La Gualdra 629

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“Zorda no es poesía, pero es un poema. Es el libro más vital que he escrito, tiene tanto de mi historia personal que lloré con muchos párrafos y no entendía de qué forma un poema podía contener todas esas capas, la emoción y la trizadura de mi vida, el hambre de los últimos años de la dictadura, la represión y violencia desde el Estado, y los ojos de mi madre, viéndome crecer en los brazos de otra madre, de la que me enamoré, pero que me tuvo que abandonar. Sufrí dos abandonos en mi infancia ¿cómo se dice eso? Seguramente también es imposible. Esto tiene que ver con los imposibles, con los abandonos y las desapariciones. No en ésta, sino en todas las vidas. La dictadura de Pinochet fue notablemente horrorosa, pero también el cauce íntimo de mi vida”. Octavio Gallardo presenta en México este mes de julio su libro Zorda.

[Una entrevista con Octavio Gallardo, por Antonio Cienfuegos, en esta edición] SUPLEMENTO

Octavio Gallardo. Foto de José Luis Cuevas.

La Gualdra No.

Maritza M. Buendía (Zacatecas, 1974) resultó ganadora del Premio Bellas Artes de Narrativa Colima 2024 por su obra Cielo cruel , editado en Alfaguara en 2023. Este merecidísimo premio se suma a otros que a lo largo de su carrera como escritora ha obtenido, entre ellos, el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen por el libro Tangos para Barbie y Ken (2016); el Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas por Poética del voyeur, poética del amor. Juan García Ponce e Inés Arredondo (2011); el Premio Nacional de Cuento Julio Torri por el libro En el jardín de los cautivos (2005), entre otros. Maritza es la escritora zacatecana viva que más reconocimientos ha obtenido por su labor en el mundo de la literatura y eso es digno de destacar y celebrar.

De su formación académica podemos decir que estudió la Licenciatura en Humanidades, en el área de Letras; y la Maestría en Filosofía e Historia de las ideas, en la Universidad Autónoma de Zacatecas, institución en la que actualmente labora como docente investigadora en la Unidad Académica de Letras; es Doctora en Teoría Literaria por la Universidad Autónoma Metropolitana e integrante del Sistema Nacional de Investigadores.

Ha publicado los siguientes libros de ensayo: Isla de sombras: una aproximación a la vida y obra de Roberto Cabral del Hoyo , Gobierno del Estado de Zacatecas, LVI Legislatura del Estado de Zacatecas (1998); y Poética del voyeur, poética del amor: Juan García Ponce e Inés Arredondo , ConacultaINBAL-Instituto de Cultura del Estado de Durango (2013). Sus libros de cuento: La memoria del agua , Conaculta, Fondo Editorial Tierra Adentro (2002); En el jardín de los cautivos , Conaculta, Fondo Editorial Tierra Adentro, (2005); Rumores, gatos y otros cuentos , El suri porfiado y Círculo de Poesía, México, Argentina, (2015); y Tangos para Barbie y Ken , Textofilia Ediciones, (2016). Y los más recientes libros, de novela: Jugaré contigo , Alfaguara, (2018); y Cielo cruel , editado también por Alfaguara el año pasado. La escritora zacatecana fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas 2003-2004, en narrativa. Sus textos han sido incluidos en diversos libros como Ramón López Velarde: el inteligente ejercicio de la pasión (Conaculta, Tierra Adentro, 2001); Moscas, niñas y otros muertos: antología de cuento joven (UNAM, 2004); Antología de cuento joven (UNAM, 2004); y El discreto encanto de narrar: 9 escritoras mexicanas de

los 70 (Textofilia-IZC, 2017); asimismo, ha colaborado en las revistas Diálogo Dosfilos Oficio Corre conejo -también como editoray Tierra Adentro

El 3 de julio, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura publicó lo siguiente al dar a conocer el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima 2024: “Luego de leer y revisar los trabajos enviados para el certamen, el jurado -conformado por el narrador Vicente Alfonso; el docente José Alberto Llanes y la narradora Dahlia de la Cerda- consideró que la aparente sencillez de esta novela se sustenta en un andamiaje completo que entrelaza tres tiempos distintos, con personajes que encaran conflictos diferentes, pero cuyo eje es la constante lucha que implica el libre ejercicio de la sexualidad […] De acuerdo con el jurado, la obra trasciende los clichés del retrato erótico al incluir pasajes amargos de la historia nacional, como la tortura, la violación, la mutilación y el asesinato de maestras rurales durante la cruzada vasconcelista”.1

