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David Ojeda (20 de marzo de 1950 - 09 de octubre de 2016†).

“El escritor y maestro David Ojeda, no conforme con dejar un legado literario, también dejó una escuela de escritores y una pedagogía, desde y para la región. Sin duda, por su avasallante vocación literaria, la pedagogía que empleó parece que está al margen, pero es digna de estudiarse por un solo hecho, y éste es, que gracias a ella existen escritores que no se han conformado con resguardarse tras el ordenador, sino que se han abierto camino en tierra hostil para construir un legado literario”. Filiberto García

[“El testigo invisible de Madigan: una mirada al legado pedagógico de David Ojeda”, por Filiberto García, en páginas centrales]

SUPLEMENTO CULTURAL NO. 593 /// 9 DE OCTUBRE DE 2023 /// AÑO 13 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

No.

Editorial

La arquitectura, dice Felipe Leal -presidente del Seminario de Cultura Mexicana- “es un organismo vivo, es el lugar donde pasamos y celebramos la vida, evoluciona con la vida misma. El espacio es el medio físico que habitamos, en él se sitúan los cuerpos y los movimientos de toda índole, y generalmente se caracteriza como algo continuo, tridimensional e ilimitado. El objetivo principal de la arquitectura es configurar espacios para ser habitados adecuadamente por los seres humanos, y lo logra auxiliándose de elementos construibles para definir el entorno”.1 Fueron el entorno del centro histórico de la ciudad de Zacatecas, la riqueza de su arquitectura y su carácter único y excepcional lo que propició que el 11 de diciembre de 1993 fuera inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

LaEstamos a unos meses de celebrar el 30 Aniversario de ese acontecimiento que ha distinguido a Zacatecas a nivel internacional y hay que mencionar que son muy pocos sitios con este nombramiento; en ese sentido, vale la pena hacer una reflexión -nuevamente- sobre el manejo que le estamos dando a nuestro centro histórico, este espacio que fue concebido originalmente para ser habitado y que es considerado Patrimonio Cultural. El Directorio Latinoamericano de Recursos Patrimoniales, define como patrimonio cultural “el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que constituyen la herencia de un grupo humano, que refuerzan emocionalmente su sentido de comunidad con una identidad propia y que son percibidos por otros como característicos. El Patrimonio Cultural como producto de la creatividad humana, se hereda, se transmite, se modifica y optimiza de individuo a individuo y de generación a generación”.2

Es innegable que al paso del tiempo todo se transforme, eso ha pasado con este espacio; afortunadamente tenemos leyes y reglamentos que han evitado que la transformación física afecte sustancialmente el paisaje de la ciudad y por eso tenemos hoy un centro “despepsicocalizado”, más o menos uniforme en cuanto a la paleta de colores utilizada y a los letreros en las fincas cuyo uso comercial así lo requieren; sin embargo, es una lucha constante, de todos los días, por tratar que las personas se ciñan a lo dispuesto en cuestiones de modificación de la imagen, y si esto representa un trabajo arduo, el de convencer a los demás de no modificar el uso de suelo es más complicado todavía.

Cito nuevamente a Felipe Leal cuando dice

que “el objetivo principal de la arquitectura es configurar espacios para ser habitados adecuadamente por los seres humanos” porque es una realidad que si bien tenemos una arquitectura excepcional, habitar el centro de la ciudad adecuadamente es cada día más difícil, debido entre otras cosas a la falta de un plan de manejo del centro que garantice la habitabilidad armoniosa de este espacio.

Durante las últimas décadas hemos visto cómo el centro va quedándose cada vez más solo; sus habitantes poco a poco han ido mudándose a otros lugares por los múltiples problemas que conlleva el vivir en un espacio invadido por negocios ruidosos que nos sólo dañan la estructura de los edificios (la mayoría de ellos antiguos), pues el vivir en un lugar con alto índice de contaminación auditiva también daña la salud mental de los habitantes. Así, hemos testificado entonces que cada vez son menos las tienditas de la esquina, las tortillerías, las papelerías, etc., esos negocios destinados a satisfacer las necesidades de los habitantes y cada vez son más los que se dedican a la venta de alcohol. Es evidente, además, un despoblamiento gradual y hoy podemos ver en mayor medida casas abandonadas, o en renta o en venta. Eso, a la larga, “enferma” a las ciudades, y la nuestra está en ese proceso de deterioro que confío en que podamos parar entre todos, construyendo acuerdos entre vecinos, instancias gubernamentales y empresarios, antes de ceder ante el monstruo de la gentrificación.

