“Este libro [ No soy el único , Los libros del perro Editorial] está dedicado a los rotos, debido a que es una miscelánea, una resistencia. Escribo por necesidad, en este momento me encuentro en una búsqueda por entenderme, por seguir explorando las maravillosas posibilidades que la poesía nos permite. El ‘No’ del título funciona como una construcción conjunta entre autor y lector, no como una negación per se . El yo poético en estos poemas engloba la soledad de quien decide ser fiel a sus ideales, a la incapacidad de encajar en un molde y por supuesto, vivir con la valentía y el peso de las consecuencias”.
[Daniel Hurtado en entrevista con Beatriz Pérez Pereda en esta edición]
Daniel Hurtado. Foto de Claudia van Bommel.
La Gualdra No.
Caosmos, de Juan Carlos Villegas, se despide Estamos a unos días de la clausura de la exposición de Juan Carlos Villegas en el Museo Francisco Goitia; Caosmos es su nombre y ha permanecido en exhibición desde marzo del 2024 y el último día para verla es el próximo domingo 9 de marzo.
La muestra está conformada por tres series: La Uno está compuesta por 16 dibujos sobre papel, con técnica de tinta china y limón oxidado y cuyos nombres tienen que ver con la concepción simbólica que Pitágoras atribuía a cada uno de los primeros 16 números y que parte de la mónada (cada una de las sustancias indivisibles, pero de naturaleza distinta, que componen el universo, según el sistema de Leibniz, filósofo y matemático alemán del siglo XVII),1 e incluye también al principio femenino, al masculino, al conflicto, el equilibrio, la muerte, sólo por mencionar algunos. Esta serie fue concebida por Villegas hace casi una década y la guardó para ser exhibida en el museo; las formas que aparecen aquí también pueden identificarse en las otras dos series como parte de su composición.
La Dos está compuesta también por 16 dibujos, pero con una técnica diferente a la primera, en esta segunda serie utilizó tierra zacatecana y carbón sobre papel algodón para crear una serie de paisajes con personajes; éstos remiten a las influencias de artistas plásticos barrocos y surrealistas de los que ha abrevado el artista nacido en Potrero de Gallegos, Valparaíso, Zacatecas, en 1971; y también a poetas de la tierra, como es el caso de la pieza un (ejemplo) salto de gato pinto, cuyo nombre alude al libro de poemas con el que obtendría el Premio Aguascalientes de Poesía José de Jesús Sampedro hace 50 años. En esta serie hay otro dibujo llamado En el arché eran las vacas, y hago énfasis en éste porque tiene que ver con el tiempo en el que Juan Carlos decidió dedicarse a las artes plásticas hace 30 años: cuando inició a hacer grabado en el Taller de Pintura y Grabado Julio Ruelas -que, por cierto, se encontraba operando en aquel entonces en el ático del museo- también hacía vacas y de esto existe registro en varias estampas y cerámicas.
La Serie Tres es de pintura. Inicia en el área del primer descanso de las escaleras para subir a la planta en donde se encuentra la exposición. Ahí nos reciben dos obras con fondo negro: Del fondo de mi alma oscura -nombre tomado de la poesía de Ramón López Velarde en homenaje al poeta jerezano- y El silencio; ésta última alude a la música de las esferas en relación con el poder sanador que Pitágoras afirmaba que tenía la música. Las dos obras están hechas con tierra zacatecana sometida a pirólisis hasta carbonizarla. En la
1https://dle.rae.es/mónada
primera sala ha permanecido esta serie y en ella se han podido apreciar obras en las que utiliza también el óxido de la tierra de Zacatecas, caseína, óleos y acrílicos para recrear un grupo de personajes y paisajes en donde conviven la música, la memoria, las tradiciones, la tecnología y la poesía -también hay referencias a la obra de Javier Acosta y Severo Amador, artistas zacatecanos. El texto de sala, autoría de Sigifredo Esquivel M., así como varias de las frases que lo integran, se encuentran distribuidos en los muros de las salas temporales del museo.