Cielo cruel es una novela que hay que leer por muchas razones, la primera es porque se trata de una obra en la que se aborda el tema del deseo de manera magistral; la segunda es porque en ella se habla de manera honesta de cómo el amor puede ser concebido por tres mujeres de generaciones distintas; y la tercera, porque es una novela que se disfruta ampliamente, de principio a fin. El libro puede adquirirlo en librerías de la ciudad y en el enlace que compartimos. 2

Agregaré una razón más: Maritza M. Buendía es una escritora a la que hay que leer para constatar que ella es una de las mujeres más talentosas de la historia reciente de Zacatecas, en donde también hay buenas noticias y cuyos artistas nos siguen dando muchos motivos para sentirnos felices y orgullosos de ser de esta tierra. Enhorabuena, Maritza. Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

1https://literatura.inba.gob.mx/ prensa/8048-maritza-buend%C3%ADagana-el-premio-bellas-artes-de-narrativa-colima-2024-por-su-obra-cielo-cruel. html

2https://www.penguinlibros.com/mx/ literatura-contemporanea/326852-librocielo-cruel-9786073830225

Directorio

Carmen Lira Saade Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

El arte de tomar café [Parte 4] Por Sigifredo Esquivel Marin

Octavio Gallardo: “Zorda: Esto tiene que ver con los imposibles, con los abandonos y las desapariciones” Por Antonio Cienfuegos

Kahlo sin fronteras, en el 70 aniversario luctuoso de la pintora Por Danae Pedroza Guevara

La taxonomía de Sofía Cham Por Françoise Roy

Desayuno en Tiffany’s, mon ku Maria, de Jessica Palud: Un biopic sobre Schneider y la mítica escena de El último tango en París Por Carlos Belmonte Grey

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Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com

Roberto Castruita Diseño Editorial

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com

El arte de tomar café

[Parte 4]

Coworking / Networking o el mundo del postrabajo

Una amiga me había invitado a tomar café y darle continuidad a un proyecto truncado. La cita fue en un espacio sencillo iluminado con pantallas, ordenadores y algunas macetas colgantes, asemejaba un espacio híbrido, un poco aséptico y nada íntimo, entre sala de estar zen y recepción de hospital lujoso. De inmediato que nos sentamos nos sirvieron café y preguntaron por el número de personas en la reunión, mi amiga sonrió y respondió que nada más nosotros dos. Dijo que era “como un café, pero para trabajar cómodamente y contaba con lo necesario”. En el lugar había mesas plegables con un diseño minimalista, fáciles de mover y desdoblar, sillas de oficina, sofás para estar en posición semisentada; también algunos cañones, pintarrones y libreros prácticos. Todos los muebles de oficina necesarios para trabajar, aunque el lugar no parecía oficina. Además, despachadores de agua y cafeteras discretamente puestas en las esquinas. Todo impecable. Sin ser excelente, el café era bueno, con dos

tazas fue suficiente. Había una banda electrónica cerca del techo que recorría la pared cambiando información cada cierto tiempo.

Coworking / Networking Café Server & Catering invita a su bazar anual, si eres una persona emprendedora es para ti… Afuera ostenta una luminaria moderna semejante a un televisor gigantesco. Los anuncios e información cambiaban de continuo. Quizá haya algún algoritmo, cada cierto tiempo, regresa la misma secuencia de imágenes e información. Las frases que más se repiten parecen un lavado de cerebro: “Recuerda que la clave del éxito está dentro de lo que una taza de buen café propicia en tu cabeza y propaga en el mundo entero”. “Hoy puede ser tu día, el mundo se rendirá a tus pies. ¿Quién dijo que el trabajo no es diversión?”. Una flecha apuntaba a una terraza donde decía “Área para fumar grandes ideas”. “Coworking / Networking donde trabajar es gozar”, cerca de un enorme ventanal hay mecedoras que dejan leer: “El horizonte de tu creatividad se abre al infinito y más allá”, una voz en off susurra: ¡Buzz Lightyear te lo ordena! Una sala con mandalas e incienso me sorprendió cuando firmaron un hombre y una mujer un convenio de divorcio ante sus abogados discretamente sentados en

una mesa próxima. Las miradas de fuego parecían cuchillos a punto de sajar al otro. Pese a las falsas sonrisas y aparente calma, la crispación se sentía en el ambiente.