Le arquitecto Felipe Leal hablará de esto hoy lunes 9 de octubre en la sesión inaugural del Diplomado en Turismo Cultural organizado por el Clúster Turístico y Cultural de Zacatecas. Por la importancia del tema, será la única sesión abierta al público, y en punto de las 6 de la tarde, podrá seguir la transmisión de la conferencia “Arquitectura y ciudad: apropiación del espacio público” en las páginas de FB del Clúster y del Seminario de Cultura Mexicana. Ojalá pueda ver y escuchar la conferencia, la ciudad de Zacatecas nos necesita y es un buen momento de empezar a generar estrategias y consensos para su rescate.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

1 Felipe Leal, La Arquitectura, Semillero, Seminario de Cultura Mexicana, México, 2021, p. 13.

2 Ver: https://ilamdir.org/patrimonio/cultural

30 años de la inscripción del Centro Histórico de Zacatecas en la Lista de Patrimonio

Por Luis Muro

El testigo invisible de Madigan: una mirada al legado pedagógico de David Ojeda Por Filiberto García

Anhelos de destrucción, de Francisco Pamplona Por Sigifredo Esquivel Marin

Invitación a la nada y al todo Por Víctor Manuel Chávez Ríos

Nudo [Exposición en el Museo Pedro Coronel] Por Elizabeth Alvarado García

2 LA GUALDRA NO. 593 /// 9 DE OCTUBRE DE 2023 /// AÑO 13 593
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores. Carmen Lira Saade Dir. General Cárdenas Vargas La Jornada de Zacatecas
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30 años de la inscripción del Centro Histórico de Zacatecas en la Lista de Patrimonio

En la ciudad de Cartagena de Indias en Colombia, durante los días 6 al 11 de diciembre de 1993, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO por sus siglas en inglés, llevó a cabo la 17ava. Sesión para elegir a nuevos sitios que serían inscritos en su Listado de Patrimonio de la Humanidad. Comenzaron con este programa en el año de 1976 y fue dos años más tarde cuando esta lista se inició con los primeros bienes culturales (con intervención de la mano del hombre) y sitios naturales que son catalogados para su preservación y difusión, con la característica de ser patrimonio de excepcional importancia para la humanidad.

En 1993 fueron seleccionados 33 sitios, entre ellos las Pinturas Rupestres de la Sierra de San Francisco y el Santuario de las Ballenas de El Vizcaino, ambos en el estado de Baja California Sur, así como el Centro Histórico de Zacatecas que entonces se sumaba a los de otras ciudades mexicanas enlistadas previamente: México y Xochimilco, Puebla, Guanajuato y Morelia, que junto a cinco zonas arqueológicas y una reserva natural completaban la lista de sitios mexicanos inscritos hasta ese momento.

Los criterios considerados para la inscripción en la Lista de Patrimonio del Centro Histórico de Zacatecas, fueron el haber sido uno de los principales centros de minería de plata desde inicios de la colonia española hasta el siglo XX, y su arquitectura y diseño urbano reflejan la importancia económica y el florecimiento cultural resultante. Así también por ser un ejemplo destacado de un asentamiento colonial europeo que se adaptó perfectamente a las limitaciones impuestas por la topografía propia de una región montañosa metalífera. En 2010 el Camino de Tierra Adentro, una vía de comunicación usada por más de 300 años desde mediados del siglo XVI, extendiéndose por 2,600 Km. desde la Ciudad de México, hasta Santa Fe en el estado norteamericano de Nuevo México es también incluida en la Lista Mundial. Este camino fue impulsado por la riqueza generada con el transporte de la plata, creando un extraordinario fenómeno de comunicación “abriendo” el territorio del norte al ir estableciendo pueblos multiétnicos y con ello la construcción de fuertes, iglesias y haciendas que condujeron al desarrollo de una cultura distintiva a lo largo de la ruta; materiales y técnicas de construcción que se reflejaron en un maravilloso intercambio de ideas culturales y religiosas remarcando una etapa de la historia mundial, la explotación de la plata en las colonias españolas y con ello la transformación de zonas rurales y paisajes urbanos. El Camino de Tierra Adentro es un bien patrimonial compartido entre 55 sitios a lo largo de varios estados que además de otros 5 ya considerados previamente en la lista. En el territorio zacatecano, además de considerar nuevamente al Centro Histórico de Zacatecas, se incluyeron templos, poblados y caminos en los municipios de Pinos, Noria de Ángeles, Villa González Ortega, Ojocaliente, Guadalupe, Fresnillo, Sombrerete y Chalchihuites; así como los

bienes de carácter natural de la Sierra de Órganos y la Cueva de Ávalos en Ojocaliente.

