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Avenida Independencia

Escrito por Francisco Estrada

Ayer venía en la “F” que sale de Santa Lucía, pasa por el Colón y luego hace una larga fila sobre la Independencia para llegar a la parada de Metro. Venía sentado, viendo por la ventana rumbo al poniente, impaciente porque el calor del mediodía sofocaba y la cola sobre la Independencia no avanzaba. Los cuatro carriles –dos de subida y dos de bajadaestaban colapsados como si fuera San Salvador; ¿¡cuándo la Santa Ana de mi niñez se hizo una mini capital a réplica!?

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Entre el murmullo de la gente, observo varios campesinos, algunos estudiantes, potenciales profesores, enfermeras, quizás un medio trabajador, dos que tres desempleados, un potencial asaltante, un soldado de licencia, un futuro represor…; pero me fijo en tus ojos, que chocan viendo los míos un instante, un segundo, una eternidad… Sin darnos cuenta hablamos de tu vida, mi rumbo, tu destino, del mundo, de lo que haremos y lo que deseamos, tus sueños y mis anhelos… Me sentí conectado a ti intempestivamente como corriente eléctrica, y sentí tu energía correr dentro de mí.

Sin saberlo, viví mi vida en el tráfico de la Independencia.

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