“Enfoca el trabajo como una creación lúdica compartida”: decía justo enfrente de mi querida amiga. Después de un par de horas el lugar resulta monótono y un poco gris y toda la ideología del échale ganas y capacitismo termina por volverse una cantaleta nauseabunda. Algunos letreros resultan sintomáticos y paradójicos, pedagógicos todos, pues en la barra de comida light saludable reza una leyenda: “Así como creas tu propia ensalada con los ingredientes que quieras, así puedes crear tu trabajo y llevarlo a donde quieras”; letras pequeñas al calce advierten que más de tres ingredientes tendrán costo extra. Los márgenes de autocreación laboral y de ensaladas tienen límites. Solamente la primera hora es gratis, después tiene costo, aunque, los usuarios reciben fabulosos descuentos

Al ver una pequeña sala de yoga para hacer una pausa y meditar, mi amiga voltea y me dice que ese lugar está hecho para mí: “Detrás de las grandes obras una pequeña pausa de meditación hace la diferencia”. Resulta también sinto-

mático que el tapete de entrada, que ahora veo de salida, diga: Aquí nadie trabaja, todos nos divertimos jugando y creando; la ideología del mundo del postrabajo en su máxima expresión. Al desaparecer el mundo del trabajo, se borran fronteras entre lo público y lo privado, el trabajo y el ocio. Se ocultan detrás de las promesas de realización posmoderna una serie de verdades amargas: detrás del autoempleo, la precarización extrema; detrás de la revolución tecnológica, brechas laborales y paro indefinido. Las cosas no son como se pintan en esos llamativos letreros fluorescentes. El capitalismo digital de plataformas ha transformado el mundo del trabajo; quizá sea una de las revoluciones más fundamentales de nuestro tiempo. Como en todo, los cambios complejos y acelerados no se pueden reducir a una visión maniquea. Ahora cada uno es libre de auto explotarse hasta que el cuerpo aguante, pero también se están desplegando una serie de propuestas y apuestas de auto creación social compartida inédita. Por lo pronto, mi amiga se fue a otro paraíso laboral en una playa caribeña y el proyecto quedó otra vez trunco. Aún recuerdo que en el fondo de la taza decía: Sonríe, Dios te está mirando.

de palabras

Octavio Gallardo: “Zorda: Esto tiene que ver con los imposibles, con los abandonos y las desapariciones”

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La poesía de Octavio Gallardo siempre está en continua evolución, su capacidad autocrítica sostiene un hilo conductor que transita entre el lirismo chileno más puro, pasando por etapas conceptuales, hasta una conciencia crítico-social en sus últimas obras. Sin duda, quizá, sea uno de los poetas más inconformes en la poesía latinoamericana, esa disconformidad consigo mismo, con su quehacer poético hacen que, a diferencia de otros autores que han encontrado su tono o voz y la replican como una fórmula infalible, para Octavio no existen fórmulas mágicas en la poesía, lo que le hace ir más allá de sus límites, distendiéndolos y tensándolos hasta donde alcanza. Precisamente esta búsqueda iracunda, esta irrefrenable necesidad de ir más allá de la poesía en la poesía misma, lo han hecho explorar diversas poéticas, incluso diversos géneros, como el ejercicio que hizo junto al poeta Carlos Cociña con un libro híbrido entre ensayo ( Derecho al olvido ), aforismos y reflexiones a partir de textos inéditos de Cociña, los cuales se deconstruyen y restituyen pasados por el fino ojo de Octavio para crear un texto único que no es ni de Octavio ni de Carlos, sino de ambos y de ninguno a la vez. Dentro de esta búsqueda incesante aparece Zorda , primer libro de Octavio publicado en México bajo el sello Puerta Abierta Ediciones, quienes apostaron por un poemario escrito en prosa de autoficción donde el poeta presta su vida misma para ser el soporte, cual fuera un libro, de la poesía. Si bien los soportes en la poesía chilena han sido siempre diversos y vastos, cabe señalar los avezados y audaces proyectos de Raúl Zurita como su poema en el escrito sobre el desierto de Atacama o sus versos en los cielos de Nueva York por citar unos ejemplos, en este caso nos encontramos con una obra igual de intrépida, quizá no en el sentido más lúdico, ya que no escapa al soporte tradicional del formato del libro, pero sí en un sentido poético, donde se cuestionan los géneros y donde, lo repito, funde su propia vida

para dar sentido a la generalidad de una sociedad donde la dictadura se respira, aún ahora, en cada esquina, en cada alameda, en cada edificio de sus ciudades. En esta entrevista intentamos reflexionar en torno a lo que significó para Octavio Gallardo escribir su propia versión de una de las dictaduras más feroces de la historia, que instaló el modelo neoliberal en el mundo a costa de miles de vidas, justo como hasta hoy día se ha sostenido ese mismo modelo. La crítica, el reclamo, el sentido contestatario de su libro no lo eximen de un lenguaje complejo, con

altísimos registros estéticos que lo hacen desde ya, una lectura obligada para entender el camino y tránsito de las poéticas sociopolíticas de Chile.

