La Gualdra 567

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“Una nueva re-visión y perspectiva del repertorio de Coronel en el cual se muestra a un artista no comprendido del todo, es decir, al otro Rafael Coronel expresionista e interiorista”. Raúl Cano (curador)

La exposición Rafael Coronel: sin máscara se inaugura el sábado 1 de abril a las 13:00 horas en el antiguo templo de San Agustín.

[Más de las exposiciones programadas durante esta temporada, en esta edición]

SUPLEMENTO CULTURAL NO. 567 /// 27 DE MARZO DE 2023 /// AÑO 12 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN Rafael Coronel. El Teporocho (detalle), de la exposición: Rafael Coronel: sin máscara

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¿A quién sostiene y quién la sostiene?

Pregunta Mónica González en el texto de sala de la exposición Jódete, cáncer de Sáshenka Gutiérrez, inaugurada el viernes 24 de marzo en el Museo Pedro Coronel. Y continúa: “Sáshenka Gutiérrez es como muchas de nosotras, una mujer fuerte, una gran persona, quien ha luchado duro por salir adelante, que ha crecido profesionalmente pese al machismo, quien mejor que nadie ha sabido reír ante la desigualdad salarial y la competencia desleal en este gremio”, se refiere al de la fotografía, pero igual puede hacerlo al de cualquier ámbito en nuestros días en el que la desigualdad prevalece desafortunadamente.

La exposición de esta fotógrafa es un tributo a la fortaleza y a la vida; en ella, la originaria de Río Grande, Zacatecas, presenta una serie de imágenes en las que un grupo de mujeres que han padecido cáncer de mama son capturadas en el momento justo por la lente para mostrarnos, como por capas, la belleza, la valentía, el dolor, la gratitud y la alegría de seguir vivas. La sensibilidad de Sáshenka para retratarlas evidencia un claro sentido estético, ante la dificultad de encontrar la belleza en medio de la incertidumbre y el desasosiego, irrumpe suavemente y nos re-descubre la belleza de una manera conmovedora que, además, nos lleva a reflexionar sobre las condiciones actuales del sistema de salud pública. Ellas, las protagonistas de Jódete, cáncer , han tenido la oportunidad de tratarse adecuadamente, pero… también están todas las que no tuvieron esa posibilidad. Hay una foto, por ejemplo, en la que al rededor del rostro de una mujer se encuentran las cajas del medicamento que ha tomado para salvar su vida, el contemplar esa imagen surge necesariamente la reflexión, la pregunta, ¿y qué sucede con quienes hoy lo necesitan y no lo tienen? Hay mucho trabajo por hacer para que las mujeres tengamos acceso, por igual, a los tratamientos médicos necesarios.

La exposición es, verdaderamente, recomendable. No se pierda la oportunidad de ver la obra de quien el año pasado fuera merecedora del Premio Ortega y Gasset a la mejor fotografía por una imagen -que es parte de esta muestra -en la que aparece Sandra Monroy, una joven que fue operada de una mastectomía doble. Sandra

Monroy -dice Sáshenka- es una mujer que “decidió despedirse para siempre de sus pechos y, por ende, dejó atrás la imagen corporal que tuvo antes del cáncer. Pero lejos de acomplejarse, esta situación la blindó y hoy muestra de manera abierta sus cicatrices para decirle a otras mujeres, no sólo a aquéllas que han atravesado por esta terrible enfermedad, que unos pechos, una talla o una medida no definen quién eres […] Es necesario abrir la discusión y empezar a enseñarles a las nuevas generaciones que como te ves no es lo importante, vale más lo que llevamos dentro…”. Jódete, cáncer es parte de las exposiciones programadas dentro del Festival Cultural Zacatecas 2023 y puede ser apreciada, no lo olvide, en el Museo Pedro Coronel.

Esta semana, además, tendremos la apertura de más exposiciones. El jueves 30 de marzo, a las 19:30 Hrs., se inaugura, en el Museo Francisco Goitia, la de Joaquín Trujillo, Viejo Joaquín Trujillo. Sí, I’am el viejo . El viernes 31 de marzo, a las 13:00 Hrs., se abren también las tres exposiciones que tiene programadas el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez: Juan Manuel de la Rosa, apuntes para una trayectoria (1969-2021); Cruzamientos, sentidos y contrastes, Homenaje a Leticia Zubillaga (1949-2020); y William Fares: Habitar el vacío. Exploración artística (2017-2022)

El 1 de abril: Rafael Coronel sin máscara , en el antiguo templo de San Agustín, a las 13:00 Hrs. (la imagen de portada de esta edición gualdreña es autoría de este artista zacatecano y es parte de la exposición); y en la Galería Irma Valerio, Desterrados , de Juan Carlos Villegas, que se inaugurará también el sábado 1 de abril a las 6 de la tarde. La programación completa de las exposiciones la puede encontrar en la página oficial del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde.