Después de 12 meses en los que hemos tenido la oportunidad de ver la exposición Caosmos, hacer recorridos, escuchar conferencias, presenciar conversatorios y conciertos, finalmente se clausurará este viernes 7 de marzo, a las 19:00 horas, en el Museo Francisco Goitia. Habrá música norteña y la idea es que quienes asistan -pues cordialmente están invitados todos- vayan con la disposición de disfrutar los últimos momentos de esta exposición a la que Juan Carlos le ha dedicado una parte muy importante de su vida. Y como habrá música norteña -la misma que se escucha cuando activa el código QR que acompaña al personaje con el acordeón en la pintura Pilares -el padre de Juan Carlos-, sería muy bueno que llegaran al museo ese día de botas y sombrero. Los esperamos el viernes 7 a las 7.
Que disfrute su lectura.
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Contenido
Una
El desarrollar una personalidad en un mundo de influencers, es crucial; y para ello, tomé la decisión
mostrarme tal
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Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Diseño Editorial
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
Margarita Paz Paredes:
precursora de nuestra escritura oblicua Por Miguel Cansino Assens
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cual soy: Daniel Hurtado
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Beatriz Pérez Pereda
Zona Maco 2025: Aproximaciones en un fugaz recorrido Por Gustavo Villagrana
¿Vuelta al totalitarismo? La represión femenina en la marcha del 8 de marzo de 2024 en Zacatecas Por Emilia Recéndez Guerrero 3
Margarita Paz Paredes: Una precursora de nuestra escritura oblicua
6 Por Miguel Cansino Assens
Un antecedente particular de los autores que, bajo la escritura oblicua he buscado para establecer nexos y clarificar el mapa de la poesía de León, pues destaca muy bien el nombre de la poeta Margarita Paz Paredes (1922-1980). Es referencia obligada entre los autores originarios de Guanajuato, como subrayar está presente su nombre en la poesía mexicana del siglo XX; se ha ganado un lugar cimentado con Litoral del tiempo, la antología que recoge el grueso sus poemas, tomados de los mejores títulos y preparada y selecciona de dieciséis que ella consideró fundamentales en su recorrido y que encierran la madurez de su travesía lírica. Con el tiempo, años después, quienes la buscan tienen a la vista Litoral del tiempo como ejemplo del esplendor de su obra literaria. Es una autora “entregada de lleno a rendir tributo a la palabra”. Se cumplen 45 años de su muerte este año 2025 y la invitación es leer ese horizonte de la escritura que se interrumpió en 1980, a los 58 años; para su fortuna, todavía la podemos encontrar y leerla en aquella antología que, primero, salió en 1978 (con una semblanza de Efraín Huerta); después, en 1986, con un recuento mayor al que originalmente había entregado y comenta sus poemas Francisco Varela. No hay otra edición, hasta donde puedo entender, sino ésta que la presenta de forma integral.
En la tradición lírica de Guanajuato es una figura fundamental, destaca junto a autores como Huerta, Efrén Hernández y Jorge Ibargüengoitia. Es punto de encuentro, incluso generacional, sin olvidar la influencia de la autora y compositora María Grever. Paz Paredes es una poeta sucinta y enigmática. Al mismo tiempo, sus poemas se vuelven referencia. Su poesía es un eco afortunado a través de la nota autobiográfica y destacan las opiniones de Rubén Salazar Mallén, Ricardo Cardona Peña y Francisco Varela. Margarita de la Luz Camacho Baquedano es su verdadero nombre, el que cambió los apellidos por Paz Paredes que tomó de su primer esposo y así adoptar el nombre literario Margarita Paz Paredes; es originaria de Guanajuato; nació el 30 de marzo de 1922, en Ciudad Manuel González, hoy San Felipe Torres Mochas (estado de Guanajuato) y murió el 22 de mayo de 1980 en la Ciudad de México. En aquel pueblo hizo estudios primarios y en la Universidad Nacional Autónoma de México, la carrera de Letras Españolas. Los títulos de su poesía son un itinerario sorpresivo en la búsqueda eterna de la poesía y de la imagen huidiza de las maravillas del lenguaje. Dejan Salazar Mallén y Cardona Peña -más el
primero- una síntesis reflexiva. Por ejemplo, con su amena forma de exploración, Salazar Mallén escribe de su poesía e invita a conocer el perfil de su búsqueda: es una poeta que queda presente ante el lector con una huella perdurable y, “en efecto, el interés, no sólo por la calidad de su poesía, sino por lo que representa para la literatura mexicana. Su obra, henchida de ternura e ímpetu, de preocupación y generosidad, no ha sido estudiada nunca, o más bien, nunca ha sido objeto de un estudio crítico”.