Antonio Cienfuegos : Octavio, tú eres un poeta con amplia trayectoria, por qué decides incursionar en otro género, o género híbrido, por qué los poetas no están conformes con el soporte del verso.

Octavio Gallardo : Personalmente, estoy inquieto, siempre estoy inquieto. A veces leo poemas que me parecen imposibles. Por eso Zorda no es poesía, pero es un poema. Es el libro más vital

que he escrito, tiene tanto de mi historia personal que lloré con muchos párrafos y no entendía de qué forma un poema podía contener todas esas capas, la emoción y la trizadura de mi vida, el hambre de los últimos años de la dictadura, la represión y violencia desde el Estado, y los ojos de mi madre, viéndome crecer en los brazos de otra madre, de la que me enamoré, pero que me tuvo que abandonar. Sufrí dos abandonos en mi infancia ¿cómo se dice eso? Seguramente también es imposible. Esto tiene que ver con los imposibles, con los abandonos y las desapariciones. No en ésta, sino en todas las vidas. La dictadura de Pinochet fue notablemente horrorosa, pero también el cauce íntimo de mi vida. El poema no es suficiente, pero llorar tampoco es suficiente. Entonces qué hacemos los y las poetas, escribir en cuerdas que se tensan en otras dimensiones. Frente a tu pregunta, no habría podido escribir estos fragmentos y retazos si no fuera en este código francamente abierto donde todo es posible. Las apariciones y desapariciones que allí se expresan. El lenguaje es totalmente injusto con la realidad. A mí me sorprende cómo ciertas búsquedas y exploraciones de la poesía hayan terminado en intentos vanos, y otros sean expresión de la misma raza humana, así de exitosos podemos ser a costa del lenguaje, ¿por qué entonces no estirar las formas, dejar de ser susceptibles y explorar los caminos? Nada ha terminado, esto recién comienza. Pienso en la poesía oriental, por ejemplo, cuánto nos deja un detalle imperfecto de nuestro paso por la vida, y eso porqué, porque es contracción. Quiero ahora plantearte otra cosa en la que reflexiono, la poesía se expande tal cual lo hace el universo, y luego se contrae. Estamos regidos por las mismas leyes. Lo que hemos descubierto desde la física y la biología es semejante a los lugares donde se ha posado la poesía. La condición de un poema siempre es la expansión y la contracción, en eso creo. Incluso es probable que un poema sepa más de las conjeturas de nuestra pequeña fe en la vida, porque además estamos a un costado de la filosofía. La cuestión

/// Octavio Gallardo. Foto de José Luis Cuevas

es que la poesía escarba en el universo de la conciencia como lo hace el pensamiento, pero la poesía no limita, es siempre la elaboración de una pregunta. Cuando se acaben las preguntas sobre el universo o la materia, la poesía también se acabará, y sí, el verso a veces no es suficiente para eso, entonces hay que buscar, romper, quebrar, dislocar, evadir, y entonces habrá un poema que ensanche y nos vea crecer y luego morir, como si nos estuviera mirando un árbol, todo eso porque siempre hay más pasado y más futuro que nosotros.

AC : ¿Si la poesía es expansiva como la física o el universo mismo, podríamos leer Zorda como una contrapoética de Octavio?

OG : Siempre. Sólo leo con gusto las contrapoéticas. Son un abismo sonoro, un enjambre de múltiples voces como lo que vivimos a diario, la contravida. Me parece que estamos compuestos de multiplicidades, y la poesía sí se afecta en todos los aspectos. Dicen que es el peor momento de la humanidad, que nos comunicamos menos, que leemos poco, y a mí me parece que es todo lo contrario a lo que sucede, nunca habíamos estado más conectados, nunca habíamos leído tanto; lo que pasa es que lo hacemos en otros formatos, WhatsApp, diarios digitales, etc. Lucho diariamente con la idea vulgar de que éste es el tiempo más frío e impersonal; sin embargo, estamos viviendo el mejor momento de la poesía y el lenguaje, al menos en Latinoamérica. Por mi parte, por lo general estoy solo, y leo manuscritos y libros publicados provenientes de todas las direcciones, y me alegro tanto de estar vivo. Veo máquinas en Marte, y percibo el conocimiento expandido, sería muy torpe pensar en que el tiempo está muerto. En lo personal, no creo en mi poética, creo que abandono todos los experimentos de manera casi salvaje, elaboro con propiedades nuevas, o al menos eso pretendo. He pretendido de todos mis libros que se transformen en un contraejercicio. Si creyera que es imposible, habría dejado de escribir a los 30 años o me habría cansado, pero hasta el momento siempre hay nuevas posibilidades.