Este fin de semana inician todas las demás actividades del Festival Cultural Zacatecas 2023 y esta es una invitación para que los zacatecanos asistan, y para que quienes viven en otros lugares nos visiten también durante la temporada vacacional. Sí, vengan a Zacatecas.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Exposición

Juan Manuel de la Rosa. Apuntes para una trayectoria (1969-2021)

[Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez. 31 de marzo 2023, 13:00 Hrs.]

Por Archivo Juan Manuel de la Rosa

Exposición

Cruzamientos, sentidos y contrastes, Homenaje a Leticia Zubillaga (1949-2020)

[Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez. 31 de marzo 2023, 13:00 Hrs.]

¿Dónde está el perfume? Por Beatriz Soto

Cortejo fúnebre, de Sergio Pérez Torres

Por Raúl García Rodríguez

Tristera, el origen Por Luis Daniel Pulido

Voz Por Pilar Alba

Habitar ese espacio invisible … Por Álvaro Luis López Limón

Talhía González presenta De cuando los ajolotes soñaban Por Eduardo Ávila

2 LA GUALDRA NO. 567 /// 27 DE MARZO DE 2023 /// AÑO 12
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores. Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial
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Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
Editorial
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La Gualdra recomienda: Exposiciones

27 DE MARZO DE 2023 3

Exposiciones FCZ 2023

Exposición

Juan Manuel de la Rosa. Apuntes para una trayectoria (1969-2021)

[Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez. 31 de marzo 2023, 13:00 Hrs.]

6 Por Archivo Juan Manuel de la Rosa

Esta muestra está dedicada al artista originario de Sierra Hermosa, Zacatecas, Juan Manuel de la Rosa (1945-2021). Nos centramos en la trayectoria artística y en un primer acercamiento a su archivo personal para proponer una lectura que indaga en los distintos aportes de este creador al arte mexicano y latinoamericano. La exposición da cuenta de los distintos formatos –grabado, pintura, papel, cerámica, edición, textil– en los que De la Rosa realizó una búsqueda que atravesó los cruces entre: gráfica y poética; materia y simbolismo; espiritualidad y paisaje; arte y técnicas artesanales; pedagogía y creación. Por primera vez, se lleva a cabo un estudio panorámico a la obra de este pintor zacatecano que parte de su propio acervo y un núcleo de colecciones representativas.

Dicha perspectiva permite delinear un camino o indagación personal sustentada en el arte, el estudio de diversas técnicas y formas de producción ancestrales, que comenzó a finales de la década de 1960 y culminó cincuenta años después, a través de síntesis concretas evidentes en las obras de sus últimos años de producción. Esta muestra permite, además, destacar algunos de los vínculos creativos que tuvo De la Rosa con figuras determinantes para un proceso artístico que cruza las artes, los oficios y la literatura. Estas obras reunidas confirman una búsqueda constante que atraviesa códigos ligados a una espiritualidad casi animista –de ahí la importancia de los materiales naturales que sostienen la producción– que permite no sólo evocar, sino encaminar retornos y actualizaciones constantes.

Juan Manuel de la Rosa Pintor, escultor, grabador, ceramista y hacedor de papel, Juan Manuel de la Rosa (Sierra Hermosa, Zacatecas, 1945- Ciudad de México, 2021) nació en Sierra Hermosa, Villa de Cos, Zacatecas. Estudió en el Taller de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León en 1962. Dos años después, ingresó a la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Al finalizar, en 1969, se trasladó a la Universidad de Guanajuato. Posteriormente, fue becado por el gobierno de Nuevo León para realizar estudios en el Atelier Clot et Bramsen, en la Escuela de Bellas Artes de París y en el taller de Dimitri Papagueorguiu de Madrid, entre 1974 y 1975. En 1980 fue maestro invitado por la Casa de la Cultura de San Juan de Puerto Rico.

Su primera exposición se inauguró en 1966 en la capital nuevoleonesa, y, desde ese momento, participó en más de 50 exposiciones, entre bienales, concursos, salones de pintura individuales y muestras colectivas en México, Estados Unidos, Francia, Argentina, Colombia, Ecuador, Venezuela,

Perú, Bélgica y España, entre otros.

