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La publicación


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CODA 49 C O En el número 32, el de mayo del curso pasado, os hablamos del encargo que nos propuso nuestra antigua alumna y redactora del XL Semanal Raquel Peláez: ponerle en contacto con dos alumnos para realizar un reportaje sobre la generación sub-18, la que nació a la vez que la crisis, creció entre inestabilidades de todo tipo y pasó parte de sus años formativos sin poder expresarse con el rostro por culpa de una pandemia. Tras el verano, el día elegido para la publicación del reportaje fue finalmente el domingo 9 de octubre. El suplemento del ABC (y de otros periódicos autonómicos como el Sur de Málaga) salía con Bosé y Prada en portada, y con nuestros alumnos Marcos e Irene en sus páginas interiores, hablando sobre el amor, la salud mental, las redes, o la relación con sus familias y amigos. ¡Muchas gracias una vez más a Raquel por tan estupendo reportaje! La publicación





CODA 50 D A



La firma invitada: En marcha
Hace unos días que concluyó el tercer Encuentro Internacional Easmus+ y ya parece que ha pasado una vida. No hace ni dos semanas que estábamos despidiendo a nuestros compañeros alemanes y españoles bajo una leve lluvia en Velingrad, pues marchaban ya a coger el avión que les llevaría de vuelta a sus países. Sin embargo, y aunque parezca que ha pasado tiempo ya, el encuentro sigue muy reciente en mi memoria.
Preparar un encuentro Erasmus+ no es tarea fácil. No diré que la gente no sepa que se trabaja mucho durante esa semana, pero quizás lo que sí que no sepan es todo el trabajo previo que hay que realizar. No se trata sólo de encontrar familias para los alumnos que vamos a recibir de invitados, ni tan siquiera de preparar las actividades para la semana. Es decir, todo eso hay que hacerlo, pero no acaba ahí el trabajo. De hecho ni siquiera empieza ahí. Al final de cada encuentro empezamos ya a planificar el siguiente. Es decir, que estando en Madrid, España, el pasado mes de marzo de 2022, el último día nos reunimos los profesores encargados del proyecto para empezar a desarrollar ideas para el que sería el encuentro en mi país, Bulgaria.
Así, y como iba diciendo, al llegar de vuelta de cada encuentro, y si nos toca preparar el siguiente, todos los profesores nos ponemos manos a la obra. Nos toca en esos meses previos contactar con otros centros, con empresas si hiciera falta y con los responsables de las actividades que queremos desarrollar con los chicos. Además, está toda la parte organizativa y de gestión, es decir, contratación de autocares, reservas de plazas en eventos, y hasta todo el apartado técnico.
Con todo, el esfuerzo siempre merece la pena. Todo el tiempo y el camino invertido ven durante esa semana su recompensa, ya así lo vemos también nosotros. El orgullo y la satisfacción son dobles cuando comprobamos que el taller de teatro con el actor búlgaro sale a la perfección; cuando los chicos disfrutan de un día de turismo en Plovdiv; y cuando llega la hora de regresar a casa y el autocar está ahí esperándoles.
Y me despido contándoos un secreto, que quizás ya, después de leer mi columna, no sea tal: el próximo encuentro en Alemania ya está en marcha.
La viñeta La columna


"¿Cuánto dura el amor?" Para muchas universidades y centros de investigación de gran prestigio, esta pregunta si tendría una respuesta exacta. Sin embargo, el resultado se eleva a miles de cifras, por supuesto, todas "científicamente demostradas". La mayoría, desde unos pocos meses hasta la valiente cifra de 4 años. Así, nuestros expertos ponen punto final a nuestras relaciones sin siquiera haberlas comenzado. Sin embargo, no debemos confiarnos, ya que si tenemos entre 15 y 19 años, nuestro amor caduca al año en el mejor de los casos. Estos expertos son los mismos que nos tachan de cuadriculados y de vivir muy deprisa. Sin embargo, ¿cómo no vamos a cuadricular una vida que viene con calendario, pautas y estereotipos? Nos hacen pensar que llegamos al mundo con un manual de instrucciones que debemos seguir paso a paso, y claramente el amor es uno de esos pasos. Pero, ¿cuál es el sentido de comenzar algo que, por un lado, se fuerza socialmente, y por el otro se condena? Lógicamente ninguno. Por eso hay tanta gente que teme a fracasar. Más allá de las relaciones amorosas en sí mismas. La gente le teme a sentir porque nos han hecho ver que también implica pérdida y fin. Por eso, seamos nosotros los que decidamos cuándo y cómo sentir. Sin prejuicios, sin etiquetas, sin miedo y sin importar lo que digan los demás. Pues nadie puede sentir por ti, no dejes que te digan cómo o con quién hacerlo.