Zorda para mí es un preciado registro de vida, pero también es un vaciado del verso libre. Quise llegar hasta la narrativa para ver qué pasaba con los campos de significación, mi propósito era contar, pero también resignificar la experiencia. Ir en contra de todos los afluentes de mi poesía abría posibilidades maravillosas. Nunca me cansé escribiendo. Como te decía, escribí en varias capas de experiencia y el ejercicio se transformó en algo que no quisiera dejar ir, me refiero a la amplitud, al reniego, al cauce de la narración, y al poema que siempre hay de fondo. En Zorda hay un poema de fondo, y en la superficie hay una historia personal que es capaz de reflexionar como si fuera un ensayo sobre la propia vida.

AC : Si Zorda , como dices, es tu libro más personal, incluso autoficcional, ¿dónde lo instalas dentro de la tradición poética chilena?

OG : La prosa poética en Chile no es muy numerosa, sin embargo, muchos ejercicios se asemejan al ensayo, es decir testimonio de pensamiento. No es el caso, pero tampoco es vanguardia, me refiero a Zorda , este libro más bien es un vestigio, las ruinas de la narración para que se transforme en un poema. Por lo demás, hace rato que no pienso en la tradición chilena, me parece eso sí un proceso de la poética relevante para Latinoamérica. Raúl Zurita decía que los latinoamericanos somos animales emocionales, en eso sí creo, que hay un trayecto, y en particular la poesía chilena ha sido un animal emocional, pero no por eso irracional. Creo que ha habido un camino desde el pensamiento muy interesante. El poema pensado, en este caso quise reemplazarlo por el poema narrado, ahí sí me parece que hay una diferencia. De todas maneras, creo que el poema pensado estiró demasiado sus alas dentro de la poe -

caudal que nos cruza a todos en Latinoamérica, muchos ejercicios están ligados al hambre, a los migrantes, a la soledad, a la violencia y a las catástrofes. Por otro lado, la poesía escrita por mujeres está espléndidamente ligada entre sí, son una comunidad de elementos que forman un trayecto absolutamente singular y dedicado. Impresiona cómo los discursos poéticos de lo femenino se entrelazan, también es singular la presencia de la fe en los seres humanos y en lo que podemos hacer con nuestro testimonio particular. Personalmente creo que estamos lejos de ser predecibles como era antes y entender, por ejemplo, que aquí hay generaciones o países militantes de sí mismos. He leído, y he escuchado poesía indígena de distintos países en este continente, y son espléndidamente similares en sus búsquedas. Creo que las fronteras se han borrado, y no queda nada más que hacer que querernos, y querer nuestras escrituras, que son por lo demás, casi siempre una expresión antineoliberal.

CALENDARIO DE PRESENTACIONES EN MÉXICO:

*Miércoles 17 de julio (CDMX) Librería El Hallazgo

Presentan: Juan Guillermo Lera, Josué Palomeque Bello, Leticia Luna y el autor

*Jueves 18 de julio (Morelia) Museo del Estado de Michoacán

Presentan:

Carolina Toro, Miguel Uribe Clarín, Armando Salgado y el autor

sía chilena, de hecho, algunos poetas chilenos de los 90’s parecen provenir del Bronk’s y no desde los desiertos o glaciares de Chile. Mi camino es abyecto, pero es un pronunciamiento poco existente, para el caso de este libro. Amo este libro en su capacidad de narrar, y ahí me he ido quedando, de hecho, mi próximo proyecto narra en poesía sobre las posibilidades del amor tanto como las del universo, o las simples estrellas. Al final creo que la poesía chilena es un accidente que puede tener que ver con las montañas, el mar furioso y frío, los desiertos y los hielos.