A lo largo de su carrera realizó estudios especializados sobre diversas técnicas de elaboración de papel hecho a mano (a la cuba) en países como Francia, Egipto, Estados Unidos, Japón y Fiyi. Impartió cursos de la especialidad como profesor invitado en distintas instituciones de varios países, entre ellos: Estados Unidos, Argentina, Japón, Venezuela, Puerto Rico y Colombia. Juan Manuel de la Rosa dedicó la mayor parte de su investigación plástica a la elaboración de papel destinado a la labor artística, concebido este soporte, en muchos casos, como la obra misma.

Su producción está representada en importantes colecciones públicas de museos e instituciones culturales de México, Bélgica, España, Estados Unidos, Chile y Colombia. Cuenta con producción mural en la Ciudad de México y Zacatecas, donde destaca la obra póstuma Camino de Jade y azul (2021) para el Palacio de Gobierno de Zacatecas. Del mismo modo, mantuvo un gran interés por la realización de libros de artista y ediciones dedicadas a la obra de José Emilio Pacheco, Alejandro

Aura, Alicia Gironella, María Mercedes Carranza, Darío Jaramillo, Rubén Bonifaz Nuño y Ramón López Velarde, por nombrar algunos ejemplos. Algunas de estas publicaciones forman parte de las colecciones editoriales del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, del Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas, de la Secretaría de Cultura de Colima y del Instituto de Cultura del Gobierno del Distrito Federal.

Recibió premios y distinciones, entre los que destacan: Primer Premio de Grabado, La Esmeralda, México, D.F. en 1967; Premio Nacional de Grabado, Aguascalientes, México en 1969; la Condecoración 450 Aniversario, Zacatecas, México en 1996. Maestro y miembro honorario de la Fundación de San Lorenzo de Barichara, Colombia.

Por más de 35 años se dedicó a realizar proyectos sociales en diversos países de Latinoamérica, centrados en el cruce entre las artes y los oficios, o en el vínculo entre pedagogía y producción artística. Fundador del Museo Comunitario y Club de Lectura de Sierra Hermosa (2000), espacio enfocado en pensar a través de la microhistoria, las formas alternativas de lectura y las condiciones de un pueblo migrante, las artes contemporáneas en el contexto del Trópico de Cáncer. En el año 2020, se integra a esta propuesta el programa “Educación y cultura en Sierra Hermosa”, dedicado a fomentar el acceso a la educación de calidad a los jóvenes del ejido Benito Juárez (Sierra Hermosa) y de las comunidades aledañas.

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Natalia de la Rosa /// Juan Manuel de la Rosa. /// Juan Manuel de la Rosa (1945-2021).

Exposición Cruzamientos, sentidos y contrastes, Homenaje a Leticia Zubillaga (1949-2020)

[Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez. 31 de marzo 2023, 13:00 Hrs.]

¿Dónde está el perfume?

6 Por Beatriz Soto

La obra de Leticia Zubillaga explora variedad de técnicas tales como el aguafuerte, aguatinta, litografía y chine collé, con las cuales provoca a los sentidos e invita al espectador a la reflexión sobre el paisaje, al observar los detalles sutiles de la naturaleza reflejado en lo delicado de la línea (aguafuerte), la selección de los contrastes y el cuidado en los medios tonos (aguatinta) así como la ligereza y el realismo del dibujo (litografía) da pauta a un ejercicio de análisis estético y diatónico que hace que imágenes efímeras trasciendan y perduren.

La naturaleza representada en esta exposición evoca el sonido del viento a través de las ramas de los árboles y, por asociación, también recuerda el ruido de la sierra que corta el tronco; se escuchan las aves, el aleteo de las mariposas. En esa misma línea, de cada elemento se percibe su aroma, tan particular y

preciso en el espacio/tiempo.

La mano toca las vetas, los troncos, las hojas, hasta puede asir las alas en reposo que no huyen al contacto. Esta sensación de movimiento se logra con el uso de los matices del negro, gris y blanco que dan luz, sobra, relieve, textura.

El sentido de la vista se involucra de diferente manera con la obra de Zubillaga pues puede apreciar los elementos figurativos o bien jugar con las abstracciones: es tronco que se convierte en abrazo; la veta que recuerda la apertura íntima; el horizonte que se vuelve mujer; el caracol que deviene en feto. En ambos casos, en lo figurativo y lo abstracto, el tema es la naturaleza en tanto creación, germen y fuente de vida, protección y evolución.

