el desengrasante V Encuentro ta Motero de la Posven
2011
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El Día de las b es
Con la participación de:
Y van ya cinco… Para celebrar el primer lustro de nuestro Encuentro Motero de la Posventa necesitábamos hacer algo realmente ‘chocante’. Así que no solo nos llevamos de ruta motogastronómica a nueve intrépidos posventeros, sino que además multiplicamos por dos el número de ruedas sobre las que nuestros invitados tuvieron que medir sus fuerzas… Al final, como siempre, lo que sobró fue camaradería, diversión, buen rollo y adrenalina. Y lo que faltó, también como de costumbre, fue más tiempo para seguir disfrutando.
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Aunque todo lo que uno espera del V Encuentro Motero de la Posventa organizado por MRyT sucede en un mismo día, el viernes 22 de julio pasado, el de este año arrancó de hecho ya la noche del jueves 21, con la llegada a Barcelona de los invitados de más allá del Cinca y del Ebro. Una cena ligera y sin florituras (“ya, seguro…”) basada en arroces y aguas minerales (entre otras muchas cosas) les llevaría a la cama para estar frescos para el intenso viernes. La mesa estuvo servida para Eduardo Casero, Jesús Pérez Loriente y José Mª Clemente; mientras ellos cenaban, Pepe Peñalver estaba de camino de Murcia en coche, tras una reunión que, sospechamos, se le hizo eterna… Estaba siendo un mes de julio atípico en lo climatológico. Lluvias y tormentas por toda España encontraron gusto en aguar los planes de playa de la población sedienta de vacaciones. La canícula se resistía a llegar. Hacía calor, sí, pero no era nada comparado con lo que es común en esta época. Temiendo incluso por si se cumplían las múltiples previsiones de lluvia que veníamos siguiendo ávidamente en los días anteriores, nos plantamos en el 22 de julio con un día razonablemente fresco y sin demasiadas nubes. Un día espléndido para salir en moto… y eso es lo que hicimos. Todos los invitados se encontraron pronto, a las 8:30h de la mañana del viernes en el concesionario ItaloMotor de la calle Numància de Barcelona. Poco a poco fueron llegando los autóctonos: David Turégano, Joan Carles Rico, Joan Olivella y Jordi Pons. Allí les esperaba Eric Cirera y todo el equipo del concesionario para entregarles las joyas británicas con las que este año iban a cubrir el recorrido del Encuentro. Intentando superar la inquietud de quien conoce por primera vez a su pareja de baile, nuestros moteros vieron salir una a una sus monturas, todas nacidas en el corazón de Inglaterra, todas oriundas de un lugar cercano a Birmingham llamado Hinckley, todas apellidadas Triumph.
Empieza el recorrido
Una breve sesión de fotos lleva al inexorable momento del inicio del Encuentro. Había hambre de kilómetros, pero sobre todo hambre… de desayuno, ya que los sufridos moteros, siguiendo las severas indicaciones del equipo de MRyT, salieron en ayunas para no desmerecer el sagrado momento del primer ágape del día. Con el permiso del denso tráfico urbano de una mañana de viernes en Barcelona, los moteros se dirigieron al punto de avituallamiento, el Restaurante Can Cortès de Sant Cugat. Para ello, recorrieron una parte de una carretera mítica, l’Arrabassada (la arrebatada), que debe su nombre a su sinuoso recorrido arrebatado a las faldas de la montaña de Collserola.
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Durante los siguientes minutos, una vez sentados a la mesa y habiendo pasado incluso un poco de frío rodando por el primer tramo de carretera de la jornada, los motoposventeros sólo abrieron la boca para dejar paso al aporte de necesarias calorías. A medida que el nivel de azúcar en sangre iba subiendo, la charla se fue animando y fue entonces momento para revisar la ruta que les quedaba por delante: unos 240 km (de los que ya habían cubierto los 15 primeros) con un panorama de curvas que asustaría al más ratonero…
Sorpresa, sorpresa
Tras haber recuperado las fuerzas y algunas fotos extra, nuestros invitados montaron en las Triumph y siguieron la ruta, esta vez con destino a Terrassa, pero no precisamente de forma directa, sino dibujando un bucle que pasó por Sant Llorenç Savall, Calders y Talamanca. Con algunas paradas para cambios de moto y algún que otro refresco, nuestros intrépidos viajeros fueron desgranando los encantos de una ruta variada (excepto en las curvas…) por las comarcas del Vallès Occidental y el Bages, y a la llegada al Parc Vallès de Terrassa les esperó una sorpresa… Tuvieron que bajarse de las motos y batirse el cobre en un circuito de karts. La emoción de la competición, muy disputada y más disfrutada, abrió de nuevo el apetito a los invitados. De hecho, alguien hubo que afirmó haberse cansado más en media hora de karts que en toda la mañana de moto. Le creemos. Tras el reparto de premios, en el que salieron mejor parados los más livianos del grupo, no se olvidaron los moteros de hacerse unas fotos con el equipo del Gené Karting de Terrassa (sólo faltó Jordi Gené, que no pudo estar en el Encuentro).
Homenajes con garbanzos
Desde ahí, el destino fue Rellinars. Por la sinuosa carretera de 15 km que cruza el parque natural de la Serra de l’Obac el mero imaginar la comida que les esperaba a la llegada a Can Toni hacía reales aromas inexistentes de guisos y viandas, y éstos se colaban por las pituitarias de los motoposventeros hasta nublar el entendimiento. Eran casi las cuatro de la tarde y el estómago se quejaba… Suerte que el recorrido se cubrió en un plis. ¿Sería que la guerra de jugos gástricos hicieron retorcer más el acelerador de las Triumph? La comida en Can Toni marcó, tal como unos esperaban y todos deseaban, un punto y aparte en la jornada. A panza llena, todo el monte es orégano. En este estado de gracia plena, llegó el momento de entregar los merecidos diplomas acreditativos de participación en el V Encuentro Motero. Uno a uno los invitados recibieron su marchamo siendo clasificados en función de sus cualidades moteras entre plantadores de patatas, carne fresca de cuneta o aguantamo340 · septiembre 2011
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