AC : Eso parece que es la poesía para los chilenos, un desastre natural ineludible, una sentencia o un dogal del que no pueden escapar. Si esta premisa fuera cierta, ¿por qué existen polos opuestos en las poéticas de otros países, por qué la poesía se filtra por naciones, épocas, rango etario, clase social, incluso por géneros literarios? OG : Creo que estamos en un momento en que no sucede eso en particular, estamos, de hecho, plenamente emparentados, la poesía social es un

*Viernes 19 de julio (Pátzcuaro)

Antiguo Colegio Jesuita

Presentan:

Carolina Toro, Miguel Uribe Clarín, Armando Salgado y el autor

*Lunes 22 de julio (Colima) Editorial Puertabierta

Presentan: Guillermina Cuevas, Jesús Adín, Miguel Uribe Clarín, Armando Salgado y el autor

*Martes 23 de julio (Ciudad Guzmán)

Casa Arreola

Presentan: Ricardo Sigala, Jaime Jorda Chávez, Miguel Uribe Clarín, Armando Salgado y el autor

*Miércoles 24 de julio (Guadalajara)

Ágora del Ex Convento del Carmen

Presentan:

Ana Corvera, Armando Salgado y el autor

/// Portada de Zorda

Exposiciones

Kahlo sin fronteras, en el 70 aniversario luctuoso de la pintora

El Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo inaugura Kahlo sin fronteras, en el 70 aniversario luctuoso de la pintora. La exposición exhibe y revisa parte del expediente clínico de Frida Kahlo perteneciente al archivo del Hospital ABC de la Ciudad de México; reúne fotografías de la época y documentos del círculo cercano de la pintora junto con obras de Graciela Iturbide y Cristina Kahlo. La propuesta curatorial articula cinco núcleos temáticos que invitan a reflexionar sobre la vida y obra de Kahlo; se inauguró el sábado 6 de julio.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, perteneciente a la Red de Museos INBAL, inauguró la exposición Kahlo sin fronteras, exhibición que propone explorar uno de los temas menos abordados de la artista: su salud física y la relación que mantuvo con el entorno médico.

Por primera vez una exposición sobre Frida Kahlo presenta parte de su expediente clínico, conservado en el archivo del Centro Médico ABC. La fotógrafa y curadora Cristina Kahlo tuvo acceso a este registro y, en colaboración con el co-curador Javier Roque Vázquez Juárez, proponen una lectura nueva para tratar un archivo documental con las artes visuales.

El título de la exhibición evoca la ausencia de límites corpóreos en Frida Kahlo, quien se ha convertido en un referente del arte universal. Reúne correspondencia, documentos, hojas clí-

nicas y más de 80 fotografías que son testimonio de la vida familiar y personal de la pintora, cuya biografía fue registrada por la lente de su padre, Guillermo Kahlo, así como de los fotógrafos Nickolas Muray, Antonio Kahlo, Julien Levy, Gisèle Freund y Juan Guzmán, entre otros. Uno de los propósitos de la exposición es puntualizar acerca de la relación cercana amistosa que Frida Kahlo sostuvo con sus médicos de cabecera: el Dr. Leo Eloesser, David Glusker y Juan Farill. Una de las piezas relevantes de la muestra es el libro del autor Martín Martínez,

Anatomía completa del hombre, con los hallazgos, nuevas doctrinas, observaciones raras hasta el presente, y muchas advertencias necesarias para la cirugía, según el método explicado en el Teatro de Madrid, el cual aborda el tema del corazón expuesto, motivo recurrente en el trabajo de Frida Kahlo. El ejemplar presenta una dedicatoria de la propia artista para el Dr. Juan Farill, quien estuvo a cargo de las operaciones de columna vertebral de la artista y a quien le dedicó el Autorretrato con el retrato del Dr. Farill (1951) y Naturaleza muerta. Viva la vida y el Dr. Juan Farill (1953).

En su juventud, Frida Kahlo mostró inclinación por la medicina, misma que quedaría truncada debido al accidente que sufrió en 1925. Como consecuencia de ese suceso debió permanecer hospitalizada en distintas ocasio-

nes en el American British Cowdray Hospital (Centro Médico ABC), de las cuales queda constancia en el expediente médico que se conserva y en las fotografías de Juan Guzmán de 1950 y las realizadas por Raúl Anaya en 1953 y 1954 que se podrán apreciar en la muestra.

La propuesta curatorial de Cristina Kahlo y Javier Vázquez articula cinco núcleos temáticos que invitan a reflexionar sobre la vida y la obra de Frida Kahlo, la cual da cuenta del valor de la vocación de las cuidadoras y muestra espacios clínicos como quirófanos y habitaciones para la atención hospitalaria

La exhibición incluye, además, un grupo de imágenes de Graciela Iturbide, quien en 2005 realizó una serie fotográfica de los objetos que se encontraron en uno de los baños de la Casa Azul y un par de obras de Cristina Kahlo. Con Kahlo sin fronteras, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo rinde homenaje a la pintora, en el marco del 70 aniversario de su deceso, ocurrido el 13 de julio de 1954. Este recinto integrante de la Red de Museos del INBAL dedica parte de su misión al estudio y divulgación de la trayectoria de esta artista, quien habitó de manera intermitente en este lugar.