¿Dónde está el perfume? Es la pregunta que lanza uno de los títulos, es el reto para el espectador ver lo incorpóreo; percibir los

aromas que se mezclan con las hojas (que podrían estar marchitas o renacidas), las ramas, el árbol, la tierra… el perfume de la naturaleza.

Leticia Zubillaga nace en 1949 en la ciudad de Chilpancingo, Gro. Obtuvo el título de Licenciada en Filosofía y Letras con especialidad en Literatura Iberoamericana por la Universidad Autónoma de Guerrero. Fue integrante del Taller de Pintura y Grabado Julio Ruelas, en Zacatecas. De 1999-2007, asistió a talleres complementarios y múltiples cursos, especializándose en técnicas e incursionando en medios alternativos y digitales del 2005 al 2007. Fue finalista en la V Bienal Nacional de Pintura y Grabado “Alfredo Zalce” en la ciudad de More-

lia en 2005. Durante su trayectoria artística realizó veinte exposiciones individuales y participó también en casi ochenta exposiciones colectivas. En 2009, una selecta muestra de su obra fue incluida para exhibirse en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Colombia (donde México fungió como país invitado), posteriormente, en 2010, esta muestra se exhibiría en Medellín, Pereira, Barranquilla, Cali y Cartagena. Fue reconocida con el Premio José Guadalupe Posada, en Aguascalientes; y en 2017, el Gobierno del Estado de Guerrero le otorgó el Premio “Juan Ruiz de Alarcón” por su meritoria labor artística. Una de sus últimas exposiciones se realizó en la Sala de la Bóveda del Centro Cultural Ciudadela del Arte en 2019. Falleció en la ciudad de Zacatecas el 12 de junio de 2020.

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/// Irma Grizá. Odisea. /// Leticia Zubillaga (1949-2020). /// Leticia Zubillaga. Dónde está el perfume.
Exposiciones FCZ 2023
/// Leticia Zubillaga. El árbol más reciente.

Libros

Cortejo fúnebre, de Sergio Pérez Torres

6 Por Raúl García Rodríguez

Cuando comencé a leer Cortejo fúnebre, recordé un poema que escribí hace años, un poema que hoy no puedo encontrar porque seguramente lo deseché porque era malo, porque así pasa más veces de las que uno como poeta quisiera reconocer. El texto no terminó en ningún libro, ni en ninguna revista, ni siquiera en el limbo de una libreta de anotaciones, ese poema perdido, iniciaba más o menos así:

Nadie sabe cómo iniciar una charla / con una tumba

O tal vez era:

Nadie sabe cómo debe terminar una charla / con una tumba

Podríamos cambiar charla por confesión, y tumba por lápida, o por cualquier otra cosa parecida, pero como podrán darse cuenta, el poema nació muerto, el poema no se iba a lograr. Pero hoy quise exhumarlo brevemente, ya reducido a huesos, para decir que desde que empecé a leer Cortejo fúnebre imaginé a Sergio Pérez Torres, su autor, contradiciendo mi poema con maestría.

Sergio sí que parece saber cómo iniciar la charla, y también sabe cuál es la mejor forma de terminarla.

En cada uno de sus poemas, lo vi parado sobre tumbas famosas, encontrando la palabra correcta, la entonación exacta para hablar. En sus palabras hay precisión formal, pero también hay desenfreno cuando debe haberlo, versos con toques de erotismo sazonado en cenizas, y también hay sangre, no siempre derramada, sino circulando aún tibia, al ritmo de un corazón que sabe de prosodia

Y aún, en mi imaginación, ¿qué es lo que obtenía Sergio a cambio?, ¿qué respuesta recibía de parte de aquellas piedras con el nombre cincelado de los muertos?: Recibía el silencio más elocuente que panteón alguno haya escuchado, el mismo silencio que guardan los enamorados al acabar su letanía

Ahora quienes no han leído Cortejo fúnebre, han de estarse preguntando, ¿a qué viene todo esto de las tumbas? Pues bien, en este libro hay cinco tumbas o cinco apartados, que a manera de capítulo llevan por nombre: Sobre la tumba del Zarévich, Sobre la tumba de Nicolas Tesla, …la tumba de Leopold Bloom, …de Neil Armstrong, y el quinto y último apartado, Sobre la Tumba de Jonás

Lo que pone en práctica Sergio es una dialéctica vital de amor y desamor. Sobre la osamenta de cada uno de estos célebres personajes, Sergio echa puños de tierra luminosa creando mundos independientes que rotan en torno a un mismo sol desahuciado como el nuestro. Escribe retrospectivas a futuro, como lo hacen quienes se acaban de enamorar y de desenamorar. No es por ser pesimista, pero el destino de todo amor es un destino ineludible: el de la reducción esquelética, y luego el polvo y luego, la nada.