Además de los sitios culturales y naturales, la UNESCO establece en 2008 la inclusión de bienes de carácter inmaterial, aquéllos que son un aporte importante de la expresión y creatividad cultural de los pueblos. En 2010 se incluye en este nuevo apartado a la Cocina Tradicional Mexicana, en la que la cultura culinaria de Zacatecas está considera, así como también en el estado se participa en la práctica de La Charrería, el arte ecuestre y vaquero tradicional de México, bien inmaterial incluido en 2016.

Previo a ser inscrito, un bien patrimonial se agrega a una lista tentativa por parte de cada país donde se localice para ser considerado en una posible nominación. En el año 2001 Méxi-

co propuso a la zona arqueológica de La Quemada en el municipio de Villanueva, la cual sigue en esa lista en espera de ser considerada.

Por más de una generación, hemos estado familiarizados a escuchar sobre los Sitios Patrimonio de la Humanidad, y a 30 años de la inclusión del Centro Histórico de Zacatecas en la Lista de Patrimonio de la Humanidad vale la pena recordar la importancia de este nombramiento que además de ser un elemento de identidad entre los zacatecanos, es un compromiso de la sociedad por cuidar algo que se comenzó a construir hace siglos y no se ha detenido ese proceso, ahora participando con la conservación y difusión de una tradición arquitectónica y artística que ha sido identificada como parte extraordinaria de la cultura de la humanidad.

9 DE OCTUBRE DE 2023 3 Patrimonio
/// Escudo de Zacatecas.

El testigo invisible de Madigan: una mirada al legado pedagógico de David Ojeda

6 Por Filiberto García

Muchas veces la enseñanza escolarizada hace que se pierda la esperanza en la educación y que se renuncie al acto de aprender. Afortunadamente hay muchos maestros que desescolarizan a la educación y ofrecen las mejores lecciones fuera del salón de clases. Para esto, es importante reconocer que el hombre aprende siempre, aunque la meritocracia le haya hecho creer que el único conocimiento válido es aquél que está abalado por una institución que le ofrece un certificado a cambio de su aprendizaje. Los títulos son importantes para los académicos, no para los maestros, porque los académicos necesitan incrementar su currículum para ganar prestigio y reconocimiento dentro de su comunidad, en cambio el éxito del maestro radica en la transformación de sus alumnos.

Iván Illich ya hablaba en el siglo pasado sobre la necesidad de generar una sociedad desescolarizada, de ofrecer educación a los otros fuera del currículo institucional y de la camisa de fuerza en que se ha convertido la pedagogía tradicional y el logro de aprendizajes específicos. El escritor y maestro David Ojeda, no conforme con dejar un legado literario, también dejó una escuela de escritores y una pedagogía, desde y para la región. Sin duda, por su avasallante vocación literaria, la pedagogía que empleó parece que está al margen, pero es digna de estudiarse por un solo hecho, y éste es, que gracias a ella existen escritores que no se han conformado con resguardarse tras el ordenador, sino que se han abierto camino en tierra hostil para construir un legado literario. Cualquier pedagogía que forme individuos que no se acomoden a las condiciones del entorno, sino que luche por modificarlas, merece observarse con detenimiento.

La rebeldía es el primer elemento pedagógico del maestro y escritor David Ojeda, porque un docente que no tiene pasión por cambiar las cosas se conforma con la semilla que planta en el salón de clases, pero aquella personalidad inquieta que enseña con su ejemplo logra una mayor significación en sus alumnos. La rebeldía no se puede enseñar desde el autoritarismo, es necesario poseer una mentalidad dialógica, como lo diría Freire, 1 una enseñanza donde el maestro aprenda de sus alumnos y ellos de él, donde no se invisibilice el saber del

otro, ni se luche por controlar desde una posición hegemónica el proceso de aprendizaje.

La rebeldía que muestra David Ojeda no es producto de la visceralidad, es del tipo que describe Julio Anguita, cuando señala:

La rebeldía es un grito de la inteligencia, de la voluntad. “Ya no le digo que sí a esta situación, no asumo esta podredumbre y lucho contra ella”. Este tipo de rebeldía es una actitud intelectual, no universitaria, sino que nace de la mente y del corazón, del fuego de querer cambiar. 2

Esa rebeldía de la inteligencia y del corazón le permitió concluir la investigación titulada Literatura potosina. Cuatrocientos años (1992), donde se establece una postura de comprender antes de juzgar. La necesidad de fijar a la literatura regional, en una dimensión compleja, continuará con trabajos de rasgos semejante en la pluma de Alejandro García con sus libros de ensayos: El aliento de Pantagruel , Encuentros y desencuentros: (acercamiento al campo literario en Zacatecas) y David Ojeda: Un erizo y un zorro en el

campo literario

La desescolarización es otro de los pilares de la pedagogía del escritor David Ojeda, no en vano Alejandro García dice: “La labor académica de Ojeda fructificaba mejor en estructuras no escolarizadas, en donde se le dejara la libertad de investigar y de proponer temáticas que le interesaran a nivel vital”. 3 Este elemento es fundamental para comprender la crisis que vive el sistema educativo, donde no se consideran la motivaciones, ni las inquietudes intelectuales del docente, quien se ha convertido en un obrero que aplica estrategias y técnicas de aprendizaje, que maquila contenidos en lugar de construirlos. Ante esta encrucijada el narrador de San Luis Potosí opta por generar un espacio alterno que le dote de la pasión necesaria para ofrecer el extra que se requiere cuando las condiciones son adversas.