Cardona Peña precisa un resumen que invita a saborear que estamos ante una autora con un perfil de clásica y que es parte de esta modernidad: “Si la poesía va más allá de la poesía que está acá, si es capaz de anticipar con el estremecimiento de una premonición, tanto una catástrofe individual como una catástrofe colectiva, no existe, por el momento, un poema más conturbador, más desesperado y al mismo tiempo más inclinado a aceptar la muerte como una prenda de liberación, que el intitulado ‘Presagio’, con el cual Margarita, despidiéndose y salvándose, nos salva a todos. Como está condecorado por el dolor es un poema sagrado”.
Por su parte, Varela acertadamente señala: “Cómo no decirlo: ¡no deseaba la muerte! Y nos dejó el encantamiento de su pelo rubio, sus ojos azules gotas del fragor de motivos latentes únicamente para la lira y su mensaje, su boca, que también supo presagiar el amor, que inoculó el brebaje de su fantasía y que expulsó en sonoras palabras el lamento de una ilusión, una vida mejor para todos los hombres sobre la misma tierra, una protesta y una voz para el que no la tiene; y su compañía, que a cada momento es más estrecha”.
Hacia diciembre de 1979, lanza un verso potente y la pregunta: ¿Dónde estás, poesía? Ese don de ebriedad que le caracterizó se escucha: “Sola, a mitad de la noche, yo te invoco”. El poema “Presagio” es, quizás, con el que nombra la dimensión de su poética: “Antes que muera/ deja caer en mi silencio/ una brizna sonora de tu salterio mágico,/ porque será el encuentro/ de todo lo anhelado:/ el amor y el prodigio,/ la esperanza y el sueño,/ y en las manos heladas de la muerte/ un incendiado trigo de alegría”.
Estos versos permiten resumir que, por su condición de poeta, eligió con lucidez sus poemas presentes en Litoral del tiempo y que selecciona de dieciséis títulos y que en vida publicó veinte pero habrá que preguntar: ¿qué fue de la obra póstuma? Para refrendar el fuego de la palabra y exaltar a plenitud el litoral del alba que encierran sus versos.
Margarita Paz Paredes. Foto del FB de Biblioteca Henestrosa
El desarrollar una personalidad en un mundo de influencers, es crucial; y para ello, tomé la decisión de mostrarme tal cual soy: Daniel Hurtado
[No soy el único, de Daniel Hurtado]
6 Por Beatriz Pérez Pereda
Beatriz Pérez Pereda: El título de este tu primer libro publicado es No soy el único, si bien no somos los únicos que escribimos poemas, la experiencia creadora y poética es altamente subjetiva, qué comparte este libro de hechura autobiográfica con sus posibles lectores:
Daniel Hurtado: Este libro está dedicado a los rotos, debido a que es una miscelánea, una resistencia. Escribo por necesidad, en este momento me encuentro en una búsqueda por entenderme, por seguir explorando las maravillosas posibilidades que la poesía nos permite. El “No” del título funciona como una construcción conjunta entre autor y lector, no como una negación per se. El yo poético en estos poemas engloba la soledad de quien decide
ser fiel a sus ideales, a la incapacidad de encajar en un molde y por supuesto, vivir con la valentía y el peso de las consecuencias. En este mundo, donde no nos detenemos a observar, el analizar por qué hacemos lo que hacemos, es muy importante. El desarrollar una personalidad en un mundo de influencers, es crucial; y para ello, tomé la decisión de mostrarme tal cual soy.
BPP: El tema de la identidad y su relación con la aceptación y/o rechazo social y familiar sigue muy vigente en la literatura mexicana, una ruptura que todavía es rito de iniciación, tú eliges un tono irónico como recurso para contar esta experiencia, platícanos un poco más de tu poética:
DH: Actualmente las mesas de nove-
Daniel Hurtado es un joven poeta michoacano que actualmente vive en la Ciudad de México donde se desempeña como editor en Los libros del perro, editorial liderada por la escritora Zel Cabrera y que ha logrado un equilibrio en su propuesta a los lectores presentándole voces consagradas, pero también tendiendo la mano a las nuevas y jóvenes propuestas literarias, como es el caso de No soy el único, el debut literario del autor del que hoy compartimos esta entrevista y algunos de sus poemas.
dades están repletas de libros que señalan alguna violencia como punto de partida. Esto es lamentable, porque representa lo que vivimos, pero creo que muchos de estos textos caen en posturas maniqueas, por mucho que se cuide la forma, y es justo donde la ironía, que es uno de los recursos que se han empleado como mecanismo de defensa, le dan un giro, una vuelta de tuerca, al camino fácil.