La primera de las tumbas (como ya lo había adelantado) es la del Zarévich. En ésta, desde los primeros poemas cae nieve cálida, allí el fuego de algunos versos, de algunas imágenes contundentes y afiladas como un colmillo, gotea sangre tibia que levanta pequeñas nubes de vapor de un suelo blanco como la tundra, como el vaho de un lobo siberiano: para muestra una parte de este poema, el poema número III:

Él era diferente / como huir de un bosque para entrar en mí / sus ojos clavados como garras, colmillos / y lunas crecientes, una cuna llena de canciones

Y también está este poema breve (XIII):

La voz quebrada debajo de los otros / porque esta casa no conoce el abandono / se doblan las palabras sobre sus signos / como el hielo apenas dibuja una sombra

Luego viene la tumba de Nicolás Tesla, donde ya lo recurrente no es el lobo y el invierno, sino la electricidad, el relámpago, y el fuego que la luz provoca en la madera y que devasta, al igual que renueva lo que toca. Como en estos versos: “El cielo se encierra en una tormenta / los truenos devastan el sonido de las alas”

Se trata de las alas de un pájaro blanco, que se dirige hacia ningún lugar, como la paloma de la paz que no decide posarse en ningún lugar que los hombres habiten, ese lugar sólo habitado por el ser amado.

Pero también la tormenta de estos poemas suele ser más interna que externa, y son muchas las imágenes que dan cuenta de ello, como esta de “los truenos rojos que llamamos venas” (III) (una de mis imágenes favoritas, por cierto, me recordó en contundencia al “relámpago verde de los loros”, de La Suave Patria) y más tarde veremos que estos truenos rojos, hacen alusión a lo que Sergio llama luego, “una corriente eléctrica en la sangre”.

Ahora recitaré el poema IV, que de principio a fin es recorrido como los buenos conductores de electricidad, por una carga y descarga constante de electrones, área del conocimiento en la que Tesla sobresale en la historia de la ciencia: ¿Puede sentir este pulso incrementándose / como un rayo que cae a un árbol seco / para que recuerde los labios de la luz? / Todo el asombro de matar la sombra / lo deslumbrante de una lumbre que se apaga / mis ojos hechos para verme volando en ceniza.

En el tercer apartado titulado Sobre la tumba de Leopold Bloom, el discurso se hace más largo e íntimo, cada poema es casi prosa poética que a ratos corteja con el flujo de conciencia de Joyce…

También ésta es la parte del libro en la que la palaba “cortejo” del título del libro, se aleja de su sentido “fúnebre” para casarse con esa otra acepción más común, la del diccionario que define al verbo cortejar. Cortejo: Intentar conseguir el amor o los favores de alguien halagándolo y buscando su compañía”, es decir, el cortejo como ese vistoso

y musical intento de los pájaros, por asegurar la permanencia de su especie a través del acto amoroso que, por el momento, parece no tendría fin.

En el poema VIII el cortejo va así:

Han cantado que el amor está en el aire / escondimos la respiración hablando de bacilos / lo cierto es que mi sangre se hace débil al momento de su aroma dirigido en un ataque / El suyo no podría ser un cuerpo extraño / reconozco el contorno de cada miembro / incluso al dibujarlo sobre la regadera / puedo apagar la luz y encender su cuerpo / aunque jamás estemos sólo él y yo / millones de bacterias habitan en nosotros

Pasamos a la cuarta parte, a la cuarta tumba, a la de Neil Armstrong donde los cuerpos antes dichos, pierden peso en la microgravedad de la contemplación de un cielo estrellado, acaso ya con un dejo de nostalgia por lo que está por terminar:

Su cuerpo pierde peso en el espacio / se aleja hasta volverlo ni siquiera un punto / pero reconozco ese modo de estar / con la fe del que reza a la noche abierta

La última tumba es la del profeta Jonás, donde los poemas fluyen como espuma de agua salada y mantienen un ritmo constante, no tanto de ola que golpea la orilla, sino del enorme e incansable pulso de una ballena azul, con su corazón del tamaño de un automóvil compacto: Uno de mis poemas favoritos es el sexto de este último apartado:

“Ni siquiera alcanzo el silencio / el latido de la ballena retumba en el mío / lo obliga a moverse con su corriente eléctrica / ¿un segundo corazón / será para un rompimiento gigante? / no es posible acostumbrarse aquí / suena al inicio de una guerra / ¿Por qué los pulmones de este animal / volvieron al mar después de conocer el aire?