La desescolarización permite que los individuos coloquen al aprendizaje como el principal motor, como una guía que le permite internarse en lo desconocido, confiado de que el conocimiento le generará más dudas y más herramientas para enfrentarlas. La pasión es un elemento fundamental para aprender y para enseñar, este pilar es

prioritario en la pedagogía de David Ojeda, porque él no se conformó con ser un alumno brillante, sino que, como lo relata Alejandro García, fue uno de los más obcecados en remediar errores y formarse. Cuando el individuo cobra conciencia de sus limitantes, sólo hay una forma de subsanarlas y ésa es mediante la acción.

El hacer tiene varios niveles, tal como lo señala Daniel de la Maza, el más profundo es el de la pasión, porque posee una energía interna mayor, es un apetito, una afición vehemente a una cosa. Un docente que no posee esos grados de apasionamiento, tal como lo menciona Horace Mann, citado en de la Maza, está condenado al fracaso: “El maestro que intenta enseñar en el alumno sin el deseo de aprender, está tratando de forjar un hierro frío”. 4 La desescolarización y la pasión eran dos elementos que le permitieron a David Ojeda contar con alumnos que poseían el deseo de saber, un elemento que desafortunadamente en la escuela tradicional pocas veces se ocurre.

Un elemento más es el respeto que David Ojeda mostraba a sus alumnos, pero este concepto se entiende en el sentido que señalan Eggen y Kauchak,

LA GUALDRA NO. 593 4 Literatura
/// David Ojeda (20 de marzo de 1950 - 9 de octubre de 2016).

cuando dicen que la mejor manera que tiene un docente de mostrarle respeto al alumno es al exigirle un alto nivel en su desempeño, al tensar sus capacidades al máximo porque confía y conoce a sus alumnos. Alejandro García señala:

Dentro del taller Ojeda trabaja diversos niveles que van desde la toma de conciencia de un oficio, de sus técnicas, de sus peligros, de su desarrollo, de sus temáticas hasta sus implicaciones con el contexto, los riesgos del compromiso, ni más ni menos que la necesidad de conocer el campo y sus posiciones, sus luchas, sus fronteras. 5

La enseñanza no se limitaba a las sugerencias para mejorar el estilo, implicaba el reconocimiento como un ser histórico, como un individuo que está destinado a ser en el aquí y ahora, a intervenir en su entorno para modificar las condiciones inmediatas.

El mejor maestro es el que puede materializar la teoría y qué mejor estrategia que la publicación de libros. En esta faceta ocurre una dualidad en la pedagogía del escrito potosino, por un lado, está en contacto con los integrantes de sus talleres, por otro, genera las condiciones para que los textos vean la luz pública, como lo señala Alejandro García “[…] entendió que la salida editorial es un requisito para las buenas condiciones del campo y para la sobrevivencia del escritor en la llamada tierra adentro”. 6 Más allá de sus apreciaciones estéticas y de aquéllas que pudieran emitir los integrantes de los talleres, era necesario que los textos llegaran a los lectores para que fueran ellos quienes decidieran el curso de la literatura y también, para generar la presencia necesaria en la configuración del campo.

En este sentido, el legado pedagógico de David Ojeda configuró un horizonte, una necesidad e inquietud que compartió con sus estudiantes, para

ello, tuvo que actuar con rebeldía para modificar el enfoque regionalista con el que originalmente se consideraba a las producciones de tierra adentro. La meta era compleja, así que su estrategia también debía serlo, para generar investigaciones tuvo que recurrir a su talento y dedicación, pero si quería que la lucha por el campo en las regiones continuara debía enseñar con pasión y conocimiento, trasmitir ese deseo vehemente por desarrollar literatura a las orillas del centro y garantizar que, aún sin su presencia física, la tarea continúa –y henos aquí–.

Reconoció en su pedagogía la importancia de desescolarizar el conocimiento, de colocar a la literatura como un elemento significativo en sí mimo, intentando que la burocracia académica no desviara el deseo de los estudiantes hacia una falsa adulación como recompensa al trabajo literario. De igual manera, identificó que el deseo de aprender era necesario en su labor como maestro, por lo que la asistencia no fue un elemento obligatorio, condicionado por un reconocimiento escrito, sino que brotaba de favorecer los quehaceres del lector y del escritor.