Pienso en nuestra tradición: en Sor Juana, en Salvador Novo, en Renato Leduc, en Rosario Castellanos, en Sandra Cisneros, en A. E. Quintero, por mencionar algunos autores, claro. La música también me parece fundamental en mi búsqueda, porque soy un fiel creyente de la interdisciplina como nutriente poético y porque también nos regala fuerza, nos protege, nos llevan a mundos auténticos de salvación, amor y creatividad.
BPP: ¿Es difícil publicar un primer libro de poemas cuando también se es editor? Te exiges más, eres más crítico, cómo dialoga el poeta con el editor. DH: Esto es importantísimo, pienso que ha sido un camino largo y complejo porque nunca se termina de aprender; es algo que me ha enriquecido mucho y me siento profundamente agradecido por ello. Por un lado, la experiencia
que otorga el proceso de edición de un libro, desde el desarrollo de un ojo crítico, la relación con el medio literario, hasta la manera en que se construye la unidad de un libro, resultan sorprendentes y claro que confluyen notablemente. Hablando de mi proceso como poeta, ha sido una construcción individual de poemas, que de manera dual, se fueron empapando de diferentes lecturas y todo eso me ha permitido enriquecer y conocer su alcance y posibilidades; ya que el desprenderme del libro como editor, mostró de manera crítica mi propia poética, es como si mi sensibilidad se hubiera agudizado mucho más, a pesar de estudiar letras.
BPP: Después de tu debut literario, ¿en qué temas, géneros o formas estás interesado ahora, qué te gustaría explorar en tus próximos poemas o libros?
DH: No descarto la posibilidad de explorar otros géneros, me gustaría incursionar en el ensayo o la narrativa, aunque me siento muy feliz en la poesía. Ahora trabajo en un poema de largo aliento sobre las aves. Algo muy diferente a lo que he hecho, me está exigiendo mucho; sobre todo porque el reto es aprender de la naturaleza y ponerme en su resguardo, para atender su pureza y agradecerle por ello.
Daniel Hurtado (Michoacán, 1996). Es egresado de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Sus poemas han sido publicados en antologías como Entalpía: muestra de poesía (2022) y Los conductos del fuego (2023).
Portada No soy el único, Editorial Los libros del perro
No
soy el
único, Daniel Hurtado, Los libros del perro Editorial [Fragmentos]
Desperdicio
Qué desperdicio, dicen los expertos qué desperdicio, el potencial qué desperdicio, no ser como ellos, unos cuantos.
La naturaleza nos regaló eso que parece espejismo: un corazón hinchado como inflable de fiesta infantil, un cuerpo débil, cargado de infancias que gritan a tu oído que llegada la mancha del éxito no parece haber enmendadura. Una suerte de lealtad ensombrecida, alucinación y pócima que a los treinta, cuando ves tus oblicuos o a tu amigo el más joven quien te podría quitar la atención del mejor partido que has tenido en años con un mensaje, nos deja humillados, en la ruina, en el peor de los castigos, mantenidos en la conmiseración de la lástima.
Habitantes
Un día de tantos pasa acontecimiento peculiar. Recuerdo: lo conocí en fiesta temática.
Hola, mucho gusto, dijo.
Deseo afecto-medicina. Misterioso fotógrafo vestimenta negra una suerte de artista visual incomprendido.
La inexperiencia. Un bombardeo de amor. No hace falta conocer el desenlace, ya lo saben rompe, molesca.
Debería hacer una lista de humillaciones:
El horror puede ser gracioso, la codependencia, triste destino, consecuencia del abuso en la infancia.
La sobreprotección también destruye.
Los recuerdos son heridas que nos habitan.
Imagino los recuerdos de mi madre dibujándome en su centro, nutriéndome nueve meses, agotando las posibilidades entre el comportamiento adecuado y sentirse en desecho.
Abrazo cada intento, ese amor de madre soltera.
