muy buena. No sé si todavía enseñan francés, aunque no lo practiqué por mucho tiempo y se me olvidó casi todo. Sin embargo, cuando fui a Francia hace dos años logré recordar mucho y pude comunicarme y entender lo que me decían en París. ¡Qué maravilla!
Para terminar, quiero agradecer a Danna por invitarme a escribir un poco sobre mi vida y mi experiencia después de graduarme del programa. Tengo dos hijos que están tratando de hablar español cada vez más. Sigan adelante aprendiendo otros idiomas porque es muy importante, trae muchas satisfacciones y no solo es útil en la vida profesional, sino también cuando se viaja a otros países.
Nuevos horizontes. Fotografía tomada por la autora.