La exposición puede ser vista a partir del 6 de julio en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. El horario del museo es de martes a domingo de 10:00 a 17:30 h. El costo del boleto de ingreso es de 45 pesos; menores de 13 años, estudiantes, profesores, personas con discapacidad y adultos mayores INAPAM, con credencial, ingresan de manera gratuita. Los domingos la entrada es libre.

Para más información, escribir al correo medr.difusion@inba.gob.mx. Las redes sociales del CasaEstudioDRyFK, en Facebook; @casaestudiodr, en @museoestudiodiegorivera, en Instagram.

*Difusión INBAL.
/// Frida Kahlo pintando. Retrato de la familia de Frida. Foto de Juan Guzmán. 1950-1951. Derechos de Fundación Televisa.
/// Firida Kahlo, Cd. de México (1907-1954). Autorretrato con el retrato del Dr. Farill. 1951. Óleo sobre masonite. 41.5 x 50 cm. Galería Arvil, CDMX.
/// Kahlo sin fronteras, la exposición a partir del 6 de julio en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo en CDMX.

Una de las cosas que me llama la atención de la poesía escrita ahora en México por los jóvenes es su afán de salir de los campos semánticos establecidos para hurgar en esa gran sopa que es la lengua y su léxico. Me parece que lo hacen para explorar y descubrir un lenguaje menos convencional; buscan desembocar hacia metáforas más rebuscadas, más extrañas, más originales que las de sus predecesores. Taxonomía de una piel que tiembla , el libro de Sofía Cham publicado por la editorial Puente Poesía en 2023, no es una excepción a esta regla, que, si bien no es una regla, de menos es una opinión mía basada en mi lectura de trabajos de mis colegas pertenecientes a las generaciones que me siguen. Lo digo como un halago, porque la poesía -como bien lo sabemos- no es tanto un medio de expresión que busca unir pensamiento y sentimiento, sino la creación de un objeto lingüístico. El poemario de Sofía es, a todas luces, un objeto lingüístico. Se inscribe en una tradición muy moderna, pero que inevitablemente (porque la condición humana es esencialmente la misma desde hace miles de años) toca los temas que nos interesan y nos conmueven en todas las culturas. Temas que han sido versificados desde tiempos inmemoriales: la muerte, el afán de vivir, el amor (y su otra cara, el desamor), el recuerdo, el pasado, la complejidad de las relaciones humanas, la intimidad, los seres cercanos, la esperanza (o su contrahaz, la desesperanza), los lugares donde vivimos, la violencia, la guerra y la paz. No hay temas nuevos, solamente formas nuevas de decirlos.

La taxonomía de Sofía Cham Libros

Sofía Cham se desarrolla alrededor de un tema central o de un hilo conductor, llámese como se llame, que le da mucha unidad al texto: es decir, la distancia.

Al leer los versos de esa Taxonomía , no podía dejar de pensar en dos hechos importantes. En primera instancia, es que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Y sí, es un órgano, igual que el riñón o el páncreas, no el simple recubrimiento de nuestro esqueleto. Es más, si la extendiéramos como una alfombra, cubriría varios metros cuadrados, mucho más que el hígado, que es el segundo órgano más grande del cuerpo, si no estoy equivocada. Y en segunda instancia, recuerdo haber leído que la piel está íntimamente ligada a nuestro mundo emocional por una simple razón: con los avances de la embriología, los científicos han descubierto que al mero principio de la vida que se llama “cigoto”, las células que formarán el cerebro y las que formarán la piel están indiferenciadas: son las mismas. Por eso las dermatitis tienen mucho que ver con nuestros procesos mentales y afectivos, y por eso también, la piel denota mucho de lo que queremos esconder o lo que sentimos: nos

ruborizamos cuando tenemos vergüenza o experimentamos timidez, tenemos piel de gallina cuando nos espantamos o nos maravillamos, y los contactos entre dos pieles, idealmente, denotan confianza o deseo, dos temas que la autora toca de manera oblicua, lo que les da aun más peso.