También sabía que la competencia es compleja por la abundancia de textos, por ello debió tensar las capacidades de sus alumnos hasta el máximo, porque sólo de esa manera ellos podrían crear textos literarios que encontraran lectores críticos. No se trataba de hacer un círculo de amigos que se alcahuetearan las composiciones narrativas o poéticas, sino de atender el rigor de la técnica, la conciencia social y las implicaciones del oficio como escritor, esto les proporcionaría la capacidad de resistir los desplantes, que en ocasiones ofrece la tarea de escribir.

Identificó que el acompañamiento era fundamental, así como la necesidad de concretar la teoría en elementos materiales muy específicos (textos). En este sentido, se reconoce que hay una pedagogía que privilegia el diálogo como

loco de verdad en la casa, un niño con los ojos perdidos ”. 9

El legado pedagógico de David Ojeda se materializa, no solamente en su herencia conceptual en torno a la literatura de las regiones, sino en el quehacer de sus estudiantes, quienes han fortalecido el campo desde cada una de sus trincheras. Es innegable la tarea de Alejandro García como formador de estudiantes de letras, como impulsor de la escritura a través de la publicación en diferentes espacios y como escritor. Es notable la tarea de Juan José Macías con su trabajo como editor de textos, creador de espacios para la difusión cultural y poeta. Gonzalo Lizardo ha mostrado su capacidad como un artista gráfico y como escritor que ha franqueado las fronteras de las publicaciones regionales para estar en editoriales de circulación nacional. El legado pedagógico de David Ojeda es tan variado como los quehaceres que desempeñan los escritores que iniciaron su trayecto junto a él.

Bibliografía

elemento fundamental para construir aprendizajes, que identifica las necesidades cognitivas de los estudiantes, que atiende a sus motivaciones y que tiene un objetivo claro, construido a partir de las implicaciones del contexto. Schunk señala que el aprendizaje es abstracto y que la única forma que se tiene de observarlo es a través de la materialización en objetos concretos. La primera evidencia de que el modelo pedagógico del maestro y escritor David Ojeda es funcional es que estamos aquí, dialogando a partir de su obra, debatiendo sus ideas y produciendo textos. La segunda corresponde a sus alumnos directos, aquéllos que han construido y dan testimonio de su aprendizaje en cada una de sus obras, cito tres ejemplos ello.

El primero es el escritor Juan José Macías, quien elabora conceptos a partir de un símil durante el desarrollo de su narración. Cito la novela El nuevo liguero de Maruja … “Gregorio sabía que la cena no es un mero acto de subsistencia, sino un acto que muy fácil se puede comparar con el sexual, preserva la especie, ofrece recompensas eróticas y también da comunicación. Y no nada más eso: da felicidad al espíritu y logra acelerar toda clase de diligencias”. 7

El segundo es Gonzalo Lizardo, quien de la tradición popular saca un elemento significativo como lo es el embrujo. Cito su novela Invocación de Eloísa . “Vas a ver qué bien te pones con esta medicina que te estoy untando, para que me ames más, para que me ames siempre, para que nunca te olvides de mí, ¿verdad que no te decepciona saberlo? ¿Verdad que no te importa que te haya enyerbado si voy a hacerte feliz?”. 8

En tercer lugar, cito al escritor Alejandro García con un fragmento de su novela La noche del Coecillo donde se manifiesta su estilo libre y eficaz para construir narraciones irónicas y visuales. “ Y ai tiene a Otonielito que no reaccionaba porque del carambazo se quedó lelo un rato y no recordaba nada de nada y mi mamá muy muy triste, ahora sí tenía un

De la Maza Daniel, El gran colegio de Chile el gran salto en educación escolar, Palibro, EUA 2011.

Edggen, Paul y Donald Kauchak, Estrategias docentes, FCE, México 2015.

Freire, Paulo, La educación como práctica de la libertad , Siglo XXI, México 2015 García, Alejandro, La noche del Coecillo , Gobierno del Estado de Guanajuato, Guanajuato 1993.

______________, David Ojeda: Un erizo y un zorro en el campo literario, Policromía, Zacatecas 2018.

Illich, Ivan, Obras reunidas I , FCE, México 2011. Lizardo, Gonzalo, Invocación de Eloísa, UNAM/ERA, México 2011. Macías, Juan José, El nuevo liguero de Maruja (y otros fetiches) , Ediciones Media Noche, Zacatecas 2008. Schunk, Dale, Teoría del aprendizaje. Una perspectiva educativa, Pearson, México 2012.

http://piensachile.com/2014/03/ el-gran-discurso-antisistema-de-julioanguita/ consultado 05/10/2019.