Para concluir, quiero decir que, en los poemas de Sergio Pérez Torres, la vida y la muerte lleva máscaras más allá de las máscaras, máscaras tan auténticas como la piel viva que recubre a nuestra calavera. Se trata de un duelo íntimo, una visión lúcida de lo que somos y que sólo revelamos a unos cuántos elegidos.

La elección de Sergio de conjuntar personajes tan alejados entre sí como el hijo de un zar y el primer hombre en pisar la luna, (sólo por mencionar a dos) es todo menos un capricho, es más bien una elección que nutre de diversidad y alcances su obra con elementos múltiples que lejos de dispersar, enriquecen.

Antes de terminar, quisiera volver sobre mis pasos para hacer una aclaración. Para la mayor parte de este comentario recurrí a la división. Hablé por separado de cada una de las tumbas, pero con el riesgo de perder de vista el paisaje que ofrece este selecto panteón, como quien, por ir viendo cada uno de los árboles, pierde de vista al bosque. En este caso, el bosque es la poesía de quien, en pleno dominio del oficio poético, nos presta sus ojos para ver un mundo íntimo que puede ser interpretado de formas infinitas.

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Tristera, el origen

Fernando siempre ha escrito poesía. Los temas sobre lo que ha escrito son varios: de llanuras ocres y caballitos de plástico recordando su niñez hasta de cómo en la luz de una capilla van dando traspiés las sombras de los muertos. O algo así. Mis interpretaciones no tienen los velos académicos ni asumo que toda poesía en Chiapas tenga que ver con tradición ni escuelas ni generaciones. Así he leído Tristera . Que es una ruptura con la candidez. De un día a otro, Fernando tiene que reconstruir el duelo, la ausencia, los abismos que deja la muerte de su padre. Los grandes lienzos de la palabra en la casa vacía; y sacudirse los objetos inanimados que caen cuando el tiempo se detiene. Tristera es la región más fría del mundo, al menos para el alma y la necesidad de insistir en la palabra, porque gritar, gritarlo –si bien es una realidad abierta y amable–no salva como la poesía y su ojo de silencio que ilumina al joven poeta derrotado.

En Tristera hay flashbacks , recuerdos, reflejos de la tarde de un viaje por carretera, la intimidad de los sueños, niños viéndose en el espejo retrovisor de un auto clásico, el más bonito de Tuxtla Gutiérrez.

En Tristera hay hijos, nietos, una madre –figura a contracorriente en busca de regresar a los días felices.

El poeta en el centro del duelo y el entorno que lo rodea: caminitos de tierra, partidos de futbol, fiestas de cumpleaños, complicidades que no ventilaremos, el Guggenhein de artes marciales, que no era más que una

Voz

6

Por Pilar Alba

No quiero escuchar mi voz en esa grabación, no soy yo, no me reconozco. Es como cuando al espejo me vi antes de salir a la fiesta con las mejillas rojizas, con los ojos pintados y las pestañas falsas, sí así de falsa se veía mi imagen, sí, así de falsa se escucha mi voz. No, no vuelvas a darle “empezar” a esas palabras. No es mi voz, no son las palabras que utilizo de manera regular no es mi lenguaje de la vida cotidiana, ésa que habla ahí es otra, ésa que dice todo eso no soy yo . El hombre levanta una vez más su teléfono móvil y deja escapar una vez más la grabación: Yo me comprometo a amarte, siempre seré tuya, nada en el mundo me hará cambiar de opinión. Eres para mí lo mejor de la vida, lo mejor que me ha pasado…

lo mejor. E interrumpe el discurso mirando a la mujer con ojos desafiantes. Te digo que no vuelvas a hacerlo, ese sonido hiere más que mis oídos, mis sentimientos, cómo es posible que creas que pude algún día tener tan poca dignidad para creer, para decir tal cosa . El hombre conecta unas bocinas, pone la función de repetir infinitamente, deja corriendo la grabación y cierra la puerta de la habitación. La mujer se tira sobre la cama. En la silla se queda colgando su vestido de bodas, el sonido se sigue repitiendo: Yo me comprometo a amarte, siempre seré tuya, nada en el mundo me hará cambiar de opinión. Eres para mí lo mejor de la vida, lo mejor que me ha pasado… lo mejor… La mujer sólo acierta a repetir de manera incansable: no soy yo, no me reconozco. Ésa no es mi voz

prepa de malandros: la Latino.