Mi cuerpo se rompe en cada intento.
El miedo, me consume, me envicia.
El dolor, las endorfinas de adorar a una bestia que carcome por dentro.
La primera vez que vi a mi madre resistirse al amor
conocí a la verdadera.
Madre: montón de huesos, carne, trabajo duro, belleza, corazón bruja disciplina, hormiga obrera.
Las similitudes emocionales, el cansancio acumulado en su semblante.
Resistir violencia es un deber ser, un status quo, una militancia, un mandato divino me habita nos habita.
La fantasía es un mecanismo de defensa.
II
Bajé a desayunar: mi plato faltaba en la mesa. Se quedó en el trinchador, prisionero y sin fianza. ¿El crimen?: pedir un abrazo, levantar el meñique, besarme con hombres, no ser el varón que la abuela quiere. Aquí los platos son blancos y el mío es de colores, no combina, desentona en su comedor de parota. Mi familia dice que si tengo hambre coma parado, o espere a que ellos terminen.
Daniel Hurtado. Foto de Claudia van Bommel.
Portada No soy el único, Editorial Los libros del perro
Zona Maco 2025: Aproximaciones en un fugaz recorrido
La Ciudad de México se convirtió nuevamente en el punto focal del arte contemporáneo durante la Semana del Arte 2025 (Artweek CDMX), un evento que reúne lo mejor de la creatividad latinoamericana y global. Sin lugar a dudas, este evento es trascendental para el mercado, pues en él interactúan miles de asistentes con coleccionistas, curadores, galeristas, críticos y artistas de todo el mundo. México, con su rica historia cultural y su vibrante escena contemporánea, se ha consolidado como un puente entre el coleccionismo mundial y de la región y como vitrina para artistas locales. Para entender su importancia, basta recordar cómo ha influido en la obra de artistas internacionales como Jackson Pollock, Edward Weston, Tina Modotti, Francis Alÿs, Joseph Beuys, Paul Strand, Jan Hendrix y Melanie Smith, quienes encontraron inspiración en este país surrealista y lleno de personalidad. Este “guacamole” de tradición y vanguardia resulta en una gran muestra que el mundo entero quiere probar.
Al recorrer las ferias —Zona Maco, Acme, Clavo, Laguna—, dos tendencias principales captaron mi atención. La primera es un retorno a los materiales analógicos, especialmente los textiles; ya sean naturales o sintéticos, estos elementos hablan de una reconexión con lo táctil y lo artesanal, una respuesta quizás a la frialdad de lo digital. La segunda es una nostalgia por la naturaleza, un tema que resuena en un mundo cada vez más urbano y desconectado de lo orgánico. En esta serie de ideas, los metales tienen un acento, pues sus reflejos se han resignificado para apostar por connotaciones entre lo industrial y lo terrenal. Si bien no son componentes nuevos, su capacidad semántica brinda un ingrediente clave para la expresión contemporánea en las propuestas latinoamericanas y de otras latitudes.
Centrémonos ahora en Zona Maco, el corazón de la Semana del Arte, donde convergen tejidos, tecnología, escultura sintética y la diversidad de lenguajes. Lo tradicional de la pintu-
ra pierde un poco de terreno frente a otras propuestas mixtas. Como es costumbre, las principales galerías desplegaron su oferta minimalista y contemporánea, de estética fría y desaturada que, en ocasiones, pasa desapercibida ante el asombroso folclor de nuestra cultura. Quizás lo más sobresaliente en su carácter global sea la inmersión de la tecnología. ¿Será esta una estrategia para atraer coleccionistas globales o es una pérdida de autenticidad? Para clarificar la amplia visión del evento, dividimos el encuentro en dos rubros: las galerías con presencia internacional; y la escena iberoamericana con acento en lo mexicano, es decir, la apuesta por lo producido en la tierra azteca.