1 Cfr ., Paulo Freire, La educación como práctica de la libertad , Siglo XXI, México 2015.

2 http://piensachile.com/2014/03/ el-gran-discurso-antisistema-de-julioanguita/ consultado 05/10/2019.

3 Alejandro García, David Ojeda: Un erizo y un zorro en el campo literario , Policromía, Zacatecas 2018, p. 38.

4 Daniel de la Maza Ríos, El gran colegio de Chile el gran salto en educación escolar , Palibro, EUA 2011, p. 71.

5 Op. Cit., Alejandro García p. 7.

6 Alejandro García, David Ojeda: Un erizo y un zorro en el campo literario , Policromía, Zacatecas 2018, p. 42.

7 Juan José Macías, El nuevo liguero de Maruja (y otros fetiches) , Ediciones Media Noche, Zacatecas 2008, p. 16.

8 Gonzalo Lizardo, Invocación de Eloísa , UNAM/ERA, México 2011, p. 75.

9 Alejandro García, La noche del Coecillo , Gobierno del estado de Guanajuato, Guanajuato 1993, p. 40.

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Literatura
/// David Ojeda (20 de marzo de 1950 - 9 de octubre de 2016).

Anhelos de destrucción, de Francisco Pamplona Filosofía

6 Por Sigifredo Esquivel Marin

Una obra aporta muchas cosas, en todo caso cada lector rehace el texto desde sus propios intereses y expectativas. La importancia de la obra Anhelos de destrucción de Francisco Pamplona, desde mi perspectiva, claro está, reside en que recupera el diálogo tenso e intenso entre humanidades, literatura y ciencias sociales a partir de los conflictos y las transformaciones de la cultura contemporánea. Si obra abre un diálogo necesario entre ciencia, pensamiento y arte en un mundo intelectual marcado por las exclusiones y la cerrazón doctrinaria. En tiempos de crisis de la crítica la búsqueda de un mirador casi externo o un punto de fuga que permita una relectura desde los bordes de una exterioridad abona una comprensión enriquecida de las cosas, y justo esto propicia el umbral entre disciplinas y saberes heterogéneos. En un medio académico esclerotizado, parcelado en feudos disciplinares, contribuir al diálogo auténtico intelectual inter y transdiciplinario no es poca cosa.

El libro habla de los temas y problemas centrales del siglo XX y la debacle de la modernidad capitalista: poder, violencia, destrucción del mundo, imágenes del mal, biopolítica, genocidio, muerte y barbarie. Las repeticiones del libro se pueden entender como variaciones sobre los mismos temas y problemas desde otros autores y otras ideas. Pamplona está en todo momento ocupado y preocupado porque la reflexión teórica pueda dar cuenta del presente, mostrar un mapa dinámico, pero también, en abrir alternativas frente a la crisis existente. Lejos del derrotismo, asume la crítica como transvaloración del orden establecido. De ahí su afirmación de que:

Con respecto a las posibilidades de una cultura mejor, hecha a la medida de las necesidades humanas, la fórmula que Antonio Gramsci tomó, por cierto, de Romain Rolland siempre es memorable: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad (188).

Su caja de herramientas se podría ubicar a partir de marxistas heterodoxos como Karel Kosík, Theodor Adorno, Walter Benjamin, Jürgen Habermas, Marx mismo claro está, entre otros, incluyendo grandes pensadores escritores como Canetti, Cioran, Bataille, Blanchot, Foucault. Al respecto, un pensador reaccionario como Emil Cioran permite repensar los temas de la historia, la utopía, el progreso y la modernidad capitalista desde sus márgenes y umbrales, desde lo no-pensado que está ahí como núcleo forcluido del pensamiento moderno y sus narrativas progresistas.

Sigmund Freud y Norbert Elías catapultan ideas-fuerza para agenciarse una caja de herramientas muy potente que posibilita cartografiar los malestares de la cultura presente. El autor utiliza la teoría para ir elaborando un mapa de la actualidad desde los vasos comunicantes entre texto, contexto, interpretaciónrecepción. Más allá del resultado, es loable

intentar hacer hablar a la teoría la actualidad innombrable.

Asimismo pone en juego a escritores pensadores como Octavio Paz, Franz Kafka, Paul Celan, Calvino, Mandelstam, entre otros. Destacar la dimensión cognoscitiva de la literatura es un quehacer fundamental. Los poetas son grandes videntes y su lucidez clarividente no es retórica vacía, sino metáforas cognoscitivas poderosas con implicaciones diversas: políticas, estéticas, éticas, sociales, imaginarias.