Y tantas cosas más que un padre deja cuando parte. La tristeza, la tristera, los ríos a los que no regresaron, el aeropuerto de la Ciudad de México después de la FIL en Guadalajara, el arbolito que tiembla en la ventana de un hotel de una ciudad de tantas; y el poeta, el hijo, que escribe para recordar quién es, para preguntase qué caminos le quedan para caminar.

Es Tristera un libro sobre la muerte y la desolación; abre las puertas a los desterrados, pone a prueba la buena voluntad del poeta cuando lo que quiere es golpear, renegar, desaparecer. De hecho naufraga. Y se naufraga sólo cuando se está en constante conversación con Dios y sus sombras y sus caballos y sus alacranes. Hasta que una niña, Isabella, dice sentir “tristera” por la partida de su abuelo. Y la luz se revela en el sonido del río. Saltan los peces y el poeta se pone a escribir y termina un libro y lo envía a un concurso y gana y un ovni es derribado en Alaska y un tal Messi es campeón del mundo y yo digo: larga vida a don Fernando Trejo Molina.

*Luis Daniel Pulido. Ha publicado los libros Pollito Card , UNICAH; También de dolor se derrotan zombis mutantes , Cohuiná Cartonera; Intencionalmente náufrago , Editorial Carámbura; Prohibido degollar patos , Editorial Almada Broders; Nunca sonrías a Optimus Prime , Espejitos de papel Editores, Puerto Rico; El apetito de los ciegos , Editorial Public Pervert; Bruce Wayne y la generación X (un concierto de rock para Chulpan Khamatova) , Editorial Popotito 22; Baxter Memories (vida y obra de Víctor Von Doom), Tu Kung Fu no es poderoso (Gran Jefe Apache escribe poemas de fertilidad), Prohibido degollar patos, Porterear, escribir , Tifón Editorial; ¿Qué sé yo de nadie?

Editorial Arboleda, San José, Costa Rica.

Libros

de Palabras

27 DE MARZO DE 2023 7
Río

6 Por Álvaro Luis López Limón

La obra de Marcel Duchamp, Desnudo bajando una escalera No. 2, se ha convertido en una regia manifestación del arte europeo contemporáneo –o como algunos dirían– un clásico modernista.

La pintura nos muestra una figura desnuda descendiendo por unas escaleras; destacando la repetición de líneas de su contorno en ráfagas, la geometrización de los colores (una gama de ocres, marrones y dorados) expresan el movimiento continuo del desnudo femenino. La figura de la mujer exhibe elementos abstractos fragmentados: la cadera es un óvalo, las piernas se vuelven conos y el tronco un par de cilindros. Los planos en los que se descompone el movimiento avanzan de izquierda a derecha, van de arriba hacia abajo, enfatizados con ligeros cambios progresivos de colores en una gama entre sepias y cafés. En su descenso, a no se sabe dónde, el desnudo nos deja una sucesión de sombras que, para Duchamp, forman parte de la obra. Así, el espectador experimenta una sensación de ritmo, precipitado movimiento en diagonal, que va de la esquina superior izquierda a la esquina inferior derecha. Mientras tanto, la mirada sigue el movimiento de la mujer a través del cuadro, ante la imperturbabilidad de unas escaleras estáticas.

Establezcamos dos elementos-clave: primero, un contexto socio-cultural y una conmo-

ción intelectual emanados de la primera guerra mundial; el cuestionamiento de principios y valores que dotaban de sentido al mundo occidental cierran un ciclo de la historia, rupturas

y continuidades que se expresan en el arte; segundo, en el ámbito de la pintura tanto François Kupka como Marcel Duchamp mezclan procedimientos del cubismo y del futurismo.

Talhía González presenta De cuando los ajolotes soñaban*

6 Por Eduardo Ávila

El viernes 24 de marzo fue presentada en el Museo Nacional del Ajolote. Axolotitlán, la edición de De cuando los ajolotes soñaban segundo texto teatral de la dramaturga Talhía González, publicación a cargo de Focus Buk. La presentación contó con la presencia de la autora, de los actores Pedro Kóminik y Laura de Ita, quienes leyeron algunos fragmentos de la pieza dramática, del grupo Las Luz y Fuerza, que hicieron un performance, y del artista Manuel Mugica, quien expuso las obras que ilustran la edición.

De cuando los ajolotes soñaban está integrada por nueve cuadros que narran la travesía de seis migrantes con historias personales que provienen de diversos contextos, en un encuentro que ilustra su relación con los facilitadores del viaje y un comando de seguridad; y que define con humor negro y unas gotitas de magia peyotezca, la violencia de los distintos motivos y las conmovedoras historias que llevan a las personas a emigrar.