En el primer rubro, destacan las galerías que buscan conquistar a la élite mexicana o expandir sus colecciones a Hispanoamérica. En un mundo globalizado, éstas apuestan por gustos eurocéntricos y enfoques hegemónicos, muchas veces vinculadas a redes sociales. Un ejemplo es
la fotografía del artista Rob Woodcox (Galería Arma, Madrid), ganador del premio filantrópico de la Fundación Erarta (100 mil dólares), elegido por el público. Ponga especial atención a lo que ha presentado la Galería 193, con el excelente trabajo de Thandiwe Muriu y los bodegones contemporáneos de Rob Tucker. Mención aparte merece “Beetle Sphere”, la icónica escultura de Ichwan Noor en Art of the World Gallery, que reinterpreta el clásico “Vocho” mexicano con ingenio futurista. Sin embargo, un trabajo revelador presentado por la Galería Alejandra Topete (CDMX), fue la obra de Randy Shull —radicado en Mérida—, con una serie que reinventa las hamacas y la pintura, alejándose de lo convencional e iconográfico. En el segundo rubro, la escena iberoamericana brilla con propuestas arraigadas en lo heredado, Marc Straus Gallery nos brinda con la pintura de Yael Medrez, su apuesta por lo mexicano; y en el panorama global, los maravillosos e hiperrealistas óleos de Antonio Santín. La Galería
6 Por Gustavo Villagrana
Alinka Echeverría
Seontae Hwang
Yael Medrez
Ana Teresa Barboza
Antonio Santín
SECCI sorprende con una fascinante escultura mural del sudafricano Chris Soal, que evoca un paraíso no perdido, y K Contemporary desafía el eurocentrismo con Marielle Plaisir (Francia-Caribe).
Sin embargo, el verdadero dinamismo surge de las galerías que apuestan por artistas hispanohablantes, donde el color y la fuerza regional se imponen. La Galería La Bibi deslumbró con un stand forrado de peluche y pinturas de Fátima de Juan y Grip Face. Albuquerque Contemporánea presentó ¡CORRE!, un proyecto de Froiid que combina uniformes de Jorge Campos y el colorido de la lotería mexicana, reinventando la estética popular del fútbol. La Galería Senda, en tonos rosas y acorazonados de Gino Rubert, exhibió obras de Miguel Ángel Ríos y Teresa Serrano, mientras que el argentino Marcos Acosta (Hexton Gallery) intervino paisajes con haces de neón sobre acrílico. Eduard Moreno expone una serie exquisita pintada sobre cobre en la Galería La Balsa, y Gustavo Peña presenta pintura contemporánea en
Lyle O. Reitzel Gallery. El arte conceptual latinoamericano también tuvo su espacio como esencia del festival. Luis Maluf Gallery apostó por Aline Moreno y sus exploraciones del campo, mientras Daniela Busarello (Casa Hoffmann) creó superficies densas y poéticas con pigmentos naturales y cera, dialogando con el medio ambiente. Leonel Vásquez deslumbró con esculturas sonoras en piedra y cobre, y Sandra Rengifo capturó paisajes desolados en fotografías existencialistas. Obras muy conmovedoras fueron las de Nazaret Pacheco y Marilá Dardot (Galería Lume), así como las de Andrés Bedoya, Juan Sorrentino y Candelaria Traverso (Henrique Faria / Herlitzka & Co.).
Pero no podemos dejar de hablar de los artistas mexicanos traídos por Proyectos Monclova. Ahí se presentó el siempre sublime trabajo de Chantal Peñalosa, un mosaico soberbio de Hilda Palafox, el alfabeto de Jorge Diego Etienne -un gran divulgador del diseño industrial- y
las esculturas pétreas y multimatéricas de Iván Krassoievitch. Imperdible conocer la obra de José Villalobos, en Liliana Bloch Gallery, pues cuestionó la masculinidad desde lo ranchero y el orgullo nacional, mientras Héctor Zamora (Labor Gallery) fusionó metales y ladrillos en instalaciones críticas acompañado de los cuasi iconos bizantinos de Etienne Chambaud. Alinka Echeverría (Suma Gallery) exploró la fe guadalupana, y Maximiliano León (Barvinskyi Art Gallery) caricaturizó la realidad conservadora, nostálgica de un imperio decimonónico mexicano en pintura.
En las galerías locales, La Palma (Guadalajara) abordó la violencia social a través de referencias animales y monumentos rotos con Andrea Ferrer, Cosa Rapozo y Raúl Rebolledo quienes exploran metáforas recordándonos que el arte mexicano no elude las realidades incómodas, mientras en la sección más esperada, Consigna rindió homenaje a Leonora Carrington con objetos y joyería
íntima.