La obra tiene un carácter decididamente ensayístico y fragmentario, sus luminosas reflexiones invitan al lector a generar sus propias derivas, lejos de concluir el diálogo, apenas lo inicia. Al respecto sus reflexiones fragmentarias sobre Deleuze, Derrida y Blanchot, entre otros, quedan apenas sugeridas y se echa de menos un desarrollo pormenorizado, pero qui-

zá así sea el arte ensayístico: una probadita de manjares exquisitos sin saciarnos nunca del todo Su escritura amena y transparente se agradece en tiempos de “papers” ilegibles. Profesor, investigador, poeta, filósofo diletante, Francisco Pamplona es un gran conversador, amante de los detalles y las sutilezas. Su herencia marxista crítica no impide ver el presente desde la emergencia de configuraciones nacientes. De ahí que haga suyas las palabras de Kosik de proseguir la iniciativa de fundar un mundo en el que la gente pueda habitar poética y democráticamente. Poesía y política bien podrían desplegar otra praxis humana más creativa, libre, justa y solidaria. Es una relectura de Heidegger pero con los anteojos de Kosik, Castoriadis y Axelos. Poesía y pensamiento tejen y entretejen anhelos de destrucción y creación, ambos polos se interfecundan y y procrean otro

pensamiento sintiente práctico, pragmático y estratégico, en suma, Pamplona abona en la creación de un pensamiento crítico plural, su obra da cuenta de una búsqueda que atraviesa nuestro horizonte contemporáneo.

En las ruinas de la vieja cultura académica sectaria y unidisciplinar, tradición intelectual que aún se mantiene en estado zombi, laten anhelos de destrucción del orden crepuscular y otea el alba de otro nuevo (des)orden naciente seminal. La destrucción de lo viejo da paso al advenimiento de una nueva cultura y de otro pensamiento. Enhorabuena por la aportación y la provocación de Francisco Pamplona.

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Pamplona, Francisco, Anhelos de Destrucción. Reflexiones sobre poder, violencia y cultura, Guadalajara, Pollo Blanco 2020.

Invitación a la nada y al todo

6 Por Víctor Manuel Chávez Ríos

Uno se pregunta al leer este título de qué asunto puede tratarse este escrito. La verdad es que traté de nombrar a este texto lo más preciso posible ya el poemario de Jorge Humberto Chávez se llama Te diría que fuéramos al río Bravo a llorar pero debes saber que ya no hay río ni llanto, y quiero que quien lea esto lo tenga presente en esta breve opinión porque no lo mencionaré por ser demasiado largo.

El autor de tal libro es Jorge Humberto Chávez Díaz de León, nacido en Ciudad Juárez en años tan remotos que se pierden en los anales del registro civil, es autor de una decena de libros de poesía y ha sido integrante consuetudinario de los hijos de Madigan y alumno predilecto de David Ojeda por mencionar algu-

nos detalles que servirán para ubicarlo temporal y espacialmente.

El poemario en cuestión ganó el Premio de Poesía Aguascalientes 2013, desde entonces circula de manera libre y soberano por los vericuetos de los lectores de poesía buscando mover las fibras sensibles de quien se asoma a sus versos y lo ha logrado con creces.

Lo que llama la atención es que se haya editado en este 2023 una segunda edición de este texto. Es raro, de verdad, que un libro logre esto, claro que existen ejemplos de textos literarios que llegan a más ediciones, incluso existen textos poéticos que han vendido muchos ejemplares pero es poco común que un poemario de un autor vivo consiga llegar a una segunda edición.

Cuando uno abre el texto es recibido por un azotón de puerta en la espalda que sacude al lector y lo deja patidifuso con una imagen poé-

tica de la frontera norte

105 alfileres han detenido el curso de tus desnudos pétalos farfala de cinco años del Río Bravo

Las imágenes sórdidas se suceden en cada vuelta de hoja reventando en la vista del lector un desasosiego que se va acumulando lentamente

La palabra troca sobre una colina es como un altar con su fondo Magenta de nubes que hiere al sol de tarde

Y por más que el lector busca la manera de evadir esa sensación pesada de la realidad expresada a través del discurso poético no hay tabla de salvación ni siquiera con una imagen idílica de la infancia que se torna amarga

El mundo es sencillo cuando tienes nueve años la lluvia por ejemplo

Siempre corre del poniente lavando los guijarros de la calle

No hay este sólo norte y poniente la palabra sol es el poniente

La palabra río queda en el norte la palabra mojado norte también.

La poesía de Jorge Humberto es una tirada de cartas donde al lector, al mundo en general, le toca la peor mano para jugar en la existencia, lo deja claro con el verso que cierra el poemario y que aprovecho para terminar esta disertación

La poesía es la tumba de todo

La poesía es el cadáver de la vida que algunos pasan cargando ante tu puerta.