En la piel de la Taxonomía que nos ofrece la autora, caben muchas cosas: recuerdos, añoranza, decepción, palabras y falta de palabras. La autora hila todo eso muy fino, y lo hace con mucha originalidad y un dominio muy preciso del lenguaje. Y, para terminar, al celebrar la aparición de este poemario, no puedo evitar celebrar asimismo el esfuerzo de una editorial que va creciendo. Demuestra con este libro su gran amor por el género literario más atento a los prismas que son las palabras: la poesía. Este poemario no la ha defraudado, y a su manera explaya los símbolos que las subyacen, la piel siendo uno de ellos. Una medalla igual de pesada que la de los mismos poetas deben tener colgados en el cuello los editores de poesía cuando pasan a mejor vida. Le deseo por ende buen camino al poemario de Sofía y larga vida a Puente Poesía.

Sofía Cham Trewick es gestora cultural, poeta y fue consejera editorial del periódico Mural (2016), becaria de la Cátedra Hugo Gutiérrez Vega de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, México (2017 al 2019), e invitada a diversos encuentros de poesía a nivel nacional (2016 al 2020).

Es autora de un libro de poesía y su trabajo está incluido en varias antologías y traducido a diversos idiomas. Antologadora de títulos de poesía publicados por Letras para Volar (Programa de Promoción de la Lectura de la Universidad de Guadalajara). Ha trabajado desde el 2015 a la fecha en diferentes proyectos de promoción cultural, como docente en diversas escuelas públicas y privadas en Guadalajara, Jalisco, y dado talleres, conferencias y exposiciones sobre temas de gestión cultural. Sus últimos talleres creativos han participado en los festivales de Papirolas 2021 y 2022.

En el poemario de Sofía, es la piel la que nos habla de separación y/o intimidad, y la autora lo hace alternando muy sabiamente los dos conceptos. Las páginas del libro se voltean como un vaivén, un romper de ola que avanzan y retroceden. La piel, que aparece en el mismo título del libro -huelga decirlo- resulta ser una metáfora grandiosa para ilustrar el hecho de que no queremos estar solos, y la certidumbre de que toda experiencia humana implica a otros; ora muy cerca, ora demasiado lejos, pero siempre presentes, aunque sea en la memoria. Así, el poemario de

/// Sofía Cham, autora de Taxonomía

Desayuno en Tiffany’s, mon ku

Maria, de Jessica Palud:

Un biopic sobre Schneider y la mítica escena de El último tango en París

Anamaria Vartolomei es Maria Schneider, Matt Dillon es Marlon Brando y Giuseppe Maggio es Bertolucci; quizás con estos nombres el lector se dará una idea del tema. Una pista más, el Festival de Cannes de 2024 se volvió un año de duros señalamientos MeToo y de acusaciones a actores masculinos; entonces, ya era tiempo de que alguna directora abordara uno de los escándalos mundiales más polémicos de la historia del cine: El último tango en París, bajo la versión de la directora Jessica Palud con su película Maria Palud, participó en la Selección Oficial dentro de la categoría Premieres; cuenta el biopic de Schneider centrado sobre todo en el rodaje de la mítica película y en la controversial escena cuando Brando se unta los dedos de mantequilla y los penetra en la actriz.

La versión de la culpa, Palud, la reparte principalmente del lado del director italiano (Bertolucci quería violencia, deseo y pasión física en su filme) pero no olvida al actor estadounidense (quien nunca se disculpó), aunque los acusa a ambos de haber abandonado a la muy joven actriz francesa ante la prensa que la tachaba de todo tipo de insultos y el resto de los productores sólo la buscaba para filmar escenas de desnudos y sexo. Palud monta un recinto que nunca pierde de vista la vida de Schneider y sus momentos de ruptura: su caída en el mundo de las drogas hasta su encuentro con la joven estudiante que se convertirá en su pareja y la salvará.

Con elipsis temporales, pero siempre desde los ojos de ella, vamos viendo cómo se convirtió en actriz, cuánto sufrió y cómo volvió a la vida. Además, el filme está muy centrado en las declaraciones que Maria hizo a la prensa justo después de la salida de la película y de cómo ninguna persona, ni siquiera los reporteros, reaccionaron; parecía como si no la oyeran o lo que decía no tuviera importancia.

Por eso esa historia, el rescatar esas declaraciones, parecen ser más contemporáneas en el 2024 sin haber envejecido. La recreación que Palud hace de las escenas de El último Tango… nos obligan a pensar en qué sucedía y a la vez sentirnos incómodos ante la inminente llegada de la escena durante el rodaje. Sin embargo, a la vez, parece tratar de entender qué pasaba por la mente de los directores en la efervescencia de la Nouvelle Vague.

/// Maria, de Jessica Palud.
/// Maria, de Jessica Palud.

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