La tecnología no se limita a lo digital: el robot de Rodrigo Garrido (Future Self) y las esculturas poliméricas de AtelierJAK, que atrapan mundos en miniatura. La luz hace eco y reflejo en la Lee & Bae Gallery presenta a Seontae Hwang con unos cuadros donde la luz entra por las ventanas y desafía la percepción. Pero fue el vidrio de Sangmin Lee (Lee & Bae Gallery) el que hipnotizó con su fragilidad luminosa de su serie “Los invisibles”.
La Semana del Arte 2025 no fue únicamente una exhibición de talento, sino un recordatorio de que México sigue siendo ese laboratorio donde lo ancestral y lo vanguardista se funden sin contradicciones. Entre textiles que narran conexiones y robots que cuestionan el futuro, la CDMX reafirmó su lugar como capital de un surrealismo vivo, donde el arte no es un lujo, sino un lenguaje universal. Mientras el mundo mira hacia aquí, no sólo descubre piezas, sino un diálogo audaz entre raíces y rupturas.
Chris Soal
Gino Rubert
Ichwan Noor
Gustavo Peña
Thandiwe Muriu
Rob Tucker
Día Internacional de la Mujer
¿Vuelta al totalitarismo?
La represión femenina en la marcha del 8 de marzo de 2024 en Zacatecas
6Por Emilia Recéndez Guerrero
Este siglo XXI, que apenas ha avanzado poco más de dos décadas, ha proporcionado muchos ejemplos de que en cualquier momento podemos regresar a la barbarie. La violencia que hoy envuelve a México se desborda por doquier, y un gobernador denominó el 2024 como “Año de la paz”.
A fin de mantener esa dichosa paz, se utilizó la represión y se propició el enfrentamiento de unas mujeres (policías, encargadas de guardar el orden) contra otras mujeres, que, haciendo uso de su libertad, se manifestaron el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Recurriendo a algunos presupuestos de la filósofa Hannah Arendt para quien “el totalitarismo no es sólo un fenómeno histórico de decisiva importancia por sus repercusiones, sino también una categoría de explicación filosófica” trataremos en este breve espacio de reflexionar sobre ese lamentable acontecimiento del pasado 8 de marzo, como preámbulo del que se avecina.
Desde la temprana Modernidad en la que se gestaron los Estados–Nación, los ciudadanos delegaron en el Estado la garantía del orden social; sin embargo, ese “Estado protector” se ha preocupado por mantener el poder, y, poco, por cumplir su cometido de acabar o aminorar las desigualdades sociales, económicas, políticas y culturales en la sociedad; en esta sociedad de ayer, de antier y de hoy, las más afectadas por la pobreza, la desigualdad, la marginación, y la violencia, son las mujeres. No obstante, y venciendo adversidades, ellas, históricamente se han organizado, han luchado a fin de mejorar la propia situación y la de sus congéneres, exigiendo mejores condiciones de vida, respeto a los derechos humanos, el fin de la violencia. Retomando a Arendt “las mujeres pensadoras son mujeres de acción”, no se paralizan, no se detienen en lamentos; en ese contexto, cada 8 de marzo se proclaman los derechos ganados en diversas batallas y con muchas reprimendas; recuérdese, la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer” surgió a raíz de varias represiones. Es impresionante, que a más de un siglo en que ellas fueron reprimidas por haberse manifestado (en Nueva York) haciendo peticiones de igualdad en condiciones y derechos que los varones, el Estado, que hoy se dice democrático, siga utilizando los instrumentos del poder: terror, violencia, mentiras en la información, mal manejo de la seguridad, para reprimir el libre derecho de expresión. Indudablemente, la violencia no se resuelve con violencia, y eso aplica en ambos sentidos, es válido expresarse, más no destruir el legado cultural e histórico de nuestra ciudad, esperamos, deseamos, que en la próxima manifestación del 8 de marzo se considere el adagio de “tú libertad termina donde comienza la mía” y en ambos sentidos prive la sensatez, la organización, y se demuestre que la lucha en contra de la violencia hacia las mujeres no es otra cosa que el esfuerzo requerido para construir como señalaba Rosario Castellanos “Otro mundo posible, otro modo de ser human@s y libres”, sin volver al totalitarismo.
Mon Laferte en la Semana del Arte en CDMX ZonaMaco2025. Foto Gustavo Villagrana