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Tú y yo

Escrito por Paola Marroquín

Un día normal, en el que las aves cantaban una nueva tonada y el cielo cambiaba de los tonos azules a los violetas, Y conoció a O en un café situado en la esquina de la calle Siempre juntos. Por alguna razón del universo (si, ambos creían en el actuar del universo) voltearon a ver al mismo tiempo encontrándose el uno con el otro; se dieron la oportunidad de conocerse y descubrieron que tenían mucho en común. A medida que el tiempo transcurría se volvían más y más unidos hasta volverse inseparables, ya nadie se refería a ellos como Y ni O los habían comenzado a llamar YO.

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Cerca de ese café, en la misma calle Siempre juntos, se encontraba U comprando flores para su madre; en un descuido de ambas partes U chocó con T. Luego de un par de disculpas, un nuevo ramo de flores y unas miradas, terminaron teniendo una cita en la cual ambos llegaron a la conclusión de que eran el uno para el otro y debían estar juntos, entonces pasaron a ser TU.

Luego de un par de meses, TU y YO se conocieron en la inauguración del nuevo museo de la calle Siempre juntos. Al darse cuenta que todos se llevaban tan bien, decidieron seguir

saliendo juntos hasta que se volvieron muy buenos amigos; pero progresivamente T y U comenzaron a tener problemas ya que U tenía sentimientos encontrados por Y.

Por otra parte, Y y O ya no sentían lo mismo, dejaron de tener cosas en común y la comunicación cada vez se iba reduciendo más hasta que decidieron cortar. Al enterarse que Y y O habían terminado, T decidió terminar con U ya que sabía que las cosas no eran ni volverían a ser como antes.

De un momento a otro, habían vuelto a ser simplemente Y, O, T y U. Cada uno se fue por su lado, algunos dicen que Y se mudó a Francia, T decidió hacer un voluntariado en Ucrania, O se enamoró de la historia y vive en Alemania; pero U nunca se fue. Era una persona que vivía del amor, necesitaba sentirse amado para poder ser feliz, así que comenzó a juntarse con otras personas. Un día fue al cine con J, en otra ocasión L le invitó a un picnic con vista al atardecer, otro día fue a comer con A y así sucesivamente hasta que salió, por lo menos una vez, con todas las letras del abecedario.

Llegó un momento en el que U ya no sentía nada, dejó de ir a la calle Siempre juntos y dejó de salir. Un día su madre no soportó verle más así y le dijo: deja de buscar a alguien para complementarte, a veces algunas letras no quedan bien con otras, no encajan y no forman nada, pero cuando paras de buscar y comienzas a vivir siendo tú sin necesidad de complemento, se abren millones de posibilidades y todo mejora.

Un día normal, en el que era muy temprano para que las aves cantaran y para que el cielo mostrara sus tonos amarillos y celestes, U decidió seguir adelante sin complemento y descubrir todas las posibilidades de afuera. Se dice que T, Y, O y U se reconciliaron y volvieron a ser amigos, pero no volvieron a ser TU y YO.

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