Se trata del segundo texto teatral de la dramaturga Talhía González (1987), quien en 2022 presentó, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Rapsodia de los solitarios, otra pieza teatral editada por Focus Buk. Con más de diez años de experiencia como abogada, humanista, defensora social, actriz y escritora

de distintos géneros que van de la poesía al teatro y al cuento, Talhía fue alumna de Eugenio Barba y Julia Varley, además de haber participado en talleres con Peter Brook, Yoshi Oída, Jorge Saura, Alonso de Santos y José Sanchis Siniestra, entre otros. Actualmente es presidenta de la Fundación Funambularte, que promueve el arte, la cultura y el emprendimiento de manera inclusiva para niños indígenas, con discapacida-

Concretamente se ha dicho que Desnudo bajando una escalera, es una obra cubista (porque se descompone la figura humana en cuerpos geométricos) y futurista (porque secciona el movimiento en varios planos, mostrándolos en secuencias). Pensamos que Desnudo bajando una escalera es el fin del cubismo y el comienzo de algo que todavía no termina.

Habitar ese espacio invisible … Arte

Duchamp promueve un movimiento antiartístico y antiliterario, violenta el establishment, explota el absurdo. Seducido por las experimentaciones cronofotográficas de Étienne-Jules Marey, va más allá de la tradición creando los ready-mades, a saber, operaciones conceptuales en las que el artista se apropia de un objeto (Found Object), realiza modificaciones y cambia el contexto de su representación, insertándolo en el campo del arte. En el Gran Vidrio afina su propósito de remplazar la “pintura-pintura” por la “pintura-idea,” considera que el arte se ha reducido a un “arte retinal”, un arte puramente manual y visual. Si interrogáramos a Duchamp al respecto de nuestra obra, ¿es el desnudo… una pintura?, nos explicaría –sin duda– que no, que es “la organización del espacio y el tiempo a través de la expresión abstracta del movimiento”. Crear algo diferente, estimular la mente, transformar al ser, convocar el despertar de las ideas es su propósito.

Duchamp explosiona el arte, nos exhorta a demoler el significado, habitar ese espacio invisible o tal vez inexistente, las ideas.

de 70 colectivas nacionales e internacionales, así como en la Bienal Rufino Tamayo. Las obras que Mugica creó para esta edición estuvieron ese día expuestas en Axolotitlán.

La autora y los equipos al frente de Focus Buk y Funambularte, dijeron sentirse entusiasmadas de poder presentar y compartir con sus invitados este lanzamiento desde el Museo Nacional del Ajolote. Axolotitlán, refugio para la especie endémica que actualmente se encuentra en peligro de extinción; uno de los animales más emblemáticos de nuestro país. Por ello, también se brindó una visita guiada.

Focus Buk, encargada de la edición, es una empresa de servicios editoriales, cuyo propósito es transformar el objeto escrito no sólo en legado que trascenderá, sino en herramienta para el posicionamiento de autores que exponen nuevos enfoques y perspectivas innovadoras acerca de temáticas actuales que repercutirán en el quehacer de las nuevas generaciones. Es dirigida por Lourdes Solís.

des y en situación de calle.

Esta primera edición de De cuando los ajolotes soñaban cuenta además con ilustraciones de Manuel Mugica, lo que vuelve al libro un objeto de arte en sí mismo. Mugica es un artista nacido en la CDMX cuyo trabajo se ha centrado desde sus series más tempranas en la carne y en la fusión de lo orgánico y lo industrial, y que ha podido verse en 19 exposiciones individuales, más

La presentacion fue el viernes 24 de marzo a las 16:00 horas en Axolotitlán, ubicado en Prolongación 5 de mayo 521, Parque las Águilas, Alcaldía Álvaro Obregón. Luego de la visita guiada, la presentación corrió a cargo de la autora y los actores Pedro Kóminik y Laura de Ita; se contó con la actuación musical de disco, cumbia y cabaret del grupo Las Luz y Fuerza. Habrá ejemplares físicos del libro. Transmisión a través de los canales digitales @pedrokominik: viernes 31 de marzo: TikTok Live y sábado 1 de abril: Youtube Live. Disponible en amazon: https://a. co/d/897ZKXy y Gandhi: https://www.gandhi. com.mx/de-cuando-los-ajolotes-so-aban

LA GUALDRA NO. 567 /// 27 DE MARZO DE 2023 8
Teatro
/// M. Duchamp. Desnudo bajando una escalera, No. 2. 1911-1912.

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