9 DE OCTUBRE DE 2023 7 Poesía

Gráfica

Nudo [Exposición en el Museo Pedro Coronel]

El ser humano acostumbra unir cosas. Experimenta con la utilidad que surge de la invención de las uniones. Un pedazo de madera unido a otro de la misma naturaleza puede ser una herramienta, con una piedra afilada es una lanza. Dos trozos de madera cerca de un río dieron origen a una canoa. Piedras, sogas, madera, fibras, todo ello ha sido unido por la estructura más común en nuestra historia: el nudo.

Desde la antigüedad, y hasta nuestros días, vemos cómo los nudos quedaron grabados en distintos escenarios de la actuación de hombres y mujeres en el mundo. Los nudos se han conocido y se han practicado en todas las civilizaciones; en Europa medieval, se tenía la creencia de que los nudos podían impedir la consumación del matrimonio. En la heráldica aparecen nudos en algunos escudos de armas. El nudo lasca –en forma de ocho– es conocido internacionalmente como nudo del amor y de la amistad. Los aztecas, que no tenían numeración, contaban con nudos. Los nudos siguen siendo una medida de velocidad náutica.1

Pensamos en un nudo y nuestra mente arroja una imagen, sabemos cómo es, cómo se ve e imaginamos las múltiples soluciones que obtenemos de él, pero, ¿qué es un nudo? El nudo es estructura, depende de la forma que une e impide la separación de lo unido. Comúnmente se habla de sogas, de lazos, aunque, el nudo no se define por el material que le da forma, el nudo parte de la utilidad y significado de quien o quienes lo elaboran.

De nudos y personas, uniones, muerte y vida.

Un nudo sostuvo a un prisionero de tribus enemigas, también estuvo presente en la soga de un condenado a muerte, al mismo tiempo, un nudo puede contener los fluidos umbilicales de un recién nacido, y así, facilitar su vida. Las personas se unen porque se necesitan, se encuentran en las miradas ajenas. Alejado de otros el ser humano es condenado a la locura. Sobrevive en la unión, sobrevive de vínculos, de alianzas; sobrevive por la cooperación de otros.

Creer en el triunfo aislado de la especie humana, esto es, el triunfo del más fuerte, es la mentira más cruel que la ciencia y el dogma nos heredaron. La humanidad sobrevive en las uniones que tiene con otros de su especie, independientemente de su género y procedencia; en ellas comparte carencias, debilidades, objetivos, metas e ideales.

Nudo, la exposición que conoceremos a continuación, nos permite ver cómo los vínculos y los nudos surgen de la intención de generar y crear herramientas de trabajo y redes de apoyo entre artistas que visualizan su obra en un entorno de colaboración e invención. En este proyecto, hombres y mujeres representan el trabajo colectivo que debe mantenerse y en-

tenderse desde la necesidad de encontrarnos, construirnos y crearnos. El nudo se genera en la acción de juntar y conservar la unión de los elementos.

1 Ortega, F. R., Los nudos en la historia, CREATIO Revista Cultural Digital, 2006.

La exposición de la carpeta de grá-

fica Nudo fue inaugurada el viernes 6 de octubre en la sala de exposiciones temporales del Museo El Universo de Pedro Coronel. Participan los siguientes artistas: Coral Revueltas, Ignacio Vera Ponce, Diana Morales Galicia, Alfonso Alatorre García, Mónica Muñoz Cid, Daniel Hernández, Elizabeth Mendoza (Elizabeth Nepomucena), Ioulia

Akhmadeeva, José Carrera, Momoteo Arango, Ameyalli Martínez, Jessica Talavera Luna, Carlos Sauceda, Carlos Romo, Ozvaldo Lugo, Marco Antonio Aguilar, Juan Luis Padilla, Susana Salinas, Marbella Melo, Mónica Romo. Coordinación: Carlos Romo y Marbella Melo. Edición y producción: Taller La Onda. Curaduría: Tomy Delgado.

LA GUALDRA NO. 593 /// 9 DE OCTUBRE DE 2023 8
/// Diana Morales. Retícula. Aguafuerte y aguatinta sobre lámina de cobre. 19 x 19 cm. 2022. /// Daniel Hernández. Numen. Aguafuerte y aguatinta sobre lámina de cobre. 19 x 19 cm. 2022. /// Ioulia Akhmadeeva. Ucraniano. Aguafuerte sobre lámina de cobre. 19 x 19 cm. 2022. /// Marbella Melo. Star woman. Aguafuerte y aguatinta sobre lámina de cobre. 19 x 19 cm. 2022.
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